Este capítulo contiene escenas fuertes de violencia. Bueno tampoco exageremos, pero tiene lo suyo. Así que leedlo con responsabilidad.

Sus ojos se cerraban solos, la anterior noche tuvo que hacer unos cuantos favores a la chica que ahora se había teñido el pelo a un negro tan oscuro como la noche, cuando le pidió la opinión a la japonesa de cómo se veía, Mina le respondió sincera y dijo que tenía un look más "girlcrush" que antes. La tailandesa con una sonrisa le dio una pequeña sonrisa y luego la invitó a un cigarro.

No quería ver a las personas de la mesa de al lado mientras terminaba de limpiar, quizás si tenía suerte Hyuna vendría a ver cómo cumplía su castigo y al ver todo tan limpio la invitaría a comer algo como las mayorías de las veces.

Se moría de hambre y su tripa rugió haciendo que los que estaban sentado al lado rieran, entre ellos Nayeon y su pareja. Se sorprendió el ver a Jihyo allí, compartiendo mesa con esos idiotas descerebraos.

—Myoui Mina, te invito a comer algo. Ven siéntate —Jinyoung se levantó dándole la mano.

—Minari, es un amor de chico, no te hará nada malo —colaboró Nayeon con la insistencia.

—No gracias.

—Te invito yo —insistió de nuevo la coreana.

Claro que Mina no se sentía cómoda del todo teniendo a la chica de la que estaba tratando de arrancar de su corazón estando con otro chico. Desde luego que no, pero se moría de hambre.

Nunca se había sentido tan...tan Momo.

Además Jihyo estaba allí, sus mejores amigas terminarían de limpiar el baño dentro de poco así que no sería tan malo, sólo comería algo y agradecería. Sin más preámbulos, se sentó a un lado de Jihyo y dejó que Nayeon se levantara y le acercara una bandeja de comida con sobrecitos de ketchup a un lado.

Parecía como si todo estuviera planeado con anterioridad.

Comenzó a comer, normalmente lo hacía con tranquilidad y de manera elegante según le decía Momo sin embargo, esta vez comió con tanta velocidad y ganas olvidándose de que estaba siendo observada.

Y a pesar de ello seguía masticando igual de glamurosa y reina que siempre ante los ojos de otros.

—Has comido de una forma muy fenome-nal que viene de fenómeno —soltó una carcajada Yugyeom, rápidamente Jinyoung siguió su risa.

Había entendido el chiste de su mejor amigo.

—Como ella ¿no? —continuó con la broma y Mina soltó la cuchara observando a ambos.

—Te pasas, Nico te pasas. Te pasaaas ¿eh? —con una sonrisilla Nayeon golpeó en el hombro a Jinyoung.

Jihyo los miró mal y comenzó a recoger sus cosas. No sin antes sacarles el dedo a ambos chicos, Mina se levantó junto a ella.

—Sois idiotas —se levantó de la mesa dándole una mirada decepcionada a Nayeon.

—¿Tienes algún problema? —elevó su cabeza en busca de enfrentar al novio de su compañera de piso.

—No, no lo tiene camina —la alejó Nayeon, empujándola un poco de su hombro para que caminara en dirección de Jihyo.

Myoui ni se molestó en mirar a la pareja y caminó detrás de Jihyo. Park le regaló una bonita sonrisa y la abrazó, Sana le había comentado sin profundizar mucho los problemas internos que tenía Mina y la manera en la que su hermano la llamaba.

Obviamente las chicas ya sabían de que tenía algo diferente entre sus piernas, pero el hecho de que Jinyoung y Yugyeom se hubieran enterado posiblemente gracias a Nayeon le dolía. No quería pensar más en ello.

—Tú ni caso Mina —se paró la mayor al notar que ya había llegado a su destino.—Te dejo necesito dar estas últimas clases, no me las saltaré como Nayeon para estar con el tontito...

—No te preocupes, nos vemos luego en mi casa. Que te vaya bien —le hizo una reverencia y Jihyo le dio un beso en la mejilla antes de entrar.

La japonesa paseo hacia los baños, quería ver si sus dos amigas habían terminado la fácil labor del baño. Un jalón la despistó, justo cuando necesitaba un saco de boxeo su hermano se había presentado ante ella.

—Salgamos afuera a solucionar algunas cosas hermanita —habló y no necesitó más palabras para que Mina comenzara a caminar hacia la puerta trasera de la universidad.

Llego a aquel lugar encerrado y algo apartado, claro que si tenían una pelea no quería que el señor director Park los viera y tuviera un castigo peor. La nipona quiso atentar contra su hermano queriéndole dar el primer puñetazo.

Unos brazos la detuvieron, no le dio ni tiempo para ver quiénes eran los individuos que la sujetaban.

—Woojin, Bang Chan sujetadla bien —saltó Minhyuk apareciendo detrás de ellos.

Genial, era su día de suerte...

—¿Creías que dejaría que una animal como tú me pegara? —se burló Hyunjin dándole una patada a su hermana.

Mina comenzó a patalear sin embargo, los dos brazos de esos chicos la mantenían débil y el no haber dormido mucho esos días no le ayudaba en nada.

—¿Sabes de lo que nos ha dicho un pajarito? Nos han dicho que te acostaste con Im Nayeon, le metiste tu sucia cosa a ella...—dio una patada a su entrepierna y la adolescente se retorció de dolor —Fenómeno ¡como te atreves a costarte con ella! ¡Ella llegó a pertenecerme!

La japonesa volvió a forcejear, no quería hablar. Quería matarlos a golpes a todos los que estaban allí presentes.

—Queremos que seas famosa sin necesidad de que vayas a un circo. Ahí es donde van la gente con anomalías como tú —sonrió Hyunjin sacando su móvil y apuntando con el a la menor.

—Que te jodan, que os jodan —chilló enfurecida.

—Bájate los pantalones tú misma, muéstranos tu gran problema —aplaudió riendo de una manera falsa Minhyuk.

Los chicos que la sujetaban no emitían palabra, solo se limitaban a golpearla cuando era necesario.

—Date prisa fenómeno —volvió a abofetearla Hyunjin.

—¡Vamos! ¡Maldita anormal! —unas cuantas patadas dio pronunciando esa frase.

Monstruo, engendro, endriago, anormal, anomalía. Esas palabras sonaban cada vez más fuerte y fuerte, no lo estaba soportando. Por más que insistiera en querer salir de los brazos de esos dos chicos no podía. Simplemente se estaba comenzando a quedar sin fuerza, estaba demasiado débil.

Había sido atacada por la espalda y no tenía el poder suficiente de dar un solo puño a algunos de ellos. Avergonzada, así se sentía. Miro al suelo con la mirada perdida.

¿Era un fenómeno no? ¿Qué más daba mostrar su miembro allí mismo? Sin poder mirar al frente, bajo sus manos lentamente. Aún sujeta por los dos desconocidos.

Desabrochó el botón y la cremallera, comenzando a bajar sus pantalones.

—Wow, una enorme amorfidad ¡que pena que sea puesta en una chica con una cara tan bonita como la tuya! —negó con la cabeza Minhyuk y Hyunjin solo grababa riéndose por los comentarios del chico.

—Muéstrala toda joder, que vean esto bien —regañó el hermano mayor.

Mina levantó un poco la vista y sintió asqueada, iba a sacar todo entero.

—No lo hagas Mina-chan —Sana apareció en la puerta con la respiración entrecortada de tanto correr.

—¡Hijos de puta! —empujó Momo a ambos chicos, rápidamente Sana se unió a ella.

Sana y Momo no eran las únicas que había ido a ver donde se encontraba su mejor amiga. Tzuyu que se encontraba de camino a su entrenamiento de arco se topó con las angustiadas japonesas y no dudó en acompañarlas.

Tzuyu le arrebató el móvil a Hyunjin que miraba conmocionado como dos rabiosas japonesas habían tirando entre las dos a sus dos secuaces los cuales saltaron la valla sin pensárselo dos veces, los tales Woojin y Bang Chan ya tenían suficientes problemas.

La taiwanesa estrelló el móvil al suelo rompiendo la pantalla y el teléfono en sí, Minhyuk frustrado ya se iba a abalanzar sobre la maknae. Pues mientras Tzuyu rompía el móvil, Momo se había ocupado de patear el trasero del bastardo ex de Nayeon.

Sana había ayudado a Mina a levantarse y subirse los pantalones, alejándola de la escena.

—¡Zorras! —Hyunjin y Minhyuk ya iban a emitir más golpes contra Tzuyu y Momo mientras Sana arrastraba a Mina a la salida, la menor aún seguía estática. Ahogada en sus pensamientos.

Un chillido los detuvo.

—Vosotros, a dirección. Le ponéis un dedo encima a ellas y os la veréis es conmigo. Oh y creedme que por algo soy la jefa de los guardias de seguridad...—salió Hyuna cruzada de brazos, los dos chicos atemorizados comenzaron a ir a dirección rodeando a todas las chicas.—Y vosotras...podéis venir mañana mejor a decir bien que ha pasado, pero ya me hago una idea, ¿Momo podrías venir solo tú?

—Sí...—le echo una ojeada a la japonesa menor que tenía la cabeza gacha.—Tzuyu tiene prácticas ahora no sé si...

—Por mi esta bien unnie, todo sea por Mina —hizo una reverencia y Hyuna marchó con las dos jóvenes.

😡😡

Un beso fue dejado en la coronilla de su cabeza, Sana acariciaba su cabeza mientras Mina reposaba en las piernas de la japonesa, habían ido a su casa para que así la pingüina descansara mejor.

El timbre interrumpió esa calma que Minatozaki le estaba brindando, una pequeña chispa de esperanza entró en Mina, pensaba que Nayeon a lo mejor se había enterado de ello y se había saltado más clases aún para ver su estado.

—¡Momorin, pasaa!

Era Momo junto a Dahyun, Tzuyu y Chaeyoung. La última mencionada se tiró encima de Mina comenzando a llenar de besos su rostro, las demás chicas rieron por lo cariñosa que era con Sharon.

—Mina unnie, lamentamos no haber estado ahí a tiempo —dijo la peliazul, se arrodillaron las dos más pequeñas y aún con la coreana pelirosa entre sus brazos negó con la cabeza.

—Chicas, no tenéis la culpa de nada. No os preocupéis —mostró una pequeña sonrisa que cautivó a todas.

Hirai le susurró algo al oído a Sana, el rostro de la rubia se ensombreció un poco e hizo un gesto despreocupado ante lo dicho. La peliazul codeó a Tzuyu al ver la comodidad de su mejor amiga con Mina.

Le hizo una seña a Chae antes de excusarse con tener que ir a la cocina junto a las dos japonesas mayores.

La menor miró el labio partido de Myoui, deseaba apegar sus labios allí para acariciar la heridas con su lengua, sonrojada le robó un pequeño beso.

—Mina unnie, quería tener un pequeño detalle —busco en el suelo la bolsa que había tirado al lanzarse en plancha hacia la contraria. —Sé que le gustan los videojuegos de alta dificultad.

Una pequeña bolsa con un videojuego en el interior se le fue entregada, la mayor sonrío enternecida.

—Yo, no sé cómo...—comenzó a tartamudear la pequeña

—Chae, ¿podrías abrazarme?

La respuesta no hizo falta ya que la menor de estatura ya estaba abrazándose a Mina como si no hubiera un mañana, se estaban fundiendo en ese bonito abrazo.

Esta vez la puerta se volvió a abrir.

Nayeon miraba a las dos abrazarse como dos enamoradas. Y hubo algo en su estómago que se revolvió.

😔
3/?

Aclaro que ningún personaje de la vida real de Stray Kids me cae mal, son unos adorables bebés.

De todos modos, no se enamoren nunca salu2