9.Necesidad II
La nipona con los brazos cruzados miraba a la coreana que seguía como un perrito faldero a Jinyoung, se le estaba revolviendo el estómago y no sabía por qué.
—Hay tantas estrellas en el cielo como buenos culos—dijo y apretó su mandíbula quitando por fin su mirada de Nayeon y dicho esto fue en busca de diversión.
Solo necesitaba mostrar sus encantos y sonrisa, luego calentarlas y hablarles ¿quién le iba a decir que no a Mina? Encima se estaba "esforzando" para conseguir lo que quería, ser atractiva le ayudaba y sabía muy bien dónde , cómo y cuándo besar. Por todo esto no le resultó difícil encontrar alguien que tuviera su interior ardiendo al igual que ella.
Ahora mismo se estaba besando con dos chicas, no sabía ni sus nombres, pero a ambas no les molestaba compartir la misma saliva. Ya que en su derecha tenía a la pelinegra y a su izquierda a una castaña.
Se besaba primero con la pelinegra y luego con la castaña, luego disfrutaba viéndolas besándose entre ellas, su miembro estaba más que despierto y se los hizo saber a ambas.
Mina se acercó a Momo que acababa de tener una sesión de besos con alguien puesto que su ropa y pelo estaban hechos un desastre.
—Me voy a casa, no bebas tanto y busca a Sana —le hablo algo sería Mina, Momo asintió con la cabeza algo sobria.
—No, no, nada de eso, nos vamos juntas.
—Momo no jodas, tengo a las dos chicas esperándome en la salida.
—Sana y yo dormimos en el sofá pero yo a casa borracha no voy y Sana menos.
—Bien, como hagáis un solo ruido o me interrumpáis mientras hago mis cosas no volvéis a pisar mi casa, ¿entendido?
—Voy a por Sana.
Momo volvió con Sana que no paraba de reír, estaba con la cara roja y con una sonrisa enorme.
—Veo que os lo habéis pasado bien —frunció el ceño Momo dándole varias bofetadas a Sana para que se le quitara la borrachera.
—Ahora te toca a ti Minita —le dio palmaditas en la espalda, comenzando a tomar un poco de conciencia la rubia.
—Conduce tú Momo —ordenó Mina al ver el estado de su mejor amiga.
No dijeron más y bajaron con las otras dos chicas, se podrían haber presentado mientras iban de camino a casa, pero estaban muy ocupadas comiéndole la boca a Myoui.
Sana se sentó de copiloto y Momo conducía con velocidad, necesitaba vomitar y no quería una multa por no estar completamente en sus cinco sentidos. Definitivamente no iban a volver a conducir en esas condiciones, bajaron haciendo demasiado ruido.
⬇️🔞⬇️
Mina dejo que sus dos mejores amigas utilizaran la habitación de invitados, las dos no tenían problemas en compartir cama. Ansiosa, cerró la puerta de su habitación, no sabía si cabrían bien tres personas en una cama que no era demasiado grande sin embargo, se haría el intento.
—A qué esperas —gruñó la pelinegra despojando de su ropa a la castaña que manoseaba a la contraria con una sonrisa.
Mina soltó una risa amarga y se deshizo de sus ropas a la velocidad de la luz y se acercó a masturbar su miembro observando la escena.
—Primer aviso, esto para mí va a ser solo una noche de diversión, nada de sentimientos y último aviso solo busco mi placer propio así que no me detendré hasta venirme —habló tomando a una de las chicas comenzando a besar su cuello.
—Aceptamos las condiciones...—gimió la pelinegra comenzando a tocarse.
La japonesa abrazó a ambas por la cintura y comenzó a tocar a las dos mientras estas le devolvían el favor a su pene.
—Ya no aguanto más, quiero ver que se siente tener algo así dentro.
—Ahora lo sabrás.—sonrió Mina, poniendo a ambas en cuatro mientras comenzaba a ponerse el condón.
No se tomó ni la molestia de avisar, dio la primera embestida hundiéndose por completo en ella, con su otra mano libre, metió sus tres dedos en la chica faltante. Los suspiros y gemidos no se hicieron esperar, las embestidas eran tan fuertes que la pobre chica tenía que coger con fuerza a la cama para no caer rendida.
El orgasmo golpeo a la que estaba siendo embestida, el grito que pego fue enorme al igual que el de su compañera que no tardó en llegar gracias a los movimientos circulares de los dedos de Mina.
—Todavía no —le aviso la japonesa sacando su miembro un momento para jugar con la entrada de la pelinegra, suspiró al volver a entrar y salir con tanta velocidad, sentía el climax cerca y se separó.
Se deshizo del condón y se masturbo comenzando a cubrir a ambas chicas que se besaban de manera candente mientras se tocaban la una a la otra. Su caliente sustancia estaba esparcida en mayor parte de la cara y el pecho de las contrarías.
Ese fue el incentivo en el orgasmo de las dos jóvenes teniendo su segundo orgasmo de la noche, uno de los muchos que iban a sufrir esa noche. Mina seguía con su miembro rígido, excitada por la escena que tenía delante y no iba a parar hasta estar completamente saciada tal y como había dicho antes.
🍭🍭
Maldita Myoui, maldita Myoui, quizás no había medido bien sus palabras, pero es que la puso nerviosa y Nayeon estalló como una bomba, ¿con que derecho la abrazaba por la cintura y la alejaba de Jinyoung como si fuera una muñeca de trapo?
Le dolía algo la cabeza y estaba claro que no iría a la universidad en ese instante, se sentía enormemente cansada. Solamente se perdería las dos primeras horas, Jihyo la mataría ya que le avisó que esto pasaría.
Primero desayunaría, le prepararía algo que le gustara a su compañera de piso y después iría a la universidad. Rápido fácil y sencillo. Un ruido proveniente de la cocina la asustó y con temor se acercó a ver qué era aquel ruido.
Momo estaba comiéndose los cereales favoritos de Mina y Sana un poco más de lo mismo mientras veían "Bob esponja" en un dispositivo móvil.
—¿Qué hacéis aquí? —preguntó Nayeon confundida por la presencia sorpresiva de las dos mejores amigas de Mina.
—Mina nos ha dejado quedarnos a dormir y pues eso perdón si te levantamos —habló Momo con con la boca llena de comida.
—Gracias por la comidaa Nayeon—dijo Sana terminando el bol de cereales.
—Mina os va a matar esa era la última caja de cereales, ¿vosotras también estabais en la fiesta de ayer?
Las dos japonesas asintieron con la cabeza.
—¡Menuda fiesta! ¡Tu amiga Jihyo es muy adorable! —soltó de la nada Sana, recordando por encima lo ocurrido en aquella fiesta.
Momo y Nayeon se miraron y rieron, Sana estaba dando a entender cosas que no eran. Aunque en realidad la rubia pasó la primera parte de la fiesta con Jihyo y una cosa llegó a la otra, es decir, que fueron a un baño de la segunda planta para darse unos fogosos besos.
—Jeongyeon también es muy...¿adorable? —sentenció Momo y Nayeon miró a ambas confundida.
"Tengo que hablar con ellas sobre esto ¿como pueden besarlas así de fácil?" pensó la coreana.
Soltó una risita al ver como Sana soltaba una enorme carcajada mirando las caricaturas al igual que Momo. Parecían dos bebés.
—Voy a despertar a Mina.
Las japonesas se miraron entre sí algo alarmadas. No obstante dejaron que Nayeon fuera tranquilamente a la habitación de la menor.
Toco la puerta de su habitación, algo arrepentida por haber sido tan dura con la menor. Al ver que no respondía supuso que estaría dormida y la mejor manera de despertarla sería con una hermosa sonrisa Im.
—¡Myoui! —abrió la puerta, forzándola.
La coreana se quedó muda al ver la escena.
Sharon teniendo a dos chicas de rodillas masturbándola y mamándosela. Claro está, Mina estaba sentada al borde de la cama con los ojos cerrados y la cabeza echada hacia atrás.
—Oh joder —se apresuró a apartar a las dos personas levantándose y tapándose con su almohada.
—Te doy diez minutos antes de que te saque a ti y a tus amiguitas ¡a patadas ahora mismo! —gritó enojada.
—Pero
—¡Se te acaba el tiempo!
Mina volvió a la habitación a cumplir las órdenes de la unnie ¿quién se creía que era para arruinar su diversión? De malas maneras, despidió a las dos universitarias que le dieron su número sin pensárselo mucho.
La japonesa menor salió con unos pantalones deportivos y una camiseta ancha, tratando de saber cómo había pasado todo tan rápido.
Nayeon estaba comiéndose de mala gana el desayuno que al principio era de su compañera de piso, ahora Sana y Momo estaban conteniendo la risa al verla atragantarse. Myoui se acercó con una tímida sonrisa, no tenía ni la menor idea de qué hacer o decir.
—Me voy a preparar para ir a la universidad, espero que cuando vuelva esto no esté en llamas —dijo la coreana mirando a la rubia y pelinegra que estaban cómodamente acurrucadas en el sofá —O no haya una orgía —habló mirando esta vez a la menor que ensanchó los ojos.
Dando pisotones y sin darle otra mirada más a Mina, Im fue a su habitación.
Mina que aún estaba procesando lo ocurrido miró a sus mejores amigas, buscando algún tipo de explicación
—Yo que tú no abriría la boca —la aconsejó Momo mientras se acercaba para susurrarle —Es como cuando Sana se enoja, tienes que darle la razón aunque ella sea la que se equivoca.
—¡Podríais haberla alejado!
—Nosotras que íbamos a saber que ibas a seguir cogiéndotelas hasta el amanecer —le espetó Sana con un tono un poco molesto.
—Ya se le pasará —reviró los ojos la adolescente acomodándose entre sus dos amigas que la recibieron con los brazos abiertos.
🤟🏼🤟🏼
Las tres universitarias se sentaron en una mesa un poco alejada de los demás estudiantes, tanto Jihyo como Jeongyeon sintieron un poco de temor al ver los ojos de la más mayor, parecía que tuviera fuego en ellos.
—Bueno...¿qué pasó ayer?
—Lo mismo de siempre, ¿que va a pasar? —rió nerviosamente Jihyo.
—Eso, bailamos, bebimos y luego volvimos a casa —se unió a su declaración Jeongyeon.
—Ya...¿Qué tal besan Sana y Momo?
Jihyo comenzó a toser con la cara completamente roja y Jeongyeon tenía una sonrisa extraña en la cara.
—¡No pude resistirme! ¡Momo bailando es demasiado! —lloriqueo Jeongyeon tomando del cuello de la camiseta a la más mayor comenzando a agitarla.
—Bueno Sana es una chica muy guapa y simpática...—dijo con vergüenza Jihyo mirando hacia el suelo.
Nayeon se soltó de Jeongyeon y dio una manotazo en la mesa.
—¡No podéis caer bajo el encanto de las japonesas!
—No hemos caído —hablaron las dos chicas al unísono y Nayeon rió irónicamente.
La más mayor miró la hora y tomó aire recordando lo que les tenía que contar a sus amigas de la infancia.
—Necesito desahogarme, escuchad lo que me dijo Mina, todo empezó con —comenzó a narrar Nayeon.
Jeongyeon se quedó en silencio, pensando y analizando lo que acababa de narrar Nayeon, primero miró a Jihyo que parecía tener claro lo que le diría así que dejó que lo soltara la menor.
—Nayeon, no sois nada ¡no puedes reclamarle por eso!
—¡Pero que no puede traer a quien le dé la gana y follársela en la misma casa que yo!
—¿Estas segura que fue eso lo que te molestó ? —inquirió Jeongyeon y Nayeon asintió energéticamente con la cabeza. —Piénsalo bien coneja, Mina tiene algo que te gusta y lo sabes.
—La que está cayendo en los encantos japoneses es otra —levantó y bajo las cejas Jihyo.
—¡Qué no!
Nayeon hizo un adorable puchero y se cruzó de brazos como una niña pequeña enojada, desde luego que se había enfadado con Mina, pero no sabía la razón exacta. Solo esperaría a que Mina le pidiera perdón de rodillas y por supuesto le prohibiría traer "amiguitas" a casa que no fueran Momo y Sana.
"Maldita Myoui" volvió a razonar la mayor imaginando en las millones de maneras en las que quería que Mina le pidiera disculpas.
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