Espero que les guste~

Esta explorando, buscando aquellos pequeños regalos que sigue encontrando escondidos por todo el lugar y se decide a trepar el gran pelotero que están en la guardería, sintiendo que tendría una mejor vista desde arriba. Así que se aprovecha de que Sun esta limpiando a su alrededor y empieza a trepar con entusiasmo, sonriendo enormemente al llegar a la cima. La guardería ya es colorida pero se ve mucho mejor desde allí. Mira todo a su alrededor, curioso, notando de manera distraída la cantidad de estrellas pegadas por las paredes y el techo.

-¡Sunshine!- bajo la ante la voz, apoyándose en el borde con cuidado.

-¡Hola Sun!- sonrió, divertido por la forma en el que el animatronicos se está removiendo en su lugar, ansioso y nervioso. Lo ha visto hacer eso unas cuantas veces, cuando está rodeado de niños entusiastas y llenos de energía, sin saber de quien ocuparse primero.

-¡¿Qué haces allí arriba?!- chilla, obviamente en pánico y Gregory no puede evitar simplemente mirarlo, divertido, sin saber por qué el animatronico se está comportando así. -¡No es un lugar seguro! ¡Tienes que bajar, Sunshine!- su pánico parece aumentar, agitando las manos.

-¿Quieres que baje?- no entiende la razón del pánico ajeno pero está dispuesto a obedecer, sin querer que Sun sea una manojo de nervios y preocupación porque sabe que no podrá escapar de eso.

-¡Mejor no lo hagas!- mira a su alrededor, para después mirar al niño lejos de su alcance. -¡N-No te muevas! ¡Moon irá por ti, no te muevas!- quiere a su hermano, quien está escondido en su pequeño cuarto en las alturas, porque es el único que puede colgar de los cables del techo y agarrar al niño.

-Puedo bajar solo- hace un puchero y se levanta, dispuesto a bajar, cuando se tropieza y cae por el borde. Grita por la sorpresa, escuchando una extraña mezcla de chillido y grito antes de ser atrapado, rodeado por unos brazos largos y familiares.

-¡Sunshine!- Sun lo mira con pánico y preocupación. Gregory se imagina que si el animatronico pudiera, estaría llorando. -¡¿Estas bien?!- de seguro lo está escaneando, buscando heridas que no tiene.

-Estoy bien- asintió. Se sentía algo sacudido por la caída, solo eso. -¡Otra vez!- y una vez que el pequeño sobresalto pasó, no pudo evitar reírse. Fue más divertido de lo que esperaba.

-¡No! ¡No habrá otra vez!- niega rápidamente. -¡Sunshine!- y ahora está siendo abrazado con fuerza, sin señales de ser liberado pronto, y no le queda más que suspirar.

-Creo que estoy en problemas- pensó para sí mismo, correspondiendo el abrazo y acomodándose lo mejor posible, escuchando a Sun murmurar algo que no entiende de manera casi frenética. Alza la vista, solo para encontrar a Moon parado no muy lejos, mirándolo con seriedad y de brazos cruzados. -Sip, estoy en problemas- pensó con resignación.

Extra XD

Freddy tarareo mientras caminaba, levantando la mano al llegar a su destino y golpeando ligeramente la puerta, esperando.

-¡Saludos Moon!- sonrió al verlo cuando la puerta se abrió.

-Hey Fazbear- devolvió el saludo con una ligera sonrisa y entonces, el oso lo nota. Gregory no está parado allí gritando por su llegada, ni durmiendo tranquilamente entre los brazos de Moon.

-¿Gregory esta bien?- preguntó con preocupación al no ver al pequeño.

-Todo está bien, fue solo un pequeño susto pero...- se movió a un lado, abriendo un poco más la puerta. -...no creo que tu hijo se vaya esta noche- y Freddy se asomo. La guardería tenía las luces bajas como siempre a la hora de la siesta y allí, sentado en el suelo, estaba Sun de piernas cruzadas con un Gregory obviamente dormido en su regazo y tapado con una de las pequeñas sábanas que usaban los niños para la siesta. El niño se removió un poco, relajándose rápidamente cuando Sun le acarició ligeramente la cabeza. Sun alzó la vista, viendo entonces a Freddy, sonriendo y agitando ligeramente la mano como saludo, entusiasmado pero sin moverse demasiado. Freddy río ligeramente, parecía que su hijo dormiría en la guardería está noche.