Antes que nada, vengo a aclarar que como esto es un Fan Fic, osea ficción, puedo tomar el mundo como se me de la gana, este capitulo tengo un elemento que no estoy para nada segura de si en la realidad existe, pero en fin, ustedes imaginen que esta cosa es útil. Espero no molestarlos y recuerden que esto es ficción, el mundo puede alterarse. 

29 || Un paso adelante ||

Taehyung. 

Los días que siguieron a mi tratamiento de conducto la pasé fatal, apenas pude comer algo hasta que el dolor del pinchazo de la anestesia se me pasó, luego pude hacer mi vida normal. Jungkook viene y nos divertimos juntos, aunque hay veces en las cuales debo dejarlo hacer sus deberes. En la semana vino a casa con una amiga que se llama Ji Eun, me cayó bastante bien, la chica es muy amable, aunque algo pesada con Jungkook. Él me contó que se frustra bastante con ella porque casi nunca le agrada finalizar los proyectos ella sola, pero como son mejores amigos, nunca puede negarse a ayudarla. Es bonito de su parte, pero me siento celoso realmente. 

Estoy celoso porque no puedo verlos y saber que pueden mentirme me pone... me pone bastante de malas. No es mi intención sospechar de Jungkook y la relación que tenga con sus amistades, pero me siento algo mal al saber que no soy el único que tiene su atención. 

— ¿Sabes, Tae? creo que tomé una decisión. — dice Jungkook sacándome de mis pensamientos. 

— ¿Sobre qué, amor...? — me cuesta bastante soltar aquel apodo, pero me agrada decírselo. Es bonito decirle a una persona de esa manera. 

— Creo que me haré vegetariano

Si pudiera ver juro que lo hubiera mirado algo  desconcertado. ¿De que habla? 

— Pero... ¡Comer McDonald es lo mejor! aparte necesitas la proteína de la carne para mantener estos músculos. — digo tocándole el hombro y sí, se siente muy fuerte. — aunque no pueda verte estoy seguro que estás bien buenote. 

Jungkook suelta una carcajada que invade toda mi casa. De pronto siento cómo su brazo rodea mis hombros y yo me acerco a él para apoyar mi cabeza en sus hombros. El sillón de pronto queda demasiado pequeño para ambos. Oh dios, Jungkook de veras es mi mundo entero. 

— No te cambiaría por nada. — digo sin pensarlo. 

— ¿Eh? 

— Lo siento, pensaba en voz alta. 

— Aww... que tierno eres... — Jungkook deja un beso en mi mejilla y el calor invade todo mi cuerpo, una hermosa sensación me recorre desde el rostro hasta el pecho. Mi corazón de pronto late fuerte y por un momento deseo que vuelva a darme besos de aquella manera. Se sintió cálido, como si el sol me abrazara en un atardecer. — Te decía que me haré vegetariano por mas que me cueste dejar las hamburguesas de McDonald... ayer vomite el pollo que estaba comiendo. No quiero saber más nada. 

Hago un silencio y antes de contestarle, me animo a girar mi cabeza y dejar un beso sobre sus labios, que suerte que Jungkook estuviera viendo en mi dirección, de lo contrario quizás le hubiese besado la nariz. 

— Está bien, te apoyaré en todas tus decisiones. Después de todo ser vegetariano tiene un menú saludable. — intento sonreír para él  y entonces Jungkook  me da otro besito. — me haces bien Jungkook... de verdad te quiero tanto como no te imaginas. 

— Y yo te quiero más, más, más... — vuelve a dejar un beso sobre mi nariz — oye, bebé, tengo fin de semana largo, ¿te gustaría que me quede aquí contigo? 

— Claro, pero... 

Y justo cuando voy a decir que se lo pregunte a mi padre, escucho la puerta principal abrirse. Jungkook ya no se molesta en separase de mí y escucho cómo saluda a papá amablemente. 

— Hola pa... ¿Jungkook puede quedarse este fin de semana? 

— Prometo que lo cuidaré excelentemente. — agrega él. 

— Claro no hay problema. — papá cierra la puerta y escucho sus pasos llegar hasta el sillón, delante de nosotros se escucha su gruesa voz la cual heredé por fortuna. — Tae... 

— ¿Sí? — pregunto dirigiendo mi rostro hacia arriba, la altura de papá es promedio, así que sé que no debo levantar tanto la cabeza. 

— Compre algo para ti. — Jungkook me quita su fuerte brazo de los hombros y parece acomodarse a mi lado. Yo por mi parte extiendo las manos para saber de qué se trata pero mi padre dice que las baje. 

— ¿Como rayos quieres que sepa qué es? no puedo ver, genio. 

— No seas grosero, bebé. — me reta Jungkook pellizcando mi brazo. 

Mi padre parece agacharse porque siento su voz mas cerca. 

— Cierra los ojos. 

— No sirve de nada, pero en fin. — critico y a los pocos segundos escucho que papá saca algo de una caja, por el ruido diría que es cartón y no plástico. 

Entre los tres se hace un silencio, que a los pocos segundos es quebrado por mí. 

— ¿Qué me estás poniendo en la cabeza? — me quejo al sentir lo que pienso como un casco, esto ni de coña es una gorra. 

— ¿Jungkook me ayudas a conectar esto? — mi novio se levanta de a mi lado y yo me quedo solo otra vez, pero siento como si unos cables muy molestos tiraran de mi cabeza, y efectivamente: este casco está conectado a algo. 

— No me digas que compraste otra vez esos lentes que parecen un casco de realidad virtual ¿eh? ¿Acaso no recuerdas que hicimos la prueba apenas tuve el accidente? no había funcionado y... 

Y cierro la boca cuando abro los ojos. 

¿Cómo?

Mi casa, mi sillón, mis manos... la televisión... 

Estoy viendo. ¿O acaso estoy soñando? Debo estar soñando. 

— Dime que funciona, hijo. 

La voz de papá se escucha cerca y cuando giro el rostro, ahí está él. No lo veo muy bien, algo nublado, pero es él... es mi papá... 

— Te... estoy... v-vi-viendo... ¿Estoy loco verdad? 

Él niega con la cabeza... 

Mi papá niega con la cabeza... yo lo vi negar con la cabeza. 

Lo estoy viendo. 

Nublado, pero lo veo. 

Lo veo...

A espaldas del sillón escucho un sollozo y yo quiero llorar también. Papá me ayuda a levantarme con cuidado del sillón para que no tropiece con los cables y me abraza con fuerza. 

— ¿Cómo es que un casco puede hacer esto? No tengo lentes ni nada... pa... yo... — y rompo a llorar porque soy consciente de que no puedo usar esto en la calle, pero en casa... en mi casa... Todo está igual que antes, nada fue cambiado... todo está como lo recuerdo. 

— Me lo trajeron desde Alemania... hay grandes avances, ¿sabes? — Dios mío, los ojos de papá... jamás creí que lo vería tan avejentado... los años le pasaron como un camión encima. — pero no puedes usarlo mucho tiempo, podría afectar al cerebro. Tiene que hacer varias mejoras, pero de momento esto es lo que consiguieron. Es un casco que contacta directamente con la zona dañada y la repara durante su uso. ¿Qué tal vez?

— Nublado, pero veo. 

— Yo tengo unos lentes, quizás te sirvan —esa es la voz de Jungkook, pero no me atrevo a voltearme. 

— Me dijeron que no. — dice papá viendo detrás de mi. — Los dejaré un momento solos en los que hago una llamada ¿si?

Asiento con la cabeza... viendo cómo desaparece hasta su cuarto. 

Viéndolo...

— Jungkook se que estás alejado, acercate y volteame. — oigo sus pasos y cuando me gira yo cierro los ojos y antes de volver a abrirlos busco si cara con mis manos y las dejo sobre sus mejillas. 

— ¿Listo? — su voz se oye quebrada, los cables me tiran de la cabeza pero no me importa nada. 

— Estoy listo... 

Y cuando abro los ojos... 

Veo a Jungkook.