Las manos de Mina apretaron con fuerza la cadera de la mayor que con miedo trató de alejar su rostro del de la contraria sin embargo, no fue tan fácil.

Su cerebro sabía que podía darle un empujón y dejar las cosas así, aún así su corazón y su cuerpo no reaccionaban.
Ahora entendía la frase de "los polos opuestos se atraen" porque literalmente se sentía completamente un imán apegado al cuerpo de Mina en esos momentos. Y lo peor es que no podía hacer nada para huir.

—¿Cómo estas tan segura? ¿Crees que él te besaría mejor? —utilizó un tono narcisista la menor. —¿Mejor que yo?

Nayeon que se estaba derritiendo entre brazos, tomó de nuevo su cordura recordando las veces que encontró a Mina coqueteando con Chaeyoung o peor aún cuando se llevó a dos de un solo tiro a la cama, encontrándoselas teniendo relaciones.

La furia la consumió en cuestión de segundos.

—¡Pues claro que sí! ¡Él no es como tú y no sé cómo puedes tener tantas chicas detrás de ti! —la desafió. —Él me besaría con verdadera pasión.

Mina rió con ironía.

—¿Quieres comprobarlo? Tengo muchísima más experiencia que ése imbécil. —La japonesa se relamió los labios —Además eres tú la que seguro no sabe besar bien...¿quieres que te enseñe, coneja?

La gota que colmó el vaso, la universitaria no pudo contenerse más.

—Seré yo quien te enseñe a besar de verdad —tomó por los hombros a la nipona robándole un beso. Un muy caliente beso.

La unión de sus labios fue casi un sueño para Mina, la cual no tardó ni un solo segundo en corresponder el beso.

Una de las manos que sostenían por los hombros a Myoui, bajo lentamente por su cuello y bajo hasta su abdomen rozando un poco ya el creciente bulto del pantalón de la contraria.

La menor que no se esperó tanto descaro de la mayor le siguió el juego, acariciando su cintura, descendió sus manos apretujando el trasero de Im, siguiendo el ritmo del candente beso.

Nayeon enrolló sus dos brazos en el cuello de Mina, acomodándose mejor profundizando aún más el beso cuando decidió introducir su lengua en la boca ajena. Tenía que admitirlo, para ser menor que ella besaba como un dios.

Mina tomó el control del beso demostrándole así a Nayeon quien era la que mandaba en ese tipo de cosas. Impaciente apretó con mucha más fuerza el trasero de la universitaria haciéndola quejarse por la repentina rudeza.

Im más molesta aún mordió el labio inferior de la japonesa, quien cortó el beso al notar ya una molestia enorme en sus pantalones cortos.

—¿Te asuste pingüinito? —se mordió el labio inferior Nayeon, sintiéndose ganadora del combate.

Ya que observó lo que acababa de causar en los pantalones de Mina.

—No, la que debería estar asustada eres tú   Im.

La mayor blanqueó los ojos caminando lentamente hacia su escritorio sentándose en este, abriéndose algo de piernas mientras sonreía.

—Siempre he querido saber qué tienes para tener a tantas chicas comiendo de la palma de tu mano.

Myoui camino acomodándose en las piernas de Nayeon.

—Digamos que sé cómo complacer a una dama —le guiñó un ojo, volviendo a devorar sus labios.

La rabia, la furia, los celos nunca dichos y todos esos sentimientos mezclados con la pasión y la excitación eran la combinación perfecta. Las dos por fin sobrepasan los límites y se adentraban a lo pasional.

La menor comenzó a dar pequeños movimientos pélvicos, impaciente por querer escuchar los gemidos de la unnie. Ya harta, abandonó sus labios y comenzó un camino desde su cuello hasta su abdomen.

Nayeon avergonzada miró hacia otro lugar al ver sus intenciones. No obstante se sonrojó al notar el enorme bulto, casi inmenso en la entrepierna de la japonesa. Sintió una humedad en sus bragas y desvió la vista.

Myoui ayudó a Nayeon a deshacerse de sus prendas de forma prácticamente salvaje, casi rompiendo su camisa en el proceso. Dejándola en bragas.

La coreana que no se quiso quedar atrás, metió su mano bajo la camiseta de la nipona que más que gustosa se quitó su camiseta y sujetador deportivo. Dejando que fuera la misma universitaria que despojara sus pantalones cortos y bajara lo suficiente sus bóxers.

El miembro de Mina saltó, con su punta bañada en la sustancia pre-seminal completamente roja. Curiosa Nayeon apretó con su dedo pulgar el glande consiguiendo un jadeo de la menor.

—Cuidado con lo que haces Im —suspiró notando como las yemas de la mayor recorrían las venas que envolvían el rígido pene.

Repentinamente, la adolescente besó de nuevo a la universitaria, arrodillándose lentamente tocando por encima de esa transparente tela el clítoris hinchado de la contraria.

—Cuidado con lo que haces Myoui —fue esta vez la que jadeó.

Mina con una sonrisa pícara bajo las bragas de Nayeon, para comenzar a practicarle sexo oral. Su lengua era una bendición en esos momentos para la coreana que gemía sintiendo las lamidas lentas y bien repartidas de la menor.

No le costó mucho sentirse cerca, los movimientos de Mina eran tan buenos que jalo con fuerza de los cabellos de la joven.

—¡Aah!, dios por lo que más quieras Mina no te detengas —la quiso hundir más en su vagina —¡Mina!

—Bien hecho Nayeon...—trató de tomar fuerzas la extranjera mientras se levantaba mostrándole cómo se masturbaba.

Un orgasmo se formó en la universitaria y un gran gemido salió de los labios de Nayeon al sentir a Mina juguetear con su glande en su clítoris, alcanzando por primera vez un buen orgasmo durante el sexo. Eso debía de admitirlo, casi nunca lograba acabar con sus anteriores amantes.

Por otro lado Myoui tomó la mano de la mayor para que continuara con la paja, haciendo que su esperma saliera corriéndose en la mano de Im.

—Todavía falta lo mejor —cargó a Nayeon,  recostándola de nuevo en la cama pidiéndole que se abriera de piernas una vez más para ella mientras buscaba condones en la habitación.

Una vez ya puesto, se acercó como un depredador hambriento a ella. La coneja aún no del todo recuperada de su orgasmo obedeció, se sentía tan sumisa ante las palabras de Mina, pero como no estarlo en una situación así.

La enorme polla de la japonesa se adentró en las apretadisímas paredes de la coreana. Nayeon agradecía por una parte no ser virgen, habría tenido relaciones alrededor de tres o cuatro veces.

Sin embargo ninguno de los hombres con los que tuvo relaciones tenían un tamaño tan enorme.

—¡Mierda, Mina! —gimoteó Nayeon.

—Comienza a moverte conmigo cuando te sientas preparada —le aconsejó dando lentas embestidas mientras jugaba con los pechos de Im.

Con unos minutos pasados, Nayeon se sintió lista para más velocidad y se unió a los movimientos de cadera, acoplándose a los lentos movimientos pélvicos.

—M-más...—balbuceó llena de placer.

—¿Fuerte? —la ayudó a completar la frase Mina comenzando a dejar a un lado la delicadeza.

Con rudeza penetro con velocidad a la universitaria, las paredes se comenzaban a apretar cada vez en su miembro.

El sonido de los gemidos y jadeos de ambas resonaban por toda la habitación. La cama rechinaba por las embestidas y los testículos de Myoui impactando en el suave trasero de la coreana eran como música para Sharon que sentía que no aguantaría más.

Poco le importaban a las dos jóvenes que los vecinos se enteraran del acto que estaban cometiendo.

—Joder Nayeon, me voy a correr —anunció sin poder contenerse más.

—Yo —tomó aire tratando de hablar —Yo también —esta última frase lo dijo teniendo un segundo orgasmo.

Sharon miró lo sexy que se veía Nayeon, sudada y mordiéndose el labio para no gemir tan alto sufriendo un orgasmo. Su miembro no lo soportó más y el climax llegó a ésta.

—Ya he comprobado lo que tienes que tanto le gusta a todas —sin aliento habló la mayor.

Mina salió de Nayeon, acostándose a un lado de ella. Sintiéndose aún acalorada quiso limpiar el sudor que recorría el rostro de la coneja, así pues con su dedo pulgar quitó las gotas de la frente de Nayeon. Quien aún estaba consternada con lo que acababan de hacer.

Im peinó con pudor el flequillo de Mina que la miró a los ojos, sin poder decir palabra alguna. Myoui recuperó el aire y acto seguido cerró sus ojos y soltó de la nada:

—Creo que me gustas, Im Nayeon.

🤡

Ya les di el smut que tanto querían, dadle amor y comments <3

Nayeon al escuchar lo de Mina:

Mina:

No tengo nada más que decir, saquen sus conclusiones.