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Capítulo 11: "Conociéndote..."


Se quedó quieto en su lugar mientras contemplaba aquella nuve de polvo que había dejado el peliturquesa atrás antes de salir corriendo de esa manera tan precipitada...

- Umh, Okeeey...- susurró un poco extrañado y para sí mismo cierto pelimorada al encogerse de hombros y proseguir. Como lo había imaginado, quizá el peliturquesa era un chico demasiado tímido y rarito, acostumbrado a otras cosas, por lo que quizá aquella reacción fue la más natural de todas. ¡Rara! Pero natural al fin de cuentas.

Terminó de secarse antes de envolver aquella toalla en su cabeza, no había lugar a dudas de que había sido un baño totalmente agradable y renovador! Bueno, exceptuando que se cayó y rompió las cortinas del moreno...

Se vistió con lo prestado, ciertamente jamás había usado ropa interior asi que esperaba que el contrario no se molestara por sus shorts, una vez vestido simplemente bajó por las escaleras. Contó pie por pie los escalones y giró en alguna dirección, no había visto nunca una casa tan bonita y había tantas cosas que le llamaban la atención, una mas interesante que la otra. Finalmente dió con la cocina y sonrió cuando por fin encontró al peliturquesa dentro de esta.

- Oye, tu casa en serio es muy hermosa...- diría mientras se frotaba un poco las manos, haciendo que el calor se juntara en estas.

- ¡M-Mi casa! ¡Si! Jejeje C-claro, si... Muy... B-Bonita...- susurró llevando una mano a sus labios, mientras se daba vuelta y seguía meneando la pasta. No podía concentrarse, tampoco quería reaccionar mal y gritarle a ese pobre y lindo chico, ¡Que no tenía derecho a jugar con sus ilusiones haciéndole creer que era una hermosa chica! Pero... Bueno, tal vez eso no era intencional.

Suspiró, ¡En fin! Debía verlo como una cachetada a la realidad; había ayudado, abrazado y... B-besado a un chici...

¡¡Había besado a un chico!! Volteó a mirarle de nuevo, cuando sintió que debía tener algo de coraje para explicar un poco su situación...

Allí estaban de nuevo esos grandes y bellos ojos color rubí, su banco hombro sobresaliendo de aquella camisa, esa hermosa sonrisa inocente dueña de nada... Su rostro se encendió por completo... Bonnie era un chico... ¡Le había gustado un chico! Y lo peor... Era que todavía le gustaba...

¡¿LE GUSTABA?!.
- Bon, creo que eso de está quemando...- le escuchó decir al pelimorado.

¡OH, JODER!

Parpadeo, llevando sus manos tras su espalda mientras miraba como el turquesa batallaba por tratar de que la comida no se quemara, haciendo un gran alboroto con la cuchara y los recipientes.

- ¿Quieres que te ayude?...- preguntó con suavidad adentrándose un poco más a la cocina mientras notaba como aquel chico volteaba y negaba rápidamente, ver, estaba realmente nervioso y eso podía ser peligroso, sobretodo si tomaba las cosas calientes sin un paño. - Jajajaja...- rió ligeramente mientras veía como el turquesa ahora soplaba suavemente sus dedos luego de tocar quella sartén. - Eres más payaso que los del circo Bon...- comentó agraciado, bueno no sabía porque podía estar tan tembloroso, seguramente porque se sentía extraño por lo del baño. Pero por él no había problemas... ¿Sería que era diferente si te gustaba una persona?... No entendía muy bien esas cosas.

- ¡Ay, ayy, ayyy! - se quejó el peliturquesa con un par de lagrimitas asomándose a sus ojos. Bueno, al menos había colocado la comida a salvo, miró de nuevo al contrario con un puchero en sus labios, recorriendolo de arriba a abajo sin poder evitar preguntarse; ¿Como un chico podía tener una apariencia como esa?... Una mirada tan pura y una voz llena de dulzura... No era justo que fuera un hombre, parecía una persona echa completamente para él, desde el primero de sus cabellos... Hasta el último de los dedos de sus pies...

Maldición.

- Y-Ya tengo todo bajo control... - aseguró, colocando los platos sobre el mesón antes de comenzar a servir aquella cena, susurró - Te sientes... ¿Cómodo, con esa ropa?.

- Siip. Mucho, de verdad es una ropa muy cómoda. Muchas cgracias...- decía con una gran sonrisa y un tono ligeramente rosa en sus mejillas. La verdad hasta se notaba que era ropa nueva y aunque le quedara un poco grande, ¡Debía decir que le gustaba que así fuera! Se sentía mucho más comodo~. - Umh, pero me aseguraré de retesartela mañana. De verdad no quiero abusar más de tu amabilidad, ya es suficiente con esto Bon...- decía con un tono ligeramente severo y una postura firme-... Además, mi traje debo llevármelo de todas formas.- aclaró desviando un poco su mirada y encogiéndose de hombros. No era mentira que se podría meter en problemas por aparecer con ropa prestada por allá en el circo.

Cosa que le recordaba...

Aquel sujeto solo podía resoplar ya recostado en su cama, habían varias botellas vacías en el suelo. Ya poco le importaba, estaba más que SEGURO de que Bonnie ya no iba a llegar a su habitación al menos no esa noche.

- Resulto ser igual a ti...- resopló con enfado y rencor mientras su mente se encargaba de dibujar en el hecho, la expresión sonriente de una chica pelimorada y cabellos ligeramente hondulados...

Tal vez esos dos de estaban riendo de él, por ser un pobre estúpido que les podría ofrecer cualquiera cosa, a cambio de prácticamente nada. Y él ya estaba muy cansado del papel de imbécil... Tal vez la solución a eso hubiera sido simplemente tomar a Bonnie, solo para sacarlo de sus pensamientos, con una vez hubira bastado. Después de todo si le amenazaba estaba seguro de que este no iría corriendo a contarle a Foxy, lo admitía ese chico y sus problemas con lo autoridad, además de su estúpida e injustificada costumbre de proclamarse el guardián de Bonnie...

