22 || No estés triste ||

Jungkook

Yo no dormí, pero dejé a Taehyung descansar sobre mi pecho: no quería moverme por temor a despertarlo.

Una media hora después todavía sigue dormido y puedo apostar a qué no está para nada relajado: su mano se aferra con fuerza al borde de mi buzo como si no quisiera soltarme. Yeontan ha aprovechado y se ha subido a la cama, a los pies de Taehyung.

Quisiera poder moverme un poco, se me está durmiendo el brazo y es bastante molesto, pero si lo hago despertaré a Taehyung. Solo me queda esperar.

¿Que puedo hacer para animarlo? Estoy seguro que luego de ese momento incómodo con su madre, Taehyung no querrá hablarme de nada y estoy seguro que volverá a ser tan desagradable como el primer día en el que lo conocí. Volverá a cerrarse conmigo, al fin y al cabo todo lo que logré hasta ahora se irá por la borda.

Gracias madre de Taehyung, me cortaste el trabajo que días me costó conseguir. Mierda.

Yo no puedo evitar seguir enojado y sobre todo furioso y culpable por no haber defendido a Tae... Iba a hacerlo, pero mi cerebro me dijo que no lo haga, que si lo hacía Taehyung se enojaría conmigo porque lo defendí, que el puede defenderse solo y seguro me hubiera echado en cara que yo pienso lo mismo que su madre: que es un inútil.

Él no es un inútil. La señora Kim está equivocada, yo creo que Taehyung puede hacer muchas cosas: por ejemplo, su sentido de la orientación a veces parece la cosa más desarrollada del mundo, tiene muy buen oído y es un chico muy sarcástico, no se sí simpático, pero puedo comprenderlo, le hace falta cariño por más que él esté en fase de negación absoluta.

Taehyung no se merece ser tratado de esa forma. Él todavía debe acostumbrase a convivir con lo que le sucedió ¿Qué espera su madre? ¿Que Taehyung pueda hacer lo que todo el mundo puede? ¡Apenas puede caminar sin tropezarse, maldita sea!

Dios... Cómo me fastidia las personas que piensan estas cosas. En serio Taehyung no lo merece.

— Ugh... ¿Qué hora es? — susurra él apenas moviendo su cabeza al despertar.

Observo la hora en mi celular.

— Casi las seis. Creo que dormiste como una hora o media hora, perdí la noción... —... al estar contigo el tiempo se me pasa volando. 

En vez de contestarme algo, solo se mueve y se me quita de encima para ponerse de costado.

— Tae... ¿Puedo usar tu baño para tomar una ducha? ¿O prefieres que vaya a casa y vuelva en media hora?

Después de unos segundos en los que Yeontan se levanta y va a oler a Taehyung directamente al rostro, él dice.

— Usa mi baño. — dice apartando al perro suavemente: Yeontan comprende y se baja de la cama.

Yo voy detrás del perro, entorno la puerta de Taehyung unos centímetros y recojo mi ropa limpia, mi jabón y lo shampoo: traje casi todas mis cosas de baño porque tengo la piel sensible, no puedo usar cualquier producto.

Estoy seguro que si Taehyung supiera que uso shampoo de bebé para el cabello se me reiría a la cara.

En fin.

Giro la canilla y espero a que salga el agua caliente, tomaré una ducha rápida, necesito aclarar un poco mis ideas.

                                                                                                 .   .    . 

Después de un rato cuando mi baño finalizó puse la estufa a calentar la casa, el frío parece que se cuela por las ventanas y es muy molesto, provoca que mi cabello mojado se sienta todavía más helado. 

Tuve que sacar a pasear a Yeontan a la esquina para que haga sus necesidades y fui al supermercado a comprar una pizza, queso y salsa de tomate. Será mejor hacer algo en vez de pedirlo. Nada como el sabor de algo casero para levantar el ánimo.  O eso es lo que mi madre siempre dice. 

— Tae, ¿prefieres que le ponga mucha o poca salsa a la pizza? — pregunto antes de abrir el cartón de salsa de tomate.

Taehyung no me contesta nada, por lo que yo largo un suspiro pesado. 

Dejo las cosas sobre la mesada de la cocina y me dirijo a su habitación, tengo que encender la luz porque no veo nada en medio de toda esta oscuridad. Taehyung aun sigue en la cama, abrazando una almohada, tiene los ojos abiertos  y las cejas hacia abajo: como si en cualquier instante fuera a llorar otra vez. 

