21.Falsas ilusiones.
Una declaración de amor, "una declaración de amor es un gesto de generosidad emocional por parte de esa persona que le dedica algunas bellas palabras al ser amado. Es decir, cuando un individuo confiesa sus sentimientos a una persona por su propia voluntad."
Había leído últimamente mucho acerca de ello, hasta le había pedido a Momo sus películas románticas favoritas, a Sana le había dicho que le enseñara sus técnicas de ser tan adorable y dulce con las chicas.
—¿Es para Nayeon? —preguntó Sana metiéndole un buen puñado de palomitas a la boca a Momo. —¿Los consejitos de declaraciones románticas?
—No, solo tenía curiosidad —respondió enojada, por una parte era una gran mentira.
Porque el ochenta por ciento era gracias a Nayeon, que no paraba de llorar por sus doramas quejándose de que el amor perfecto no existía y que las declaraciones de los protagonistas eran hermosas. El otro veinte por ciento venía de uno de esos extraños sueños con la pelirroja, imaginándose en una relación con esa chica de la cual nunca supo más.
—Pero si fuiste la novia de Chae, ya debes de saber algo —habló con la boca llena Hirai.
—Teníamos trece años Momo, éramos unas niñas...
—A Mina le gusta Nayeon, Nayeon y Mina juntas dándose besitooos —canturrearon las dos japonesas mayores, molestando a la pequeña.
—Callaros —sentenció molesta.
Yendo al grano, toda aquella búsqueda fue todo en vano pues acababa de soltarle como si nada después de un encuentro íntimo su amor, el cual había crecido con el paso del tiempo.
Ahora Nayeon, estética soltó una risa nerviosa, seguro que esperando escuchar que era una broma.
—¿Le dices eso a todas luego de...? —comenzó a darse cuenta Nayeon de lo que habían hecho. Acababa de tener sexo con Mina y lo había disfrutado como nunca.
Había sido el mejor polvo de su vida. Con razón tantas mujeres estaban de rodillas para Mina.
—No Nayeon, es la primera vez que digo esto. Me gustas —se sincero Mina sentándose en la cama.
La coreana aún algo desubicada y fuera de sí copio el movimiento de la menor, sabía que dejarse llevar por el momento le traerían problemas luego, pero no se arrepentía de nada y eso lo tenía claro.
—Mina —musitó Nayeon.
No tenía ni idea de qué decirle, se le habían confesado millones de veces y ella igualmente había contestado un millón de veces igual un no. Sin embargo, había algo que tenía Mina, había un algo que la hacía suspirar como tonta.
Sus brazos cada vez que la rodeaban...se sentía segura, querida. Y ni hablar de cuando le mostraba su sonrisa únicamente en sus momentos a solas, sentía que de una forma u otra había una posibilidad de que sintiera más que amistad por ella.
La mano de Nayeon trazó un camino con su dedo desde el brazo de la nipona hasta su mano, acariciando los nudillos contrarios.
—Lo siento, no puedo responderte ahora mismo tengo demasiadas cosas en las que pensar, pero si en verdad dices que te gusto...¿esperarías por mi respuesta?
Mina ensanchó sus ojos bajó la mirada y con una sonrisa débil carraspeó para hablar.
—Esperaré por ti Im —le aseguró.
Nayeon la abrazó y Myoui palmeó su espalda repetidas veces, sobándola.
—Iré a tomar una ducha para ir con Jihyo y preguntarle que me he perdido durante hoy, mañana haré los últimos exámenes y seré libre —se levantó con vergüenza Im, buscando una toalla tapándose con la sábana —Y tú, ve a donde esas dos tontas a estudiar algo, perezosa.
Mina bufó y se levantó como si nada, observando de reojo la figura femenina de la universitaria que entraba al baño.
—Y pensar que me he comido todo eso...—se mordió el labio, orgullosa con sus actos la japonesa.
