Terminó de escribir los últimos números que acababan de ser dictados por la muchacha de cabello corto. Había terminado en el baño de discapacitados con la chica llamada Eunha a la cual sin querer rayo su coche con su bicicleta al ir con tanta velocidad por quedarse dormida.

En un principio Mina quería morirse del asco, no quería enfrentar a niñas de papi tan temprano, pero cuando vio que la chica solo le pidió que la acompañara al baño y ahí pedirle que apuntara su número de teléfono no se negó.

Según Eunha solo quería ser algo más cercana a Mina. Claro que Mina no era tonta, ¿pero por qué debía desaprovechar una oportunidad con una chica bonita como Eunha?

—¿Me escribirás Myoui?

—Cuando tenga tiempo, nos vemos Eunha y perdón por lo del coche. —Mina se acercó para darle un beso en la comisura de los labios, dejando sonrojada a la contraria.

Con prisa abandonó el baño y fue al campus a buscar a sus mejores amigas, tenían un pequeño descanso de media hora y quería tirarse en uno de los árboles a descansar bajo su sombra.

Divisó inmediatamente una cabellera pelinegra, Nayeon estaba riendo mientras que Sana escupía agua de su boca al escuchar algo dicho por Momo y Jihyo. Jeongyeon regañaba a la rubia por su acción.

Mina sonrió, Momo y Sana estaban forzando una buena amistad con Nayeon y sus mejores amigas, no podía mentir diciendo que ella tampoco cuando en realidad se sentía bastante cómoda cuando estaba en compañía de las universitarias.

Nayeon que estaba bastante ocupada tratando de no mearse ahí mismo de la risa no se dio cuenta de la presencia de Mina de no ser por Sana que saltó a abrazarla.

—Miguri, siempre eres la última en llegar

—Déjala Sana está ocupada con sus pretendientas

—Hablando de pretendientas... —Jihyo miró a Nayeon que levantó una ceja y le pegó una patada a Jeongyeon que soltó una carcajada.

Para ser las más mayores eran las más agresivas entre ellas.

—¡Dubu! —soltó a Mina y abrazó colgándose como un koala de Dahyun que reía correspondiendo el abrazo.

Todas las chicas observaron a las menores que se habían acercado a el grupo que descansaba el poco tiempo que les quedaba antes de volver a sus labores de trabajo o estudio.

—Jihyo unnie —hizo una reverencia Tzuyu hacia Jihyo que le sonrió amablemente.

—¡Tenéis que conoceros! —bramó Momo cogiendo la mano de Dahyun sacándola de las garras de la cariñosa Sana.

Así fue como Momo presentó a Dahyun y Tzuyu a las universitarias que no tardaron en empatizar con las chicas. Nayeon fue tan extrovertida con todas e iba a saludar a la chica faltante; Chaeyoung.

Sin embargo está había acaparado ya la atención de Mina y se la estaba llevando algo lejos del grupo, cosa que no le agradó mucho. Estaba tomando la mano de Mina como si nada.

—¿Quién es ella? —le susurró Nayeon a Momo que estaba escuchando la conversación entre las demás.

—¿La pequeña?

—Sí la enana, quién es —se cruzó de brazo indignada.

—Chaeyoung, Son Chaeyoung —le dijo Momo con una sonrisa y luego frunció el ceño. —¿Estas celosa?

—Yo nunca tengo celos Momo, además no tengo por qué tenerlos. Mina ya me ha dejado claro que es una de esas que se acuestan con cinco chicas a la semana —desvío la mirada al ver como Mina sonreía escuchando cualquier cosa que le estuviera diciendo Chaeyoung.

Sin decir palabra alguna Nayeon se levantó con la excusa de que ya no faltaba nada para que empezaran sus clase, Jeongyeon se despidió de todas con un abrazo y fue tras su amiga.

Jihyo en cambio se quedó hablando con Tzuyu, se conocían de algo anteriormente. Y la cosa era que Tzuyu le había empezado a hablar a Jihyo desde que empezó a tomar actividades extra en la universidad como invitada honorífica y próxima miembro del club de interpretación escénica.

Jihyo por otro lado le encantaba la actitud educada, maravillosa y dulce que tenía la menor hacia ella.

—Sana no la estas dejando respirar.

—Eres tú la que la está agobiando —refutó Sana sentada encima de Dahyun.

En principio Dahyun se había sentado al lado de Jeongyeon, pero con la marcha de esta Sana y Momo se posicionaron a su lado. Sana en la izquierda y Momo a su derecha. La cosa se comenzó a torcer cuando Momo le empezó a susurrar cosas a Dahyun y Sana se quería enterar y se sentó en sus piernas.

Pobre Dahyun, pero tampoco se podía quejar mucho de su situación, hay personas que seguramente pagarían por estar en su lugar.

Volviendo a Chaeyoung y Mina. Estaban obviamente coqueteando.

—Unnie, entonces me ayudarías a sacar el material del gimnasio.

—Claro Chae, por mi no hay problema.

Mina pasó un brazo por la cintura de la pelirosa y así caminaron solo dándole una mirada a sus amigas, avisándoles así que no tardaban nada en volver.

Al llegar al supuesto gimnasio del cual Chaeyoung tenía que sacar materiales para su club, la menor saco las llaves y cuando Mina entró puso el seguro en la puerta.

—¿Chaeyoung? —preguntó Mina acercándose a observar que era lo que necesitaba —¿Qué quieres que saque?

—Podrías comenzar sacándote la camiseta.

La japonesa levantó ambas cejas y se giró para ver cómo Chaeyoung ya se había desecho de su parte superior quedando en un bonito sujetador negro. Una sonrisa no tardó en dibujarse en los labios de Mina, caminó lentamente hacia la menor que se sonrojó al sentir como Myoui la cargaba sin ningún problema y la apoyada en uno de los plintos*.

(plinto: Aparato gimnástico de forma rectangular y alargada, compuesto por varios cajones de madera superpuestos, de los cuales el superior va recubierto de una almohadilla para apoyar las manos; se usa para realizar diferentes tipos de ejercicios y saltos. Continúen con la lectura;D que yo no sabía como se llamaba esa cosa)

Chaeyoung dejó a Mina posicionarse entre sus piernas, las acarició desde la pantorrilla hasta su muslo llegando a su intimidad.

—¿Me has mentido solo para poder follar tranquilamente aquí, bebé? —le susurró la extranjera a la adolescente que sintió un escalofrío recorrerle la columna vertebral.

—Hoy tuve un sueño húmedo contigo unnie, quería que lo hicieras realidad.

—Sabes que solo tienes que pedirle y yo te lo daré, pero luego tú también tendrás que darme lo que quiero —murmuró besando el cuello de la contraria que jadeó al sentir algo abultado hacer roce con su centro.

Los movimientos pélvicos de Mina eran suaves y tentadores tanto que la menor no aguantó más y bajo su mano para apretar el bulto.

—La quiero dentro mío.

—Por mucho que quiera hacértelo aquí mismo no me parece el mejor lugar para follarte por primera vez Chae. Pero tranquila te haré sentir bien.

Y es que Mina no pudo ser menos sincera, enserio quería sentir la humedad de la chica, pero no sería justa para ella así que solo tendría que esperar un poco. Chaeyoung que solo asintió con la cabeza se aventuró a tomar los labios de la japonesa que respondió de forma agresiva al beso, comenzando por fin con esas caricias tentativas.

Las manos de la coreana se colaron por la camiseta de la muchacha excitada, que sin poner ningún pero dejo que tocara su duro abdomen mientras jugaba con la cremallera de su pantalón.

Mina no duró nada y metió finalmente su mano por las mallas de deporte de la pelirosa que se sobresaltó y dejó que jugara con su botón rosa como quisiera hasta llegar al orgasmo en un abrir y cerrar de ojos.

Myoui rió al ver lo poco que había durado la chica de pequeña estatura en cuanto comenzó a hacer movimientos circulares sobre su clítoris.

—Sí que estabas caliente, espero que te haya sido de ayuda pequeña.

—Umm unnie, déjeme ayudarla a usted también.

Aún con su cuerpo tembloroso de bajo del plinto y se puso de rodillas bajando lentamente el pantalón de Myoui hasta las rodillas dejando así al aire su miembro que tenía pequeñas gotas preseminales brotando de el.

Chaeyoung sonrió para sus adentros al ver como había conseguido dejar de excitada a su mayor.

Se metió el miembro a la boca y Mina sonrió extasiada, se molestó en peinar con cuidado el cabello algo desarreglado de la pelirosa y metió algunos dedos entre aquel cuidado cabello para ayudarse a conseguir un vaivén cómodo para su falo.

—Has mejorado —la felicitó Mina y Chaeyoung no tuvo tiempo para responder ya que Mina comenzó a penetrar su zona bucal.

La pobre menor sentía que podía ahogarse ahí mismo, parecía como si el miembro fuera más grande desde la última vez que lo tomó entre sus manos.

—No dejaré de follarte la boca hasta que me corra —la cogio con más fuerzas al notas que comenzaba a jugar con sus testiculos —Mierda Chae.

Sin aguantar más por culpa de la menor que mordió la punta de su extensión se corrió echando parte de su semen en en pecho descubierto de la joven que tenía una sonrisa lasciva.

—Unnie...

—Te besaría ahora mismo, pero no quiero saber qué sabor tiene mi semen —sonrío ayudando a la menor a colocarse sus prendas, causando una carcajada por la otra parte.

Ambas se miraron a los ojos y Chaeyoung se lanzó a los brazos de Mina, esta vez siendo más delicada y escondiendo su rostro en la cavidad que había en su cuello.

—Dime que soy la única...la única con la que haces estas cosas.

Sharon desvió la mirada, sentía la garganta seca y no supo que contestar, lo último que quería era herir los sentimientos de Son.

—Eres la única.

🥵🥵

Nayeon carraspeó, si ese idiota se creía que no se había dado cuenta de que la estaba siguiendo desde hacía día pasillos.

—Minhyuk. Para de seguirme, no soy sorda ni ciega.

—Princesa, necesitaba hablar contigo.

—No tenemos nada que hablar, te dije que no te quería volver a hablar.

—Está vez te lo estoy diciendo enserio Nayeon. Te extraño, joder.

La coreana suspiró y se giró metiéndole un empujón al confundido joven.

—Ya vete, pesado.

—Siempre me decías que no, pero en realidad querías decir que sí.

Nayeon sintió las manos del que acababa de hablar alrededor de su cintura y como su rostro se acercaba al suyo. Tuvo una sensación de asco.

—No pienso volver a ser tu trofeo —se alejó rápidamente y cuando se dio cuenta estaban completamente solos los dos.

Perfecto, siempre estaban a reventar los pasillos y ese día, justamente ese pasillo estaba más vacío que la nevera de su casa luego de que Momo se quedara a comer.

—¿Te está molestando Im? —inquirió Mina situándose a la derecha de la coreana, dándole una mirada asesina a Minhyuk.

—Yo puedo dejarle claro que me está molestando Myoui —le lanzó una mirada de odio al chica que miro igual de mal a Mina.

Minhyuk se acercó lo suficiente a Mina y sonrió cínicamente. La japonesa pudo entender a la perfección aquella sonrisa.

—Hyunjin, ¿teníamos que hablar con tu hermanita?

—Tenemos que hablar de muchas cosas —habló por fin aquella voz que tanto odiaba Mina.

Hyunjin apareció detrás de Mina y enredó su brazo en el cuello de esta, apretándolo cada vez más.

—Nayeon, vete esto no te incumbe —logró balbucear la nipona.

Nayeon haciendo ojos sordos solo se cruzó de brazos y agarró con fuerza el brazo del más alto tratando de retirar el musculoso brazo del cuello de su compañera de piso.

—Suéltala la estas hiriendo.

—Uy sí, perdón Nayeon no era mi intención—la soltó y Mina iba a soltarle un puñetazo sin embargo Minhyuk le señaló la cámara de seguridad.

Myoui estaba que echaba humo por las orejas.

—Mamá quiere que nos visites, no olvides a tu familia hermanita. Nos vemos, Nayeon.

—Adiós princesa —Minhyuk se acercó a darle un beso en la mejilla a Nayeon pero la mano de Mina lo evitó.

Puso su mano en medio para que los sucios labios de Minhyuk no tocara la mejilla de Nayeon.

La coreana miró asombrada la gran capacidad de reacción que tuvo Mina. Los chicos ya se habían ido para ese entonces.

Sin soltar palabra alguna Mina camino hacia la salida y Nayeon sin tener muy claro el por qué la siguió.

Mina explotó y le dió unas cuantas patadas a su bicicleta, después descargó su rabia dándole puñetazos.

—¡Mina para! —la tomó del brazo Nayeon y Mina siguió desquitándose con su bicicleta.

—Déjame en paz.

—Hey Mina mírame, concéntrate en mi —tomó por el rostro a la japonesa haciendo que la mirara directamente a los ojos, cosa que logró tranquilizarla.

—Lo siento. No pude evitarlo, cada vez que le veo me da asco.

Nayeon asintió en silencio y tomó la mano de la menor acariciándola suavemente, Mina algo confundida sintió su corazón latir como loco.

—Pobre bicicleta si antes era fea ahora está peor, pues no hay remedio. Nos vamos andando.

—¿No te lleva Jihyo en coche?

—Tenía una cita pendiente con alguien, Jeongyeon está ayudando a estudiar a Momo en la biblioteca y Sana no sé con quién andaba. Así que sí, nos vamos las dos juntas.

Mina soltó una carcajada y Nayeon frunció el ceño.

—No me mires así, es solo que no te veo caminando de aquí hasta casa.

—Pues lo he hecho, pingüino estúpido.

—Yo llevaré la bici en las manos y tú camina cerca mío así pareceremos pareja.

Nayeon rodó los ojos y comenzó a caminar sin esperar a la japonesa que hizo justamente lo antes mencionado.

—¿Quién era el tonto de antes?

—Mi ex.

Mina tragó saliva y sin saber por qué paro de golpe.

—¿Por qué te detienes? A este paso nunca vamos a llegar.

—Solo quería contemplar el atardecer...—mintió rápidamente.

—Ahh ¡sí es hermoso! —comentó Nayeon, con ilusión en sus ojos. Mina sonrió mirándola.

—Tú eres más hermosa.

La coreana se giró apenada a mirar a Mina que tenía el rostro sereno al decirlo, parecía decirlo ¿enserio o era una de sus bromas?

—Tú eres tonta —fue lo primero que pudo responder la mayor.

—Quizás —ladeó la cabeza Mina y continuó caminando tomando del manillar a la bicicleta.

A su lado la coreana tenía una sonrisa tonta por la frase dicha con anterioridad por Mina.