Niño Perdido #6
Espero que les guste~
Sucede en una noche cualquiera, ayudando a Monty a buscar sus anteojos como grupo. Los había perdido en algún lado en algún momento durante el día y todos decidieron ayudarlo. Es entonces cuando lo escuchar.
-¡Monty!- Freddy se voltea al instante ante la voz infantil, notando entonces al niño pálido y de cabello castaño que corre hacia ellos. No puede escuchar sus pasos, sus sensores no detectan calor corporal o latido de ningún tipo. El interior del oso se estremece, no es el primer espíritu que ve rondando pero es el primero que ve de muy cerca. -¡Los encontré, los encontré!- se acerca con los anteojo que habían estado buscando entre sus pequeñas manos y una gran sonrisa en su rostro.
-Genial enano, eres mi héroe de hoy- para sorpresa del oso, Monty se agacha y permite que el niño ponga los anteojo en su lugar, incluso llegando a alzarlo mientras se levanta. Eso es nuevo, Monty no suele llevarse bien con los niños pequeños. -¿Que quieres hacer hoy, pequeño héroe?- pregunto, sujetando al fantasma con un solo brazos.
-¡Juguemos Golf!- chillo con emoción. -¡Te ganare esta vez~!- apunta hacia la nariz del gran animatronico, quien ríe ligeramente.
-Ya veremos, enano- asintió y miro al resto del grupo, ignorando la obvia conmoción del oso. -¿Alguno se une?- otra sorpresa para la noche, Monty invitándolos a jugar.
-¡Yo voy~!- Chica no dudo en avanzar con una gran sonrisa, recibiendo un chillido entusiasta del menor.
-Iremos en un minuto- hablo la loba, señalando al oso y a ella.
-Esta bien- asintió con facilidad, contento.-¡Juguemos~!- el niño ríe y Freddy escucha, con asombro, como el sonido hace eco a su alrededor. Había escuchado ese sonido durante unas cuantas semanas pero se había decidido a no preguntar, habiendo visto y escuchado muchas cosas raras desde que la pizzería abrió. Se alejan y entonces, el niño parece notar al oso. En brazos de Monty y mirando desde su hombro, el menor sonrió y saludo con entusiasmo, Freddy devolviendo el gesto lentamente y aun muy sorprendido. Quedan solo dos, en silencio y mirando en dirección por donde los demás se habían ido.
-¿Desde cuando...?- Freddy mira a Roxy con asombro y curiosidad.
-Unos meses y se llama Gregory- respondió ella con tranquilidad. -Escucha Freddy, hagas lo que hagas, no le preguntes su nombre o lo que le paso, se vuelve...sensible ante eso-
-Por supuesto- acepta fácilmente.
-Bien...- asintió Roxy, apartemente satisfecha. -...ahora vamos, quiero patear traseros en el golf-
-Lenguaje, Roxy- corrige con diversión y por costumbre, ella riendo ligeramente, ambos caminando hacia la zona de golf, dispuesto a jugar un rato antes de que la guardia de seguridad los encuentre.
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