— Oye Tae... estoy cocinando una pizza.... — le digo suavemente de pie al costado de su cama. — ¿Te gusta con mucha o poca salsa?

Taehyung solo alza los hombros en respuesta.

— No me apliques la ley del silencio, aunque sea dime "si o no"... TaeTae, no quiero verte así, por favor... 

Pero sigue sin hacer nada, solo se queda quieto y cierra los ojos. ¿Qué hago?

— Cuando esté la pizza te llamo. — digo finalmente y apago la luz de su cuarto y dejo la puerta totalmente abierta. Saco mi celular del bolsillo y marco el número de Ji Eun al salir afuera del departamento de Taehyung. 

Finalmente recibí tres llamadas perdidas hasta que mi mejor amiga se decide a contestar el teléfono. 

—Hola, Kookie. Lo siento estaba durmiendo. ¿Qué tal todo?

Suspiro antes de contestar. 

— ¿Podrías darme un consejo? — pido recargándome contra la pared para estar más cómodo. 

—¿Tiene que ver con Eunwoo? porque solo te diré que la próxima vez que lo veas le des una patada en las bolas, Jungkook, se lo merece. — dice con tono rudo. Está tan enojada como Sehun cuando me advirtió sobre lo que pasó la fiesta. 

— No es sobre Eunwoo — declaro rascando mi nuca con nerviosismo —la madre de Taehyung estuvo aquí hace unas horas, y le dijo cosas... cosas horribles, Iu... No sé que hacer. Taehyung no me habla porque está triste y eso me pone los pelos de punta. Odio sentirme inservible, quiero que esté bien no con cara larga todo el día. 

Hay un silencio en la línea. Tanto ella como yo nos mantenemos pensando. Al final dice:

—Mmm... bueno, para empezar, deberías abrazarlo y si no quiere hazlo igual, terminará cediendo en algún momento ¿no? ¡nadie resiste a tus abrazos de oso, Kookie!

— Es que... en fin, no sé. 

— Toma las cosas con calma. Hagan algo juntos, ¿hay algo que Taehyung pueda hacer?

— Puedo poner una película, él quería que viera maze runner, pero no creo que sea el mejor momento. Será prudente que lo deje solo si eso es lo que quiere. 

— O pueden jugar un juego. Algo que no sea necesario ver para jugar, supongo que se divertirán. 

Niego con la cabeza, no se me viene nada a la mente. 

— Léele un libro. — sugiere ella — o cuéntale algo de ti. O puedes pedirle la opinión de algo... no lo sé Jungkook, es difícil levantarle el ánimo a una persona que está triste. ¡pero Fighting! Te veo el lunes, Jungkook. 

— Nos vemos. Gracias de todas formas. — y corto la llamada. 

Vuelvo a entrar a la casa y cierro la puerta. Sin pensarlo vuelvo a la habitación de Tae y me acuesto a su lado, lo abrazo con todo mi cuerpo y así me quedo. 

— No mereces que te traten así — le susurro al oido — asi que por favor no le hagas. No eres un inútil. Tienes buen sentido de la orientación y un genial oído. Sabes cuando algo te conviene y cuando no. Eres cariñoso aunque no lo quieras aceptar, así que por favor, pídeme cuando quieras un abrazo. Abrázame tú si quieres, me necesitas, pues aquí estoy y aquí me quedaré ¿sí? Eres genial para mi y tu padre opina lo mismo. A veces hay que valorar mucho más las buenas opiniones, TaeTae. 

Él asiente con la cabeza y suelta la almohada para voltearse en mi dirección, cuando nuestras narices se rozan, él ni siquiera se aparta, como si fueses algo muy normal y cotidiano. De repente ya nada me importa. 

— No me dejes... — susurra con los ojos empezando a llenarse de lágrimas otra vez. — por favor, no me dejes solo... — Taehyung se aferra a mi buzo como si su vida dependiera de ello. Yo lo dejo tranquilo. 

— No lo haré. — concuerdo con una sonrisa sobre los labios. Luego lo tomo de las mejillas para hacerlo sonreír — Woah, este Taehyung tierno y sonrojado me gusta más que el sarcástico y mala onda. Creo que eres de verdad tú. 

— Estoy sensible, tonto. — gruñe con una media sonrisa en la cara. Estamos muy cerca. — oye...

— ¿Sí Tae?

Al principio no dice nada, solo se mantiene callado con los ojos fijos en un punto detrás de mi. Pero luego susurra tan bajito que apenas puedo oírlo con claridad. 

— Bésame...