🤡🤡
La mano de Jinyoung bajó por su cintura, apegando a Nayeon a él. Sí, se suponía que hablaría con Jihyo primero, pero una cosa llegó a la otra y se encontró con su crush por el camino. Había quedado con Jeongyeon y su mejor amiga en la biblioteca a las seis y ellas llegaban tarde.
—¿Algo más que no entiendas, Nayeon? —le mostró una sonrisa dulce, tímidamente la coneja negó.
—Gracias Jinyoung —sentía sus mejillas ardiendo.
El chico le guiñó un ojo y recogió su mochila al escuchar las escandalosas voces de seguramente las amigas de Nayeon.
—Estoy impaciente por ir a tu fiesta —con descaro le susurró a la oreja y sin decir nada más se despidió con la mano.
Im bobamente le correspondió al gesto, un jalón de cabello hizo que su burbuja de en sueño explotara.
—¿Desde cuando el niño bonito se te acerca tanto? —le preguntó Jihyo tomando asiento.
—Desde que le cae mal Mina, se nota de lejos que es para joderla —habló Jeongyeon con cara de asco.
Molesta, la mayor universitaria la fulminó con la mirada para luego sonreírle y hablarle a Jihyo.
—Es obvio que ha notado lo bella y perfecta que soy —pronunció esas palabras con narcisismo.
—Pues con esa cara tan fea como Lea no notarte —intento molestarla, pero esta vez Nayeon lo dejo pasar por alto —¿No me vas a pegar?
—Estoy de buen humor, ahora empieza a explicarme GodJihyo —abrazó a Jihyo que solo se centró en buscar los apuntes adecuados para el examen de mañana y así ayudar a Nayeon.
—Eso es que te han dado buen sexo.
—Concuerdo contigo Jeong —sonrió Jihyo —¿Fue con Mina?
La mención de su nombre hizo que la mente de la coreana explotara, se supondría que debería pensar bien, pero de la nada aparecía Jinyoung con su actitud de caballero azul y...todo era un completo lío.
—Knock, knock ¿Nayeon tus neuronas siguen funcionando? Te recuerdo que mañana tenemos exámenes finales y no puedes explotar —la batuqueo Jihyo dándole algunos golpes.
—¿Podríamos hablar esto después? Me quiero centrar en el examen...
—Ah, se la folló —Jeongyeon se llevó sus manos a la boca.
—Estudiamos y luego chismorreamos —dijo Park codeando a Yoo, dándole a entender que Nayeon en serio quería centrarse.
La concentración perduró, las tres amigas se quedaron estudiando hasta que la señora de la biblioteca de la universidad les aviso que tendría que cerrar. El grupo salió optando ir al hogar de Nayeon.
Todo fue con la excusa de querer ir a ver la tensión "sexual" que debería de haber entre las dos, mas no fue así ya que Mina aún no había regresado.
—Tenéis que ayudarme con la fiesta, me lo prometisteis todas —las señaló al verlas hurgar en su nevera.
—Que sí, te ayudaremos todas, hasta hiciste un grupo de kakao talk para eso —se quejó su mejor amiga comiéndose un helado.
—Mañana en cuanto terminemos el examen nos tendrás aquí, puntuales —rió aplaudiendo su otra mejor amiga.
Im sonrió asintiendo con la cabeza mientras tomaba asiento en el sofá, cerró sus ojos unos segundos exhausta. Se iba a disponer a repasar algo más antes de dormir, pero vio la hora y sintió la necesidad de llamar a su compañera de piso.
—Qué pasa —contestó Mina con la voz ronca.
—¿Mina? ¿Dónde estás?
—En casa de Momo, estábamos fumándonos unos buenos...
—¡Mina!
—Es broma, me quede dormida mientras estas dos terminaban de estudiar. Y si piensas regañarme, yo ya me lo sé todo —Nayeon sorprendida por ver como le leyó la mente la escucho con una sonrisilla
—Seguramente me quede a dormir, mañana nos veremos.
Unas risas se escucharon de fondo y la universitaria pudo jurar escuchar más risas a parte de las de Momo y Sana.
—Te tengo que dejar, duerme bien fea.