Le ponían nervioso.
Pero quizás, solo... Quizás... Ya era momento de tomar ese riesgo. Ese mocoso le debía mucho, de alguna manera debía pagarle.

Quizás de eso quería convencerse.

A la vez.

- ¿Que? N-No, de verdad no me hace falta que me la regreses, yo...- ni siquiera pudo terminar de hablar, cuando escuchó al otro susurrar; "No la puedo aceptar... Tendré problemas." suspiró.

¿Porqué tanto control en un simple circo?.

- Ok...- susurró mientras el otro le sonreía de nueva cuenta, mostrándole una vez más su gratitud.

El peliturquesa tuvo que llevar una mano a su pecho solo para comprobar ese innegable reaccionar que tenía su corazón...

-*¡Ya basta! ¡Tengo que dejar de reaccionar asi! Vamos Bon es un chico... UN CHICO... ¡No puede gustarte ni un poquito! Aunque... ¡NO!* - peleó consigo mismo removiendo sus cabellos mientras el pelimorado, colocaba platos ya servidos sobre la mesa solo para preguntarle si ya podían sentarse.

Resopló.

A él... NO le gustaban los chicos.

- Bonnie...- Llamó de nuevo.

A él no le gustaban los chicos... No le gustaban... ¡NO, le gustaban! Y... ¡NO LE GUSTABAN! Solo estaba confundido por Bonnie. Seguro que si lo besaba de nuevo con eso en mente ya no le gustaba tanto.

Quizás eso explicaba porque una de sus manos había tomado sorpresivamente la cintura del más bajo, mientras la otra sujetaba su barbilla... Y él... Simplemente había unido sus labios en un ataque de de ansiedad que poco a poco se hacía menor al comprobar...

Otra vez... Que suaves... Delicados... Y dulces, eran los labios de esa niña?...

No... De ese chico... Que para su terror... Aun le gustaba.

Por su parte los ojos rubíes eran la prueba de la sorpresa misma, el pelimorado todavía no parecía procesar que era lo que estaba pasando justo en ese momento en el que el peliturqusa le llamó y.. Y de alguna manera solo atinó a cerrar sus ojos lentamente mientras ese, leve y anestesiante movimiento le himnotizaba al Punto de sentirse menos tenzo...

Sus manos recayeron delicadamente sobre los hombros del contrario y sus labios entreabiertos, solo atinaron a correrponder un par de veces a ese improvisado beso que... Que...

¡¿Que... DEMONIOS ESTABA HACIENDO?!... Estaba en la punta de sus pies, ¡¿Una mano en sus cintura?! Y... ¿Porque retrocedía esos pasos?

Sintió la superficie de la pared tras su espalda antes de volver a cerrar sua ojos con fuerza. Víctima de ese insesante y caluroso sonrojo que invadió todo su rostro, antes de intentar separarse como pudiera, apretando sus labios y dando unas palmadas en los hombros ajenos de los que antes se sujetaba.

- Oye, ¡¿Qué estás haciendo?!- preguntó notoriamente nervioso, sintiendo como su pecho latía sobresaltado y aquella humedad en sus labios hormiguear mientras que el chico frente a él parecía parpadear atónito y desentendido. -... ¡Tienes que dejar de besarme de imprevisto! - exclamó como un regaño mientras sentía como el chico se erizaba frente a él y le soltaba repentinamente pidiendo disculpas.
Resopló suavemente quitando aquella toalla de su cabeza y desviando la mirada molesta -... Creo que es mejor que me valla...- murmuró entre sus mejillas infliadas y rojas. No se sentía de ánimos de nuevo para lidiar con esas cosas y mucho menos para meditar si estaba bien o no.

- ¡N-no! No, no te enfades, ¡Por favor! - agregó sobresaltado y ruborizado el ojiesmeralda, mientras el chico a su lado solo continuaba con su rostro volteado, esas mejillas rojizas he infladas...

Que lindo.

Joder ¡¿Porqur era tan lindo?!.

Su corazón dió un vuelco en su hecho y por un segundo sintió ganas de explicarle que pasaba, pero, si lo hacía tendría que decirle que lo había confundido con una niña y que ese beso era... Un desesperado intento de sentirse... Menos atraído por él, Ahora que sabia que era un chico! Si ¿Verdad? Eso no de escuchaba nada bien...

- P-Perdoname - murmuró tomando una de las manos del chico sintiendo como este se sobresaltaba en ese mismo segundo y le miraba de reojo aun con el ceño un poco fruncido - Es que... Me gustas mucho...- desvió la mirada algo apenado - Me cuesta... Un poco controlarme, lo siento... - Susurró escuchando un suspiró resignado escapar de los labios ajenos. - Pero, no te vayas sin cenar. Venga, me esforce mucho en esto.- aseguró nervioso haciendo un ligero puchero mientras sus ojos miraban finalmente al contrario grandes y brillantes como los de un borrego a medio morir.

- ¡Um! - apreto sus labios mientras su mirada se tornaba un poco más brillante... No sabía porque se sentía así de nuevo pero necesitaba... Irse, realmentre no se sentía bien en ese momento de... Debilidad donde sus pensamientos disparaban hacia cualquier pensamiento... - Y-yo... En serio lo siento... Pero no tengo hambre. - murmuró con el rostro ligeramente escondido entre sus cabellos. ¡Nescesitaba escaparse cuanto antes! -... Ya debo irme, por favor no me sigas...- decía comenzando a caminar hacia la salida, chocandose suavemente contra la pared en su trayecto...

De nuevo sus pies solo andaban, realmente no podía pensar con claridad en ese momento y quisas eso funcionaba como un reflejo para los torbellinos de ideas que comenzaba a correr por su cabeza...

Y no podia dejar de pensar que se sentía totalmente, indefenso. Atrapado en un mundo dónde realmente no tenía a dónde ir o en quien confiar, no estaba seguro en su hogar, no estaba seguro en el exterior. No sabía ni quienes fueron sus padres como para tener un referente de a dónde ir y aún asi... No podía dejar de pensar que... Quizá solo quería...

Él solo quería a...

"BONNIE"... Tembló antes de voltear a mirar, ese chico turquesa realmente le estaba siguiendo incluso después de que le dijo que no lo hiciera.

- ¡Umh! ¡Vete! ¡Dejame solo! - exclamó sintiendo como aquellas pequeñas lágrimas solo amenazaban con salir de sus ojos.

- ¡Por favor! ¡No corras! - pidió el moreno,  sin dejar de tratar de mantenerle el paso al pelimorado, ¿Estaba llorando? ¿Porque?... Acaso ¿De algun momendo... Le había herido? No entendía nada, después de todo realmente un beso no era algo que lastimara a alguien, ¿Quizás estaba pasando un fuerte trauma emocional y el lo habia hecho sentir peor. -Disculpa, prometo no volver a... - observó como el contrario seguía retrocediendo quizas con intenciones de retomar su huida, pero sus ojos verdes se posaron en algo... Yna botella partida.

-!Bonnie espera!- trato de prevenirle...

Sin duda no podría dejar de preguntarse, ¿Cómo era la vida de aquel joven?...¿Porque se veia tan impresionado? Inlcluso esos escasos pero agradables segundos en los que correspondió su beso...

Seguia pareciendo un niño pequeño... ¿Y ahora?..

Bueno...todo paso muy rapido.

- ¿Que no me escuchas...? No quiero que...- un escalofrío le hiso teblar, haciendo que su pierna se tambalearse y mirar enseguida sus pies... Estaba sangrando.- Ah, lo que me faltaba...- resopló enojado, antes de levantar su pie a una buena altura para revisarlo, era un vidrio bastante grande pero seguro no era letal.

Apretó sus labios mientras lo iba retirando con cuidado, sin importarle mucho si el turquesa se hacercaba, ya estaba dicho que aquello no le dejaría moverse con la libertad que quería. Recargó una de sus manos el el hombro del moreno, que le estaba ayudando a sostener el equilibrio, no era necesario siendo un acróbata profesional pero era de buena ayuda.

- Uff...- suspiró aliviado una vez que terminó de retirar aquel fragmento de botella y sin más dejo levantado ligeramente su pie para no tocar el suelo y escuchando las indicaciones del moreno al decirle que le llevaría adentro pra tratar esa cortada.
Ciertamente ya no le importaba demasiado, por lo que se dejó ayudar a regresar a la casa del contrario, miró sin mucha importancia cuando el peliturquesa se vió vendando el pie con mucho cuidado y simplemente suspiró con resignación.

Ese pobre chico realmente no se merecía lidiar con alguien como él... Después de todo, ¿Porqué tendría que hacerlo? No era necesario que el moreno se hiciera cargo de sus torpezas y mucho menos, hacerlo solo por ese instinto... Sea cuál sea por el que se rigiera el contrario para hacer las cosas que hacía para ayudarle.

-... No deberías meterte conmigo...- murmuró aún con su mirada baja. Al parecer llamando la atención de ese chico turquesa. -... Yo solo causo problemas...- finalizó con ese tono ligeramente ensombrecido que no se podía quitar de encima.

-¿Qué dices? Solo tuviste un poco de mala suerte, es todo...- susurró el moreno, mientras apretaba ligeramente las bendas - Supongo que es normal, sino dejo de besarte cada que te distraes, jejeje - rió un poco rascándose su mejilla, mientras el otro suspiraba. Ese semblante lleno de tristeza, ¡Lo odiaba! Bonnie era tan lindo cuando sonreía o se mostraba sorprendido e inocente.

Esa expresión no le quedaba.

- Prometo... No volver a hacerlo. - susurró apenas acariciando muy sutilmente el pie del contrario - No... Volveré a besarte sin tu permiso. Es grosero, lo acepto...- sonrió con mucha sutileza antes de que el más bajo se encogiera en si mismo, como una pequeña bolita adorable, mordió sus labios. - B-Bueno se que no te hará sentir mejor. P-pero... Hum...- suspiró - Al menos, esta vez tuve un motivo...- explicó, cuando el otro le miró de reojo, él solo pudo bajar la mirada apenado al mismo tiempo que hacía un refugio para su rostro con sus cabellos- Yo, ah... Sé que suena tonto, pero... La primera vez que te vi, pensé que eras una chica... - agregó aún más avergonzado escuchando de fondo un "Umh, no es la primera vez, que me pasa", al menos eso era un alivio, pero...

- A mi, no me traen los chicos...- explicó llevando una mano detrás de su cabeza - Cuando supe que eras uno, pensé... Q-que si te besaba sabiendo esto, dejarías de gustarme...

Un silencio prilongado se extendio entre ellos.

Y tuvo que ser roto por el mismo moreno al decir con su rostro encendido.

- P-pero... No funcionó....

Tragó nervioso cuando aquello último dicho resumbo en esa pequeña habitación haciéndole cerrar sus ojos con suavidad. Quizá le debía una buena explicación al pobre chico, una que le hiciera entender que era lo que estaba pasando.

-... No es, ese el peoblema...- murmuró mientras su pecho era dominado por esos fuertes latidos, como antes había concluido; Él no estaba muy de acuerdo con que el moreno le gustase, no por el echo de que si le gustarán los chicos o no, o que si este sentía atracción por los chicos o no... - Es un poco más complejo que eso...- aseguró, sus mejillas rojisas se frotaban suavemente contra su hombro limpiando esos restos de lágrimas que habrían caído minutos atrás. Suspiró cuando aquellos ojos verdosos se mostraban para él, confusos y ansiosos de una respuesta a su declaración...

-... Yo realmente no entiendo como funcionan estas cosas... Pero, sirmpre trato de no hacerlo...- explicó primeramente, estaba fuera de su entendimiento como se suponía que debía sentirse el amor o de que se trataba, como funcionaba tener una relación. Pero una cosa era segura en su cabeza... Era mejor no sentirlo. - El circo se irá en un par de semanas, tenemos toda una gira por delante. No creo que regresemos a esta ciudad o al menos no por lo pronto...- decía con un suave brillo volviendo en sus ojos -... Yo realmente no quiero que sufras por mi culpa, porque se lo que es sufrir todo el tiempo y de verdad no quiero que lo pases... - apretó un poco más sus labios antes de solo respirar profundamente. Realmente era tan impontente ese sofocante sentimiento que siempre le agobiaba, era tan nefasto que nisiquiera pudiera hacer un amigo cada vez que salía de aquellas carpas o siquiera encontrar alguien que...- ... Tu eres una maravillosa persona y de verdad no quisiera causarte algun tipo de daño, en serio no quisiera que tomarás alguna ilusión conmigo... No vale la pena...

Suspiró entrecortadamente mientras su mirada no se desprendía de aquella ventana, sus ojos volvían a sentirse húmedos. Pero era inevitable cuando estaba tan acostumbrado a tener que despedirse de quiénes le dejaban una buena impresión y el turquesa era una de esas personas que... Se llevaría consigo en su mente.

- Bonnie...- susurró el menor de un segundo al otro, era como si su pecho se hubiera contraído. No le gustaba esa sensación, sabía que Bonnie y él no podían tener un futuro muy cercano... Lo había sabido desde que concluyó que le gustaba aquella chica, linda, feliz y graciosa que había visto en un espectáculo de trapecio que le dejo imprecionado.

Pero aún así, no se sentía nada bien que se lo dijeran, ¡Joder él tampoco entendía que era lo que le pasaba!... Solo quería salir con esa chica, divertirse un poco, tal vez un beso y despedirse con un lindo recuerdo ¡No tenía porque pasar algo más que eso!

No tenía porque sentirse, como si acabara de darle una patada en el estómago.

Bajó un poco su rostro, soltando un pesado suspiro, no podía enamorarse de Bonnie.

¡Nadie se podía enamorar en tan poco tiempo! Sin simportar, la química que sintiera.

-¿Realmente... Tienes que, regresar al circo?...- preguntó, mientras levantaba lentamente su mano solo para colocarla en la mejilla del contrario, obligándole a voltear su rostro, su hermoso rostro que por alguna razón aún estaba lagrimeante ruborizado, "Ya te dije... Eso" le escuchó susurrar, mientras sus dedos pulgares retiraban suavemente esos ligeros rastros de lágrimas. Para ese momento, podía solo escuchar su propia respiración, su pulso llevando su corazón a otro nivel... A  él no le gustaban los chicos pero...

Tal vez, estaba... Comenzando a enamorarse muy profundamente de uno.

- Eres, muy noble.- formó una pequeña, sonrisa en su rostro mientras el más bajo entrecerraba sus ojos - Bonnie, yo creo que puedo entender porque tratas de no comprender el amor, creo que... Ni siquiera yo lo comprendo muy bien, pero me siento...- desvió un poco la mirada - Muy, atraído por ti... Quiero verte, escucharte, saber que estás bien. Me entristece mucho si lloras...- bajó lentamente su mano de la mejilla del otro, para ese momento su rostro ya estaba completamente encendido, parcialmente oculto bajo la cortina de cabellos turquesas - No te pido que me correspondas, pero...- tomó aire - Podrías... ¿No, apartarme?...

Sus latidos se hayaban más fuerte de lo normal, más de lo que solían estarlo cuando algo le asustaba o cuando estaba en el trapecio dando su función. Estos tenían una intensidad de la que no era conciente pero le hacían sentir totalmente diferente.
Era tan... ¡Sorprendente! Que el contrario a pesar de no conocerle parecía que solo quisiera cuidarle. Se preocupaba por él y no estaba obligado a hacerlo, ni siquiera le conocía como para decir que le estimaba de una forma familiar... Era diferente y... No podía negarlo...

No podía evitar que el contrario sintiera lo que sintiera y mucho menos sin el mismo salir afectado, se sentía que era casi imposible.

- Y...- murmuró mientras su garganta se ponía algo seca, su pecho ensordeciendole -... ¿Y si yo me enamoro?...- preguntó, como cosa ocacional. Debía pensar que si querían pasar tiempo juntos o algo parecido y en el debido caso ambos terminaran queriéndose o algo parecido, los dos saldrían afectados. Él no lo soportaría, era debil con esas situaciones, desde el echo de saber que fue abandonado. -... Bon yo no tengo absolutamente nada, si me voy del circo, nada me asegura que después me seguirás queriendo y de verdad no siento que pueda... - sus labios temblaron ligeramente, ¿Realmente le afectaba tanto la idea de ser abandonado? ¿Quedarse solo?... Pues al parecer no fue algo de lo que se hubiera enterado con anterioridad, apenas estaba percatándose de esas cosas y realmente eran muy duras.

- Si tu te enamoras... Me estarías haciendo  la persona más feliz del mundo.- susurró bajando su mano en un camino desde la mejilla del otro hasta tomar la mano del mismo con suavidad. Tan pequeña y cálida, al igual que el chico frente a él, se veía nerviso, ¿Asustado? No sabía. - Bonnie yo solo te estoy pidiendo que me des una oportunidad contigo, que...- tomó un poco de aire - Que me des la oportunidad de verte feliz, no creerás lo mucho que cautiva tu simple sonrisa - su mano acarició la del otro. Se sentía mareado entre tantas emociones, pero no le molestaba. - Bonnie...Tienes para ofrecer mucho, mucho más de lo que te imaginas...- sonrió con cierta ternura mientras miraba las blancas manos del otro, en particular la que sostenía, entonces la levantó lentamente para pegar sus labios de la misma de forma inocente - No te desprecies de esa forma...- susurró - ¿Sabes?... Yo no creo que pueda dejar de quererte rápidamente. - cruzó sus miradas con sinceridad - Eres, la única persona que a logrado cautivar verdaderamente mi corazón y lo peor, es que ni siquiera te esforzaste en eso.- negó con la cabeza - Eres hermoso Bonnie, yo no lo digo solo por como te ves - sonrió - Sino que realmente eres hermoso, de  verdad... ¡Por dentro y por fuera! - agregó soltando lentamente la mano del otro solo para alejarse un poco del mismo - No puedo, n creo que mi papel sea pedirte que dejes el circo y... Te quedes conmigo. - tragó saliva - Pero, si decides hacerlo... Te esperaría con los brazos abiertos... Por ahora, me conformo con que no me alejes - le sonrió, antes de darse vuelta al incorporarse de su lugr- Te traeré la cena, de verdad me preocupa que no comas...

-... - se quedó callado mientras veía como aquel chico turquesa se iba de la habitación, sus mejillas se sentían totalmente rojas y sus ojos tan brillantes. Pero realmente no parecía que hubiera rastro de tristeza en estos, sino más bien, eran gestos de pura sorpresa.

Sus latidos, podía sentirlos golpeando su pecho mientras su cabeza repasaba lo dicho por el contrario.

¿Que queria verle feliz, una oportunidad? ¿Le esperaria... Si se escapaba?

Nuevamente se sentía en un compromiso gigante, pues no se sentía preoarado para escaparse, ¿Que pasaría con sus amigos?. ¿Que pasaría si los dejaba atrás? ¡Se ofenderian si hacía lo mismo que hizo su madre! Además de que había una posibilidad de que fueran a buscarle...

¿Sería una cuestión de genética llegar a esa desición? Quizá ninguno de los dos había nacido para estar en el circo, y no conocía a sus padres como para preguntarles esas miles de dudas que pasaban por su cabeza... Pero entendía, y no era culpa de ninguno de los dos por sentirse presionados, o al menos él lo sentía asi.

Quizá era momento de hablar con sus amigos y como mínimo informaría de sus intenciones en lugar de volver a huir de esa forma como lo hizo esa tarde.

¡Ohh valla! ¡Seguro su jefe se molestaría mucho por eso! Tendría que... Persuadirlo o algo por el estilo solo para que no tomará replesarias por plantarlo esa noche. Por lo que tendría que resolver ese asunto cuando llegará y era seguro que no sería nada fácil.
- ¡Aquí está! ¡Mi deliciosa pasta a la Bon! Es deliciosa~ - canturreo, en un mal tono de comercial italiano mientras se sentaba al lado del contrario. Le sonrió y colocó  un cojín del sofá, en sus piernas seguido del plato de pasta sobre el mismo - Espero que te guste. - susurró divertido mientras realizaba la misma acción consigo mismo, sin embargo... No podía evitar mirar al contrario de reojo.

Que mono, incluso soltó una suave risita al escuchar un "Mmmm!" gustoso que salía de los labios ajenos, al parecer estaba disfrutando de su comida y si se iba a portar así de lindo cada que probaba algo que le gustaba, pues entonces debía cuidar su dieta porque él, se encargaría de darle de todo.

- Oye Bonnie - llamó a atención del mismo haciéndole voltear con sus mejillas un poco llenas y algo de spaghetti escapando de sus labios, rió un poco más pasando su dedo pulgar por los mismos retirando la pasta - Me gustaría que me hablaras un poco más de ti...- se ruborizó ligeramente - Últimamente se que la has pasado mal pero... ¿Tienes amigos en el circo? - agregó curioso tragando él también un bocado de pasta - Ese chico pelirrojo por ejemplo. - llevó una mano detras de su cabeza con gracia - Cuando lo ví la primera vez, pensé que era tu novio, o sea, jejeje. - aclaró su garganta - Si... Me habías contado que era tu amigo pero, es que...- miró hacia abajo, Dios, ¿Porque era tan vergonzoso? - Solo... Quiero saber un poco más de la persona que, me ha cautivado. - admitió sonriente, la verdad no le importaba si no eran cosas alegres, después de todo, él también tenía sus cosas que contar. Solo que, se que las de Bonnie, debían ser menos mundanas...

El pelimorado tragó nervioso, realmente no estaba acostumbrado a recibir ese tipo de piropos tan... Diferentes.

Siempre los escuchaba cuando más personas le confundían como alguien "linda" y lanzaban aquellos comentarios indecorosos, pero la forma en el turquesa se lo decía.

-Bueno, ya que lo pones así...- comentó antes de pasar el dorso de sus manos sobre sus labios. - ¡Foxy! - exclamó recordando al joven pelirrojo con una sonrisa - Prácticamente nos criamos juntos, él tenía 5 cuando yo nací y hasta dónde sé siempre estuvimos juntos... Siempre me ha cuidado como un hermano mayor jutno a Bombón, ¡Es más! Fue gracias a ella que encontré talento en el trapecio. - suspiró - Cuando era pequeño, entrenaba con las chicas todas las tardes y practicaba con ellas. Era divertido...- decía con gracia, ahora entendía porque parecía tan femenino en algunas ocacioenes, tanto al Punto de ser confundido de esa forma.

Se impresionó un poco al ver que el moreno estaba sonrojado, prestándole atención y sin más, retomó un bocado más de esa sabrosa pasta.

- ¿Y yu? ¿Que me cuentas?... - preguntó con media mejilla llena y masticando suavemente -... La verdad, me impresiona que te siga gustando tanto si creías que antes en serio era una chica, o sea. Lo que quiero decir, es que, ¿En serio no te afecta? ¿No has salido con otras personas?.

- ¿He?...Pues yo...- lo pensó un poco - No creo que tenga cosas muy emocionantes que decir. - sonrió - Soy un chico normal, creo que lo más interesante sería que mi padre es de los campeones de peso completo en la ciudad. Como ya dije es boxeador y a ganado muchos torneos - suspiró - Del resto yo, pues. Voy a la escuela, viajo con mi padre de vez en vez,  mi madre murió cuando tenía 3 años así que no recuerdo mucho de ella, tengo solo dos mejores amigas, ambas chicas, Joy que ya la conoces y Mangle. Seguro un día la conocerás - asintió antes de rascar un poco su mejilla en señal de nervios, la verdad no esperaba esa última pregunta ¿Tenía cara de inexperto? Suponía que si.

- Pues... Si e salido con algunas personas antes, chicas solo chicas realmente...- rió un poco - Pero ninguna me a gustado tanto como tú.- admitió con simpleza bajando un poco su rostro - No me mal entiendas, no es que no me afectara que fueras un chico. De hecho fue un pequeño shock para mí, no sabía que hacer, pues jamás me había gustado otro nombre. P-por eso te besé...- sintió su rostro un poco más caliente - E-esperaba... Tal vez de esa forma optener, una respuesta. ¿Quizás no... Me gustabas tanto? No sé, solo buscaba respuestas, pero mi corazón se aceleró como loco... Solo teniéndose entre mis brazos...- suspiró - Quería protegerte y cuando comenzaste a llorar me... Asusté mucho...- le miró de reojo - Bonnie yo... Quiero que te sientas cómodo a mi lado...- tomó el tenedor y comenzó a jugar con la pasta, sin dejar de percibir su rostro más y más cálido - Que puedas llegar a sentir aprecio por mi...

El pelimorado volvió a sonrojarse, ya estaba sintiendo su cara echa un tomate al solo recordar cómo por aquellos leves momentos, en los que se dejo llevar, simplemente respondió a... Aclaró su garganta mientras soltaba un largo suspiro que trataba de apaciguar un poco aquellos latidos en su pecho.

- B-Bueno... - murmuró con suavidad, sus cabellos llegaban a tapar ligeramente su rostro - Si te hace sentir mejor...- titubeó un poco, mientras golpeaba el tenedor en su plato vacío - Eres una persona muy agradable, incluso... Creo que eres la única que consoco... Que me ha consentido y sin querer nada a cambio o... Sin estar obligado a hacerlo...- admitió con una sonrisa ligeramente chueca - Y eso realmente lo aprecio...- suspiró con suma suavidad tratando de ocultar aquel sonrojo.

Tampoco es que estar con el contrario le desagradara, era un gran chico muy amable, un poco distraído e impulsivo, pero no es que un par de besos le intimidaran o algo parecido.

- Gracias - susurró ruborizado y conteniendo lo mejor que podía esa sonrisa que se formaba en sus labios solo  de escuchar la declaración del contrario. ¡Le agradaba a Bonnie! Dios, eso le hacía sentir tan, ¡Tan Bien! El más bajo era tan lindo, por pensar eso de él pese a haber actuado como un aprovechado, pero no podía evitarlo.

Cuando estaba cerca de esa chico, algo dentro de él gritaba que debía abrazarlo, besarlo, protegerlo de todo aquello que quisiera hacerle daño

-  Yo creo, que eres, muy genial, muy talentoso y sobre todo muy, dulce... - le sonrió llevando su mano a la mejilla del otro haciéndole suspirar. Entonces mordio su labio inferior, ese instinto de nuevo le hacía concentrar toda su atención en esos hermosos, delgados, y rosados labios, los cuales rozó con su dedo pulgar y sonrió - Bueno, voy a lavar los platos... - susurró, poniéndose de pie ante la mirada brillosa de su compañero - No...quiero ser mal interpretado - susurró - Pero... Mmmm...- rascó su mejilla - Para como esta tu pie, tal vez deberías... Quedarte a dormir... Igual es un poco tarde...- agregó iniciando su camino a la cocina incluso antes de recibir una respuesta de parte del contrario.

-...- por su parte el pelimorado permaneció en silencio mientras observaba como el peliturquesa se marchaba de la habitación, ciertamente debía admitir que ese chico era persistente... Y eso nunca antes le había parecido tan agradable.
Pero... Tampoco quería verlo como una salida fácil de sus problemas. Nobporque lo pensara así, jamas podría aprobecharse de la hulimdad que ese pobre chico enamorado sentía. Por lo que debería hacer un esfuerzo y tratar de alejarse de él... O podrían salir en serio lastimados.

Suspiró con resignación mientras se recargaba de aquel sofá, ¿Porqué le tocaba pensar en cosas tan difíciles? Estaba seguro de que si no se quejara tanto, no estaría metido en tantos compromisos ahora.

Miró por unos segundos su pie vendado... Eso le costaría un par de días de trabajo, estaba seguro que su jefe se enojaría y valla, sentía que cada cosa que le pasaba solo le fomentaba más a aceptar la propuesta de ese sujeto... Después de todo, ¿Que tan malo podía ser?, no estaba seguro de que tipo de requisitos debía cumplir un amante pero si tenía que ver con amor... Mínimo podría... hacer el intento por todos los lujos y comodidades que estaba buscando, pero fuera de eso, se sentía tan diferente de cómo se lo proponía ese chico turquesa...

Nego con la cabeza, no quería pensar en eso ahora... Solo necesitaba decanzar su mente y pensar en otras cosas que le distrajeran de ese pezado semtimiento en su pecho que le revolvía el estómago.

Para cuando el peliturquesa regreso solo pudo encontrarse al trapecista meditando con la mirada puesta en el techo, ¿Qué tanto habría en su linda cabecita? Sonrió y se sentó a su lado.

- Bueno, ¿Qué decides? Puedo tratar de llevarte de regreso al circo en mi bicicleta, pero creo que lo más comodo para tú pié sería quedarte aquí lo más tranquilo posible - aclaró su garganta un poco avergonzado - Si quieres... Puedes dormir en mi cuarto, es más grande y como que esto, claro que yo dormiría aquí en la sala. - agregó estirándose un poco - Mi viejo esta de campeonado así que no vendrá a dormir aquí hoy. Si gana se irá a beber  para celebrar con sus amigos... - dijo con gracia hasta escuchar un simple; "¿Y si pierde?" - Pues irá a tomar, para ahogar su tristeza...- rió por debajo cuando el otro parpadeó, bueno para él era gracioso que sin importar el resultado, su padre hiciera mas o menos lo mismo, luego estaría con dolor de cabeza el pobre viejo.

- Umh, entiendo... - musitó el pelimorado mientras su mirada se desviaba pensativa de nueva cuenta. Bueno, se moviese o no esa noche estaba seguro que por hoy no quería volver a el circo... Necesitaba pensar con más calma las cosas y ya había dormido a la intemperie la noche anterior, seguro si intentaba volver a hacerlo el peliturquesa le estaría vijilando como un mosquito. Rió internamente al imaginarse a ese chico haciéndole compañia con alguna manta o llevándole hasta su casa mientras dormía... Okey, quizá solo estaba soñando mucho...

Suspiró una última vez con resignación, antes de enfocar aquella mirada paciente y brillante.

- Si no te molesta...- pasó unos segundos regresando la mirada al peliturquesa, por alguna no podía sostenerse firme frente a esos ojos por mucho tiempo. - Me, quedaré... - murmuró con cierta pena, antes de tragar ligeramente, sintiendo sus mejillas ardiendo un poco.

- Qué alivio...- sonrió con suavidad, mientras se ponía de pie solo para tomar en sus brazos al pelimorado, cargándolo, ni más, ni menos - Si hubieras decidido irte con ese pie en ese estado, estaría muy preocupado y llevarte a esta hora también hubiera sido complicado. - agregó aún cuando el contrario solo le miró con aquella ligera expresión de verguenza mezclada con sorpresa, quizás más por el hecho de que lo estaba cargando que por cualquier otro motivo. Claro, Bonnie era un acróbata, no necesitaba que nadie le cargara, quizás a lo mucho servirle de apoyo pero - Así es más cómodo, para mí. - le explicó, mientras comenzaban a subir las escaleras - Y no te preocupes, la verdad, no pareces el tipo de persona que molesta. Tal vez todo lo contrario... - le sonrió, mientras como podía abría la puerta de su habitación, no era la gran cosa de hecho; unos cuantos posters de guitarristas famosos, una cama más o menos ordenada, algunas ropas en el suelo, una TV y varias medallas de diferentes deportes, no es que él fuera el gran deportista tampoco, solo que su padre se había encargado de hacerle probar cuanto deporte existiera buscando su "talento oculto". No había sido malo en ninguno de ellos, pero ninguno había despertado su pasión tampoco.

De hecho aún no estaba seguro de que podría aviviar esas ganas de surgir profesionalmente, estaba claro para él al menos que los deportes no era un opción, pero entonces ¿Qué era bueno para él?.

- ¡Este cuarto es genial! ¿Es solo tuyo?...-los ojos rubíes brillaron con intensidad más el peliturquesa asentía y le iba bajando al suelo con cuidado.

No pudo evitar recorrer con su mirada su alrededor, todo se veía tan nuevo y acogedor, hasta sonaba bonito tener tu propio espacio al cuál regresar siempre que quisieras.

- Cielos, tienes muchas medallas. Que  interesante que seas bueno en deportes...- sonrió para el contrario mientras se acercaba con cuidado a observar aquella pared dónde estaban todas esas condecoraciones en lo que el ojiverde comentaba de los afanes de su padre por hacerle entrenar.

Pero como había salido tan lindo como su madre, jamás lo intudujo al mundo del Boxeo y al parecer el peliturquesa no era bueno para eso tampoco.

- ¿Cuál fue tu favorito?...- decía notando como todos esos premios se hayaban enmarcados con gran cuidado. Lucían realmente impresionante.

- Mmm, ninguno en realidad - aseguró el peliturquesa soltando un suave bostezo - Mi padre deseaba que yo encontrara una vocación deportiva, como él... Entonces me inscribió en muchooos deportes. Soy competitivo, así que dí el máximo en todos y gane trofeos. - sonrió - Pero... Ninguno me gustó en realidad y cuando obtenía la meta que satisfacía mi egoísta capricho por ganar, solo me retiraba. La verdad nada de eso me apasionó...- resopló sin importancia, mientras el chico le miraba atentamente - Supongo que solo no, son eso... Que estoy buscando. - se lo medito un poco - A decir verdad... En esos aspectos me decepciono un poco de mi mismo. Jejeje...- rodó los ojos,  ¿Estaría un poco arrogante?. - Nada me emociona, nada me gusta, así incluso lleve la mayoría de mis relaciones amorosas. - miró fijamete al contrario - O así era...- aquello último hizo que el otro de erizarse, negó con la cabeza, no quería ponerle nervioso. - ¿ Y a ti ? ¿Has encontrado algo que te apasione? - mostró cierta curiosidad que no pudo disimular - ¿O también haces las cosas solo por hacerlas?
- Hum, bueno. Ya que lo mencionas...- sonrió mientras se agachaba un poco a ver más de cerca los objetos en aquel aparador. Ciertamente le daban curiosidad incluso las figuritas de acción que había en este. - Si... Me apasiona mucho mi trabajo. - decía con cierta gracia ante la ironía - Pude haber elegido hacer otra cosa cuando era más pequeño. Pero la sola idea de poder volar por los aires y que a todo el mundo le facine, era muy tentadora. Creo que también tengo un lado algo narcisista porque; salir a escena, recibir aplausos y halagos, el atreverse a hacer algo que nadie más se atrevería a hacer aparte de ti... Es como que lo hace, especial sabes...- dejó de lado aquellos juguetitos mientras daba un último repaso a la habitación - No lo sé, me gusta poder expresarme con mi cuerpo...- sonrió con calma mientras se giraba lentamente a ver al más alto

- Y me puedo imaginar porque...- respondería el turquesa - Es que realmente brillas bajo los reflectores, como si fueras un bello ángel - aseguró divertido antes de que el otro negará con la cabeza sonriendo, la verdad es que eso que había dicho Bonnie le dejaba un poco confuso... El más bajo había dicho que no le gustaba trabajar en el circo, pero... Ahora decía que le apacionaba su acto... Tragó saliva, la charla del sofá, quisiera o no le habia dado algunas esperanzas, aún si Bonnie le hubiera dicho que no se ilusionara con él.

Si lo pensaba bien, la posibilidad más grande era esa, dónde ese lindo chico se regresaba con su circo y después se iba a otra ciudad... Ya lo sabía y aún así le inquietaba. ¡Vamos! No podía ser tan  infantil, ese amor que creía comenzar a sentir por Bonnie era tan, nuevo y repentino que no debería afectarle tanto si el otro se alejaba pero.

Respiró hondo.

Fuera como fuera, el debía respetar su decisión.

- Quisiera que siempre brilles...- susurró antes de acercarse a su cama y destaparla un poco antes de acomodar la almohada - Jejeje, espero que la hayes cómoda - agregó con aparente tranquilidad mientras el otro se sentaba al borde de la cama y hacía un comentario sobre lo suave que era.

- Muchas gracias - comentó antes de mirar una última vez al peliturquesa por esa noche. - Ciertamente... Es más de lo que necesitaba...- decía un tanto avergonzado mientras rascaba su mejilla y suspiraba, ese chico era demasiado amable y dulce... Y en cierto sentido hasta le había echo sentir mucho mejor. - Siento en serio
causarte angustias o problemas, Bon...- suspiró antes de sentir un par de palmaditas en su cabeza que prontamente se convirtieron en un par de caricias. Sus mejillas se enrojecieron mientras el moreno decía que no eran molestias, que le alegraba saber que ya por fin estaba bien. - Okey...- asintió, notando como ahora el peliturquesa se iba de la habitación y le echaba una última mirada al mismo tiempo que colocaba una mano en el interruptor de la luz - ¿Seguro que vas a dormir bien en la sala?...- preguntó con cierta pena, deteniendo al contrario en la puerta.

- Ah... Claro, la sala está bien.- respondió el moreno llevando un dedo a su mejilla rascándola ligeramente con cierta verguenza - No quiero que  pienses que quiero aprovecharme ni nada, quiero que duermas cómodo y que te recuperes...- Sonrió mientras simplemente se acercaba nuevamente solo para arroparle hasta la mitad del cuerpo - Estarás bien, no tienes que preocuparte por nada ¿Ok? Si necesitas algo, llámame. Tengo buen oído y la sala, no esta muy lejos... - aseguró cuando observó el rostro del otro, vaya que tenía una cara hermosa. Angelical  pero con esos rasgos masculinos muy sutiles.

Tuvo que morder suavemente sus labios, solo para controlarse un poco, aún así estaba tentato a darle un suave beso en la frente a ese chico, que le estaba mostrando una faceta de si mismo que él mismo no conocía.

- Umh, Ok... Que descances....- murmuró el pelimorado mirando al tuequesa asentir, y apagar las luces antes de salir.

Suspiró incómodo... Bueno, no tan incómodo porque esa cama realmente se sentía agradable, pero joder, ¡Él no debería estar ahí! ¡Mínimo debería estar durmiendo en su hamaca en las carpas o en un árbol si era necesario! Pero...

Esa noche, la había pasado tan lindo. Ese chico turquesa le había tratado como toda una buena persona, a pesar de esos tropiezos que no eran la gran cosa si iba al caso. Le demostraba tanta preocupación... Le cuidaba sin obligaciones, sin que alguien se lo dijera o él fuera alguien importante y valioso.

Nunca nadie... Le había tratado igual.

Pero, no sentía correcto aprobecharse de esa humildad si no compartía el mismo sentimiento y... No es que no creyera no poder enamorarse de ese chico, solo que... Dos semanas era tan poco tiempo y no quería apresusrar sus emociones o engañarse a si mismo con algún tipo de ilusión o algo parecido.

Pero no podía evitar pensarlo, cuando se sentía tan excluido en un lugar dónde casi lo matan en su trabajo y tenía que llegar a acuerdos raros para poder estar tranquilo. Foxy no podía cuidarle para siempre, por más que dijera que lo hacía porque eran familia, el pelirrojo en algún momento decidiría hacer su vida también, al igual que Bombón... Y si ellos ya tomaban sus deciciones adultas... Él debía comenzar a tomar las suyas, incluso si estas le asustaban o le traían más problemas. Él estaba decidido que no quería seguir viviendo así, incluso lo dicho por el peliturquesa era razonable; Había tantas cosas que no conocía y le gustaría muchísimo porder tener más amigos como él, incluso si eso implicaba abandonarlo todo y sin un sendero claro al frente.
Pero también tenía miedo, tanto miedo de ser juzgado como alguien que no era...

Y... Él no era como su madre...

Estaba seguro que solo esaba en el circo porque ahí le abandonaron. Todos pudieron fácilmente haberse desecho de él, pero decidieron acogerle, esaba seguro de que ninguno hubiera tenido corazón para hacer algo parecido. Seguro le habrían tenido mucho cariño a su madre. Y ella los traicionó de aquella manera. Él... No tenía coraje para hacer lo mismo que ella.

Apretó sus ojos... Era un echo de que hoy no era de esas noches en las que podía dormir tranquilo, su mente le atormentaba demasiado.

Siempre que aquello pasaba, dormía junto a Foxy o con Bombón cuando le ofrecían un espacio si se los preguntaba... Pero hoy no estaba con ellos... Y quizá por eso estaba caminando con cuidado escaleras abajo. Envuelto con aquella manta, mientras miraba al centro de aquella sala en dónde dormía el peliturquesa en aquel sofá...

Y se paró junto a este... Notando como este aún parecía estar despierto...

Apreto un poco sua labios, antes de suspirar...

-... Puedo, dormir contigo?...- preguntó cuán niño que acavaba de tener pesadillas, su mirada un tanto apenada mientras tragaba nervioso. Sin saber muy bien porque, solo no quería pasar esa noche solo con sus pensamientos.

Y por más locura que fuera la idea de dormir de ese modo, era mucho mejor que solo estar atormentándose en la oscuridad...




Notas de las autoras:

¡Hola gente Bonnie-Ta! Aquí Hanoi-Chan reportándome con otro capítulo de esta historia, recién salido del horno de edición (?

Al menos está vez no me tarde un mes entero jejeje xD

Espero que sea de su gusto, últimamente están quedando cada vez más largos pero creo que el siguiente no lo será.

La próxima semana estaré editando otro capítulo de la T2 de Otra Historia de Conejos, asique estén atentos~.

Saludos! Atte: MissJees and Muá~💗 (?

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