#O2
Día dos.
La clase transcurría con normalidad, la profesora estaba explicando algunas cosas en la pizarra y realizando operaciones.
Todos le estaban poniendo atención, en especial Momo.
Llevaba la misma ropa que el día anterior, ¿razón?, ni idea. Todos los profesores usan la misma ropa con la que llegaron hasta que dejan de trabajar, es como si ellos eligieran su uniforme.
A Momo ya le habían fascinado los pantalones que la mujer llevaba. Eran lo suficientemente apretados como para marcar la bella cintura que tenía.
La estuvo admirando durante unos segundos y después decidió seguir con sus apuntes.
...
Llegó la hora de la segunda comida, siendo las cinco de la tarde. Usualmente los profesores comen en un lugar aparte, pero Park decidió situarse en una de las mesas de la cafetería.
Estaba viendo su celular cuando vió a alguien pararse frente a ella.
-Buenas tardes, Profesora Park.-Habló Momo.-¿Puedo sentarme junto usted?
Ji-hyo soltó su teléfono.
-Claro.-Apartó sus cosas.
La mayor se sentó a su lado.
-Te traje algo.-Dijo, para después entregarle un pequeño postre.
La menor sonrió y después miró a la mayor a los ojos.
-Mire, de verdad agradezco mucho su obsequio, pero, me gustaría que recuerde lo que les dije a usted y a sus compañeros en clase el día de hoy.
-¿Que aunque sea menor que nosotros no significa que podamos tratarla como un compañero más porque usted es superior?
-Yo no lo diría de esa manera, pero se entiende el punto, ¿no?
-Pues, sí.
-De acuerdo. Muchas gracias por su regalo.-Tomó el postre y lo puso en su lado de la mesa.
Momo se recargó en la mesa y empezó a comer de lo que ella llevaba.
...
Pasaron unos minutos, cada una estaba en sus propios asuntos hasta que Momo rompió el silencio.
-Profesora Park.-Dijo.
-Dígame.-Contestó.
-¿Alguna vez le han dicho que tiene unos ojos muy hermosos?
La pelinegra volvió a hacer contacto visual con la chica una vez más.
-...¿Está tratando de coquetearme, Señorita Hirai?-Preguntó, recargando su barbilla en su mano.
-No, por supuesto que no. Recuerde que no es bueno confundir amabilidad con coqueteo.
-Ya veo... pero, la verdad no siento que lo esté confundiendo.
Momo tragó saliva.
-¿Sabe algo?, sí, lo acepto, usted es verdaderamente guapa.-Dijo.-Realmente me parece alguien bastante atractiva.
-Ah, ¿de verdad?-Sonrió.
-Así es. Pero, respeto la relación alumno-profesor que existe entre nosotras dos.
Ji-hyo le dió un sorbo a su café.
-Y me gustaría que siguiera siendo así. No me agradaría ver cómo usted trata de sobrepasarse con su maestra, que en este caso soy yo.-Tomó sus cosas y empezó a guardarlas.-Y si me disculpa, debo de irme. Como sabe, vengo a cubrir al Profesor Sua, y por lo que veo, su turno ha terminado. La veo el día de mañana, Señorita Hirai; espero que pueda concentrarse mejor.-Se levantó, se dió la vuelta y se fue.
Momo se relamió los labios.
-Si no la viera a usted, créame que me podría concentrar con facilidad.-Susurró.
...
Ji-hyo se dirigía a su auto cuando fue alcanzada por uno de los otros profesores.
-¡Profesora Park!-Gritó el hombre, mientras corría hacia ella.
La chica se dió la vuelta, teniéndolo de frente.
-Dígame, Profesor Son.-Dijo.
-Bueno, como sabrá, hoy es su segundo día en esta institución.-La miró.-Y me gustaría invitarla a comer para hablar un poco sobre el trabajo.
La joven alzó la ceja.
-¿No cree que su esposa se molestaría si sube a otra mujer a su auto?-Preguntó.-Es decir, con quince años de matrimonio...
-¿Por qué se enojaría?, si no vamos a hacer nada malo; solo vamos a comer como gente decente, ¿acaso eso está prohibido?
-No lo sé... no creo que sea correcto.
-Oh, vamos.-La tomó del hombro.-Ambos sabemos que la pasaremos bien.
Park sabía cuales eran las intenciones del tipo, y la verdad no le agradaban mucho. Y también sabía que probablemente esto podría perjudicar su nuevo trabajo... pero cómo podía negarse.
-De acuerdo.-Asintió.-Pero, ¿qué pasará con mi auto?
-Por eso no se preocupe, muchos de los profesores dejan sus vehículos aquí. Yo puedo llevarla a su casa después si gusta.-Sonrió.
-Me parece bien.
El señor abrió la puerta de su auto y la chica se subió en él. Después lo encendió y ambos se fueron.
El día estaba nublado, al parecer llovería.
. . . . 「 ⌑ 」. . . .
Pasaron unas horas, ya era de noche, era hora de irse para Im y para Hirai.
-Me preguntó si le estaba coqueteando y le tuve que decir que no.-Comentó Momo, quien estaba hablando con su amiga Na-yeon mientras caminaban por los pasillos de la escuela.
-Es que cómo se te ocurre, Momo.-Se quejó la mayor.-Si serás tonta...
-¿Disculpa?
-Pues sí, y no te enojes porque es la verdad.
Nayeon giró la cabeza y vió a alguien.
-¿Ya viste quién va por ahí?, tu hermosísima novia.
-Sí, ya la ví. Y de hecho, voy con ella, chao.-Se despidió y después se fue con su pareja, Yoo Jeong-yeon.
La japonesa rodó los ojos, tomó sus cosas y finalmente salió del edificio.
El día de hoy había sido demasiado aburrido, bueno, la clase de su ahora profesora favorita no lo había sido tanto.
Se preguntaba qué estaría haciendo su querida Park en este momento. Tal vez si hubiera sido capaz de verlo, se hubiera arrepentido mucho.
. . . . 「 ⌑ 」. . . .
AD: +18 scene.
La lluvia había llegado, y ésta golpeaba fuertemente la ventana de la habitación.
La luz estaba apagada y la televisión emitía ardiente música. Ambos adultos se encontraban en la cama.
El hombre golpeaba con fuerza el centro de la joven, quién simplemente se limitaba a gemir y a rogar por más rapidez.
-Nunca conocí a una mujer que cediera tan rápido.-Confesó él.-Pero desde la primera vez te ví, supe que tenía que hacerte mía. Y el día de hoy lo he logrado.
-¿Sabes por qué las mujeres te dejan? porque dices estupideces cuando cojes. En vez de hablar como idiota concéntrate en follarme bien, ¿quieres?
-Wow, wow, tranquila Park. Créeme, te haré sentir como si tocaras el puto cielo...-Tomó su cadera y comenzó a moverse con más velocidad.
-¡Mierda!-Gimió con fuerza.-¡Dios, sigue así!
Finalmente, ambos terminaron llegando al orgasmo. Suspiraron con fuerza y después se separaron, la chica soltó un quejido cuando el hombre salió de ella.
-Han pasado meses desde la última vez que tuve sexo con mi esposa. Me hiciste sentir verdaderamente bien, cielo.
-No me cuentes tus problemas matrimoniales, dejame disfrutar el momento.-Su voz sonaba agitada.
Él sonrió.
-Eres una mujer hermosa, habrá muchos tipos que te deseen... yo soy uno de ellos.
-Pues lamento decirte que esto solo fue algo de una noche. Sí, acepté venir a un motel contigo, pero si te soy sincera, no estoy interesada en ser la otra.-Dijo.-Así que, el día de mañana no me trates como tu "amor".-Como pudo tomó fuerza para levantarse y comenzó a buscar su ropa.
-Espera, linda.-Se acercó a ella y la abrazó por detrás.
-No me digas linda, Sang-hun.
-Por favor, Ji-hyo. Un hombre como yo puede mostrarte como debe de ser tratada una dama como tú...-Besó su espalda.-Pensé que en estos dos años te había demostrado lo bueno que soy.
-Y sí, lo hiciste.-Se dió la vuelta.-Pero aún así, no quiero nada contigo, entiéndelo. No es no.
-Te puedo amar como quieres que lo hagan...
Ella rió.
-No soy tonta. Tú no quieres amarme, solo quieres tener relaciones conmigo, como con todas las demás.-Lo apartó.
-Si me aceptas, te convertirás en la única, te lo prometo.
-No, me convertiré en la amante. Y no he trabajado tan duro para terminar siendo eso en mi vida.
-...No me quieres tener de enemigo, Park. Porque te haré la vida imposible.
-¿En serio vas a odiarme solo porque te rechacé?, ya no tienes diecisiete años para esas idioteces.
Ambos se quedaron callados.
-Solo...-Se acercó nuevamente a ella.-Solo déjame disfrutarlo una vez más, ¿de acuerdo?
Ella no dijo nada y ni siquiera volteó a verlo, pero tampoco trató de alejarlo. Finalmente, terminaron uniéndose en un nuevo beso, para después acabar en la cama una vez más.
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