Tipo de narración: tercera persona/omnipresente.

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- ¡Devuelve me mi cuaderno!-gritó una joven adulta, con uniforme marrón y botas más altas que las normales. Era castaña oscura, con mechones rojos y amarrado a una alta coleta, sobre su enrulado cabello tenía puesto un gorro parecido a la de un fuhrer alemán. Sus manos parecían garras debido a los guantes de cuero negros que poseía. Además que era muy alta y pálida; Perseguía a otra muchacha, que era igual o más peculiar que ella.

- ¡No!-respodió la otra muchacha, como mencioné con anterioridad, era más extraña que la contraria, tenía una franela de tono rosa opaco, jeans rotos y botas altas, también se notaba por debajo de la franela vendas que cubrían su pecho, partes del cuello y hombros. Su cabello era igual de castaño, pero con puntas rosas y más desordenado. Además de que tenía orejas y cola de gato, peludas y grises. Estaba huyendo de la uniformada con un cuaderno en manos.

- ¡Dámelo!-seguía gritando mientras aumentaba la velocidad. 

Las dos muchachas, que se encontraban corriendo, hacían un desorden, ya que la uniformada, al ser muy ágil, saltaba sobre algunos muebles. Mientras que la de ojeras (y no de cansancio), era muy rápida, así que cada una tenía sus ventajas; debido al escándalo que formaron, alguien entró.

- ¿Pueden parar de una buena vez?-preguntó una tercera, se parecía a las otras dos, solo que ella se veía menos, ¿Cómo decirlo? Extraña. Su vestimenta era casi idéntica a las de la de orejas y cola, solo que estaba más arreglada y no tenía vendas ni los jeans rotos; su rostro estaba fruncido, mostrando su molestia-, me están desordenado el cuarto... Otra vez.

- ¡Terror dame el maldito cuaderno de una buena vez!-el tono de voz de la uniformada mostraba molestia y enojo puro y duro.

- ¿Pero por qué?-dijo la aludida con tono y mirada infantil (aunque sus ojeras no ayudaban para dar ternura, supuestamente)- Malan.

- ¿¡Por qué!? ¡No te pego por lástima!-dijo mientras le arrebataba el cuaderno-. Y no pongas tu cara de perro regañado, que eres gato.

- Eh... ¿Se puede saber por qué están peleando? Se escuchaban los gritos desde abajo-se apareció otra chica, se veía más joven que las demás. Tenía el pelo rosa, suelto, pero con un gorrito morado en la cabeza, su ropa era como la de cualquier adolescente, así que no necesita descripción-, como diría nuestro queridísimo Germán Garmendia: I don't entender very mucho.

- Yo también quisiera saber.-dijo la castaña, que había llevado su mano a cabeza, para frotarse la sien.

- Pregúntales tú-opinó una gata animatronica rosa, tenía el ojo derecho mal (como el de The Mangle), también tenía los cachetes colorados. Apuntó a la tercera muchacha que apareció en esta narración-, yo no me meto con esas dos. 

- Está bien...-suspiró, y se acercó a Malan y Terror, que estaban discutiendo-. ¿Podrían explicarnos que ocurre?... No, mejor explica tú, Malan.

- Yo estaba dibujando a los personajes de FNAF y Undertale tipo militar como me lo habías pedido. Terror, que entro al cuarto a buscar no sé qué cosa, vio mi dibujo, y me agarró el cuaderno para verlo. Pero todas aquí saben que odio que tomen mis cosas, ¡Y tú más que nadie sabes eso!-dijo mirando a Terror, con sus brazos cruzados.

- ¿En serio? Dios Santísimo dame paciencia.

- Ustedes pelean por todo, parecen niñas de cinco años-murmuró la más joven de todas.

- Aunque era obvio que iba a pasar-opinó la gata-. Yo no sé cómo Amira se las aguanta.

- Mmmm-la aludida no dijo nada, estaba pensativa.

- Hey, Amira-la gata le llamaba mientras intentaba chasquear sus metálicos dedos-. ¡Amira!-esta vez grito junto a la más pequeña de todas.

- Listo, se murió-susurró la uniformada.

- Chicas, tengo una idea-habló por fin Amira.

- Se le encendió un bombillo, ¿Verdad? AmyHS-dijo la gata, mirando a la peli rosa.

- No Amy, no, como diría Fox; "se le prendió un Golden"-bromeó.

- Ja, ja. Vaya broma-mencionó Amira con sarcasmo.

- ¿Y cuál es tu idea?-preguntó Terror.

- Haremos algo cliché, pero no con los mismos personajes de siempre... Haremos que los animatronicos de Freddy's Fazbear Pizza y los monstruos del Underground reaccionen a sus fandoms. 

- Prefiero que sean los de mi preparatoria-comentó AmyHS.

- Amira dijo que no sería con los de siempre, ya otras personas los hicieron-cotraatacó Amy.

- ¡Si! Sería muy interesante- gritó alegre Terror.

- ¿Qué están haciendo?-hizo acto de presencia otra gata, era casi idéntica a Amy, solo que ésta tenía puesta una armadura de guardia real y que no era un robot, sin contar que tenía una coleta que recogía su cabello, era de un rosa más oscuro que el de su pelaje.

- ¡Amixa!-exclamó la otra gata.

- ¿Quién más podía ser?-dijo, después recordó a alguien, pero no dijo nada-, respecto a mi pregunta, ¿Qué hacen?

- Pienso traer a los de Five Nigths at Freddy's y Undertale-Amixa levantó la ceja de su ojo cerrado, sin entender completamente-, para que reaccionen a su "lado bueno del Fandom". Y lo digo entre muchas comillas.

- Me parece una muy interesante idea-dijo otra muchacha, era, al igual que las demás, parecida a Amira, solo cambiaba su ropa, que era un suéter morado oscuro, jeans oscuros, botas marrones (un poco más bajas que las de las demás) y, en vez de guantes grises largos (o negros, como Malan) eran sin dedos. Se apareció detrás de Malan, la cual, que siempre está alerta, se asustó.

- ¡No me asustes así, AmiHacker! ¡Ni que fueras un Ninja!-gritó con rabia Malan, la aludida bajó sus orejitas peluditas con lástima.

- Ups, perdón Malan, pero sabes que no puedo evitarlo-dijo la de suéter.

- Perfecto, ¡Hay que hacerlo!-dijo Amira con una sonrisa. Ignorando el hecho de que la uniformada de ojos rojos estaba  apunto de matar a la hacker detrás suyo.

- ¡Sí!-respondieron las demás, menos Malan, que es una amargada.

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Fin del capítulo uno, pero editado.
¡Espero que lo hayan disfrutado!
Hasta la próxima.jpg