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22.Ahogar las penas.

La luz led le dio en toda la cara, el olor a marihuana, cigarro y a alcohol en general era demasiado fuerte para ser la zona VIP, pero a pesar de esto se mantuvo en el sillón dándole un sorbo más a su vaso de cristal. Ya había perdido la cuenta de cuanto había consumido aquello.

La música que ponían tampoco le ayudaba mucho que digamos, ¿por qué todas las canciones hablaban sobre el desamor y luego tenía un ritmo muy movido? En realidad tenía sentido, todos iban a ahogar sus penas en el alcohol o a despejar la mente bailando.

La rubia pasó un brazo por sus hombros acercándola a ella, señalándole algunas chicas que querían conocerla o más bien estaban interesadas bailar con Mina.

—Ya dije que pusieran mejor música, deja esa cara de estar pensando en Nayeon y disfruta —la aconsejó Momo mientras Sana abrazaba a ambas.

—Pero si me da igual —rió de una forma amarga pidiendo otro trago más.

—Sí claro —negó con su cabeza Sana —Mina enserio no pasa nada por expresar tus sentimientos...—acarició su espalda dándole un beso en la frente.

—Sana, no voy a conseguir nada llorando. Lo hecho, hecho está —se levantó haciéndole un gesto a la chica que más atractiva le pareció —Ella lo escogió a él y yo escojo seguir con mi vida promiscua, al igual que Momo y tú ¡no estamos hechas para las relaciones!

Sana se mordió el labio sin saber que decirle acerca de eso.

Dicho esto, la japonesa menor se levantó dejando a sus dos amigas con la palabra en la boca, Sana y Momo se miraron encogiéndose de hombros con una sonrisa. Se levantaron dándole atención a las demás chicas que estaban coqueteándoles.

No hicieron falta las palabras, las tres adolescentes salieron a bailar con sus respectivas "parejas"
Mina, no duraba una canción entera con la misma chica. Tampoco hace falta mencionar como se comía la boca de manera salvaje con cada una de ellas, hasta dejaba que apegaran su cuerpo por completo al suyo.

Una de las afortunadas sintió el ya despierto miembro de la japonesa y no pudo evitar sentirse curiosa.

—¿Podríamos ir al baño? —le preguntó la chica mientras veía como Mina iba beber algo más.

—¿Me la quieres chupar? —respondió sincera.

Los labios de la otra adolescente saborearon los de Mina que comenzaba a marearse y le sonrió, asegurándose de que tenía condones en su bolsillo. Próximo a esto, arrastró a la adolescente con ella al baño.

Se tambaleó y entraron las dos a un baño cerrando con seguro la puerta.

—Te daré quince minutos exactos para hacerme correr —suspiró Mina, echando su cabeza hacia atrás y levantó lo suficiente su camiseta para que la chica apreciara su buen cuerpo trabajado.

Las frías manos acariciaron los músculos y se descendieron hasta el botón. Bajó hasta las rodillas pantalón y bóxer incluido comenzando a darle una felación.

Myoui bajo la vista y se encontró con los ojos mirándola, con la vista borrosa cerró sus ojos unos segundos disfrutando de la estimulación bucal en su pene.

Volvió a abrir sus ojos y se sorprendió de verla a ella, a Nayeon mamándosela. 

Negó con la cabeza y volvió a abrir los ojos viendo un poco el parecido que tenía la jovencita con su compañera de piso.El alcohol le estaba pasando factura o eso pensaba Sharon. Sintió algo de rabia al tener recursos vagos con Im, su respuesta y el beso se reproducía en bucle en su cabeza.

—Mételo hasta tu garganta —agarro con su cabello comenzando a penetrar su boca con demasiada fuerza.

Hizo caso omiso a las arcadas que emitía la muchacha y siguió buscando su propio placer haciendo que se la tragara entera, literalmente. La chica no aguantó tanto y se separó comenzando a vomitar en el mismo inodoro que estaba a su lado.

—¿Mina? ¿Estás vomitando? —tocó a la puerta Momo, que tenía a su ligue sentada en el lavamos, se estaban besando con pasión y escucharon el ruido que cortó por completo el sexy ambiente.

Momo vio entrar a Mina sin embargo, no vio a la chica que la acompañaba.

—No, no soy yo —abrió la puerta, sin importarle dejar allí tirada a su acompañante.

Se subió los pantalones con rabia, pegándole un puño a la pared antes de salir. Hirai alarmada fue tras su amiga.

—¿Qué mierda fue eso?

—Me siento tan jodida Momo, puedo tener a todas las que quiera en la cama, pero ninguna será ella. Ninguna será Nayeon —dio otro golpe dejando sus nudillos completamente destrozados.

Minatozaki ya caminaba en dirección de las dos extranjeras. Extrañada por ver como Momo había dejado a su conquista tirada, sacó la conclusión de que estaba demasiado intranquila con Mina.

—Mina, vamos a casa —sentenció Sana.

—Estoy bien, dejad que salga a tomar el aire y luego iremos por ahí, todavía tenemos pendiente pintarle el coche a Mark...

—Enserio déjalo Mina —negó Momo —Estas fatal, le avisaré a Nayeon que te quedarás a dormir en casa de Sana.

Sharon obstinada salió del club casi cojeando, no sentía las piernas y la cabeza le iba a reventar. Mientras salía con cuidado de no chocar con la multitud una mano la agarró de su muñeca.

—Qué hace la pequeña Mina a estas horas en un club nocturno...—Maldito Hyunjin, se lo tenía que encontrar cuando menos quería.

Sana y Momo corrieron hasta dar con Mina y su hermano discutiendo.

—Estás borracha...a mamá no le gustará saber eso —rió dándole una seña a sus amigos de que siguieran, agarro del rostro a la menor y lo apretó con fuerza —Si vas a casa dale las felicitaciones a Nayeon, se merecía estar con Jinyoung.

Un puño se estampó en su rostro y Hyunjin sonrió limpiando un rastro de sangre dejado en su nariz.

—Te lo merecías idiota —Momo cogió a Mina tratando de calmarla.

—Tranquilos estoy bien —tranquilizo a los guardias de seguridad. —¿eres una cobarde que irá a dormir donde tú amiguita?

Sana dio un paso hacia el frente enojada Mina fue la que está vez la tomó por la cintura, las tres sabían que no valía la pena.

—No te importa, esfúmate —Myuoi arrastró las palabras al hablar y el mayor rió. Estaba demasiado ebria.

—Estas haciendo gastar a papá dinero en ti, para que luego te estes quedando en casas ajenas, me daría vergüenza tener una hija como tú —entró al club dándole una mirada de asco que fue devuelta por las tres japonesas.

Con ayuda de Sana y Momo caminó hacia el coche, la rubia se aclaró la garganta. Le dio una hermosa sonrisa a su mejor amiga, tratando de animarla.

—Le diré a papá que nos prepare un buen desayuno, verás que bien lo pasaremos el fin de semana —dijo y Momo dio aplausos.

—Yo también quiero, siempre me quedo con hambre. Tu padre cocina delicioso —aclaró Hirai.

Sana rodó los ojos encendiendo el Mercedes, Momo frunció el ceño al ver la expresión tan exagerada, por otro lado Sharon se hundió en el asiento trasero mirando por la ventana.

—Iré a mi propia casa, no me voy a morir por verla. Además es mi casa.

—Te gusta la mala vida, eres un caso perdido —fue sincera Momo y Sana sin poder evitarlo rió.

—¿Podrás controlarte...? Nayeon estará ya dormida, así que vete directa a la cama —Minatozaki cambio de dirección comenzando a conducir hacia el hogar de Mina.

Mina no respondió, solo ladeó su cabeza. No sabía  como podría verla al rostro luego de escuchar y ver su respuesta a Park Jinyoung.








🌉🌉








La fiesta había terminado hacía unas cuatro o tres horas. Inquieta volvió a marcar el número de la menor.

Mina había desaparecido de la fiesta como no con sus amigas del alma y lo peor de aquello era que ninguna respondía el móvil fuera llamada o mensaje. Se sentía molesta, pero a la vez preocupada por el estado de la japonesa.

Estaba agotada y se sentía patética por esperar como una tonta como una de esas mujeres de los ochentas dónde la ama de casa espera a su amado de que saliera del trabajo, cuando seguro se había desviado del camino por querer tomar unas cervezas con los amigos.

Se sentó en el sofá exhausta, estaba comenzado a quedarse dormida cuando la puerta azotándose la despertó.

—¿Mina? —de un salto buscó la figura nipona de su compañera de piso.

La extranjera tenía un aspecto terrible, su cabello desordenado, las ojeras, la cara de malhumor y lo peor de todo; el apestoso olor a alcohol y tabaco.

—¿Dónde estabas? —preguntó y la mencionada sólo siguió derechita a su habitación.

Nayeon, la recorrió con la mirada a de arriba a abajo, quizás no le respondía porque estaba demasiado borracha para entender lo que decía, vio como sacaba sus manos de sus bolsillo para abrir la puerta.

La coneja ensanchó los ojos al ver los nudillos de la mano derecha algo demacrados y con algo de sangre en ellos.

—¿Qué te ha pasado? —con un tono de preocupación acercó su mano a la herida de la nipona.

La mano izquierda de Mina fue rápida y apartó con rapidez la caricia de Nayeon.

—Estoy bien, no preguntes más —le dio la espalda para ingresar a su habitación.

Enfadada la coreana tocó con impaciencia a la puerta.

—¡Encima de que me preocupo!

La puerta se abrió y Mina con los ojos rojos suspiró, tenía la mirada algo fría.

—Yo no te pedí que lo hicieras, incluso te aconsejo que dejes de hacerlo porque así a las dos nos iría mejor —de un portazo le cerró la puerta en la cara.

Confundida y algo dolida por sus palabras, entendió que Mina no lo había hecho en broma. Ella había soltado esas palabras de una forma tan sincera que le dolió el pecho, tenía un presentimiento de que todo cambiaría gracias a su nueva relación con su crush; Jinyoung.








😔
Cualquier error fue culpa de la pereza. Mierds de cap lose
1/3)?

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