» Maya «

Salgo del baño envuelta en mi toalla celeste después de una larga ducha.

Joder, sigo cansada todavía.

Estos últimos dos días los he pasado sumergida en mis libros y laptop debido a varias asignaciones que me dejaron en la universidad, por lo tanto, Jaden y yo no nos hemos podido ver y mis horas de sueño se han visto considerablemente reducidas.

Llevamos una semana en esta extraña relación de follamigos. Hemos follado en cada mueble, cada superficie y cada habitación de su piso y el mío cuando Kelsey no está en todas las posiciones que hemos podido imaginar, y cada vez que lo hacemos me es más difícil contener mis sentimientos solo para mí.

Sí, después de lo que le pasó con Kendra estoy segura de que no quiere escuchar a su mejor amiga gritar que lo ama mientras se la está follando con desesperación.

Soy una estúpida, lo sé.

Fui yo la que sugirió esto y soy yo la que acabará lastimada cuando todo termine... y terminará; lo sé muy bien.

He visto a Kendra seguirlo en la universidad y también; sin querer, vi como la pantalla de su celular parpadeaba con mensajes que ella le enviaba. Aunque no debería importarme si le responde o no; duele.

O sea, sé que Jaden no va a acostarse con ella ni con ninguna otra, él es alguien que cumple sus promesas y me prometió que no lo haría, pero, de todos modos, lo cariñoso que es y la forma en que me mira con esos ojos caramelo cada vez que cogemos va a hacer las cosas aún más difíciles cuando esto acabe.

Quería sentir lo que era tenerlo en mi cama, pero la realidad superó a la fantasía y ahora lo amo mucho más. Estar con Jaden es tan natural como respirar y sumándole lo bien que encajamos cuando follamos me complica las cosas pues mis sentimientos, sin querer, continúan creciendo.

Suelto otro suspiro y me siento mirando fijamente a la pared.

La verdad es que he tratado de sacarme estos pensamientos de la mente y simplemente dejar que todo pase, y... Joder, todo lo que ha pasado ha sido tan condenadamente caliente que a veces no puedo creérmelo; como lo que pasó la última vez que nos vimos. Me estremezco al recordar la forma en que gimió, rugió y vacío su orgasmo en mi boca cuando chupé profundamente su polla, lo más hondo que pude para ser mi primera vez, y su sabor mmm su sabor era exquisito y ahora; mierda, ahora necesito coger... y para rematar la calentura un mensaje acaba de llegar a mi teléfono.

Deslizo la pantalla y me chupo el labio gimiendo quedito cuando veo lo que me envió tan temprano en la mañana.

Le encanta torturarme, maldito sea.

Jaden:

Alguien por aquí te extraña, bebé ️☹️

Jaden:
(foto)

Aprieto la toalla con fuerza cuando mi boca babea por esa polla y es que... Jesús, es una maldita obra de arte, su sabor, su textura suave y caliente, un manjar de los dioses que he sido capaz de probar y saborear.

Mi coño empieza a gotear, mis pezones se fruncen y calor recorre mi cuerpo mientras le respondo.

Maya:
Yo también la extraño

Jaden:

Y yo tus tetas, tu culo, y tu coño apretado 😢 Maya ¿también me extrañan?

Maya:

Sí, también te extrañan muchísimo

Me quito la toalla, me estiro en mi cama y elevo mi teléfono con el brazo, tratando de enfocar todo mi cuerpo desnudo para él. Una de las cosas que él me ha hecho sentir gracias a esto que tenemos es que soy bella, deseable y que tengo la capacidad de seducir y excitar a un hombre como él.

Maya:

(foto)

Maya:
¿Lo ves? Te extrañan mucho ️

Jaden:
Ay Maya, no supero lo buena que estás, en serio 😍😍😍

Jaden:

De hoy no pasas. Prepárate para la mejor follada de tu vida, mi amor

(Hora de última vez: 8: 10 a.m)

Ahogo un jadeo y lo maldigo para mis adentros cuando veo la hora, debo irme a la universidad y estoy tan cachonda que chorreo, sin embargo, la expectativa de lo que haremos está noche me tiene ansiosa y emocionada porque sé que me hará delirar.

Con su hermosa polla en mi teléfono, me visto, tomo mis cosas y parto rumbo a mis clases.

Yo también pienso follarlo hasta calcinar sus sesos.

Termino los apuntes del pizarrón y guardo mis cosas una vez el profesor indica que la clase ha terminado, le sonrío a Amanda cuando me alcanza y salimos a los pasillos concurridos por el cambio de horarios. A ella la conocí cuando empezó a salir con Ian, y rápidamente congeniamos, al igual que Kelsey, y a menudo salimos todos juntos a pasar el rato, me refiero a ellas y sus novios, Jaden, Kendra... y yo.

Sí, patética.

Y precisamente es lo que ella quiere que hagamos hoy; salir.

―Ian y Jaden no tienen que trabajar hoy, Kelsey... bueno, ella es rica, siempre está disponible así que creo que sería genial que fuéramos por algo.

De repente un fuerte golpe en mi hombro me desestabiliza y mi libro se cae. Miro hacia atrás, a Kendra, que me lanza cuchillos con los ojos antes de retorcerlos y alejarse moviendo exageradamente las caderas.

― ¿Qué te pasa, estúpida? ―Le grita Amanda, pero yo no digo nada porque esa mirada me dijo que ella posiblemente sepa lo que pasa entre nosotros.

¿Lo sabrá?

―Toma Maya y no te dejes de esa perra ―dice mi amiga tendiéndome mi libro―. Siempre le hizo desplantes a Jaden por ti, maldita celosa psicópata. Gracias al cielo que la mando al carajo.

―Gracias, Amanda.

Miro hacia atrás nuevamente preguntándome si de verdad ella lo sabe, y preocupada por lo que pueda hacer. Sé de primera mano lo celosa que es, siempre cuestionó nuestra amistad y varias veces le pidió a él que me dejara de hablar, aunque él no sepa que yo lo sé.

Chupo mi labio, giro en mis talones y me alejo.

Kelsey está hablando por teléfono cuando entro en el apartamento, le hago un gesto con la cabeza y me meto en mi habitación. Hemos sido amigas desde la preparatoria y decidimos vivir juntas en la universidad cuando entramos a la misma carrera, solo que ella no es becada y no necesita trabajar para mantenerse... como yo.

Paso el resto de la tarde poniéndome al día con mis deberes, llenando mi estómago y escuchando música. Mi celular vibra cuando estoy buscando en el closet que ponerme y carcajeo cuando veo el mensaje de un Jaden furioso y frustrado.

Jaden:

Odio a nuestros amigos 😠

Jaden:

¿Salir hoy? ¿En serio? ¡Yo quiero follar! 😭😭

Maya:
🤷

Jaden:
Di que no, Maya. Ven a mi casa y juro que hago todo lo que quieras, pero di que no 🙏

Maya:
Si no vamos se verá sospechoso 😊

Jaden:

¿Quién jodidos inventó a los amigos?

Kelsey abre la puerta y entra como una tromba en mi habitación, bloqueo mi teléfono y le sonrío.

―Llegó el día, cariño.

Arrugo la frente.

― ¿Eh?

Ella sonríe.

―Jaden se ha librado del chicle pelirrojo ¿no? Es hora de que le muestres a tu amor platónico lo caliente que eres ―Guiña uno de sus espléndidos ojos verdes―, y yo te voy a ayudar con eso.

―Kelsey, no es...

Ni siquiera me dejó terminar de hablar, ni tampoco permitió que me moviera de mi lugar en toda la tarde. Alisó mi pelo y lo rizó en las puntas, me maquilló sin cubrir mis pecas ya que según ella eran mi mayor atractivo junto a mis ojos. De repente mi habitación se vio inundada por toneladas de ropa mientras nos arreglábamos y cuando terminamos, no podía creer que la chica en el espejo fuera yo.

Mis labios son de un color rojo fuego que realza mi piel trigueña y mis ojos tenuemente maquillados se ven más claros de lo común, mi pelo brilla, suelto cayendo por mi cuerpo en ondas suaves y el vestido negro de tirantes acentúa mi figura.

A pesar de que no me atreví a usar tacones en lugar de mis chucks blancas me veía... wow.

―Listo, hora de irnos ―Kelsey me hace una seña en el umbral de la puerta―. Al infinito y más allá, nena.

La discoteca está a reventar de gente, pero rápidamente encontramos a nuestros amigos bebiendo y riendo en una de las mesas. Los saludo a todos y me detengo en seco cuando me topo con esos ojos caramelo tan increíbles que me miran como si nunca me hubieran visto antes. Él se ve impresionante, de hecho. Lleva esta camisa azul oscuro arremangada, vaqueros negros y tenis blancas, y luce tan sexy que no puedo evitar chupar mi labio con los dientes porque conozco muy bien lo que hay debajo de toda esa ropa.

―Te ves hermosa, Maya ―dice rodeando mi cintura para besar mi mejilla y susurrarme al oído―: Es oficial, tengo una erección en tu nombre ahora mismo.

Gimo y él se aleja, mordiendo su labio y bajando su oscura mirada a mi cuerpo otra vez cuando Amanda aparece y me arrastra de vuelta a la mesa por una ronda de chupitos que ella invitó.

Las horas empiezan a transcurrir, así como alcohol de todo tipo. Reí, bailé y tomé con mis amigas, disfrutando como hace tanto no lo hacía, eso sí, con su presencia terriblemente cerca, como custodiándome. Y es un hecho que estoy muy ebria, porque si me preguntan cómo fue que terminé metida en un rincón oscuro con Jaden devorando mis labios, tocando mi coño y empujando su erección dura como el acero en mi cadera, mi respuesta sería un rotundo no sé.

―Ah ―gimo cuando rueda mi clítoris con su pulgar empapado con mis fluidos. Jaden muerde mi lóbulo y luego mete su lengua en mi oído.

Estoy tan caliente que siento la sangre zumbar en mis orejas.

―Quiero follarte, Maya ―susurra metiéndome dos dedos hasta los nudillos, los aprieto sin querer y él gruñe―. Quiero darte la vuelta, levantar ese vestido y meterte la polla con todo y pelotas, tan profundo que después de que termine sentirás un vacío en tu interior.

Suelto un pequeño grito adolorido y me arqueo en su mano tan caliente que mi clítoris late, hinchado entre los labios de mi coño.

―Siento como palpitas en mis dedos ―Acaricia con más fuerza y gimo sintiendo como mi propia excitación empapa mis muslos―. No puedo esperar más.

Entonces está tirando de mí y cuando menos me doy cuenta estoy en el baño, metida en un cubículo oscuro besándolo con desesperación, y yo lo deseo tan terriblemente mal que estoy arrancando su cinturón lejos junto a sus vaqueros y bóxer que terminan enredados alrededor de sus tobillos, y después estoy de rodillas, con su polla húmeda, que babea necesitada en mi mano, acariciando, subiendo y bajando con mis dedos mientras la lubrico con su propio deseo, y a mí la boca se me hace agua de las ganas que tengo de chuparlo, mamarlo y lamerlo como a una paleta.

Mi paleta de Jaden.

―Mierda, mierda, mierda ―ruge Jaden cuando me la meto en la boca y la engullo lo más hondo que puedo, tanto que golpea la parte posterior de mi garganta―. Chúpalo duro, bebé ―Succiono y levanto la vista, sus dientes fruncen su labio inferior cuando él lo muerde―. Sí así, joder qué rico.

Lo saco, chupando y describiendo círculos suaves por toda la extensión de su polla con mi lengua hasta que llego a la cabeza mojada y la suelto con este sonido húmedo de succión que le aprietan las bolas.

―Oh sí, hijo de puta que delicia.

La conduzco nuevamente dentro de mi boca mientras mi otra mano agarra y aprieta sus testículos fruncidos. Su espalda se arquea; gime y toma mi cabello en un puño mientras mueve sus caderas suavemente, follándome la boca y mordiendo sus labios sin despegar sus ojos de los míos.

Deslizo la lengua hacia arriba como si fuera un helado y entonces gimo, y las vibraciones hacen que su polla salte en mi boca y gima audiblemente, aumentando el ritmo de sus embestidas hasta que mi propia saliva escurre por las comisuras de mis labios.

Rodeo el glande y vuelvo a chupar. Todo su cuerpo se tensa y aferrando con fuerza mi cabello, aleja su polla de mí.

―Me voy a correr ―Lo masturbo apretando fuerte, sintiendo mi coño apretarse y contraerse mientras gotea anhelante―. Joder, Maya ―Arquea sus caderas―. Abre la boca y chúpalo todo.

Lo hago, con mis ojos en lo profundo de los suyos, la abro en el preciso instante en que sucede, su orgasmo destroza la tensión de su cuerpo cuando los hilos blancos de su semen caen en mi boca y su rugido resuena por todo el cubículo, corriéndose, masturbándose hasta que todo su semen está en mi boca y mi mandíbula. Se aleja, jadeando, y recuesta su espalda en la pared mientras trata de recuperar su resolución y cuando lo hace, una lenta sonrisa se dibuja en su rostro ruborizado.

Toma mi mano, me ayuda a levantarme y me besa hundiendo la lengua en mí, probablemente saboreándose, hasta que la desliza y lame la gota de semen que recorre mi barbilla.

―Larguémonos de aquí.

Yo sonrío, feliz y deseosa de tenerlo nuevamente dentro de mí.

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*Se limpia la sangre de la nariz* Ufffff...

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