Capítulo único
Y ahí se encontraba un azabache en su departamento sin poder conciliar el sueño nuevamente.
Se puso de pie y cambió su pijama por un pantalón oscuro y una camiseta blanca junto con su chaqueta de cuero y su cámara colgada de su cuello.
Camino por las calles tomando fotos a los edificios y personas que pasaban por su lado; pero, eso no era suficiente, sentía que algo faltaba dentro de sí. No sentía la inspiración que tanto amaba al tomar una fotografía, aunque la vista fuera hermosa en su lente pero no le transmitía nada más que una ciudad iluminada con personas en ella.
Su paso fue detenido al escuchar una fuerte música a su alrededor, le pareció extraño ya que pareciera como si fuera el único que se percató de esa melodía.
Siguió la música hasta un callejón, dudo mucho sí seguir con lo que parecía ser una locura ya que no conocía esa zona de la ciudad.
Tomando valor se adentra a aquel callejón oscuro, logrando escuchar la música más cerca, se trataba de música pop.
Se detuvo al ver a un grupo de jóvenes bailando, le llamó la atención aquello que parecía una batalla de baile.
Enfocó su cámara en un peli naranja que se movía al ritmo de la canción que él había identificado como "Let's get it stared". No evitó mover la cabeza ante el ritmo de la canción.
— ¡Wow! — formuló con asombro ante un paso que lo dejó perplejo por suerte lo tenía en fotografía.
— ¡Jhope! ¡Jhope! — Escucho como todos los jóvenes a su alrededor entonaban el nombre o sobrenombre de ese chico.
De pronto la música cambió a una melodía un poco más lírica, algo un poco más suave, lo distinguía como una canción contemporánea.
Un chico un poco más alto que el anterior empezó a bailar aquella canción, se movía bien pero no le transmitió la necesidad de tomarle fotografías. Al final pensaba que no tenía nada más que hacer en ese lugar así que dio unos pasos en dirección de dónde había venido.
Pero se detuvo al escuchar que la melodía se cambiaba a una más suave pero potente; giró sobre sus talones encontrándose a un chico de baja estatura vestido completamente de blanco y con una pequeña tela en sus manos, se acercó y se hizo un poco de espacio entre los chicos que lo rodeaban.
Aquella música le transmitía tristeza pero a la vez hacía sentir a su corazón muy cálido y todo por el chico que bailaba frente a todos.
Enfocó su cámara en la silueta de aquel rubio que bailaba como si fuera un ángel. Dio un enfoque dinámico para que se viera mejor aunque el fondo lo distorsionaba un poco; lo único que le importaba era capturar el rostro y los movimientos de aquel chico.
Tomó muchas más fotos de las que había pensado tomar y es que con ese chico las fotos y el sentimiento que transmitía no se acababa. De pronto en una parte de aquella canción, al chico frente a él se le habían escapado varias lágrimas; capturó el momento en el que la lágrima caía por su rostro. Lastimosamente para él la presentación de ese chico acabó, pero su corazón latía muy rápido al percatarse de que aquel rubio lo estaba observando con sus ojos color miel. Inevitablemente bajo la mirada avergonzado pero al levantarla de nuevo este ya no estaba al igual que el peli naranja.
Ya lo que parecía una competencia amistosa entre esos chicos había acabado dándole la victoria al grupo en el que pertenecía el rubio y el peli naranja. Todos los presentes se habían retirado quedando él solo en ese lugar.
Miraba las fotografías en su cámara ayudándose de la lámpara a su espalda. Le podrían decir loco por estar en un lugar oscuro sin nadie a la vista, claro por el riesgo que correría al estar en ese lugar.
— Fotografiar a escondidas es tu pasión por lo visto — giró sobre sus talones al escuchar una voz tras su espalda.
— ¿Disculpa? — observó al chico que estaba vestido por un pantalón de cuero rasgado de las rodillas y una camiseta básica gris junto a una chaqueta denim y claro sus botas negras.
— Observé cuando le tomaste fotos a mi hermano y luego me percaté de que me estabas tomando fotos a mí, pero me pareció raro que no le hayas hecho ni una sola al equipo contrario — El rubio se cruzó de brazos frente al azabache.
— Lo siento, sólo quería hacerles unas fotos, bailan muy bien y sentía inspiración cuando lo hacían lamento si les molestó — El chico frente a él negó.
— Para nada, Hoseok se quedó encantado por saber que alguien tal vez publicaría sus fotografías; en cambio por las fotos que pude observar cuando llegué, bueno yo no sé si quisiera que las publicaras o las mostraras.
— No pensaba publicarlas, solo tenía la idea de usarlas para mí proyecto en la universidad.
— Bueno, de igual forma esas fotografías que me hiciste no quisiera que las mostraras — se cruzó de brazos.
— Bien no lo haré; pero no me pidas que las borré porque haré caso omiso.
— Está bien quedatelas, pero con una condición — sonrió de medio lado, Jungkook pensó muy bien la situación antes de preguntar.
No conocía a ese chico, no sabía quién era, más sin embargo algo muy dentro de él le llamaba la atención.
— ¿Qué condición? — preguntó dejando su cámara colgada en su cuello.
— Invítame a comer algo — le regaló una sonrisa dejando caer sus brazos a cada lado de su cuerpo — No he comido nada y mi hermano se fue con su pareja dejándome plantado a mí.
El azabache rio ante el comentario del chico — Está bien, ¿Te parece ir a una pizzería? — pregunto.
— No debería pero sí — sonrió apenado.
— ¿Por qué no deberías? — pregunto.
— En mi universidad no me permiten comer nada grasoso, tengo que mantener una dieta — rasco su nuca — Pero, eso no me interesa en estos momento, solo quiero llenar mi estómago.
El rubio se acercó al azabache para luego salir de aquel callejón para caminar por las calles de la ciudad en busca de una pizzería abierta.
Jungkook observó su reloj en su muñeca, la hora marcaba las 11:00 de la noche, ¿Qué restaurante estaría abierto a esa hora?
— Emm, no sé si está abierta alguna pizzería a esta hora — se detuvo llamando la atención del más bajo.
El rubio acercó su muñeca dónde descansaba un reloj para confirmar que era demasiado tarde — Conozco una que está abierta todo la noche — comentó para seguir caminando por delante del azabache tras su espalda.
Jungkook soltó un suspiro para seguirlo.
No estaba prestando atención en el camino solo pensaba en el baile del chico frente a él. Salió de su mente para concentrarse en el cuerpo del chico. Su espalda era pequeña, más sin embargo se podía notar un poco definida, tenía unas piernas definidas que se resaltan por su pantalón y claro no pudo pasar por alto el trasero que este tenía; se dio cuenta de su atrevimiento al observar esa parte del cuerpo del chico — «No hagas eso Jeon » — Se auto recrimino por mirar de más, sus brazos eran delgados pero con algo de músculo que se marcaba con la chaqueta; de pronto recordó que aún no sabía el nombre del chico, aunque no sabría si este encuentro solo sería por esta noche.
— Llegamos — se detuvo al escuchar la voz del rubio y observó el lugar donde lo había llevado — Ven.
Entraron al local, era un establecimiento pequeño y rústico, no era un restaurante muy conocido por las pocas personas que estaban en ese lugar, o era eso o que eran los únicos que se les ocurría comer pizza a las 11 de la noche, claro ellos y una pareja que estaba en una de las mesas.
Tomaron asiento en una de las mesas junto a la ventana, uno frente al otro.
Ahora el azabache podía observar con más detenimiento el rostro del chico frente a él gracias a la claridad del local. Se fijó en sus facciones algo definidas, en sus ojos rasgados y su pequeña nariz que le pareció tierna, pues él la categorizó como un pequeño botón, sus mejillas algo regordetas y con un pequeño color carmesí en ellas, sus ojos bajaron hasta detenerse en sus labios. No sabía por qué pero aquellos labios gruesos y rojos cuál cereza le parecían muy apetitosos, se imaginaba como sería besarlo. Sacudió su cabeza ante el rumbo de sus pensamientos.
«Por dios apenas lo conozco» Se dijo mentalmente.
Agradeció que el chico se encontrará observando la carpeta. Su mirada se dirigió a un chico que se había puesto a su lado.
— Minie, ¿Que te trae por aquí? — el recién llegado se dirigió al rubio quien le regaló una sonrisa desapareciendo sus ojos en una línea.
— Hyung, bueno he venido a comer una de las deliciosas pizzas de Jin Hyung — El chico le devolvió la sonrisa — La misma de siempre.
El chico asintió y se retiró dejándolos nuevamente solos.
— Bien, ¿Qué hacía un fotógrafo por la ciudad de noche? — el rubio se inclinó sobre la mesa, dejando sus manos juntas sobre esta.
— Bueno, quería tomar unas fotos.
— ¿Qué te llevó hasta la competencia clandestina que teníamos? — Le pregunto — Aunque no era tan clandestina, la hemos venido preparando desde hace unos meses atrás.
— Bueno, escuche la música y me llamó la atención — Respondió — ¿Puedo hacerte una pregunta? — sus ojos se clavaron en el rostro del chico quien sonrió.
— Ya la estás haciendo.
— Aparte de eso — el rubio asintió sin quitar su sonrisa — ¿Cuál es tu nombre? —soltó aquella pregunta que llevaba picándole la lengua desde que vio al chico frente a él en el callejón.
— ¿Por qué quieres saber? — le pregunto luego de soltar un suspiro — No es como si nos volviéramos a ver luego de esto.
— Porque quiero saber quién es el chico que me ha chantajeado para que le invite a comer — respondió con algo de diversión.
— Jimin, Park Jimin — le respondió — ¿Y tú?
— Jungkook, Jeon Jungkook.
— Lindo nombre — Jimin se recargo sobre el asiento observando aquellos oscuros ojos frente a él.
— Gracias.
Jimin miraba hacia afuera, no sabía qué decir, tal vez la condición que le había puesto al chico no había sido la correcta. La puerta de la entrada avisó que nuevos clientes habían llegado y escucho aquella risa que por dos años había amado.
Sunhee entró en la pizzería junto a Baekhyun; su corazón se oprimió y sus ojos se llenaron de lágrimas al igual que en la competencia. La chica observó a Jimin pero apartó la mirada rápido, pues sentía mucha incomodidad el que su ex pareja estuviera en ese lugar, por otro lado Baek estaba igual, pero lo que sentía no era incomodidad, él sentía una tristeza enorme.
Jimin apartó su rostro regresando a ver por la ventana, por su mejilla se resbaló una pequeña lágrima que la quitó rápidamente, pero no había sido lo suficientemente rápido para evitar que el azabache frente a él no se hubiera dado cuenta.
— ¡Hey!, ¿Qué sucede? — Llamó su atención poniendo su mano sobre la del rubio, quien lo miró y fue ahí que Jungkook se dio cuenta de que al chico frente a él algo le había afectado.
Miró sobre el cuerpo del chico en unas tres mesas cercanas a una chica hablando con un chico pero, había momentos en que los dos giraron su mirada a la mesa en la que se encontraban.
Se puso de pie y se acercó al chico que los había atendido — Disculpa... — miro el gafete en su camiseta — Namjoon.
— ¿Qué sucede? ¿Se le ofrece algo?
— No — negó pero luego asintió — Bueno sí, ¿podrías darnos nuestra pizza para llevar?
— Claro — asintió luego de percatarse de la presencia de aquella pareja.
Jungkook regresó con Jimin pero esta vez no tomó asiento frente a él, en cambio se sentó a su lado abrazando a él rubio por los hombros.
Luego de unos minutos su pizza estaba lista por lo que salieron del lugar. Jimin caminaba un poco más atrás de Kook, se sentía muy avergonzado de que el azabache se hubiera dado cuenta.
Paro cuando se dio cuenta de que Jungkook había detenido su pasó, miró frente a él encontrándose con un edificio algo pequeño.
— Ven, entremos — Jungkook tomó su mano y no pasó desapercibido por parte de los dos aquella corriente que había recorrido sus cuerpos.
Entraron al edificio saludando al hombre mayor en la entrada.
Jimin se paró de repente provocando que Jungkook le observará con una de sus cejas alzada — ¿Dónde estamos?
— Aquí vivo — le dijo con una sonrisa en su rostro — No te haré nada, subiremos a la azotea, quiero mostrarte algo.
Jimin lo siguió al elevador dónde Kook presionó el último piso. El ambiente dentro no era incómodo, al contrario a pesar de lo mal que se había sentido por la presencia de quien había sido su novia junto a quien pensó había sido su mejor amigo. Todo ese sentimiento de dolor se había esfumado.
Las puertas del elevador se abrieron, Kook fue el primero en salir para caminar por el pasillo hasta el final de este y abrir una puerta de hierro.
— Después de tí — Jimin rio ya que el azabache había hecho una reverencia tal cual mayordomo.
Al salir se asombró por la belleza que tenía enfrente. Las luces de los edificios de la ciudad se podían observar desde ese lugar dándole un aspecto como si fueran estrellas; sonrió y se acercó al filo del edificio, miró a su izquierda encontrándose con lo que parecía ser una bodega.
— ¿Qué hay ahí? — Jungkook caminó hacia aquel lugar sacando una llave de su billetera y quitar el candado que la puerta tenía.
— Entra — Le invito a pasar luego de que él ingresará — Bienvenido a mi pequeño estudio y bodega.
Jimin miró a su alrededor, las paredes estaban repletas de fotografías muy hermosas ante la vista de cualquiera, había un pequeño sofá en el centro junto a unas sillas y una pequeña mesa.
— Es muy lindo — sonrió en dirección al azabache quien le devolvió la sonrisa — ¿Pero...?
— ¿Cómo lo pago aparte de mí departamento y mi facultad? — Terminó la pregunta que el rubio quería hacer pero no sabía cómo formularla — el departamento fue un obsequio de mi familia.
— Entiendo — Jimin tomó asiento en el sofá seguido de Jungkook quien dejó unos vasos con lo que parecía ser agua.
— No tengo bebidas, lo siento.
— No importa, el agua es más saludable — Rio tomando un sorbo de su vaso y quitar el rastro de sus labios. El azabache no evitó mirar nuevamente sus labios y para el rubio eso no pasó desapercibido.
— ¿Qué pasó en la pizzería? — Se atrevió a preguntar, pero se arrepintió al ver como el rostro del más bajo cambiaba a una expresión con un aura gris. — Lo siento, no tienes que responder y disculpa mi... — Sus palabras quedaron en el aire.
— Ella era mi pareja hasta hace unos días, la descubrí en las regaderas de la universidad follando con mi mejor amigo — Soltó aquello que le ocasiona un nudo en la garganta — Y quien la acompañaba era mi mejor amigo.
— Lo siento, no debí...
— Está bien, creo que para poder superar tengo que verlos a cada lugar que vaya —Sonrió con nostalgia.
— Ella no te merecía y él tampoco.
— ¿Por qué dices eso? No sabes nada de mí.
— No necesito saber nada para darme cuenta de lo maravilloso que puedes ser —Muy tarde se dio cuenta del significado de sus palabras - Lo siento.
El rubio se sonrojo, como alguien que apenas conocía podía ponerlo rojo y en el peor de los casos hacer que su corazón latiera como hace unos días lo había dejado de hacer.
— ¿Me puedes mostrar tus fotografías? — Cambio de tema, Jungkook asintió y se puso de pie para acercar aquella caja en la cual guarda algunas de sus fotografías.
Jimin con algo de pena tomó la que estaba encima; sus ojos se asombraron al ver aquella imagen, era Tae, el novio de su hermano, este estaba en el parque con Yeontan, recordaba ese día, pero no recordaba haber visto al azabache.
— Este día estaba con él en el parque — mencionó apuntando al chico de la foto —Es mi cuñado y este es su perro. ¿Cómo?
— La tomé sin su consentimiento, bueno en algunas sí se dio cuenta y cuando me iba a retirar me pidió que le diera aunque sea una de las fotos, Tae ahora es mi mejor amigo después de eso.
— ¿Mejor amigo?
— Sí — sonrió — Él me aconsejó en el momento en el que no tenía a nadie.
Jimin siguió observando las fotografías dándose cuenta que había una en la cual él era el modelo. Ese día estaba sentado bajo un árbol, recordaba que antes de eso había tenido una discusión con su ex novia y aparte había tenido una disputa con su catedrático; claro, en la fotografía no se le notaba el rostro nostálgico que tenía y todo porque llevaba una chamarra con gorro y aparte de su gorra puesta, solo se podía notar la mitad de su rostro.
— Este soy yo — su voz salió con una pizca de asombro ante la fotografía; giro su rostro donde se asustó un poco al ver a él azabache cerca de su rostro, sus narices se rozaban y sentían el aliento del contrario golpear sus rostros.
Olvidaron por un momento todo lo que estaba a su alrededor, perdiéndose cada uno en los ojos del contrario. Jungkook se apartó carraspeando su garganta.
Jimin sonrió al ver el sonrojo leve del chico en sus mejías.
El tiempo pasó, las fotos y la pizza ya se habían acabado, Jungkook se encontraba ansioso, quería saber más del chico a su lado pero no sabía cómo.
— Creo que es momento de que me retiré, gracias por la pizza — El de baja estatura se puso de pie ocasionando que por inercia Jungkook repitiera lo mismo — Y por hacerme olvidar lo de la pizzería.
Jimin camino hacia la salida; Jungkook no quería dejarlo ir, no sabía si lo volvería a ver y tenía miedo a que sus caminos no se volvieran a encontrar. Se acercó al rubio y tomó su mano.
— Espera, ¿Me podrías dar tu número? — preguntó avergonzado, no sabía qué hacer y fue lo primero que se le ocurrió para tener comunicación con el chico.
Jimin asintió sacando su celular de su bolsillo y extenderlo al azabache quien anotó su número, Jungkook sacó el suyo dándose al rubio quien repitió la acción.
— Ahora sí, nos veamos Jeon.
Días después.
— Tae ya te dije que no — El rubio se negó a la petición de su amigo.
Resumiendo un poco de lo que había ocurrido esos días, Jimin y Jungkook hablaban por mensajes, no había día en que un mensaje de buenos días no estuviera en su buzón a la hora de despertar. Pero a veces olvida que tenía a un amigo algo curioso y testarudo que no lo dejaría tranquilo si se enteraba sobre ello.
— Vamos, dime quién es o le diré a Hobi que te estás mensajeando con un extraño —Le chantajeó, Jimin abrió sus ojos ante el asombro de lo que había dicho su cuñado y amigo.
— No serías capaz, Kim Taehyung.
— No me tientes Park Jimin - Jimin bufo antes de acceder.
— Está bien, te diré.
— ¡Eso! — Tae celebró para luego recomponer su postura en el sofá— Te escucho.
— Tú lo conoces, es Jeon Jungkook, tu mejor amigo.
— Espera... — el de cabello rizado analizó las palabras de su amigo — ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde?
— Stop, Kim — El rubio puso una mano frente a su rostro.
— Vamos, dímelo todo.
— Nos conocimos en la competencia de hace dos semanas, él había hecho una fotos de Hoseok y de mí pero le pedí que no mostraras las mías, en cambio él me dijo que no las iba a borrar, ten en cuenta que ese día no había ingerido nada más que un gimbab — le advirtió antes de que su amigo dijera cualquier tontería.
— Le pediste que te invitará comer, ¿No es así? — Tae lo observó con los ojos entrecerrados, Jimin solo asintió— No cambias.
— Tenía hambre, pero tal vez le hubiera pedido otra cosa, lo lleve a la pizzería de Jin y Nam, mala idea — rio — Me encontré con Hee y Baek.
— Mierda.
— Jungkook me sacó de ahí y me llevó a su edificio, la pasé bien, el me hizo olvidar todo lo que tenía que ver con Sunhee, desde hace días estoy diferente a como lo estaba en meses.
— Y eso se nota, sonríes más, sales más con nosotros y pasas más tiempo con el celular que con la vida de afuera.
— Bueno, quedamos en ir a una feria hoy — miro su reloj dándose cuenta que solo tiene media hora antes de reunirse con el azabache — ¡Joder!, Tae ayúdame a alistarme — Tomo la mano de su amigo y lo llevo a su habitación.
Luego de unos minutos que para los dos chicos habían sido muy cortos, el rubio ya estaba listo. Su atuendo consistía en una camiseta básica y unos pantalones oscuros y sus botas de combate.
— Te ves bien, además tu cabello te hace ver muy sexy, no me imagino el rostro de Jeon cuando te vea, se le caerán los ojos.
— No seas exagerado— se miró en el espejo de su habitación, Tae no exageraba, se veía bien.
— No lo soy, Kook tiene suerte de que seas Bi.
— No me des falsas ilusiones Tae.
— No te las doy Jimin, Jungkook no es ni hetero, ni mucho menos bi, ese es más gay que yo y tú juntos — se sentó sobre la cama mirando con una sonrisa a su amigo, Jimin se giró sobre sus talones — ¿No me digas que no te lo había dicho?
— No, pero... — Rio ante lo que diría a continuación — Tae, tú eres gay.
— ¡Ya! — se levantó y empujó al rubio a la salida, tomando sus cosas — Vuela de aquí mariposa.
Jimin se carcajeó antes de despedirse y salir hacia la feria, donde se encontraría con el azabache.
En la entrada de esta se encontraba un azabache vestido casi igual que él, solo que en vez de traer jeans oscuros los suyos eran de un color azul.
Se paró frente a él con una sonrisa.
— Te ves muy bien — sonrió mirando el rostro del rubio frente a él.
— ¿Solo bien? — preguntó con un puchero, pues a pesar de que hace dos semanas que no se habían vuelto a ver, siempre enviaban fotos de ellos y fue cuando Jimin descubrió que al azabache le gustaba cuando él los hacía.
— Te ves malditamente sexy, creo que este día tendré que degollar a algunas personas — el rubio soltó una carcajada ante el comentario del contrario.
— Tú no te quedas atrás — le guiño un ojo descaradamente para luego tomar su mano y entrar a la feria.
Se la pasaron entre juegos, risas y una que otra mirada de asesino por parte del azabache al ver a más de un chico mirando a su rubio.
Jimin se detuvo frente a un establecimiento de puntería. Jalo el cuerpo del más alto hasta ese lugar.
— Quiero probar — le dijo al chico quien era dueño de esa carpa.
El chico le sonrió contagiándose por la emoción del chico, Kook lo observaba a la par del rubio, quien empezó a lanzar los dardos; celebró cuando se dio cuenta de que había ganado.
— Sí que eres bueno — el chico le entregó una pequeña caja — Espero disfrutes tu premio.
Jimin abrió aquella caja donde había dos pulseras de fantasía muy lindas. Él chico le guiño para luego señalar con su mirada al azabache. Jimin entendió entonces a qué se refería, no pasó mucho para que sus mejillas se tiñeron de rosa.
Se despidió y tomó la mano de Kook para salir de la feria, pues habían acordado en ir a ver una película luego de eso.
— ¿Qué tiene la caja? — Jungkook trató de tomar la pequeña caja blanca que estaba en el bolsillo de la chaqueta del rubio.
— No es nada — Jimin se sentía nervioso y no sabía el porqué, solo quería que el azabache olvidara el hecho que en su chaqueta se encontraba una caja.
Jungkook al notar el nerviosismo del más bajo trato de olvidar lo que éste ocultaba, o bueno, ocultar que él sabía de qué se trataba.
Llegaron al cine donde compraron entradas para ver una película animada. Sí, sí una película animada. Algo que a ellos les gustaba, más al rubio quien se encontraba con una sonrisa en sus labios.
Al llegar a la sala empezaron a juguetear con las palomitas y tomarse fotos antes de que la película empezará. Lo que no sabía el rubio era que todo ese día había sido planeado por el azabache a su lado.
Al terminar la película se dirigieron a su próxima parada la cual sería un pequeño parque cerca del departamento de ambos.
— ¿Qué hacemos aquí? — Jimin se detuvo observando a las diferentes parejas que estaban sentadas sobre el césped.
— Pues, te quería traer para un show de luces.
El rubio asintió, aunque sabía que algo tramaba el más alto; tomaron asiento manteniendo una distancia entre los dos, pues aunque no lo quisieran admitir la cercanía del contrario los ponía nerviosos, más al azabache que no paraba de observar su celular.
La atención de todos se concentró en el cielo, varios fuegos artificiales hicieron acto de presencia llamando la atención no solo del rubio y el azabache sino de todos los que se encontraban en ese lugar.
Jimin se encontraba asombrado por la belleza que podía presenciar. De pronto las luces hicieron un pequeño corazón con el nombre de él en el medio, Jungkook lo tomó de la cintura y posó su barbilla en el hueco de la unión del cuello y hombro del rubio quien se había llevado sus manos al rostro.
Luego de eso varias luces estallaron al mismo tiempo formando un "I Love U". Los presentes se derritieron ante esa escena, deseando que algo así les pasará a ellos.
Jungkook se sentía avergonzado y nervioso por la reacción de Jimin y se notaba al respirar muy rápido sobre el cuello de este.
— ¿Kook? — Jimin se dio la vuelta apartando un poco el cuerpo del azabache del suyo — ¿Tú?
Jungkook no sabía que decir por lo que asintió — Sé que acabas de salir de una relación y que apenas llevamos dos semanas conociéndonos, pero a mí solo me alcanzó una noche para saber lo maravilloso que eres, para decir que me gustas.
— Jungkook... — El rubio fue callado por el azabache quien tomó la caja de la chaqueta de él.
— Solo, dame una oportunidad Park Jimin, una sola oportunidad para poder enfocar tu corazón y amor en mí así como yo enfoque el mío en tí — saco las dos pulseras de la caja. Jungkook tomó una de las pulseras para dársela a Jimin quien miraba dudoso, pues se sentía confundido.
Hace dos semanas descubrió a su mejor amigo con su novia, no podría mentir diciendo que eso no le dolió, que no lo había destrozado, pues dos personas que amaba lo traicionaron y al mismo tiempo; por otro lado estaba el chico frente a él, quien lo había hecho olvidar por momentos lo desastroso que fue para él, pero de igual forma había empezado a armar su corazón de a poco.
Dio un suspiro mirando a su alrededor dónde nadie les prestaba atención. Acercó su mano a la del más alto para tomar la pulsera en sus manos y ponerla en la muñeca izquierda del contrario.
— Te daré las oportunidades que quieras para hacer que mi corazón se enfoque en tí — mencionó, a Kook se le formó una sonrisa en el rostro dejando atrás el miedo que se había formado dentro de él durante todo el día. Puso con emoción la otra parte de la pulsera en la muñeca izquierda de rubio quien sonrió ante la emoción del contrario.
— Gracias — Jungkook tomó el rostro de Jimin en sus manos para rozar sus narices, aunque se estuviera muriendo de ansias por probar aquellas cerezas que lo habían tentado desde un principio.
Jimin miro los ojos del azabache para luego unir sus labios en un roce y .luego separarse y ver el rostro del chico frente a él quien se encontraba en shock, con una sonrisa en el rostro volvió a unir sus labios está vez tomando al azabache de su cabello.
Lo que había comenzado con una noche de insomnio terminó siendo la mejor noche para Kook, quien había encontrado al ángel más bello ante sus ojos, ese chico que le demostraba mil y un emociones, que le había parecido inalcanzable e inolvidable, pues esa noche la añoraria siempre.
Después de todo no solo fue un enfoque de imagen, sino también de sentimientos
Sé que tal vez no es el mejor O.S que he escrito pero me gustó mucho como me quedó y espero que a ustedes también les haya gustado.
No sabía si lo publicaría o no, aunque me gustó no sentía que estaba listo para salir de borradores pero bueno al final me decidí en publicarlo.
Solo espero que a ustedes les guste al igual que a mí me gustó
Cantidad de palabras: 4817
I Purple U 💜
S. Black Angel 🖤
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro