Capítulo 5: "El secreto de un pasado"
En blanco, su mente se había quedado completamente en... Blanco...
Mientras su cerebro todavía trataba de procesar esos últimos segundos en los que el chico turquesa se había atrevido a tomale del brazo y... Be- be...
Su rostro pareció tornarse rojo como un termómetro al mismo tiempo que su cuerpo comenzaba a crisparse. QUE RAYOS ACABABA DE PASAR?!
-BONNIE!- se sobresaltó, antes de darse la vuelta y toparse con su compañera de rubios cabellos.- ¡¿Que pasó?! ¡¿Quién era ese chico?!
-Eh... Ah.. Bueno. Yo no...- tartamudeaba, sin poder evitarlo, todavía no salía de la impresión.
- ¡No importa! El amo te esta buscando, está echo una furia! Si se entera de que regresaste te va a castigar! - exclamaba enojada pero en tono bajo la pequeña, mientras juntaba sus manos con preocupación, notando como un nuevo escalofrío atravezaba el cuerpo del pelimorado.
- ¡¿Eh?! ¡¿Él señor se entero?! ¡¿Como se ente...?! - la rubia le tapo la boca, antes de que ambos comenzaran a escabullirse por los espacios vacíos entre las carpas hacia los camerinos. Lo mejor era que el pelimorado se escondiera hasta que a ese sujeto se le pasara ese enojo y eso podría ser hasta el día siguiente.
Sin más, terminó llegando a su despacho, el que compartía con su amiga de cabellos azules quién se sobresaltó un poco cuando notó que el pelimorado entraba presipitadamente a la instancia.
- ¡Bonnie! Que susto, ya decía yo que el teniente te iba a pescar del peshueso! - exclamaba con enojo la joven mientras abanicaba un dedo con el que regañaba al menor, pero este curiosamente solo se recargaba de la puerta, deslizándose hasta quedar sentado en el suelo. Parecía un poco asustado y.... Estaba rojo... También cubría su boca. Era como si le hubiera pasado algo más al pequeño ojirubi.
Parpadeo, no sabía que podría perturbar lo suficiente la mente del joven pelimorado que pudiera dejarlo así de sumido, no la había pasado bien en su cita entonces?... Claro! Una cita! Había salido con aquella jovencita hermosa y rubia! No tardó en hacerca un poco más al pequeño y solo ampliar una spnrisa sacarrona al mismo tiempo que solo comentaba.
- OYE~... Cambiando de temas. -se sentó haciendo una sonrisita picara al mismo tiempo que picaba la mejilla roja del menor - ¿Como te fue en tu cita~? Eh, Pequeño cazanova...- miró al ojirubí suspirar con nerviosismo mientras ocultaba su rostro entre sus piernas y se ponía de lado para darle la espalda. Un gesto que le parecio curioso pero al mismo tiempo adorable...!
Y a la vez...
-No puede ser... No puede ser... ¡No puede ser! - gritó para si mismo el peliturquesa mientras se daba de cabezasos en la pared más cercana de su habitación. ¡Joder! ¿PORQUE HABIA HECHO ESO?! No lo sabía! Solo pasó!! En un minuto estaba hablando con Bonnie y al siguiente esta le insinuó que fueran amigos y él... Él no pudo soportar la idea!
Mordió su labio inferior sintiéndose el mayor estúpido del planeta. ¡Bonnie seguro ya no quería ni verlo! Como se atrevía a aprovecharse de ese momento?... Pero ni siquiera podía decir que se arrepentía; los labios rosados de esa niña eran... Dulces, suaves, inocentes. Lo supo con solo rozarlos un poco, y fue como si una infinita ternura le invadiera.
Se sujetó la barbilla, rodando sus labios casi por accidente. No, no es como si aquello fuera remotamente su primer beso, ya había besado a algunas chicas antes y sobre todo a Toddy. Pero aquello, fue algo totalmente distinto, esa aceleración en su pulso y ese hormigueo indetenible en sus labios... Era la primera vez que lo sentía de ese modo.
-Debe, pensar que soy un aprovechado de lo peor...- susurró para si mismo con todo el desánimo posible, como haría para verla ahora a la cara si posiblemente está ya no querría ni verlo?... Dió otro cabezaso a la pared.
Iba a ser una larga noche sin dudas, pero quisas para algunos hubiera sido mejor si la noche duraba más tiempo, porque a la mañana siguiente para algunas personas solo significaba el inicio de otro arduo día de trabajo!
-Venga, todos los días entrenamos. No nos puede tocar un descanzo? - diría el pelirrojo mientras montaba una escoba sobre su hombro, lo peor de dar una función todo el día de ayer era tener que limpiar absolutamente todo hoy! Y además, ¡¿Porqué siempre le tocaba limpiar a él?! -... No me pagan lo suficiente...- suspiraba con resignación, antes de dirigir su mirada a la gran red que estaba colocada bajo los trapecios, Bonnie llevaba practicando toda la mañana como si quisiera parecer lo más concentrado, aunque en realidad parecía que algo le tenía bastante nervioso si se lo preguntaban y no lo culpaba, todavía no se topaba con el jefe.
-Bonnie...- llamó la peliazul que se aproximaba cojeando ligeramente, aparentemente ya se estaba recuperando de su lesión. Y eso era bueno! Una gotita rodó por su cabeza cuando el pelimorado cayó intencionalmente a la red para bajarse del trapecio. Negó ligeramente, era algo bruto - El jefe te esta bucando, creo que deberías ir a hablar con él ahora...- comentó un poco preocupada a la vez el pelimorado volteaba a verla, mirandole con un gesto de nervios y disconformidad.
Pero eso no quitó que fuera valiente y se encaminara al camerino más grande que estaba instalado en ese lugar.
- Umh... - Suspiró cuando se vió parafdo frente a la puerta, decorada con una estrella en la que decía "Mr. Silver". Bueno, ya le había echo esperar demasiado considerado que ayer no se atrevió a mostrar su cara... Por lo que no demoró en golpear con cuidado la puerta y esperar a ser atendido.
- "Pase pase..."- oyó decir, antes de simplemente entrar - Cierra la puerta...- asintió acatando a la orden y recargandose de la misma al cerrarla por completo, tenía la cabeza gacha pero por el chapoteo que se escuchaba podía deducir facilmente que aquel sujeto estaba tomando un baño... Había algo peor que esperar los regaños de un hombre mayor de 40 años...? Si... Que estuviera desnudo.
- Bonnieto...- saludó el hombre con tranquilidad. Bueno, al menos no sonaba a que estuviera enojado... No de momentos, sabía a que venía esa conversación. -... Despegate de la puerta, que no se va a caer...- decía con tranquilidad ese sujeto, mientras se ponía una bata y ataba de las cintas sin mucho cuidado - Sabes... Que todos aquí te cuidamos, cierto...? - preguntó con calma, notando desde el espejo como el pelimorado asentía gacho. - Entonces... Quisiera saber una cosa. - pausó, su tono se había vuelto un poco más severo, justo como la mirada con la que se había volteado a mirar al joven.
- ¿Por qué te vas sin avisar?- preguntó tajante aquel sujeto de largos cabellos negros. Cada paso que daba, dejaba una huella húmeda en el suelo, mientras el pelimorado, parecía solo quedarse paralizado ante sus palabras. Que bueno, odiaba que sus subordinados le respondieran - ¿Acaso crees, que tienes carta blanca para hacer aquí lo que quieras? - preguntó, llevando una mano a la barbilla del otro, levantándola con cierta rudeza para que le mirara a los ojos una vez que estuvo frente a este - La última persona que hizo eso...- apretó sus labios - Huyó... Con un sujeto bueno para nada y dejándonos a nuestro cuidado un bebé. ¿Sabes de quién hablo? - preguntó tajante, mientras la mirada del ojirubí solo bajaba - ¿Quieres hacer lo mismo?...¿Utilizar tu linda carita, para escapar cuado tengas la oportunidad? ¿Sin avisar siquiera? - gruñó - Mocoso desconsiderado...- al decir aquella frase pudo observar como el pelimorado comenzaba a negar con la cabeza, pero ni una sola palabra salía de sus labios, así que continuó - Hay una gran deuda que necesita ser pagada. Asique, ni se te ocurra seguir el ejemplo de tu... Madre... - aquello último, incluso lo dijo con cierto reenorcor que no pudo disimular- Eres mío... Del circo... Y así tiene que ser. - susurró bajando su rostro, hasta llevar bastante acerca del ajeno, viendo... Esos grandes y brillantes ojos rubi.
Sus labios se entreabrieron de nuevo, no lo había notado... Pero, Bonnie había crecido bastante en todo ese tiempo, pero aún era...
Un toque nada delicado en la puerta le hizo parpadear y regresar a la realidad.
- "Disculpe, si ya terminó el regaño de Bonnie, aún tenemos que practicar nuestra rutina..."- fufó un fastidiado Fox del otro lado de la puerta, mientras esperaba con un par de baldes de agua en ambas manos. Aquel sujeto pareció fruncir ligeramente su entrecejo antes de negar con la cabeza, que oportuno era...
- Ciertamente no debería atreverse a interrumpir tu castigo...- resopló, antes de tocar su frente con una mano para quitarse un poco el dolor de cabeza.
El pelimorado por su parte suspiró con alivio al ver que este se alejaba resolpando con enojo, no pudo evitar sentir sus latidos desorbitados... De una forma muy... Acelerada... Hasta podía decir que estaba asustado. Ese tipo, no era la primera vez que se hacercaba así. Pero... Esta vez...
- Tendrás dos días sin paga...- su mirada se levantó enseguida al escuchar aquellas palabras. No pudo evitar reprochar por eso.
- ¡¿Que?! Pero... Como pararé la deuda entonces?! - decía mientras daba un paso al frente, uno que tuvo que retroceder al notar aquella mirada molesta sobre sí, haciéndole encojer de hombros por mostrarse intimidado.
- Dije... Dos días sin paga... La deuda seguirá como tal hasta entonces...- afirmó con severidad, notando como el pelimorado solo agachaba la cabeza y asentía con suavidad. Sonrió conforme, asi debía ser -... Anda, ¿que esperas? Ve a entrenar, conejito...- dijo al darle la espalda minetras disponía a vestirse, notando por aquel espejo como el pelimorado simplemente se iba del camerino tal y como había entrado.
-Todo bien?...- preguntó el pelirrojo notando como el pelimorado asentía al salir de ese lugar de forma presipitada, por lo que solo frunció un poco su entrecejo. Algo le decía que había llegado justo a tiempo. - Anda, mejor vámonos...- le dió un pequeño zape en la cabeza antes de comenzar a marchar junto al mismo, quién solo se dedicaba a seguirle en silencio adelantándose unos cuantos pasos.
Bonnie nunca estaba ansioso por entrenar, o mucho menos cuando acababan de rebajarle de nuevo el sueldo, por lo que era curioso verlo tratando de alcanzar sus piruetas y acrobacias, claro que con mucho fracaso debía agregar.
El pelirrojo suspiró, luego dar la tercera vuelta de manos en el suelo y que el pelimorado cayera del trapecio solo para que él se levantara y le atrapara entre sus brazos, un perfecto acto sincronizado. Sin embargo, la mirada perdida del pelimorado le indicaba que sus prácticas de hoy al menos no eran lo más importante en su cabeza en ese momento, entonces... Ya un poco cansado de hacerse el tonto, solo comenzó a bajar al contrario lentamente del trapecio y cuándo sus delicados pies estuvieron firmes en el suelo solo agregó.
- No te culparía... Y creo que estaría mal que lo hagas... Ya sabes, "Irte" - musitó cuando la mirada confusa de ese chico se posó sobre la suya, solo pudo sonreír por debajo y agregar - Bueno... Escuché un poco antes de tocar la puerta. El jefe es un pesado, esta obsesiondo con tu madre, con la deuda... Y contigo, claro...- rodó los ojos la verdad no gustaba pensar las cosas de esa manera, sonaba mal, feo y sucio también tomando en cuenta que el sujeto de quién hablaba era... Beno, alguien que les había criado a todos en alguna medida pero...- Tal vez, jamás te deje pagar esa deuda...- susurró mientras los ojos del pelimorado mostraban confusión.
No... Tampoco era su intensión asustarlo. Solo quería hacerle estar al tanto de una situación en la que quizá, solo un adulto debería entender. Y Bonnie todavía era un niño...
- Bueno... ¿Tienes hambre? Sé que no has comido desde ayer y quizás el jefe te niegue el almuerzo hoy, así que. Venga te compartiré mis enchiladas...- sonreía por debajo removiendo los morados cabellos. La verdad esperaba que aún que fuera una pequeña parte de Bonnie lo hubiera escuchado seriamente y pensará con detenimiento sus palabras.
No podía evitarlo, estaba preocupado por él, despues de todo, era su hermano menor, aunque jamás se lo dijera.
Por su parte, Bonnie solo parpadeó, mientras parecía meditar un poco las palabras dichas por el pelirrojo. Bueno... No sabía si era cierto o no que aquel sujeto estuvo obsesionado con su madre, esa era otra versión de los echos. Pero... Él hasta el momento sabía, que ese sujeto le retenía por una gran deuda que le había dejado su padre después de haberse metido con unos apostadores de quién sabía que cosa. Entonces cuando los cobradores quisieron saldar deudas, ese sujeto tuvo que prestarle el dinero y muchas otras cosas más del mismo circo.
Habían perdido una carpa en un incendio inclusive bajo la amenaza de esos sujetos, realmente una verdadera tragedia de la que se sentía responsable por cubrir, y fuera libre o no...
Solo estaba seguro de dos cosas;... Una era que de alguna forma u otra ese dinero debía aparecer... Y la segunda, él como estaba haciendo las cosas, no iba a funcionar jamás. Entonces si trabajaría hasta sus últimos días...
Por lo que simplemente suspiró... Tendría que dejar de hacer sus tures cada que se mudasen a otra ciudad y sobretodo. Dejar de conocer gente nueva...
Después de todo, estás solo parecían causarle muchos problemas que en ese momento no estaba necesitando.
Una vez se encontraban disfrutando de su almuerzo el pelirrojo no pudo evitar estirarse un poco, joder! ¡Estaba agotado y vaya día el que tuvo! Corriendo de un lado a otro y aun que sus acrobacias no eran TAN complicadas como las de Bonnie, si eran muy agotadoras.
Echó un bostezo al aire y mordió su almuerzo mientras miraba al contrario hacer lo mismo. - ¿Crees que Chica acepte salir conmigo?- preguntó de la nada mientras el otro le miraba y parpadeaba con curiosidad, Chica, la gran gimnasta que hacía increíbles acrobacias con unos listones y una enorme pelota, la que llenaba de gracia el escenario y sobretodo su corazón, Y...! A la que nunca podía hablarle...
- Digo... Ya nos conocemos bien y ese rollo, yo creo...- estaba apunto de darse ánimos a si mismo hasta escuchar un "Pero ella te llamó amigo ayer..." de parte del pelimorado, eso le hizo bajar la cabeza depresivo, ¡Vaya amigo que tenía! - Aayyy, si romeo! Dime como te fue en tu cita ayer?! Heee?!! Tan Bueno eres con las chicas?!!!- agregó tajante reprimiendo un puchero, al mismo tiempo que apuntaba al menor.
Fue automático que el tono rosa se instalara en las mejillas del ojirubí. ¡¡Ohh rayos!! ¡¡Le había costado olvidarse de eso!! Y tenía que llegar el pelirrojo con lo de la cita...? ¿Que iba a decirle? Que por alguna razón terminó besándole un chico?!... ¡¡No!! Seguro si comentaba eso, el pelirrojo le haría el feo y le miraría raro por el resto de su vida, sin contar con las interminables bromas que seguramente le haría sin cohibisiones!!
- Bu-bueno... Estuvo bien... Pero... Ya sabes...- notó como el contrario arqueaba una ceja antes de darle una buena mordida a su enchilada. -... Esto... Estuvo, muy... Ah... Amistosa...- admitió, mientras sus mejillas se ruborizaban todavía más ante la estrepitosa risa de parte del mayor.
Suspiró con resignación, aunque ahora que también lo pensaba. Ese chico turquesa... Si no les hubiera acompañado a su cita, seguramente hubiera podido darle su primer beso a una chica... En lugar de a él, quien prácticamente lo hiso sin poder prevenirlo... Había sido de la nada, eso contaba?
Miro su almuerzo con cierto entrecejo de frustración...
"Asique... Con que le gusto?"... No pudo evitar preguntarse con cierta intriga, aunque no sabía muy bien he quería decir con eso.
A la vez, no muy lejos de ese mismo lugar...
-Ese mocoso... Estoy seguro.. Muy seguro de que quiere hacer exactamente lo mismo que ella... Argh, tendré que vigilarlo más de cerca...- exclamaba aquel hombre de largos cabellos negros con los dientes apretados, mientras dejaba de revisar unos papeles que tenía sobre el escritorio de su oficina, va... Ya estaba hecho, los permisos del circo, estaban al día.- Que malagradecido, después de que nos ocupamos de él, incluso yo pagué la deduda de su desgraciado padre...- gruñó, levantándose de la silla, mientras lanzaba algunos papeles al suelo. Verdaderamente no podía quitarse la imagen de cierta mujer hermosa de largos y morados cabellos de la cabeza, parecía un ángel, pero CLARAMENTE había sido un demonio, uno hermoso pero demonio al fin y al cabo que solo había entrado a su vida para hacerle malditamente infeliz.
Resopló, tratando de evitar recordar la escena de hace pocas horas, cuando tomó la barbilla de aquel chico y le acercó lo más posible, hasta incluso verse reflejado en aquellos enormes ojos... Por esos pocos segundos, todo fue perfecto. - Bonnie...- susurró para sí mismo, comenzando a respirar con cierta agitación al solo plantear una idea en su cabeza - Tú no puedes irte...
A la vez.
- Te rechazaron campeón? -preguntó divertido cierto peliturquesa de cabellos más oscuros que su hijo, mientras lanzaba un omelet mal cocinado al plato de este - Vaaa! Mejora tu ánimo hombre! Las mujeres van y vinen - bromeó, mientras removía los cabellos del joven que solo suspiró con desaires, mirando su poco apetitoso desayuno. Sonrió por debajo negando con la cabeza, ayyy el amor...! Era más complicado, mientras más joven se era - Venga... Si cambias la cara te daré entradas para las próximas luchas! - comentó haciendo poses extrañas pero que hacían pronunciar sus músculos- Así verás a tu viejo en acción! Eh?! Que dices?! - palmeó con fuerza la espalda del pobre chico, quién solo se quejó un poco antes de sobarse como pudo el área afectada, su padre no parecía entender a veces de sutilezas y eso era...
- Ummmh...- decepcionante.
El dia había pasado un poco más tranquilo de lo normal, aunque bastante arduo debía admitir, pues le había tocado hacer junto con Foxy las tareas rutinarias y el aceo de todas las carpas. Sumado a que también ensayar su presentación un par de veces, no veía la hora en que BonBon se recuperase ppr completo para poder continuar con sus rutinas normales porque si era sincero, y lo era, ya estaba agotándose con sus presentaciones de tres o hacer dobles funciónes.
Pero bueno, al menos esos momentos de descanzo, eran los mejores que podía disfrutar, después de todo... Marcaban el final de un largo día de trabajo.
Suspiró pasando un brazo por su frente, acalorado, mientras terminaba de retirar las brazas calientes de abajo de aquel barril lleno de agua que ahora estaba caliente, su baño ya estaba listo. Y de verdad que sentía que se lo merecía! Sus pies estaban un poco entumecidos y lastimados de tantas caídas y azotes que se dió durante el entrenamiento.
Por lo que no tardó absolutamente nada en comenzar a desvestirse, a esas horas no había absolutamente nadie a los alrededores, los demas artistas siempre salían de paseó los fines de semana, recorrían los cacinos y se hacían a la fama en sus días libres y entonces el circo quedaba casi vacío.
Sonrio, antes de hundir sus pies en ese barril que le llegaba casi a la altura de los hombros, cielos... Que relajante!! No pudo evitar hundirse por completo, hasta el último mechón de sus cabellos para aguantar la respiración al fondo... Y volver a salir a los pocos minutos.
- Ahh! Realmente relajante...- suspiraba con gusto, antes de colgarse de uno de los lados... Claro, no era como las bañeras en el vestuario de las chicas o la ducha con bañera en el camerino de su amo. Pero si era muy agradable... Se erizó un poco ante ese último recuerdo que llegaba a su cabeza respecto de ese lugar.
¡Cielos! ¡Que desagradable que se sentía ese escalofrío! Por un segundo realmente pensó que... Ese hombre iba a...
Golpeó su rostro al mojarlo con agua caliente, solo para despavilar esas ideas, al mismo tiempo que suspiraba suavemente... No era bueno pensar en esas cosas...
Solo se sentía nervioso después de lo sucedido con el chico turquesa ayer en la noche. Fue curioso... Estaban terminando bien la noche y... Solo se atrevió! Como si... A que venía eso de que le gustaba?
- Realmente es un fenómeno...- aclaró sus pensamientos con un entrecejo fruncido. Ahora que podía hacer? Ese chico era amigo de la linda rubia que invitó a salir a ayer. Aunque ahora dudaba que realmente esa chica pudo haber aceptado salir con él solo para ayudar a su amigo... Y eso tendría más sentido!! Después de todo, porque una chica tan linda querría salir con alguien como él? - Que decepción...- decía ahora completamente desilusionado. Estaba seguro que no volvería a ver a nadie más de ellos serca, al menos por un par de días.
- ¿Qué te decepciona? En el reporte de Foxy, dice que hiciste todas las piruetas sin prácticamente ningún error. Admito que estoy muy sorprendido de que pudieras suplir tan bien a BomBon, aunque sigo pensando que su acto juntos es mucho mejor, lástima que un esté lesionada. - aquella profunda voz resonó sin problemas en aquel vacío lugar, apenas cubierto por la carpa que todos allí consideraban como su hogar. Observó como el chico dentro del barril se tensaba un poco, apenas volteando a mirarle mecánicamente, sonrió cruzándose de brazos. - ¿Qué? Escuché un ruido y vine a ver... No debería haber nadie aquí, pensé habías salido con tus nuevos amigos... - informó, acercándose lentamente, podía sentir el aire de incomodidad que se presentaba en el ojirubí cada que él daba un pequeño paso. - Has dejado tu ropa regada por todos lados...- comentó con suavidad, escuchando aquel ligero chapoteo del agua - Creí que Chica ya te había explicado lo suficientemente bien, que...- sonrió - La ropa sucia va a en la cesta...
El pelimorado tragó ligeramente, antes de hundirse un poco más en el agua. Aquello no podía evitar sentirlo un poco, incómodo mientras ese hombre recogía su camisa del suelo, pareciendo doblarla con simplesa.
-Umh... Yo... Iba a levantarlo después...- se ocultaba detrás de aquel contenedor de metal. Mientras ese sujeto negaba con suavidad, qué había echo ahora?
-Al menos me alegra ver que te tomaras tu agenda con seriedad. Ya te veía corriendo al bar junto con Foxy y Springtrap... Esos lugares, no son para ti...- decía con calma mientras su mirada brillosa se posaba sobre los pálidos hombros del chico, quién solo se encogía un poco más para hundirse en el agua... Pareciendo tener, miedo?... Verguenza...
- Solo... Quiero asegurarme de no meterme en más problemas...- afirmó el pelimorado mientras su entrecejo se fruncía con suavidad, ya había decidido que no necesitaba más inconvenientes con nadie. Liberarse de su deuda era lo único que tenía en mente ahora...
- Oh, eso esta perfecto. Me agrada como suena...- susurró aquel hombre mientras dejaba aquella camisa perfectamente doblada sobre un mueble cercano, entonces comenzó a acercarse un poco más al ojirubi - Odiaría tener que castigarte. Sabes que no me gusta hacerlo... ¿Verdad? - susurró mordiendo sus labios una vez la cercanía le permitió ver un poco más de aquel que chico que solo se encogió más sobre si mismo, como si se hiciera una pequeña bolita dentro de ese barril... Que lindo.- Bonnie... Pese a todos los problemas que me das... - su mirada bajó por los húmedos cabellos del joven, aquellas gotitas que caían de ellos hacia sus hermanas, realmente... Las envidiaba. Suspiró - Eres mi favorito...- susurró, sin embargo cuando observó al contrario sobresaltarse al notar que él acercaba su mano... Simplemente se detuvo, estúpido mocoso ¿Porque tenía que parecer asustado?! Vulnerable... Parecerse a ella...
Se alejó, apenas apretando su mano echa puño...
Era como si estuviera siendo tentado, quizás lo estaba, respiró profundo.
- Bañate y vete, no te quiero aquí esta noche...- declaró tajante, aún ante la mirada sorprendida del ojirubí, mientras se alejaba finalmente de aquel sitio. A lo lejos, sólo pudo verse observado por un par de gafas brillantes de un chico joven y misterioso quién fruncía el ceño con indignación.
Con que... Su jodido favorito, he?
- ¡¿Qué?! Pero... - el pelimorado calló, Irse?... A dónde iba a irse? No tenía dónde quedarse! En ningún lado!
Sin embargo parpadeó un par de veces... Antes de percatarse de que, quizá no sería tan mala idea irse de ese lugar por esa noche. Por alguna razón no sentía prudente lidiar con el enojo de el jefe. Por lo que no tardó en salir de aquel barril una vez estuvo completamente solo... Y simplememte se vistió y comenzó a caminar a la entrada con rapidez.
Un pequeño gesto amargo comenzaba a formarse en sus labios... ¿Porque derrepente le echaban de ese modo?... ¿Y ahora que podía hacer? ¿Acaso era una especie de prueba?... Quizá ese tipo solo trataba de mostrarle que realmente no tenía nada ni nadie... Ni un amparo fuera de ese lugar...
Sus pies se detuvieron por unos segundos, no es que quisiera alejarse mucho tampoco, no conocía esa ciudad y alejarse podía ser peligroso. Suspiró resignado, pero que podía hacer él en todo caso?
Quiza solo debía intentar ser un poco más obediente? Imposible con un ambiente asi! A veces solo quería disfrutar un poco! Eso era ilegal?
- Umh... - Se reacomodó contra aquel tronco del primer árbol que encontró, antes de pasar sus manos tras su cabeza, usándolas como almohada mientras su mirada se enfocaba en ese parque solitario... - Valla mí suerte...- suspiró solo recargandose para buscar algo de comodidad, realmente tendría que comenzar a ser más recatado su quería dejar de meterse en tantos problemas, ya tenía suficientes y no estaba dispuesto a pasar por más! Era joven y pequeño, ya entendía que no debía estar en situaciones así, pero... Él estaba...
Suspiró, antes de que su mirada rojiza subiera a ver ese cielo estrellado que le adornaba como techo eternamente, con tanta vida y brillo siempre espléndido a su parecer, le hacían sentir que a veces no estaba tan solo... Y simplemente la calma que le brindaban con sus historias y sus detellod, le hacían llegar algo de paz a su alma.
Notas de autoras:
Y... hasta aqui!
Hola!! Gente Bonni-Ta! Espero que hayan disfrutado este capítulo porque como ya saben, las historias se ponen más intensas cuando avanzan!
La verdad, estamos agradecidas de que les den un pequeño apoyo a esta pequeña historia, ya sea por Gusto al BxB y FNAFHS! O por algún minuto de ocio en el que quieran leer algo. Esperamos estar despertando grandes espectativas en ustedes!!:D
Y ahora sí, eso es todo! Casi me olvidó de publicar pero la gracia divina me recordó hacerlo (??
En fin! Bye bye~!! Buen fin de semana!!💕💕
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro