Espero que les guste~

Gregory estaba decidido a disculparse con los animatronicos, sintiéndose culpable por haberlos lastimado y haber robado sus partes. Freddy le había asegurado muchas veces que lo hizo para sobrevivir y no con malas intenciones pero igual, sentía que les debía algún tipo de si culpa, así que decidió intentarlo.

Primero decidió ir con Chica, caminado a paso rápido con una caja colorida decorada con un moño en la parte de arriba sujeto bajo el brazo, sus pequeñas manos ocupadas por sostener un pequeño plato con una gran magdalena bien colorida. Dejó eso frente a la puerta de Chica y golpeó la puerta, corriendo al escuchar los pesados pasos. Se escondió con Freddy, no queriendo ver la reacción ajena.

Mientras tanto, Chica abrió la puerta con confusión y curiosidad, solo viendo el paquete y la magdalena al bajar la vista. Entro aquello, abriendo la caja y sonriendo tan ampliamente como podía al ver lo que tenía dentro. Era una magdalena grande, con la cubierta rosa y el cuerpo marrón, incluso parecía tener una cara extraña pero que le sentaba bien de alguna manera. Lo apretó suavemente, era un muñeco muy llamativo que le daba una sensación de deja vu que no sabía de dónde venía. Miró dentro de la caja solo por si las dudas, viendo un papel dentro. Lo sacó y lo leyó, tarareando ligeramente con alegría, algo cálido llenándola. Era una nota, escrita con letra torpe y algo torcida pero legible, que decía: "Lo siento por haberte hecho daño y por haberme robado tu caja de voz-Gregory" con un pequeño dibujo de ella en la parte de abajo. Se llevó la magdalena que estaba en el plato a la boca, satisfecha, era blanda y no se le iba a atacar en la mandíbula. Coloco el peluche de magdalena entre sus demás muñecos de ella misma, a la vista para poder verlo sin mucha dificultad. Ese niño era adorable, le agradecería la próxima vez que lo viera.

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Gragory no tenía muchas opciones, así que decidió ir con Roxy. Camino con pasos lentos, lo mas silencioso posible, sabiendo que ella podía verlo a través de las paredes gracias a sus extraños ojos pero intentando pasar desapercibido de igual manera. Dejó el paquete colorido frente a la puerta ajena, alzando la vista cuando está se abrió, tragando en seco al ver a Roxy, quien lo estaba mirando fijamente y de brazos cruzados. Chillo al ser descubierto y corrió, alejándose lo más rápido que sus cortas piernas le permitían, aliviado de que ella no lo persiguiera.

Mientras tanto, Roxy sólo vio con curiosidad y diversión al niño correr. Rodó los ojos y bajó la vista, agarrando el paquete dejado en el piso y entrando a su cuarto, curiosa. Lo abrió, encontrando un espejo de mano de bordes y mango violeta. Lo agarro y lo volteo, su cola moviéndose con gusto al leer "¡Eres increíble!" escrito con letras blancas y grandes en la parte de atrás del espejo. Miro dentro d ella caja por si las dudas, agarrando la nota que había en el fondo y sonriendo ligeramente ante la letra torpe. Decía: "Lamento haberte atropellado y haber robado tus ojos-Gregory", con un dibujo de algo parecido a ella abajo. Bufo, divertida, quizás el niño no era tan malo después de todo.

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Monty era el siguiente porque Gregory no quería aquello. Así que se armo de valor, con la cámara conseguida en su loca aventura colgando de su cuello por seguridad y un paquete bien colorido entre sus manos, empezó a caminar para buscar al lagarto de metal de gran tamaño. Lo vio a lo lejos, dándole la espalda y no pudo evitar hacer una ligera mueca. Al diablo todo. Grito. El nombre ajeno, lanzando el regalo con todas sus fuerzas cuando este se dio vuelta para mirarlo, alejándose corriendo al ver que Monty había agarrado el paquete como un simple reflejo.

Mientras tanto, Monty estaba molesto y confundido, viendo al niño alejarse lo más rápido posible, fijando sus ojos en el paquete que había logrado agarrar. Lo abrió sólo por curiosidad, sacando el muñeco que había dentro. Era el, obviamente, con unos anteojos muy parecidos a los suyos en forma de estrella pero más gruesos y algo grandes, con algo parecido a luces si no veía mal. En el pecho del muñeco había una nota algo arrugada que se mantenía por alguna razón en su puga. Decía: "Lamento haberte roto y haber robado tus garras", con un pequeño dibujo de lo que parecía ser Monty en la parte de abajo. Todo los ojos pero se llevó al muñeco a su habitación. Ese niño era raro.