O1. El comienzo.
Lo recogió todo y luego miró por última vez lo que era su habitación, dónde había pasado sus últimos diecisiete años de su vida, dónde había pasado tardes enteras jugando a los videojuegos o riendo y hablando por horas y horas con sus mejores amigos de la infancia, esos dos descerebrados le hacían ver la vida de otra manera, se podría decir que eran su día a día.
Su vida no era una de en sueño, sus padres se pasaban día y noche discutiendo, sus dos hermanas eran un caso perdido, primero estaba su hermana mayor que aparecía y desaparecía cuando quería, Eunchae era el tipo de persona que aparentaba ser una niña adorable y perfecta con sus padres pero la verdad era que no era tan perfecta como decía ser. Era todo lo contrario.
Eunwoo, por Dios, cada día era menos soportable, se había convertido por completo en un niño malcriado y llorón que solo quería llamar la atención de su ocupado padre y madre, aún así Jungkook no lo culpa del todo, el también quería algo de atención, pero no especialmente de sus padres...
Volviendo al tema de padres, su madre era una mujer obsesionada con la apariencia y la perfección. Ella siempre había sido muy dura a la hora de educar a Jungkook, tanto que lo había hecho casi ser un robot sin sentimientos. Su padre o padrastro se ocupaba de el y su hermana Eunchae, Eunwoo sí era su hijo biológico, de ahí que fuera el más mimado ¿el padre biológico de Jungkook? Ese hombre raramente contactaba con el, estaba en Japón y su madre no le contaba mucho acerca de él, no era una gran figura paterna que digamos pero por fin le había servido de algo, le había afirmado a su madre que le ayudaría con su emancipación.
Las personas que más le habían ayudado en ello habían sido sus abuelos maternos, como los amaba y encima le habían conseguido un piso increíble para el.
Después de tantos pensamientos y razonamientos cerró la puerta segura de sí mismo, recorrió en silencio el pasillo mirando como Sachiko entrecerraba sus ojos mirando al castaño.
—Madre. —hizo una reverencia hacia su madre que solo respiró pesadamente.
—Asegúrate bien de lo que quieres hacer niño.
—Estoy seguro de ello...
—Márchate entonces, volverás. En eso te pareces a tu padre, nunca cumplía sus promesas —soltó una risa amarga mirando al adolescente que agarraba la maleta con fuerza aguantándose las ganas de responder.
—Lo siento, Sachiko. —bajó la mirada algo triste y abriendo la puerta, esperando algún abrazo o despedida por alguien en esa casa pero como pensó nadie se ofreció a nada y así se marchó de su infierno.
( ♡ )
—Aquí es —pensó Jungkook recordando las palabras e indicaciones de su abuela. Metió la llave en la ranura y abrió la puerta analizando lo espacioso y enorme que era el piso del apartamento. Incluso tenía muebles incluidos. —¡Esto es genial!
El japonés saltó encima del sofá que se veía más cómodo que una cama, hacía mucho que no disfrutaba tanto, estaba tan feliz que se estaba planteando en llamar a Wonwoo y Hoseok. Se bajó del sofá y se acomodó en el recostándose y buscando el móvil en los bolsillos traseros de su jean, buscó en contactos a su mejor amigo, pues suposo que donde fuera que estuviese Hoseok estaría Wonwoo y viceversa.
—¿Jungkook? —contestó Hoseok bostezando.
—¡Hoseok! ¿Está Wonwoo contigo? —chilló de alegría.
—Sí estábamos durmiendo aunque se suponía que íbamos a estudiar, oye ¿por qué estamos hablando en japonés? —se cuestionó Hoseok al notar que Jungkook había iniciado la conversación en su idioma natal.
—Porque estaba pensando en japonés y me daba pereza en coreano pero...¡da igual! Ponme en altavoz.
—Jungkook estaba soñando contigo y que te echamos de menos...—se puso sentimental Wonwoo con esa sexy voz ronca que le salía cuando se acababa de levantar.
—Wonu, nos vimos hace unas horas, ¿Se acuerdan de qué me iba a mudar a un piso bastante caro?
—Sí.
—Pues ya estoy aquí ¡chicos ya soy más o menos libre!
—¿Has escuchado Hoseok? ¡Crecen tan rápido!
—Bueno, no es para tanto ¿pueden pasaros mañana después del insti?
—Ya sabes que sí conejo, por cierto ¿de qué hay exámen mañana? Wonwoo dice que de física y yo de química pero no entendemos qué diferencia ha- —un portazo interrumpió la conversación
Un chico de pelo claro y tez blanca apareció por la puerta de la entrada con dos maletas, tenía una mirada adorable y en cuanto abrió la boca dejó ver sus aún más adorables dientecitos que adornaban a la perfección esas mejillas apretables.
—¡Only korean! —gritó el muchacho y rápidamente JungKook le colgó a sus amigos.
—Tranquilo sé hablar coreano...no quiero ser descortés ni nada pero ¿qué haces en mi casa? —habló en su tono normal sin estar tan alarmado como el chico que se encontraba enfrente de el.
—¿Tú? Es mía ¡me lo he ganado! ¡Llamaré a la señora del piso para denunciar que un desconocido se ha colado!
—El desconocido aquí eres tú. Mira, si no quieres problemas relájate —lo miró de forma amenazante y el pelinegro solo se enfado más.
—Bien ¡llama a la señora del piso!
—No me des órdenes, hazlo tú. —se cruzó de brazos y se sentó.
—Lo haré solo para echarte de aquí —habló entre dientes mientras la mujer contestaba a la llamada —Hola soy Park Jimin, el universitario...sí, sí señora, verá hay un chico que dice vivir aquí también, dice que supuestamente tiene alquilado el piso también, un chiste bueno ¿verdad?
¿Qué como se llama pues...?
—Jungkook, Jeon Jungkook.
—Se llama Jeon Jungkook, una locura verdad...¡ah, que no es una broma! Bien, pero en el anuncio no ponía nada de...¡no no! ¡Claro que me encanta el piso! ¡Entonces tendré que compartir piso! N-no es ningún inconveniente, gracias. —colgó y bajó la mirada para encontrarse con la de JungKook.
—Bueno, asunto arreglado, es lo que toca —se encogió de hombros el japonés y el coreano gruñó.
Los dos sentían que ya se habían visto alguna vez, tal vez era una tonta sensación. Jimin que todavía no se fiaba de JungKook, le propuso a la mujer del piso visitar el lugar y así discutirlo con más calma.
¿El resultado? No uno muy diferente, ya que ambos ya habían pagado por adelantado seis meses y otro siete (Jungkook). La mujer que era un poco mayor ya, miró a los dos chicos y sonrió.
—Perdón las molestias —hizo una reverencia y se marchó del lugar.
Jungkook estaba preocupado más por el error de la mujer al ponerlos bajo el mismo techo que tener que compartir piso. En cambio, Jimin estaba ya rojo de la rabia, tener que convivir con un desconocido no era la mejor noticia del día.
—Bien, cálmate Jimin ¿qué tan malo puede ser vivir con este chico? —pensó para sí mismo y luego se acercó más a Jungkook—Soy Park Jimin, estudio derecho en la universidad y tengo 19 años ¿tú en qué universidad estudias?
—¿Universidad? Todavía no he elegido ninguna, me llamo JungKook y tengo 17 años, voy a último año y creo que deberíamos llevarnos bien Jimin—se levantó haciendo una reverencia.
Jimin abrió los ojos como platos, el a la edad de JungKook estaba perfectamente acogida en su hogar, ¿qué hacía un chico como Jungkook allí?
—¡Tienes diecisiete! ¡Oh creía que tenías mi edad!
—Creíste mal y si te preguntas que hago aquí puedes estar más que calmado porque soy muy responsable, Jimin. Ahora si quieres te ayudo con tus maletas y empezamos una hermosa amistad de compañeros de piso.
—Te tomas muchas confianzas, deberías llamarme hyung.
—¿Debería? Si me disculpas —paso a su lado, queriendo conocer más la casa, necesitaba elegir una habitación.
—¿Adónde vas? —dijo Jimin adelantando al joven japonés, dándose cuenta de qué buscaba; las habitaciones.
Jungkook miraba la parte trasera de su ahora compañero de piso Jimin, tenía una figura muy bien cuidada, su trasero era voluminoso, parecía muy apretable, su cintura, sus piernas con ese jean azul marino oscuro y sus delgados brazos cogiendo con dificultad esas dos maletas.
—Tantas curvas y yo sin frenos...—murmuró Jeon observando sin ningún pudor de arriba a abajo la figura masculina del coreano.
—¿Qué? —preguntó Jimin sin entender lo último que había dicho el menor.
—Nada, déjame ayudarte que te veo apurado —le guiñó un ojo con una sonrisa y Jimin solo susurró un tímido "gracias".
El piso del apartamento tenía tres habitaciones, una con una cama matrimonial y con televisión plana, aparte de un bonito escritorio. Las otras dos simplonas, con cama y armario, nada fuera de lo normal.
—Quiero la cama matrimonial —se apresuró a hablar Jimin.
—No, esa es mía.
—Soy tu hyung y me escucharás, yo cogeré la de la cama matrimonial, niñito malcriado.
—Paso de discutir, usted gana hyung —le mostró una sonrisa falsa y Jimin lo ignoró mientras iba a recoger y desempacar sus cosas.
Los dos se miraron mal y JungKook apretó su puño, yendo a hacer lo mismo que su "hyung". Nunca lo llamaría así de nuevo.
Pasó algo de tiempo y JungKook se recostó en su pequeña cama, mañana le contaría con detalles todo a Wonwoo y Hoseok. Después haría algo para cenar y dormiría unas buenas horas. Se sentía bien estar libre.
—Oye tú, no es por fastidiar pero algo tendrás que comer —se recostó en el marco de la puerta el mayor.
—Ya lo sé, me da pereza —gruñó Jungkook sentándose en la cama.
—Bien, no pienso gastar mi dinero en ti —agito su pelo el coreano cruzado de brazos y saliendo de allí.
—Tampoco te lo pedí —bufó Jungkook recordando que no estaba tan solo como el quería.
¿Tan malo iba a ser compartir piso? ¿Qué es lo peor que podría pasar entre ellos dos? "¿Enamorarnos?" Pensó el japonés y se rió por aquella burda idea, con Jimin sería la última persona en la galaxia con la que se vería enamorado.
...
BTS/ KOOKMIN.
║▌│█║▌│ █║▌│█│║▌║
¡ adaptación permitida !
# gracias a heartshakxr por permitirme adaptarla. ♡
★ advertencias !
relaciones sexuales.
jungkook top.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro