Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 8

VII.

Renuncia.

Terminó de pagarle al pulpo las tres tazas de té que había tomado anoche con su par de amigos. Y aunque el ex-halcón le dijese que no era necesario, ya que prefería que los estudiantes internos ahorraran su dinero, insistió en que debía pagarle.

Cuando iba de vuelta al salón sintió su teléfono comenzar a vibrar indicando una llamada entrante.

Felipe

Indicaba la pantalla. No vaciló demasiado en responder, por lo que colocó su móvil en su oreja derecha y siguió su camino hacía el salón.

Si diga.

¿Sabes qué tienen en común Gabo y vos? Que cuando algo pasa, prefieren no decir nada para no preocupar a nadie.

Si bueno, yo me encuentro perfecta; mi hermano ya es otro tema, Felipe.

Si perfecta para vos es cuando hace un día sufriste un ataque de ansiedad, quisiera saber qué es estar mal. ­— lo escuchó suspirar a través de la línea — ¿Querés hablar de eso, Sof?

No, gracias. — contestó y dobló por el pasillo hacia las aulas. — Pero estoy segura que para preocuparte por mí no llamas, así que dime qué sucede.

Yo me preocupo siempre por ti, Moretti. Si soy más hermano tuyo que Gabo.

Rió ­— Que él no te escuche, Aragón... Ahora dime para qué llamas.

Tu abuela va para allá.

— ¿Qué?

Se encontraba en la puerta del salón cuando hizo la exclamación, haciendo que las cuatro personas dentro de este la miraran asustados. Miró con extrañeza al arquero antes de devolver su atención a lo que el 9 de Álamo Seco le decía.

— ¿Qué esperabas? Si sus dos nietos favoritos estuvieron ayer en el hospital.

Ja-ja. ¿Cuándo salió? — Le hizo una seña a los presentes para que esperaran a que terminara la llamada.

Iba a ir ayer, pero la estación de buses había cerrado temprano. — Explicó. — Salió esta mañana y me dejó a cargo de la panadería. Debe llegar en un par de horas.

Hizo un sonido de afirmación. — Va, Feli. Te tengo que dejar, haceme el favor de no acabar con la panadería.

Lo escuchó reír. — No prometo nada. Te llamo más tarde para que me cuentes qué sabes de Gabo, él sí no ha querido responderme las llamadas. — rió. — Te quiero, Sof.

Yo también te quiero. — Y sin más colgó la llamada para acercarse a sus amigos.

Los cuatro veían con curiosidad a la ojiazul, exceptuando al arquero quien la veía con el ceño fruncido.

— ¿Con quién hablabas? — El mexicano fue el primero en cuestionar.

— Eh, Felipe. Ustedes lo conocen, ¿no? Amigo de Álamo Seco. — Los cuatro asintieron. — En fin, ¿De qué hablaban ustedes?

Vió cómo los cuatro se ponían nerviosos y buscaban una excusa, haciendo que la castaña los mirara seriamente.

— ¿Qué sucedió la última vez que ustedes me ocultaron algo? — Habló sobre todo para el par de extranjeros que solo lograron ponerse más nerviosos.

Ninguno de los dos habló, por lo que Sofía pensó en cómo sacarles información de una manera fácil.

— Dedé...

≪━─━─━─━─ ⚽ ─━─━─━─━≫

¿Estaba enojada? Pues claro que lo estaba.

Valentino sabía que su hermano tenía más que una lesión de primer grado, sin embargo, había decidido ocultárselo.

Una parte de ella quería comprender al arquero, pero aun así no podía quitar su enojo.

Para suerte de ella, cuando Valentino le había querido explicar lo sucedido llegó la profesora Olivia, quien echó al de 5to cuando lo vió en el aula.

Ahora se encontraba caminando rápidamente por el hospital hacía la habitación en dónde se encontraba su hermano, tratando de dejar atrás al par de extranjeros y la Velázquez. Y no, no era porque siguiese enojada con ellos, si no porque no quería formar parte de las estupideces que hacían Ricky y Dedé.

— ¡Abuela! — Exclamó cuando vió a Amelia sentada junto a la camilla de su hermano.

— ¡Sofía, mi nieta favorita! Me tenías preocupada, cariño. — Se levantó de su asiento para abrazar a la castaña.

— ¡Eh! Recordemos que aquí el nieto favorito soy yo.

Sofía se rió para luego burlarse de su hermano. — No, soy yo. ¿Por qué crees que a mí no me regañaba por robar galletitas?

— Porque no me enteraba, Sofía. — Ahora fue Gabo quien se rió al ver a la ojiazul ser regañada. — Y debo recordarles que Gabo es mi nieto biológico favorito y Sofía mi nieta adoptiva favorita.

Ambos iban a quejarse, si no fuera por sus tres amigos entrando a la habitación rápidamente y quedándose callados al ver a su abuela.

— Permiso...

— ¿Abuela, los conoces? — La pregunta de Gabo sonó más a una afirmación.

— Sí, claro. Sus amigos. — Zoé y ella se saludan. — Que suerte que vinieron a ver a Gabo, muchas gracias, chicos. ­— Hizo un ademán de levantarse. — Bueno, los dejo un rato solos para que charlen tranquilos.

Los cuatro asintieron y se despidieron de la panadera.

— ¿Y cómo estás? — Le preguntó Zoé al Moretti.

— Bien... — Rió nerviosamente. — Ya casi no me duele y dentro de un rato me dan el alta, eh, ¡Genial!

— ¿Te acordás cuando éramos chiquitos y yo entraba a las clases de teatro y tu preferías las de deporte? Pues, te hicieron falta, Gabriel.

— Sofía...

— No Gabo, córtala con ese discurso preparado y décinos la verdad. — Se quejó la hija del DT.

Ricky habló — Hermanito, sabemos que pasa algo más.

— Valentino escuchó una conversación entre Francisco y Vitto donde decían que podías tener algo grave. — Terminó el 6.

El Moretti suspiró. — Tengo un esguince grado uno.

— ...Pero eso no es grave, ¿no?

— No, pero él no nos ha dicho todo. — La castaña mantenía su mirada fija en su hermano adoptivo.

— Dejá de mirarme así, Sofía.

— Entonces para la próxima pensá en hacerme caso y dinos de una vez lo que sucede.

—... El tema es que es una lesión en el mismo tobillo, es decir, es una lesión encima de otra lesión...

Los extranjeros solo se dedicaron a suspiran con pesar, mientras la rubia le veía extrañada.

­— ¿Y eso qué significa?

— Significa que puede tener un esguince crónico.

— Exacto, Dedé.

— ¿Y es un hecho que tienes eso? — Cuestiona el mexicano.

— No, no lo es. De eso nos enteraremos con la rehabilitación; pero hay muchas posibilidades.

Sofía, quien se había mantenido callada, solamente le dio la espalda a los presentes y se quedó mirando la pared blanca.

Se supone que el sueño era de ambos, no lo voy a cumplir sin él. Se repitió en su cabeza, refiriéndose al sueño que tenían de ser jugadores profesionales.

Las voces de los presentes se escuchaban como murmullos en su cabeza, seguía con su vista fija en la pared. No fue hasta que Zoé le tocó el hombro que se dio cuenta de su respiración acelerada y que los presentes la veían con preocupación.

— ¿Ah sí? ¿Qué sucede?

— Nada. — Contestaron a la vez mientras la seguían viendo.

— Estoy bien. — Dijo como si esa respuesta ya fuera costumbre de responder.

Gabo tosió e ignoró lo que había sucedido. — ¿Ustedes tres no deberían ir al entrenamiento?

— ¿Cuál entrenamiento? Esto es más importante, hermano.

— Exacto, queremos quedarnos aquí hasta saber.

La 16 hizo un sonido de afirmación. — Además, Francisco sabe que estamos acá.

— Gracias, chicos. Pero los halcones los necesitan, ahora se vienen octavos y tenemos que llegar a la final.

Empezaron ha quejarse hasta que la Velázquez les interrumpió. — Gabo tiene razón. Vayan, que yo me quedo con él.

Luego de la insistencia, los tres se resignaron y se despidieron del número 10.

Sofía desordenó los cabellos del argentino. — Más te vale avisarme si algo sucede, Zoé. Y no te dejes manipular por este enano.

— ¡Sofía! — La castaña rió antes de salir rápido por la puerta, escuchando a lo lejos los regaños de su hermano.

Divisó a Ricky y a Dedé, quienes ya iban a mitad de pasillo. Pero antes de que pudiera llegar a ellos el número 7 salió corriendo en busca de un baño.

— ¿Todo bien?

— Eh, eso creo. Igual, nadie le manda a comerse 10 bolsas de papitas en una mañana.

— Va, no quiero más detalles. — Hizo una mueca. — Yo voy a ir a despedirme de mi abuela y ustedes me alcanzan en el camino ¿va?

≪━─━─━─━─ ⚽ ─━─━─━─━≫

— No quiero hablar, Valentino.

La castaña había llegado al IAD y para su desgracia, el arquero se encontraba charlando con Rafa en la puerta. Ahora estaba tratando de llegar rápido al vestuario mientras el rubio le pisaba los talones.

— Sof, vamos. — La castaña se paró y volteó a ver al argentino a los ojos.

— ¿Sabías que ni yo misma acepto que sufro de ansiedad? Me hace pensar que me verán como una inútil, que en algún momento me privarán de algo nada más por el miedo de que en una situación me cueste respirar, de que posiblemente empiece a gritar y me vaya a algún rincón oscuro para abrazarme las rodillas mientras cuento hasta 10 para tratar de calmarme. Yo no puedo aceptar que me vean de esa manera.

— Sofía...

— No, Valentino. ¿Querías hablar? Pues hablemos. — suspiró. — Sufro de ataques de ansiedad y pánico, Valentino. No se lo digo a nadie por miedo.

Siguió. — Cuando murió la madre de Gabo fue la primera vez que sufrí un ataque, y todo el pueblo se enteró. Una pequeña niña asustada porque pensaba que iba a morir nunca volvió a tener una vida normal. No me volvieron a agregar a las obras de teatro en la escuela porque asociaban mis ataques con pánico escénico. Incluso no querían que jugase fútbol porque pensaban que iba a arruinarles un partido ¿Sabes lo que fue para una niña con menos de 10 años aquello, Valentino? No hubiese sido por Gabo y Felipe, quienes se negaron a jugar sin mí, yo me quedaba como la marginada de todo el pueblo.

Valentino vió arrepentido a la castaña, y esta simplemente apartó su mirada.

– Cuando ví que estaba siendo grabada y vista por más de mil personas, volví a ser aquella niña asustada siendo excluida por todo el pueblo. Y de todas las personas existentes, no pensé que tú fueras de esas personas que no me tomarían en cuenta por sufrir ataques, Valentino. Mala mía, por pensar que fue así. — Sofía retomó su camino dejando al número 1 con las palabras en la boca.

≪━─━─━─━─ ⚽ ─━─━─━─━≫

— ¡No! En octavos jugamos contra los Vikingos. — Se queja Rafa enseñándole su celular al ahora llamado "Error grosero". — Salieron primeros en su grupo invictos ¡Invictos!

— ¿Y? Eso no es nada, Rafa; porque si llegamos a pasar a cuartos, jugamos contra los samuráis o contra los escuderos; dos equipazos.

El arquero se queja nuevamente. — ¿Y en semifinales?

— ¿Todavía no pasamos a octavos y ya están pensando en semifinal? — Cuestiona Guevara. — A ver si ponen los pies en la tierra y empiezan a jugar bien, para variar.

Sofía, quien entraba al vestuario con su teléfono en la oreja intentando contactar al dúo de extranjeros, ve a Lorenzo con una ceja alzada. — Tú siempre dando unos ánimos de locos, Guevara. — Le sonríe sin mostrar sus dientes. — Que gran capitán.

— Si tienes algún problema conmigo, mejor ven y dímelo en la cara, Sofía. ¡Ah, es verdad! No alcanzas.

Él y sus amigos empezaron a reírse. Sofía vió una pelota en el suelo, y aprovechando que el Guevara le había dado la espalda, la pateó hacía él. — ¿Qué sucede cuando te metes con un Moretti, Lorenzo?

Antes de que este pudiese contestarle, Vitto entró al vestuario. — Bueno equipo, ¡A entrenar!

— ¿Se sabe algo de Gabo? ¿Va a poder jugar? — Le cuestionaron los jugadores al preparador físico.

Claro, ignoren a la hermana. Pensó la castaña.

— Chicos, yo sé que están todos preocupados, pero no tengo mucha información para darles. Francisco posiblemente hable con ustedes más tarde. — Explica. — Nosotros debemos preocuparnos por el entrenamiento de hoy.

— Pero Vitto, todos queremos saber cómo está Gabo. — Cuestiona Mariano. — ¿Tú no sabes nada, Sofía?

Todos la miran a ella, quien sólo se dedica a negar con la cabeza.

Si los entrenadores no lo decían, debía ser por algo. Además, eso ya era decisión de Gabo.

— ¿Y Francisco dónde está?

— Francisco tenía unas cosas que hacer y por eso me pidió que me haga cargo del entrenamiento.

— Está bien, Vitto. Pero Francisco luego de cada partido siempre nos da una charla. — Todos empezaron a discutir con el Voltaglio.

Sofía rió para sus adentros, los halcones terminarían hartando a Vitto en cualquier segundo.

— Queremos saber si Gabo va a jugar los octavos, ¿Sí o no? — Lorenzo habla entre el bullicio de sus compañeros.

— ¡Gabo tiene un esguince! — Lo dicho por el asistente de cancha dejó callado a todos los jugadores. — Sí, tiene un esguince, nada más.

— ¿De qué grado?

— De grado uno, de eso no hay que preocuparse; no tiene comprometido los ligamentos. ¡A entrenar! ¿Quieren ganar? ¡Hay que entrenar! Así que dejen de hacer preguntas y vayan al LAB.

Todos los jugadores abrieron los ojos ante el "regaño" de su entrenador y salieron rápidamente del vestuario, a excepción de Sofía que trataba de disimular su sonrisa.

Yo sabía que terminarían colmando su paciencia.

— Sofía. — Se puso seria al escuchar la voz de Vitto. — Cámbiate y ve al LAB, vos también vas a entrenar. — El preparador físico salió del vestuario después del asentimiento de la Moretti.

≪━─━─━─━─ ⚽ ─━─━─━─━≫

Se encontraba haciendo estiramiento de brazos mientras veía al resto de sus compañeros estar en estaciones distintas a la de ella. Rafa y Leo se encontraban haciendo fuerza de piernas, Catorce y Lucas elongaban y el resto se dedicaba a realizar ejercicios de precisión en parejas.

Su teléfono, el cual reposaba en una mesa a su lado, empezó a vibrar y cuando lo tomó divisó el nombre de Ricky en la pantalla.

— ¿Sabes cuántas veces los he estado llamando? ¡Llegué al IAD hace media hora! — Susurra enojada haciendo el intento de que el resto de jugadores no la escuche.

— ¡Hubo percances en el camino! — Se defiende el mexicano.

Yes, and that solves everything, Ricardo¹. — suspira. — ¿Cómo está Gabo?

— Bien, pero te llamaba para saber cómo va todo por allá.

— Y, medio raro. Vitto dirige el entrenamiento, no se sabe dónde está Francisco... — Antes de que la chica pudiera seguir respondiendo, los directores del IAD bajan por las escaleras del LAB y les piden a los presentes que se acerquen a ellos. — Olvídalo, acaba de llegar junto a Isabel y Diego. Debo cortar.

— No, no, espera. Dame chance y pon la señal de video para que veamos qué ocurre.

La castaña hace un sonido de afirmación a la vez que se acerca a donde están reunidos la mayoría de sus compañeros. Toma su teléfono y trata de ocultarlo mientras graba a los directivos.

— Francisco tiene algo muy importante para decirles. — Anuncia la directora.

— Estuve pensando en todo lo que pasó y llegué a una conclusión. No fue una decisión fácil, pero creo que es la correcta. — Recalca. — Acabo de presentar mi renuncia irrevocable como entrenador del IAD.

— ¿Qué?

≪━─━─━─━─ ⚽ ─━─━─━─━≫

≪━─━─━─━─ ⚽ ─━─━─━─━≫

Yeah, and that solves everything, Ricardo¹: Si, y eso lo soluciona todo, Ricardo.

Buenas, buenas, mi gente bella ❤️

¿Cómo andan? ¿Qué tal todo? ¿Tomaron agua?

Espero que les haya gustado el capítulo.

Sofía, Sofía, ¿Cuándo te darás cuenta de lo que sucede al rededor?

Al menos se sincero con el arquerito, ¿No?

Btw, ¿Qué les parece el nuevo separador? Disfruté demasiado hacerlo. ¡Que vivan los Banners Gifs!

Por otro lado, ¡Llegamos a 400 seguidores y estamos a nada de los 2K aquí en FS! Muchísimas gracias por el apoyo, se merecen un universo.

En fin, los dejo de molestar. Si desean, pueden votar, comentar y seguirme. Pero, recuerden que con una lectura es más que suficiente ❤️

All the love,
-jeaaanne

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro