23.Plan perfecto
Sumamente difícil y rara se había puesto la relación entre Nayeon y Mina. Ahora Im, era recogida todas las mañanas por Jinyoung, la traía y llevaba en coche a la universidad.
Dentro de ella, las nueve se reunían siempre que podían y ahí es cuando Nayeon la miraba fijamente, buscando algo de atención. Pero Sharon apenas la miraba, le daba atención a las demás y estaba algo más cariñosa con Chaeyoung.
—Cariño, ¿te molesta algo? —Jinyoung la abrazaba por la cintura.
—No, nada. Solo estaba pensando —se levantó de su regazo y miró a lo lejos a la pelirosa tontear con Mina.
Digamos que ahora que salía con Jinyoung tenía que repartir bien el tiempo pues sus amigas no lo veían con demasiada confianza para acercarse y hablar con ella, segundo problema era que Jinyoung se juntaba con los "reyes" de la universidad y estos, obviamente, odiaban a Mina, Sana y Momo por llevarse la atención de todo el mundo.
—¿Por qué vives con Myoui? —preguntó Yugyeom terminando de comer.
—Porque es...—no sabía qué responder.
—¿Tu amiga? —levantó una ceja Jinyoung y todos los de la mesa comenzaron a reír.
La coneja se ofendió y quiso marcharse, pero Park la tomó del brazo robándole un fogoso beso delante de todos. Nayeon se separó sonrojada, miró a su alrededor y la vio. Vio a Mina apartar la mirada y salir caminando lentamente de la cafetería.
—Te acompaño a tu clase —camino Jinyoung usando un tono cariñoso y Nayeon sonrió dándole un suave beso.
El chico era un encanto, siempre tan atento con ella, caballeroso y todas esas cosas que lo hacían tan perfecto. Nayeon estaba encantada claro. Sin embargo, sentía que le faltaba algo. No quiso ponerle más atención y entró a su clase.
😔😔
Tzuyu se sonrojó notando como Jihyo le apartaba un mechón de su pelo disimuladamente, las universitarias, es decir ella y Jeongyeon (pues Nayeon estaba con su pareja) fueron a ver si las maknaes y las japonesas habían terminado sus actividades.
Faltaba una semana exactamente para que les dieran vacaciones y todas emocionadas habían quedado en hacer algo especial:Una tarde de karaoke en la casa de Mina y Nayeon, se lo habían comentado por encima a la desaparecida coneja y no se había apuesto al igual que Mina que a regañadientes aceptó.
—¿Quién quiere que te lleve a casa Dahyun? —le habló al oído Sana, teniéndola sujeta de la cintura.
—Tofu, yo voy mucho más rápido —pasó un brazo por su hombro, apartando a su mejor amiga.
—Cállate Momo que con lo que has comido pinchas una rueda, cerda —le sacó la lengua la rubia.
Dahyun estaba roja como un tomate, suplicando ayuda a su mejor amiga de la infancia que no le quitaba los ojos de encima a Mina, la cual contaba a Jeongyeon lo enferma que había estado últimamente.
—¿Vendréis con Chewy en mi coche? —Les preguntó Jihyo a todas que estaban sentadas a las afueras de la universidad.
Su grupo de amigas se miraron entre sí.
—Nos organizamos, como casi siempre —respondió Sana guiñándole un ojo.
Dubu ya comenzaba a ponerse del mismo color de su pelo; azul, de estar siendo tan apretujada por las dos extranjeras.
—Chae, ¿quieres que te dé una vuelta? —cuestionó Mina, subiéndose a su bicicleta.
Todas se sorprendieron por la repentina propuesta.
A la pelirosa le brillaron los ojos, lo deseaba. Aún así sabía que Dahyun quería ir en coche para ahorrarse reproches futuros de Momo y Sana.
—El bebé tigre se viene conmigo —habló finalmente Kim.
—Um, sí —hizo un adorable puchero mirando a la japonesa menor —nos vemos mañana Mina unnie...—se giró y notó como Mina la atrajo a ella dándole un suave y agradable abrazo.
Las presentes sonrieron al ver la escena, sin más palabras de por medio todas excepto las niponas subieron al lujoso coche de Park.
—Mierda, se me ha olvidado mi sudadera en el gimnasio—se dio cuenta Sharon al ver como Momo se quitaba la suya poniéndosela a su amiga que se quejaba de tener frío, a pesar de estar en verano, los últimos días habían sido de lluvia pura.—Ya os alcanzo, id vosotras...
Bajo y corriendo, subió las escaleras de dos en dos escalones. Por sorpresa encontró su sudadera tirada en el suelo del abandonado gimnasio.
Era como el lugar especial al que la llevaba Son para estar a solas, y si se preguntan el por qué su sudadera estaba tirada en el suelo como un trapo más ya deben de tener una idea en la cabeza...
Miró por la ventana estaba lloviznando con algo de fuerza, pero no era lo suficientemente fuerte como para coger un paraguas. Hecho esto Myoui recorrió todo una vez más para montar en su bicicleta con ganas de llegar a casa y darse una merecida siesta.
Comenzó a pedalear con prisa no obstante, una figura femenina conocida le llamó la atención. Corría torpemente de la lluvia y con su dichosa suerte cayó tropezándose de una manera muy tonta.
Solo podía haber una persona tan torpe a parte de Sana.
—¿Nayeon? —paró su bici y se bajó de ella.
Había estado ignorándola, no porque ella quisiera. Bueno sí quería, pero verla era una sensación de furia combinada con tristeza.
Mina había elegido arrancarla de su corazón y tal y como antes decía con sus mejores amigas: estar soltera estaba de moda. Y tenía más libertades, Sharon no estaba hecha para las relaciones o eso se le había educado.
—Minari...—susurró Nayeon, con vergüenza.
Se levantó hondeando su pelo. Por una vez que había optado la japonesa por mirarla a los ojos, no iba a desaprovechar la oportunidad.
—¿Hoy no te lleva tu novio?
—Tenía cosas importantes que hacer, así que como Jihyo ya se había marchado tengo que ir caminando hasta casa.
La menor se mordió la lengua, si fuera la Mina del antes de comenzar a sentir sentimientos por Nayeon la hubiera dejado tirada. "Se lo merece, sabe caminar y ni siquiera llueve tanto" se decía mentalmente sin embargo, luego estaba su parte débil.
La parte por la que se pondría de rodillas por Im.
—Sube, yo te llevo —señaló la bicicleta y la coneja abrió los ojos.
—¿Enserio?
—Sí — respondió ganándose una sonrisa de la mayor, sintió esa cálida sensación en su pecho y continuó hablando —No tengo todo el jodido día, venga sube.
La universitaria no rechistó y se subió aferrándose con fuerza a la más alta de estatura. Mina tomó aire profundo al sentir esos delgados brazos enrollarse en su cintura, quiso darse prisa y con velocidad pedaleo en la adorable bicicleta.
—No me dejes caer —lloriqueó Nayeon asustada, nunca antes había montado en bicicleta de esa manera.
—Cállate fea o pierdo el equilibrio —bufó Mina y la mayor gritó más dejándola casi sorda —si eres así en bicicleta no me quiero imaginar en una moto...
Finalmente cuando llegaron, Nayeon quiso agradecerle con una abrazo y un beso a Mina, quien se apartó empujándola demostrándole que no quería tener demasiado contacto físico.
—El idiota de Park debería de haberte traído a casa, no yo —habló con sus manos metidas en los bolsillos.
Nayeon sin saber que decir bajo la mirada, recordando la confesión que tuvo la japonesa hacía ella.
—No hace falta que digas nada —volvió a hablar tan cortante en cuanto las puertas del ascensor se abrieron, ambas entraron en un silencio incómodo, la pingüina camino hacia su habitación. —No me molestes iré a descansar, luego cuando me levante probablemente vaya a cenar con Momo así que no esperes que coma en casa.
El portazo al que ya estaba tan acostumbrada sonó de una manera tan ensordecedora para Nayeon, le dolía la actitud tan dura y fría de la nipona.
Tenía, quería conseguir los mismos tratos que antes, que Mina le demostrara ese lado cariñoso solo a ella. El problema estaba en que no tenía ni la menos idea de cómo lo haría, recurrió a la persona que más razonable y confiable era, su mejor amiga: Jihyo.
—¿Para qué llamas? —una Jihyo con la respiración entre cortada respondió a la llamada.
—¿Qué estabas haciendo?
—Estaba...haciendo cardio en la cinta de correr.
Nayeon levantó una ceja, bueno ya sabía la constancia que tenía Jihyo con el ejercicio.
—Pero haber, la que tiene que hacer las preguntas aquí soy yo. Suéltalo.
—Quiero que Mina no esté tan distante conmigo...—ya le había platicado de sus confusos sentimientos hacia su compañera de piso.
Una enorme risa fue soltada por Park, Im enojada le colgó por no tomarla enserio, pasaron los segundos y esta vez Jihyo la llamaba.
—Lo siento, es que no te entiendes ni tú, ya tienes a Jinyoung.
—Me refería a nuestra relación conejo-pingüino —enfatizó y Jihyo rodó los ojos.—Además vendrá el fin de semana mi madre a cenar con mis hermanos y espero que no tengamos este ambiente extraño...
Una bombilla se encendió en la cabeza de la contraria. Comenzó a pensar de nuevo en su idea y sonrió satisfecha.
—¡Nayeon! ¡Llévala contigo esta vez en la semana de vacaciones! Siempre vas a tu casa de verano ¿no? Todo es naturaleza, romántico y blabla —carraspeó Jihyo y continuo hablando— Quizás así puedan tener más momentos a solas sin que ninguna de nosotras las interrumpamos y ¡bum! Se aclaran más y olvidan un poco todo lo pasado aquí.
La universitaria mayor pensó bien su opción, no sería problema ya que su madre y sus hermanos adoraban a Mina. El único que no había llegado a conocerla era su padre, pero él nunca se negaría a algo así.
Pero, ¿y si rechazaba su invitación? He ahí el verdadero dilema.
—Va a decir que no...—hizo un mohín Nayeon imaginando la respuesta.
—Aprovecha el día en el que vamos a hacer karaoke a vuestra casa, gana puntos con ella tonta —pronunció aquellas palabras orgullosa, a veces se preguntaba cómo podía dar tan buenos consejos y luego no poder aplicarlos.—Y si no acepta con eso podrías sacar el tema en la cena, no le podrá decir que no a tu madre.
La imaginación de Im comenzó a volar, imaginándose el semblante aterrado al ver como la señora Im la regañaba por no querer ir con ellos. Era el plan perfecto. Sin querer esperar ni un solo segundo más, se despidió de su amiga y se dispuso a llamar a su madre.
—Mamá, escucha te quería comentar algo acerca de las vacaciones para la siguiente semana...
💞
2/?
Any error es producto del sueño :)
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