Media hora después de huir de los agentes de seguridad, 4:18 a.m:

La música relajada en la radio hizo que Momo cayera dormida como un bebé muerto de sueño, Mina en cambio tenía un mejor aspecto, Sana la veía de vez en cuando para preguntarle si estaba bien.

Debía de darse prisa si quería estar antes del amanecer en casa. Le faltaba poco para que le levantaran el castigo y ser libre de nuevo...

—Sana, tengo...tengo miedo. Ya no quiero vivir con Nayeon.

—¿Qué? ¿Por qué? —la rubia se sorprendió por la repentina confesión de su amiga.

—Estoy empezando a sentir cosas raras, cosas que nunca antes había sentido.

—Se llama amor Miguri —soltó una risita Sana al ver a la menor sonrojarse.

Visto así, le parecía adorable con las mejillas algo rojas y mirando al suelo avergonzada.

—No, no me gusta, es solo atracción. A mi no me puede gustar Nayeon.

—¿Por qué no? Si estuvieras con Nayeon seguro que verías todo de una forma diferente.

—A ella le gusta otro y yo soy un desastre, lo único que haría sería herirla...—Sana levantó una ceja asombrada por la empatía que estaba sintiendo Mina por una persona que no fuera ni ella misma ni Momo.

Se giró lo suficiente para ver a Mina con los ojos brillantes debido a las lágrimas que amenazaban con salir.

—Owww, Mina-chan llegará un momento en el que digas que la quieres con locura o aceptarás que te gusta. Por ahora sigue descubriendo esos bonitos sentimientos —habló enternecida Sana al ver tan vulnerable a su mejor amiga —mírate Nayeon esta transformando nuestro pingüino salvaje a uno adorable...

Mina le sonrió y se recostó en la ventana del coche para comenzar a cerrar los ojos.

—¿Y tú cómo sabes tanto de esto? Si nunca te ha gustado alguien de verdad Sana —bostezó la japonesa menor.

—Eso lo hablamos otro día...

Las mejillas de Sana se encendieron de un vívido color rojo, los momentos íntimos pasados con la chica de tez tan blanca vinieron a su cabeza en bucle.

Las clases de piano que tenían Sana y Dahyun en la universidad a escondidas debía seguir siendo eso, un secreto entre ellas dos.

🌺🌺

Día siguiente de salir de fiesta con sus dos mejores amigas:

Con un tremendo dolor de cabeza y un mal humor por haber llegado tarde gracias a que Nayeon no la despertó, bajo del bus con prisa. Iba tarde y seguro que el viejo de JYP, (como habían comenzado a llamarle Sana y Momo) quería hablar con ella ese día.

—Solo quiero la verdad Jinyoung —lo amenazó Lisa cogiéndolo fuertemente del brazo al chico que parecía tener ganas de mearse encima del miedo.

—¡Suéltalo joder! —salió a su defensa otro chico empujando lejos a la tailandesa.—¿Qué hace gentuza como ella aquí Jinyoung?

—No lo sé Kai, me ha dicho que quería hablar conmigo y...

Kai no dejó que terminara pues volvió a mirar mal a la tailandesa que aburrida observaba la escena que estaba montando. Su vista se desvió al ver que otra chica hacía presencia.

—Jennie...—susurró al verla y la mencionada ensanchó los ojos.

—¿Conoces a mi novia? —se giró hacia Jennie, no recibiendo respuesta alguna. —Quieres irte de una vez de aquí, llamaré a la policía y...

Sharon que ya había tenido suficiente se metió en medio.

—Kai, mejor lleva a tu amiguito a enfermería y deja que los profesionales nos encarguemos de esto —le guiñó un ojo usando un tono sarcástico.

Jinyoung solo calló y caminó de nuevo dentro de la universidad, muchas personas se estaban acercando a observar y no le convenía una mala reputación, así pues se fue con velocidad.

Ojalá Kai hubiera corrido la misma suerte de Jinyoung, el muy tonto enojado le lanzó un puñetazo a Mina que esquivó y consiguió derribarlo sentándose encima de él. Lo cogió por la oreja y comenzó a tirar de ella.

—Repite conmigo, no voy a golpear a personas como un retrasado.

—¡Que te follen! ¡Jennie! ¡Jennie dile algo!

—Creo que ha ido a buscar ayuda o se habrá ido porque ha sentido vergüenza de tener un novio tan inútil. Yo me decanto más por la segunda.

Kai forcejeó pero Mina lo tenía bien atrapado, dejó que Jennie se escaqueara de la universidad y fuera a dar un paseo con Lisa en su moto, después de todo quería devolverle varios favores.

Menos mal estaban en la parte trasera de la universidad porque sino ya se hubiera metido en problemas, aunque eso no quitaba que estudiantes pasaran cerca y se rieran de la situación.

—Vamos dilo —apretó más el agarre y el chico gimió.

—Vale, vale. No voy a golpear a personas como un retrasado.

—Así, bien hecho chico —se levantó Mina y revolvió su cabello caminando lentamente hacia la entrada principal donde fue sorprendida por una chica de menor estatura que la suya.

Chaeyoung le robó un beso, dejando algo sorprendida a Mina que solo pasó sus manos alrededor de su cintura y sin vergüenza alguna apretó su trasero.

—¿Qué haces?

—Estaba feliz de verte, acabo de ver lo que has hecho y es mejor que te escondas antes de que el director quiera hablar contigo.

—Tienes razón, pero me da igual.

La pelirosa rió y la volvió a abrazar mientras entraban a Yonsei.

Nayeon, observó todo desde la ventana, estaba repasando algunos apuntes con sus mejores amigas y las japonesas que acababan de terminar sus labores del día. Encima habían tenido que hacer algunas tareas de la japonesa menor.

Incómoda por la escena de Mina y Chaeyoung, dejó de observar por la ventana y quiso ir al baño a darse agua fría en la cara.

Momo abrió los ojos y fue tras ella ya que estaba mirando por la ventana al igual que la coreana, se había dado cuenta de ello. Im sintió la presencia de Hirai y se giró asustándola.

—¡Ah! ¡Nayeon! ¡Estas loca! —se llevó las manos al pecho.

—Perdón Momorin, luego te invito a lo que quieras —le dio un abrazo y Momo sonrió.

—¿Te dio celos ver a Minita con Chae?

—No, es solo que tenía calor —se justificó sin poder mirarla a los ojos.

—Siii, claroo soy tonta, pero no ciega, Sana y yo te la prestamos. Así se van juntas hoy —le propuso viendo como la mayor se echaba agua en la cara.

—Momo, vivo con ella nos veremos de igual manera.

—Bueno como quieras, solo te digo que las confesiones de camino a casa son mejor.

—¡Calla Momo! —se sonrojó Nayeon.

—¡Venga! ¡Si no te gustará el niño ese seguro que Mina estaría en primer lugar!

La coneja se quedó pensativa, ¿podría ser eso verdad?

—Pues la verdad yo...

—¡Momo! Tenemos que ir a hablar con el director.

Mina entró en el baño, buscando a su compañera, Jihyo le dijo que había ido al baño con Nayeon.

Im se sonrojó aún más y saludó con la mano tímidamente a la japonesa que acababa de entrar mientras arrastraba fuera del baño, recibiendo una mirada como saludo.

—¡Nayeon, quiero una respuesta antes de que se termine este mes!

La nipona menor miró raro a Hirai.

—¿Respuesta de qué ?

—Ya te diré, vamos con prisa, no quiero seguir limpiando la mierda de los demás.

Mina no muy convencida por la respuesta de Momo sólo siguió caminando en dirección del enorme despacho del director Park, Sana estaba esperando en la entrada impaciente.

—Ojalá sea para felicitarnos y no darnos más trabajo.

—Terrible, recemos —dijo Momo y las otras dos suspiraron.

🎂🎂

Mina se sentía afortunada, vaya que eso le había subido el ánimo. No le dio tiempo a contactar con Nayeon para preguntarle qué pensaba hacer.

Rebuscó unos de esos paquetes de ramen instantáneo y lo hizo para ella. Comió con ganas y estaba a punto de irse a echar una buena siesta cuando noto el cuerpo de Nayeon desparramado en la alfombra de la sala de estar.

Tenía varios libros alrededor y su portátil estaba encendido.

—Nayeon, hey, ve a dormir a la cama —la removió sin obtener respuesta alguna.

Myoui tomó aire, podría dejarla ahí tirada como la persona egoísta que en realidad era o podría tomarla y cargarla hasta su cama como buena persona.

Bueno, podrán suponer que opción escogió.

—Te odio —susurró Mina cargándola como princesa hasta su habitación, la dejó tendida en su cama y la arropó como era debido.

Estaba por irse cuando los brazos de Nayeon se enredaron en su cuerpo haciendo que cayera a la cama con ella.

—No te vayas...—dijo con voz ronca y con los ojos aún cerrados.

—¿Por qué debería de quedarme cuando tú no lo hiciste?

—Porque me quieres.

La nipona sintió un calor en su estómago y se giró mirando el rostro adormecido de su mayor. Se sintió tonta por caer tan fácil y dejarse manipular con palabras tan fáciles dichas por la coreana.

Se acomodó mejor pasando mano por la delicada cintura de Nayeon, Im se dejó llevar y abrazó a Mina escondiendo su rostro en el pecho de la menor, parecía estar oliendo a la japonesa.

—¿Por qué hueles tan bien?

—¿Eh? —se sonrojó Mina y no recibió ninguna respuesta.

Sharon sin saber que hacer se separó un poco para poder analizar bien el rostro adorable de la mayor, junto su frente con la de la coreana y comenzó a sentir tal y como Sana le mencionó que se sentiría.

Aunque estuviera medio borracha recordaba algunas cosas de la charla que tuvo con ella.

—¿Nayeon? —dijo algo fuerte, solo escucho los pequeños ronquidos que emitía Im.—Solo será un roce.

Myoui algo avergonzada juntos sus labios dándole un beso casto en los labios, no duro más de dos segundos pues Nayeon se revolvió un poco y Mina se asustó y como consecuencia cayó de la cama.

Aún sonrojada se sentó en la cama, la vergüenza era aún mayor y mirando aún a la coreana dormir plácidamente no pudo evitar pensar.

—Me estas haciendo algo Im Nayeon que me está volviendo loca aquí —se tocó el centro de su pecho, notando como latía como loco su corazón.

Nayeon que soñaba que estaba alimentado a pingüinos en compañía de sus amigas esbozó una sonrisa, pues en el sueño el pingüino le había dado un suave picotazo en los labios.

Si en realidad supiera lo que acababa de pasar...

🧸
3/4 Queda lo bueno :D