—¡Espera! ¿Vendrás a la fiesta verdad? —se avergonzó demasiado por hacer una pregunta tan obvia, solo que quería asegurarse que ese fin de semana no saldria de fiesta por ahí.
—Claro que sí Im, lo dicho, duerme bien y sueña conmigo.
—¡Ya te gustaría! Pingüino amargado y pervertido —colgó con las mejillas sonrojadas y miró a Jeongyeon y Jihyo que la miraban con una ceja levantaba.
Jeongyeon hizo el ademán de susurrarle algo a Jihyo, lo cual hizo que riera como loca y luego se callara al ver la cara seria de la mayor.
—¿Y bien? ¿Ya llamaste a tu amorcito? —le preguntó Jihyo palmeando el sitio libre en el sofá, Nayeon se sentó recostando su cabeza en la pelicorta.
—Sí, digo no —negó con su cabeza, estaba demasiado tonta ese día —Se quedará a dormir en casa de Momo...
—Bueno la casa de Momo no está tan lejos de aquí —Jeongyeon sonrió.
Jihyo miró aterrada a su amiga que estaba en la izquierda, mientras que Nayeon abría los ojos.
—Aquí hay cosas que no nos hemos contado...—la coneja rió al ver como se sonrojaba Yoo.
—Bueno, la primera que nos tiene que contar algo eres tú —se defendió.
Jihyo se mantuvo al margen, sabía que si abría la boca también tendría que confesar sus pecados con cierta japonesa.
—Todo empezó por una discusión —comenzó a narrar Nayeon, no daría muchos detalles acerca de cómo fue su experiencia en la cama con Mina.
Tenían toda la noche para estudiar así que comenzaron a parlotear de la pobre Mina que de seguro le estarían pitando los oídos.
🦋🦋
Tzuyu rió como un bebé al ver como el globo que acababa de hinchar explotaba, Dahyun pegó un berrido asustada.
—¡Unnie! ¡Tzuyu ha vuelto a explotar otro globo! —Chaeyoung le habló a Jeongyeon que como una madre se acercó a ver a las tres revoltosas que en vez de ayudar con los preparativos de la fiesta, lo estaban arruinando.
—Dahyun deja de bailar y ponte a elegir buena música —Nayeon que literalmente solo había comprado el alcohol gritó desde su habitación, escogiendo el maquillaje perfecto.
—¿Luego podríamos rapear Chae y yo? —le preguntó a Jihyo que se ocupaba de hacer las mezclas.
—Si termináis de limpiar bien todo sí —cedió.
Jeongyeon suspiró mientras le daba otra bolsa llena de globos a Tzuyu para que los terminara de inflar, volvió a su quehacer de la iluminación.
—¿Luego podemos quedarnos con los globos? Mi cachorro los ama —comenzó con su labor Tzuyu mientras la pelirosa la ayudaba.
—¿Qué son? ¿Unas bebés? —chilló Nayeon riendo desde su habitación.
Jihyo suspiró y rió enternecida por la adorable sonrisa que portaba Tzuyu al preguntarle aquello. El timbre sonó y la primera en correr a la puerta fue Dahyun, al ver la persona que era no dudó en lanzarse a sus brazos.
—¡Momo! —saltó Chaeyoung y vio como le daba un beso cerca de la comisura de los labios a su mejor amiga.
—Hola, hola ¿ya está todo preparado? —entró y todas las presentes la saludaron.
A todas se les hizo raro el no ver a Momo con Sana y Mina como era de costumbre.
—¿Y Sana? —cuestionó Tzuyu, después Jihyo miró atentamente a la pelinegra esperando la respuesta.
—¿Y Mina? —preguntaron a la vez Nayeon y Chaeyoung, la primera caminaba descalza y medio maquillada hacia la nipona.
—¡Lo importante es que yo estoy aquí! —rió nerviosamente Momo, dándole un abrazo a la dueña de la fiesta.
Jeongyeon aplaudió, queriendo dar a entender que le había gustado la respuesta de Hirai.
—Abre la boca Hirai —la amenazó Nayeon.
—Estaban ocupadas...em...porque Sana, bueno, Sana no sabe todavía el verbo to be en inglés así que están repasando.
Todas comenzaron a reír como locas, sus ruidosas risas resonaron en todo el edificio. Luego de aquel episodio gracioso, todas continuaron para que la fiesta fuera llevada a cabo.
Nayeon corrió como loca a revisar si la ropa que llevaba era la adecuada, las personas comenzaban a llegar y la noche comenzaba a caer. Contenta con su atuendo que hacía que sus curvas se marcaran más, camino empoderada a recibir a sus invitados. Quedó asombrada al ver a estrellas de su universidad, entrar en su morada.
Tanto chicos como chicas entraban sin parar y todo era gracias a la popularidad de nada más y nada menos de Jinyoung que tras varias personas entró a abrazar a Nayeon.
—Te ves genial —la halago y Nayeon tímida trato de calmar sus nervios y sonrió.
—Igual que tú, ¿quieres algo de beber?
—Solo si tú bebes también —la pelinegra rió y asintió con la cabeza.
Momo perdió de vista a los dos tórtolos y se desesperó, si Mina venía y encontraba la escena de Park Jinyoung acariciando el rostro de la coreana iba a explotar de la ira.
—Mina me va a joder —pensó mientras bebía de su vaso de plástico y sonreía incómoda a Chaeyoung que veía los últimos mensajes que le mando a la japonesa menor.
¿Podía ir todo mucho mejor? Todos lo estaba pasando increíble en la fiesta de Nayeon. La música estaba cada vez más alta gracias a Dahyun y Chaeyoung, incluso las ventanas eran golpeadas con fuerza por el sonido. El alcohol parecía ser infinito pues más de uno ya iba borracho como en el caso de Jeongyeon que se puso a bailar en medio de toda la multitud.
Jinyoung seguía coqueteando abiertamente con Nayeon y Jihyo la miraba con desaprobación recostada en el hombro de Tzuyu.
En realidad Park le estaba demostrando ser un chico más dulce que el mismo azúcar, el como le hablaba de sus vivencias de la niñez estaban haciendo que Nayeon se derritiera. Los continuos cumplidos también ayudaban.
Miro como el apuesto joven acariciaba su cabello, se acercó lentamente a ella, pero el ver como personas le habrían camino a alguien en particular hizo que le prestara más atención a la persona que acababa de llegar y por los que todos se le quedaban mirando.
—¡Mina unnie! —llamó como no, Son. Ella había llegado.
Sharon con el pelo suelto, con una chaqueta de cuero corta y unos jeans ajustados se hacía paso entre las personas, detrás de ella iba Sana con un top negro y unos jeans blancos. Su presencia imponía mucho, la elegancia que las dos tuvieron al caminar dejaron a muchos con la boca abierta.
—Se te junta el ganado —le susurró Sana al ver tantas chicas con las que Mina había estado.
—A ti también —se burló igualmente Mina. —Así que ten cuidado...
Sana buscó a sus amigas en la multitud, iba a ser algo difícil. No podía ver con claridad menos mal, podía identificar a Dahyun a metros.
—Donde mierda estabais —le espetó Jihyo a Mina que se encogió de hombros.
—Estudiando —se metió rápidamente en la conversación Momo.
—Inglés —asintió Sana y Mina le siguió la corriente.
Tenían una conexión increíble.
Luego de un beso y un abrazo, por fin Myoui dejo a un lado el alcohol y hablo alto y claro hacia las siete chicas reunidas en ese incómodo sofá.
—¿Y Nayeon?
—Con don perfecto —le soltó como si nada Chaeyoung aún sentada en sus piernas.
—Iré a buscarlas, Dahyun ¿podrías poner una canción más lenta?
—¡Claro! —se levantó de estar literalmente acostada en las piernas de Sana y Momo.
Todas se miraron entre sí, asustadas. Conocían muy bien el carácter de Sharon.
—¿Por qué no mejor salimos a bailar todas? —propuso Sana
—Estaría bien —ladeó su cabeza Tzuyu.
Dicho esto, todas salieron a bailar algo mareadas. Por otro lado, Mina buscaba la esbelta figura de la coreana. No tardó mucho, podía escuchar su ruidosa risa estaba en la cocina tonteando con el tonto de Jinyoung.
—Mina —la llamó en cuanto la vio, se tiro a sus brazos y Mina la abrazó más fuerte mirando a los ojos al universitario.
—¿Lo estas pasando bien? —dijo con un tono algo molesto, sin quitarle la mirada de encima a Park.
—Minari ¡deja tu mal humor y disfruta de la fiesta!
—La disfrutaría más si quisieras bailar conmigo...—tomó su mano haciendo contacto visual con la mayor que sonrió al sentir el tacto cariñoso.
Astutamente Jinyoung se metió en medio de las dos y se aclaró la garganta.
—Hola Myoui, siento decirte que habíamos planeado bailar esta canción —hizo un puchero a Nayeon que abrió su boca sin saber que decir.
La canción algo más lenta comenzó a sonar y Mina soltó inmediatamente la mano que sostenía segundos atrás.
—Te prometo que la próxima será nuestra —gritó algo fuerte mientras Jinyoung la arrastraba a la pista de baile.
Los sentimientos de Nayeon eran todo un revoltijo en esos momentos, el tacto de Jinyoung le agradaba y se sentía a gusto a su lado. El muchacho la abrazó al terminar la melodía, se quedaron unos segundos así. Sin emitir palabra.
—Me gustas Im Nayeon, sé que te sonará apresurado, pero quiero conocer más a esta chica maravillosa que tengo frente a mi.
Esas palabras hicieron que Nayeon se separase del abrazo y lo mirara a los ojos. Bien no sabía que decir, miró hecha un manojo de nervios al suelo. Todo lo pasado durante el día y el encuentro pasional con Mina vino a su cabeza. Busco el rostro de la menor de la multitud que ya había acaparado su atención en ellos dos sin embargo no la encontró.
Decidida miró al frente y sonrió mirando el rostro de Jinyoung. Era él, el chico por el cual siempre había tenido un flechazo. Nadie más tendría sus mismas cualidades, las cualidades que buscaba en el amor de su vida.
—Tu también me gustas, Park Jinyoung.
No se hizo esperar más y un beso fue dado por parte del universitario, el cual fue bien recibido por Nayeon que lo abrazó durante el proceso. Los silbidos y aplausos salieron a flote por todas las personas de la fiesta.
Menos por unas pocas personas; Mina. Quien observó la escena cruzada de brazos, en el momento en el que escuchó la respuesta no lo pudo creer y quiso pensar que era su imaginación.
No obstante no lo era, Nayeon estaba besándolo, se estaban besando. Esos labios que ahora Jinyoung besaba como si fueran suyos, habían sido testigos de las muestras de amor de Mina hacia la coreana.
—Miguri...—Sana que tenía una botella de ron entre sus manos trató de tapar los ojos de la pingüina.
—No me toques, joder —le arrebató la botella dándole un buen sorbo.
—Mina-chan...sé que debe de doler, pero hay más peces ahí afuera —Sana paso un brazo por la menor que contenía su mirada en suelo.
Aguantaba las lagrimas y se mordió la lengua para no sentirse patética. El amor era una real mierda cuando no era correspondido.
—Dile a Momo que nos vamos a dar una vuelta.
La rubia asintió con la cabeza en busca de su otra mejor amiga, Mina comenzó a caminar hacia la salida no sin antes mirar por última vez hacia Nayeon que festejaba en brazos de su nueva pareja.
Y mientras que ella escuchaba la canción que eligió para la coreana, Nayeon estaba bailándola junto a Jinyoung.
"Todo fue una falsa ilusión..." pensó desviando la mirada hacia sus dos amigas que ya estaban listas para partir hacia su próxima "aventura"
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