Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 9: "Una propuesta difícil"

El pelimorado no pudo evitar hacer un puchero mientras se vestía con sus nuevos atuendos asignados. Hoy era estreno de función después de que todo el día de ayer estuvieron pausados, mientras notaba con total pena como habrían quitado los trapecios del escenario... Su show nunca había sido cancelado en ninguna ciudad... Y ahora mucho menos iba a saber cuando volvería.

Suspiró con total desgano. ¿Payaso? ¿A eso le llevaba ese estúpido accidente?... Ser payaso era lo más denigrante que podía tocarle hacer, nunca nadie los tomaba en serio y siempre se gastaban bromas realmente malas y pesadas. Además, ¿porqué le tocaría ser a él un payaso, cuando en verdadero responsable de aquel accidente seguía suelto por ahí? ¿Y si trataban de lastimarle de nuevo? No quería pensar en eso, tampoco sabía a quién podía caerle tan mal, si técnicamente se llevaba bien con todos en ese lugar. Todos... Eran familia, ¿Verdad?...

Quizás... Quizás alguien no le estaba viendo de esa manera y quizás solo estaba siendo una carga para todos. Después de todo, fue abandonado en ese lugar y el abandono de sus... "Padres"... Pudo haber generado algún tipo de rencor.

Quizás solo estaban cuidándola porque se sentían obligados a hacerlo, después de todo, ¿quién querría a un chico que solo ovacionó problemas desde el momento en que nació? Y que además solo seguía causando problemas.

Limpió su cara, no estaba pensando con claridad esos últimos días, todos actuaban tan raro que no sabía si resignarse a ellos y seguirles la corriente i solo tratar de hacer un enfuerzo por tratar de entender...

- Hey, hey, hey! Miren quién tenemos aqui... - se oyó detrás de él de una forma muy burlona, a lo que no tardó en cerrar sus ojos con pesar.

- Recién caído de los cielos, el accidente humano... - sip, ahí estaban ellos! Sus nuevos colegas de espectáculo. No sabía porque los payasos eran tan... Pesados al momento de bromear, pero estos dos eran un caso bastante particular según su humilde opinión.

- Umh, ver, que vamos a trabajar juntos a partir de ahora...- diría con un poco de desanimos el ojirubi notando como el peliazul se recargaba de su hombro con una sonrisa altanera y el pelinaranja que lo acompañaba le daba una palmada en su espalda.

- Cierto, cierto! Debemos sentirnos honrados Oxy! La estrellita baja del cielo para hacer brillar nuestros actos...- rió con gracia el peliazul mientras sacaba la lengua.

-Umh! Pues vamos a darle una buena bienvenida en el acto de hoy! - decía el mas alto antes de batir los cabellos morados con algo de brusquedad, no tardó en notar algo curioso en el pequeño trapecista, además de que era cierto de que estos eran bastante frágiles -... Onnie. Este enano no sabe pintarse, ayúdale un poco...- sonrió sujetando los hombros de forma amistosa mientras el peliazul asentía y tomaba un labial y un polvo blanco que golpeó repentinamente en la cara del pelimorado.

- El maquillaje se usa para que tape toda tu horrible cara...- decia con gracia y pintaba de forma gruesa los labios del pelimorado, riendo un poco sacarron - ¿Lo vez? Funciona. Ya te quitó la cara de fiasco, jajajajaja...- rió junto al más alto, mientras le soltaban de buena vez y le dejaban de lado. Recordándole que eran el primer acto asique debía apresurarse si quería salir a tiempo para su bienvenida.

- ¡Puff!- escupió ligeramente algo de polvo que había quedado dentro de su boca, antes de mirarse al espejo... Realmente... No era como lucia todos los días antes de salir a escena y para peor... Nadie nunca antes le había dicho que era horrible... Y ciertamente no podía evitar sentirlo con ese desprolijo en su rostro, casi no se reconocía.

Hizo un breve puchero antes de simplemente tomar una toalla ligeramente humeda y comenzar a quitarse el exceso de lápiz labial. Bueno, debería acostumbrarse a esos tratos, ¿Verdad?.

- No se si Bonnie vaya a estar bien con los payasos. Ya sabes como son...- susurró Bombón mientras el pelirrojo suspiraba y continuaba practicando su viejo acto de  malabarista con riesgos, como por ejemplo... Malabares con cuchillos.

La verdad a él no le preocupaban tanto los payasos, Onnie, Oxy y Deuz eran inofensivos, un poco pesados pero nada grave, lo único que le preocupaba realmente era que quién sea que fuera esa persona que quería sabotear a Bonnie, no fuera a detenerse con un intenso fallido. Resopló, pobre conejito, no se merecía todo lo que le pasaba ciertamente.

Por otro lado.

Cierto moreno, de cabellos turquesas se encontraba comiendo justo frente al televisor como muchos jovenes la verdad, ese día su padre tenía un toneo de campeonato y le había pedido no ir ya que verlo le distraía y podía costarle la pelea. Suspiró, ¡Que desgracia! Justo cuando pensaba que esa noche podía tener una cita con la chica trapecista su viejo le salía con eso. Aunque según Joy eso era un "MILAGRO", ya que seguro la espantaba si la llevaba a un sitio como ese y bueno... Quizás si se lo creía un poco, es que Bonnie se veía fina y delicada, ¡¿Cómo se le ocurrió llevarla a un sitio tan vieolento?!

En fin, aún así tenía ganas de verla asi que...

- Creo que solo iré a explicarle que nuestra cita de hoy, no podrá ser pero... Mañana podemos hacer otra cosa y...- se ruborizó, ¿Porqué ultimente sentia que actuaba como tonto? Quizás, el amor le estaba pegando bastante feo está vez, ¡Casi como en Knockouts que ese luchador le aplicó a su enemigo!

Regresando a la carpa.

Cierto hombre mayor se encontraba recargado de aquella edificación, solo mirando como el chico de ojos rojos limpiaba su rostro con un paño suave, suspiró.

- Si te molestan puedes decirles que paren...- comentó llamando la atención del joven - Ellos saben perfectamente que no quiero disputas en mi circo - aseguró mientras el otro negaba con la cabeza y afirmaba que él solo se había maquillado de esa forma, valla que a Bonnie no le gustaban los problemas!

- No discutíamos, solo... Me introducían a el nuevo show...- suspiraba casi con resignación el menor, mientras terminaba de limpiar hasta la comisura de sus labios y miraba el rostro indiferente de su jefe, quién sabe en que cosas estaría pensando. Y a la vez, quizá contradecir un poco su palabra no era lo más indicado en ese momento en el que necesitaba....

- Umh. Señor...- murmuró mientras se giraba sobre su cuerpo y juntaba sus manos ligeramente al enfocar a el pelilargo mayor-... Yo, sé que no debería preguntarlo, pero... No podría, ¿regresarme mi trabajo anterior...? Realmente no creo que pueda competir con esto, los chicos tienen razón. No tengo gracia y... Ciertamente no creo que pueda pagar la deuda, con este trabajo...- suspiró con sus mejillas totalmente rojas, no era común pedirle  a su jefe un cambio nuevo de trabajo aún cuando esté ya  le ofreció ese, pero quizá sí lo veía por un lado más económico, haría cambiar a ese tipo de opinión.

- ¿Y dices que no te estan molestando? Ni siquiera has dado tu primer espectáculo y ya me estas pidiendo salir... - dijo con el ceño completamente fruncido mientras el chico frente a él  se erizaba y agachaba la cabeza. Oh, no... No quería causarle miedo - Bonnie, estuviste a punto de morir... Lo que pasó ayer fue muy grave y no puedo dar margen a que pase de nuevo...- admitió inclinándose, tratando de quedar frente al contrario - Hubo un saboteo, y creo que fue interno.- razonó cuándo el chico levantó su triste mirada... No pudo más que levantar su mano y colocarla en su mejilla con mucha suavidad, NO pudo evitarlo! Era más fuerte que él...

Esa piel tan suave, ese olor a moras que le hacía vibrar en la noche, abrazar su almohada y imaginar ese delicado cuerpo a su lado.

- No puedo permitir que nada malo te pase...- susurró finalmente, temblando en esa delicada línea de cordura, rindiéndose ante los encantos de esa bella criatura que tenía años embrujandole. Mientras él, como incauta presa trataba de escapar, pero... Ya no. Joder, comenzaba a importarle muy poco su ética y eso le preocupaba. - Eres mi más valiosa estrella...- relamió sus labios, pasando lentamente su mano desde la mejilla, hasta el cuello del otro... Casi como si no pudiera detenerse - ¿Te... Urge tanto pagar la deuda? - tragó saliva - Podríamos... Llegar a un acuerdo...

El pelimorado se erizó, literalmente la piel de sus brazos y piernas se crizpaba lentamente, mientras su mirada sorprendia no podía apartarse de quella color magenta, la mano de este... Acariciando suavemente sus cabellos.

- Se-... Unh...- tragó ligeramente mientras su pecho se desbocaba con un suave palpitar. No estaba seguro de porque, pero aquella mirada le... Intimidaba un poco, sus palabras le paralizaban.

Negó suavemente, mientras su mirada se desviaba ligeramente hacia un lado antes de replantearse. Se suponía que estaba sintiendo la presión de esa deuda por parte de este hombre, ¿que ahora procuraba su bienestar?.

- U-usted, necesita que la pague... ¿Verdad?...- preguntó, bueno por su parte sentía que si saldaba cuentas, se estaría quitando una terrible presión de encima. Después de todo a ningún hombre le gustaba tener deudas, eran las principales causas de estrés y él a veces sabía pasarla muy mal cuando, le descontaban sus días de sueldo o no le pagaban. Y ahora que su empleo era más... Inútil, solo podía sentir más impotencia. Parpadeó un par de veces. No era momento para mostrarse débil o llorar- ¿Que... Tipo de acuerdo...?- murmuró curioso pero con la suficiente antelación. No sabía porque pero... Un trato no siempre sabía ser justo según experiencias ajenas.

- Bonnie, ven acá... - susurró extendo su mano, para tomar posesivamente una de las manos del menor... Y poco después hizo lo mismo con la otra, cruzando sus miradas. Ese niño, era su perdición... Lo sabía, si le decía aquello que le quemaba la garganta por salir y decirlo, se iba a condenar a si mismo... Le demostraría a ese niño que tenía poder sobre él... El mismo poder que le dió a su madre... El poder de destruir cuánto quisiera sin miramientos o importancia, pero... Ya no podía contenerlo más. Necesitaba, aún que fuera una vez, sentir que se unía a ese precioso ángel, incluso se atrevía a pensar que si huía después de eso... Le dejaría encontrar su libertad.

Pero que estúpido se sentía a sus años, embriagado de amor por un niño torpe y desamparado como ese.

- Me olvidaré de tu deuda... Me olvidaré de absolutamente todo, TODO lo que debes...- susurró haciendo que el joven abriera sus ojos con sorpresa, aprovechando la soledad de su encuentro comenzó a soltar lentamente las manos del otro para acariciar despacio sus brazos- Me encargaré de hacerte jefe. No tendrás que actuar más, sino deseas hacerlo. Comerás solo lo mejor... - internó un poco sus dedos en esa suave piel blanca como la leche.- Se acabaron las carencias para ti Bonnie... Nadie nunca más volverán a molestarte, tendrás todo a manos llenas.-para ese punto la confusión en el rostro del otro era tan notoria que no podía ignorarse.- No más hambre, no más noches a la intemperie, no más soledad... Me tendrás a mi para todo lo que quieras...- relamió sus labios con nerviosismo - Y tú, para alcanzar todo eso... - con gracia su manos dejaron de acariciar los brazos del chico, solo para atrapar su pequeña cintura - Solo... Tendrás que... Aceptar, ser mi amante...

Agregó tajante, intenso, estaba seguro de que al joven le costaría procesarlo de un segundo al otro. Parecía incluso haber dejado de respirar y no era para menos...

Su corazón se sintió paralizado... Y es que realmente sentía que no podía moverse... No atinaba a más que sentir esa calidez extraña de las manos del ojiambar al presionar su cadera, de una forma ajena que no podía sentir. Y su cerebro todavía no terminaba de procesar...

¿Estaban ofreciéndole, toda una vida llena de lujos, (algo que nunca tuvo, debía considerar) A cambio de ser... El amante de su jefe?

No sabía que clase de trato era ese, después de todo no iba ni al caso, era dinero fácil, no podía ni sabía responder a esa propuesta. Realmente sentía que se estaba mareando en ese momento, sus latidos no, ¡no le estaban dejando pensar! Y sus pies pelliscaban ligeramente el césped que estaba pisando... Y...  Su mirada...

Explícitamente, era como si tuviera un torbellino en su cabeza. Debía sentarse, sentía que necesitaba pensarlo con todo el detenimiento del mundo, el problema era que... El mundo no se detenía... Pues... Lentamente podía escuchar las bocinas del altoparlante anunciando la bienvenida al público dentro de las carpas.

- Ugh...- gruñó aquel sujeto al escuchar, anunciarse los actos, ¡Joder!, ¿porque ahora?- Escucha Bonnie..- susurró, aquel sujeto apretando un poco más la cintura del chico - Mi oferta no la va a mejorar nadie... Piensa todo lo bueno que tendrás, a cambio de tan poco. Jamás tendrás que volver a sufrir bajo mi protección, nadie se atrevería siquiera a intentar hacerte daño...- suspiró casi sintiendose agitación cuando atrajo más a ese joven hacia sí. - Solo, tienes que ser mío... Solo mío...- murmuraría al oído del mismo, bastante tentado a llevar sus mano a el cierre de la espalda que poseía aquel traje y solo deleitarse en ese momento con algo que había estado esperando. Pero no, no podía hacer eso, mínimamente debía darle la opción de elegir, ¿que tan parecido a ella podía ser? - Piénsalo...- concluyó soltando el cuerpo del menor mientras acomodaba su corbata y enderesaba su postura. - Y cuando termine el acto, ven a mi habitación... A comunicarme tu decisión.- sonrió con cierta malicia que no pudo evitar disimular - Te espero...- sin más, solo se adentró de nuevo en aquel lugar, dejando a aquel confundido chico justo en el mismo sitio dónde le había encontrado.

El pelimorado parpadeo, varias veces antes de sentir que retrocedía con lentitud y simplemente caía al suelo, sentado.

¿Que acababa de pasar?... ¿Qué demoniso... Fue todo eso?

Realmente acavaban de, proponerle ese tipo de, "solución" a sus problemas? ¿Pero, que pasaría con sus amigos, y que estos pensarían si llegaba a aceptar? además... Si, quería una vida resuelta, pero siempre había pensando que escaparse era la mejor solución, después de todo solo era peso muerto y ahora... ¿Pasaba esto?

¿Acaso esta era la respuesta que le brindaban sus suplicas. Para no tener que huir a un futuro sin nada y concervar una vida junto a personas que le querían? ¿Ellos, realmente le querían? Foxy y BonBon si, pero... ¿Su Jefe?

¡Pero si hasta ayer casi le matan! Y... Realmente... No sabía que demonios debía hacer, había demasiadas cosas en su cabeza, tantas preguntas que...

- ¡¡BONNIE!! ¡A escena! ¡¿Que esperas hombre?! - oyó gritar a uno de sus compañeros de circo, antes de simplemente ponerse de pie por pura hinhercia y solo comenzar a caminar, aún aturdido por todos sus pensamientos.

-Diablos, me gustaría ir con mejores noticias, pensará que estoy jugando con ella.- suspiró el peliturquesa, desganado, mientras caminaba despacio camino a aquel circo, la hora de la función casi llegaba asi que realmente no importaba si llegaba a ver o no los actuación de la pelimorada en ese momento, pues Bonnie estaría en escena y no podría atenderlo.

Suspiró, necesitaba algo un plan B para que esa joven viera que él quería, que él realmente se estaba esforzando en alagarla, a las mujeres no les gustaba sentirse menos. Entonces... Su mirada se posó en algo; Una pequeña tienda con cosas para regalar al estilo de "San Valentín" sonrió. Tal vez eso le ayudaría a excusarse! ¿A Bonnie le gustarían las flores?

Por otro lado.

El público aplaudía eufórico el acto de Chica, quién giraba con gracia sus listones mientras mantenía su equilibrio sobre una enorme pelota y varios perritos corriendo al rededor de ella, siempre con una seguridad y un brillo increíble en sus ojos y su sonrisa, mientras cierto cuarteto de payasos de preparaban para salir a entregar alegría.

- Más te vale no arruinarlo, chico del cielo.-  Bufó el pelinaranja, terminando de alistar las cosas necesarias para salir a escena, el peliazul a su lado sonrió divertido. Y claro, pronto de supo lo que tenía en mente cuando llegó el acto de los payasos, el primero en salir fue el pelimorado... Si, al ser empujado por sus nuevos compañeros que salieron detrás de él, manejando un monociclo y burlándose de modo que aquello perfectamente podía parecer parte del acto.

Pero no lo era, por lo que cierto zorro pelirrojo miraba la escena con indignación... Esos miserables.

Gruñó pero antes de poder hacer algo, observó, como la rubia de mechas verdes le arrojaba su enorme pelota a pelimorado para que improvisará la siguiente parte de su acto...

¿Ya había dicho que amaba a esa rubia?.

El pelimorado parpadeó antes de cubrirse por completo cuando notó como aquella gran pelota se le venía encima, obviamente no se había percatado de que era una pelota hasta que el peliazul la atrapó con confianza sobre su cabeza y apuntaba al ojirubi con un pulgar mientras el público reía ligeramente.

Las mejillas del morado enrojecieron, ¿Qué... Qué se suponía que debía hacer? Pues, no lo sabía, menos cuando el pelinaranja se paró detrás de él, fingiendo ser un jugador de basquet que pedía el balón como defenza, y en un ademán gracioso resaltaban la baja estatura del pelimorado. Bostezó, y siguió alzando sus brazos...

El pelimorado volvió a agacharse, cuando Onnie volvió a lanzar aquella pelota con todo el estilo callegero de un jugador y el pelinaranja ponía los brazos en forma de arco.

No había duda de que ellos dos si eran buenos improvisando y haciendo reír al público. Y no negaban que estaban sacando buen material del asustadizo pelimorado, que podían pasear de aqui para allá entre bromas. Verle quedar en blanco con cualquier material que le daban y hacer reir al público cuando cometía algun error.

Cielos, si no se sintiera tan mareado era seguro que podría actual mejor! Y Ciertamente no sabía improvizar para nada rutinas cómicas... Más no tardó en notar como el peliazul imitaba todos sus gestos... ¿Acaso era mimica?... Bueno.  Podía seguir con eso.

Podía imitar al peliazul como si fuera un completo espejo; levantar sus manos, tocar su nariz... Bien... Eso estaba bien... Hasta que se dió vuelta como este lo hacía y recibir un buen pastelazo de lleno en la cara...

Todo el mundo reía... ¡Todo el mundo! Menos él...

Cuando por fin se quitó toda quella esorbosa crema de la cara, volvió a recibir otro pastelaso que le hiso aporrear un pie. Y cuando al fin le dieron una toalla para limpiarse, solo resultaba ser el peluquín de quién rayos sabe de dónde sacaron eso!!. Más cuando soltó la peluca y retrocedió un par de pasos su pie se trabó haciéndole caer, pero fue atrapado por el pelinaranja que con mucho cuidado sobreactuado, le volvía a incorporar, para finalizar el peliazul le traía un banquito para sentarse. En dónde no colocó un pastel, sino hasta el último momento y claro! El ojirubi terminó aplastalndolo, generando un gran "drama" del que sintió bastante verguenza... Para cuando quiso dar una explicación, otra totra de esa fastidiosa y pegajosa crema terminaba embarradose en su cara...

¡Realmente una buena función!
Entretenida, corrida y muy alegre, era notorio que el público no dejaría de reír, hasta el último momento.

Y simplemente... No le gustaba... No era el tipo de acto que estaba acostumbrado a dar, llamarlo caprichoso era poco pero, realmente ser payaso no era para él. No le gustaba para nada que se rieran de él.

Y era por eso que sus pies corrían, se movían con gran rapidez, mientras todavía trataba de despejar su cara de su pegajoso cabello de esos restos de crema y ahora de un par de lágrimas que luchaban por no salir...

¡¡ No lo soportaba!! ¡¡Aquello había sido demasiado humillante!! Y realmente ya no se sentía con ánimos de continuar un segundo más en aquel lugar... No se sentía seguro... No se sentía bienvenido... Y no quería ir a lidiar con su jefe en esos momentos tampoco... Estaba desesperado, solo podía, seguir el paso de sus pies, corriendo, alejándose... No sabía a dónde, pero solo sabía que quería correr, llegar lo más lejos posible.

-¡AHUS!- exclamó el peliturquesa, cuando de un segundo al otro y sin ningún aviso anterior! Había sido empujado y mandado a volar con todo y margaritas, ¿Dónde habían quedado los chocolates que compro?! - Ay, ay, ay...- bufó de mala manera llevando una mano a su cadera, ¡ Pero joder! ¡Como le dolía! Se había caído directamente sobre ella. - ¡Fíjate por dónde vas! - agregó en un simple reflejo antes de notar una cosa, la otra persona que había caído estaba cubierta de lo que parecía ser merengue, con un traje bastante pomposo de lunares de colores. Y la otra...

- ¡¿Bonnie?!- aquello no pudo sonar más sorprendido, sobretodo cuando el ojirubi se incorporó en el suelo. Fue perfectamente capaz de visualisar aquel ligero caqmino de lágrimas que iban desde las mejillas hasta la barbilla ajena... ¿Pero... Qué?. - ¿Porqué... Lloras? - preguntó extrañado y confuso, sobre todo cuando los ojos rubíes ajenos se posaban en él...

¿Porque... Siempre tenía una mirada tan triste?.

A la vez.

- El acto ya terminó...- susurró aquel hombre, mientras se servía otra copa de vino, quizás para aminorar sus culpas y remordimiento... Por aprovechar la situación de un niño para, obligarle de algun modo a hacer algo que no deseaba, pero contaba sin problemas con que el pelimorado atravesaría esa puerta en cualquier momento...

Y a él, le iban a servir muy poco sus discursos morales. Iba a deborarlo con fieresa y pasión, como meneaba aquel vino en la copa de cristal y lo llevaba a sus labios. Si lo pensaba bajo otra luz, quizás hasta un favor le hacía al niño ese al fijarse en él! El resolvería la vida, le daría TODO, le haría feliz a cambio de que? Solo tendra que abrir sus piernas cada vez que el lo requisiera. Algo simple que no duraba más que una hora...

Y que esperaba poder empezar a implementar...

Desde esa misma noche, su estúpida consciencia no se metería ahora.

Deseaba y necesitaba... Hacerlo, adormecido por el alcohol.

Notas de las autoras:

Buenas tardes gente Bonnie-Ta! Aquí Hanoi-Chan reportándose con otro capítulo más de esta historia que notablemente se está poniendo cada vez más intensa!!

¡¿Que pasará con Bonnie?! Aceptará la propuesta de su jefe para seguir en el cierco, o las freses motivacional es y el encanto de Bon le ayudarán a buscar un nuevo camino?!

Sigan visitando esta historia y no olviden dejar sus votos!!

Saludos y que pasen un perfecto fin de semana!!

By: MissJees y su servidora!! 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro