8 || Cabello oscuro ||

Jeon Jungkook

—  ¿Por qué estás tan temprano aquí?

Es lo primero que me dice Taehyung, incluso antes de que yo mismo le dijera "hola".

— ¿Cómo sabías que era yo? —  pregunto descolocado, dejando mi mochila en el sofá, como el otro día.

— Conozco a una sola persona que usa un perfume con olor a jazmines, y esa persona eres tú — señala con un dedo en mi dirección, solo que apunta a mi cuello en vez de a mi pecho. Sus ojos vagan tristes y cansados a un lado de mi oído. — te diría que lo cambies, porque no me gusta ese olor, pero si lo haces ya no podré reconocerte. —  admite a regañadientes, molesto. — en fin ¿Porque estas tan temprano? Papá dijo que era la una de la tarde, tu llegarías aquí a las dos.

¿Por qué está tan enojado?

— Me crucé a tu padre en la entrada, me pidió que viniera. — me acerco a él y le grito un poco el brazo para amortiguar su ira, pero solo me observa con mala cara.

Bueno... Me observa, pero no me ve.

Se entiende.

— ¿Llegas de la universidad?

— Así es. Tu papá me dió permiso de comer un emparedado.

Taehyung gruñe frunciendo el entrecejo, pero luego dice.

—  Como sea, están en la heladera, no se dónde los guardó, pero deben estar ahí. Jamón y queso, si no te gusta, pide un puto delivery.

Caray que actitud.

—  No me trates de esa manera — le digo totalmente calmado buscado en la heladera los sandwiches, cuando por fin los encuentro tomo un plato y los llevo a la mesa.

Mientras tanto ayudo a Taehyung a sentarse a mi lado.

—  No te considero mi cuidador, solo eres un chico de veintiún años sin nada más que hacer que cuidar de un ciego estúpido que no sabe valerse por si mismo. — casi que está gritando así que le tomo una mano y le doy un apretón, para que sepa que me tiene al lado y para que deje de ser tan malo consigo mismo.

—  ¿Eras así antes de mi llegada o que?

—  Hace un año que solo me dedico a maldecir cada una de las cosas que me rodea ¿Que? ¿Qué más quieres que haga? Me odio, no quiero que me cuiden, no quiero un amigo, si todos me dejan, nadie lo entiende y estoy molesto.

Por Dios, si antes moría de hambre, ahora el apetito se me fue al diablo.

—  Taehyung, cálmate ¿Si? Acepta que necesitas ayuda, a mi no me molesta cuidarte, lo digo en serio, estoy súper hiper mega acostumbrado a cuidar personas. Aparte... Bueno de esta manera, ahora al cuidar a un chico de casi mi edad, no me siento tan solo.

—  ¿Solo? ¿Debes tener muchos amigos? Deja de Jo...

—  Solo tengo dos amigos, y una banda de heteros homofóbicos detrás de mí todo el tiempo, eso es todo lo que tengo Taehyung. — aclaro en tono enojado.

Apenas puedo darle un mordisco al sandwich cuando Taehyung vuelve a hablar.

— Me duele que estés aquí, me siento todavía más solo si estás cuidándome.

Al principio no lo capto. Solo sigo comiendo y cuando termino dos sandwich's dejo todo el resto en la heladera.

— ¿Cómo puedes sentirte solo estando en compañía?

—  Si te lo explico no lo entenderías.

Se levanta de la mesa, pero justo cuando el perro se le cruza en frente yo debo atajar a Taehyung para que no se caiga de cara al suelo. Solo me gruñe en respuesta.

— Estás... ¿Muy cerca? — pregunta él, claramente tengo la nariz pegada a la suya, él solo mira al centro de mi cara. Él me está agarrando por los hombros y yo por la cintura.

— Lo... Lo siento, te ibas a caer.

— S-si... —  aleja su cara un poco de mí, pero ni siquiera se aparta: es como si de repente se hubiera tranquilizado, así de la nada.

¿Y si lo abrazo? ¿Lo haría sentir mejor o peor?

Quizás me de una parada en los huevos si lo hago. No es una buena idea. Así que lo suelto lentamente, en cambio sus manos sigue apoyadas en los hombros como si tuviera miedo de caerse o resbalarse.

Entonces observo el tinte de cabello que está en la mesa.

—  ¿Te gustaría que te tiña el cabello Tae? Tu color está desteñido, verde claro, casi rubio.

Entonces hace una mueca de asco cuando por fin me suelta.

— ¿Tan mal me veía? —  parece horrorizado — mi cabello era azul hace tiempo. Debe estar horrible.

— Tu padre trajo color negro. ¿Te lo tiño si o no?

—  ¿Sabes hacerlo? Mi madre me lo teñía antes, pero se fue hace como una semana ¿Sabes? No soportaba verme, la carga se volvió aún más pesada. — suena enojado, bueno todo el mundo lo estaría si tu propia madre te dejara en el momento en el que más la necesitas.

— Si, se hacerlo, no te preocupes.

Él me devuelve una media sonrisa y empieza a caminar hacia el baño, yo lo detengo y lo llevo de la mano, no vaya a ser cosa que Yeontan vuelva a cruzarse en su camino..

— ¿Puedo preguntar algo, Tae? — digo sentandolo en un banco frente al espejo, tomando una toalla para colocarsela sobre los hombros.

— Si.

— ¿Cómo... Eran tus ojos antes?

— Marrones claros, muy claros, casi miel. ¿Porque?

— Curiosidad nada más.

—  ¿Me veo muy mal con estos ojos...? Deben estar blancos,  — se ríe sin gracia — debo parecer un zombie.

— No pareces un zombie, no te llames de esa manera.

— ¿Ah, como quieres que me diga? Es lo que soy... Horrible.

— Taehyung, basta, sigues siendo guapísimo, con estos ojos y con los que debías de tener antes, eres guapo fin. Maldita sea te ves demasiado bien para ser real.

Por el espejo veo que sonríe mirando al frente, es una sonrisa burlona.

—  Ya se que soy guapo, Jungkook. — su tono tan pacífico me pone nervioso de repente.

— ¿Y Entonces de que te quejas?

— Solo quería saber si enserio eras gay o no.

— ¿Eh?

— Antes dijiste que... — empieza a explicarme — tenías una banda de heteros homofóbicos detrás tuyo. Parece ser que se te escapó ¿Eh?

Los ojos se me abren como platos. Al no decir nada, Taehyung solo se ríe.

— No me digas que a ti también te molesta que sea gay ¿O sí? ¿Comenzarás a burlarte? Eso sí que no lo tolero.

— No me molesta. — abro la caja del tinte habiendo leído antes las instrucciones. — solo quería que alguien me recordara de verdad lo guapo que soy.

— Que egocéntrico. — declaro riendo.

— A veces me hace bien recordarme.

— Eso es bueno, pero no deberías presumir de tal manera frente a otras personas, o en público.

— Me da igual. — busco en el baño una especie de pincel para el cabello, cuando lo encuentro le pongo casi medio pote en la cabeza. — ¿Así que te gustan los chicos, Mmm? — pregunta en tono pícaro.

— Desde que tengo memoria básicamente. — olvide ponerme los guantes que trae la cajita así que le pido que sostenga el pincel y me coloco los guantes transparentes, luego le sigo pintando el cabello.

— ¿Tienes novio?

—  Nunca tuve uno.

Taehyung abre los ojos de repente, mirando hacia cualquier dirección menos a mí.

— ¿Qué? — parece impactado. — nunca en tu vida. Tienes veintiún años, ¿En serio, nunca?

— Jamás. — declaro con algo de tristeza. — hace tiempo me gustaba alguien, pero me rechazó... ¿Que quieres que haga? No tengo suerte, en fin.

— ¿Todos te han rechazado? — cierra los ojos porque le cae pintura en la frente.

— Exactamente. Llevo desde secundaria confesándome, simplemente me dicen que no y listo, fin del asunto ¿Supongo, no? No puedo obligar a alguien a qué me quiera. — No se porqué le estoy contando esto.

— Pensar que yo andaba con cualquiera que se me cruzara en el camino. — con una mano se quita la pintura de la frente. — y hace un año que no hablo con nadie. Cosas de la vida supongo.

— Debe ser... Difícil.

— Después del accidente era un infierno no poder andar con alguien semana tras semana ¿Me entiendes? — básicamente que se follaba a todo el mundo, ¡Que nivel! — después de un tiempo, entendí que estar con alguien era peor, cuando fue el accidente todos me visitaron, pero cuando me tocó volver a la escuela a escuchar las clases, todos me dejaron de lado.

¿Por qué se está sincerando tan de repente? ¿Que hice? ¿Cómo lo hice?

— Cuando estoy con gente de mi edad, siento soledad dentro de mi — vuelve a hablar él mientras yo sigo pintando su cabello, está quedando bastante bien. Su voz profunda me tranquiliza al punto en el que quiero ir a dormir, es como una Nana hipnotizante — todo el mundo me ve como una mierda, como una basura... Como un estorbo. Mamá me vio como una carga de por vida, y se fue por eso. Mis amigos al ver que tenían que llevarme para todos lados también me dejaron, no me quedó ni uno. El cabrón de mi ex me mandó al diablo apenas fue el accidente, hijo de perra. No sé cómo pude andar con alguien así. — se queja más molesto que nunca. — él no me importa de todas formas, ya no quiero estar con nadie, solo los molesto. Por eso no quiero que vengas aquí a cuidarme, no quiero que otra persona mas en el mundo me vea cómo una carga pesada, como a un bebé que le tienes que tener ojos encima cada dos por tres. La gente tiene que acompañarme a todos lados, tiene que esperar fuera del baño por si llego a resbalarme, hacerme la comida, llevarme del brazo para no caer, cuidarme del mundo básicamente, es un horror. Tampoco puedo conquistar a nadie, no puedo verlos a los ojos y eso me jode ¿Comprendes? El mundo ya no existe para mí.

Luego de su gran desahogo siento un gran nudo en la garganta por lo que me ha contado. He terminado de teñirle el cabello, ahora solo queda esperar, pero las manos me fallan, mi corazón falla. ¿Por qué me conmueve tanto, si apenas lo conozco?

— ¿Puedo hacer algo para ayudar a que seas más felíz? — cuestiono siendo cien por ciento sincero, una lágrima se me sale.

— Matarme, eso puedes hacer — espeta en tono rudo.

— Jamás te ayudaría haciendo eso.

— Yah, entonces consígueme a un genio cirujano para que me devuelva la vista. Eso no es posible, pero quizás los aliens tengan una fórmula secreta..

¿Cómo es que puede tomar este asunto con tanto sarcasmo?

— Estoy bromeando, Jungkook. No contactes con un alien, a ver si te llevan.

Taehyung se levanta y camina tocando las paredes mientras llega a su habitación, o eso supongo ya que me estoy lavando las manos.

— No te muevas tanto porque se te va a caer la toalla y mancharas todo el piso con tintura negra.

Taehyung está parado entre su habitación y el pasillo, yo lo ayudo hasta llegar a su cama, allí se sienta cruzando las piernas en medio del colchón, golpea con las manos el lugar al lado ¿Quiere que me siente ahí con él?

Y eso hago. De frente a él. Le toco la mano para que sepa en dónde me encuentro, pero cuando lo hago él tira de mi haciéndome balancear hacia adelante. Entonces cuando me estabilizo mejor me doy cuenta que estoy de frente a él con nuestras rodillas tocándose.

No sé porque pero el corazón me da un vuelco.

— ¿Entonces no me consideras una molestia?

— Claro que no Taehyung.

Solo hace una mueca, entonces sus manos se retiran hasta alcanzar mis hombros, luego ascienden hasta mi cuello y finalmente pasan por detrás de mí cabello.

— ¿Puedo conocerte? — su voz suena aún más profunda y seria que nunca.

—  Claro, Tae. — con valor tomo sus manos y las llevo hasta mis mejillas y allí las dejo para que él haga el recorrido, cierro mis ojos sintiendo su cálida y suave piel.

Por algún motivo me siento más extraño y nervioso que nunca. Se que Taehyung está atento a las facciones de mi rostro, y eso me pone nervioso.

Es un chico muy guapo, ¿Cómo no podría ponerme nervioso?