—¡Cassie!

El centro comercial no paraba de derrumbarse, las llamas llegaban a todos los lugares de este debido a los peluches flamables y toda la tela y madera barata decorativa. El joven castaño buscaba por todo el lugar a su amiga, desesperado, pero se detuvo al ver a ese endoesqueleto parado frente a él.

—¿A dónde vas? —preguntó.

El endoesqueleto era extraño, no era como los otros que el joven ya había visto. Este era más delgado, con partes que para nada le combinaban, ni siquiera parecían ser del mismo endoesqueleto, sino como una combinación de varios. Sus dientes parecían casi humanos, y sus ojos completamente blancos que daban una profundidad de atención.

—¿Qué eres? —preguntó el joven confundido.

El endoesqueleto tenía su brazo izquierdo junto a su pecho, como si estuviera cargando algo, pero este no traía nada. Gregory quedó confundido.

—David... ¿Dónde está David?... —dijo el endoesqueleto con una voz femenina.

—No conozco a ningún David —respondió Gregory.

—¡Gregory! —gritaba otra joven bajando de las escaleras de la entrada principal.

Gregory la notó, venía junto al animatrónico de Roxanne Wolf, la cual la cargaba entre sus brazos. El lugar se seguía derrumbando, Roxanne y Cassie pudieron notar al joven en la entrada al lado del endoesqueleto. «Vamos, Roxanne, sigue corriendo, debes sacarla de aquí.» Roxanne seguía corriendo hacia la entrada, pero en eso ve como uno de los pilares se comenzaba a caer, miró a Cassie y después a Gregory, y sin dudarlo se lanzó y empujó a Cassie hacia la entrada, cayendo ambas al piso; el pilar cayó justo encima de Roxanne, aplastando todos sus circuitos, y dejando solo su cabeza decapitada. La niña corrió entre llantos y sujetó la cabeza.

—¡¡Roxy!! No...

Gregory corrió tras ella y la sostuvo de los hombros con fuerza mientras la intentaba jalar, pero esta se resistía a moverse.

—Cassie, debemos irnos, por favor.

—¡No pienso abandonarla!

Gregory seguía intentando, la niña no soltaba la cabeza de la loba y la sostenía entre sus brazos con fuerza.

—¡Cassie, vamos!

El endoesqueleto miraba el intento del joven en sacar a su amiga, por lo que tratando de imitarlo, sujetó a la niña entre sus brazos junto a la cabeza de la loba, y la elevó con fuerza. La niña estaba confundida por el acto de aquel endoesqueleto, y solo se dispuso a dejar que se la llevara. Gregory confundido solo se levantó y siguió al endoesqueleto a la salida del centro comercial. Al voltear la mirada, todo el establecimiento se iba abajo, soltando una rafaga de humo de escombros caídos.

Los tres se miraron y siguieron caminando lejos del establecimiento, mientras este seguía en llamas, y las sirenas de los bomberos se iban acercando. se escondieron detrás de los árboles de la carretera.

Después de un rato, estaban dentro de un pequeño departamento, Gregory sujetó al endoesqueleto de la mano y lo llevó a una habitación llena de herramientas, computadoras y otras partes de endoesqueleto.

—Tengo preguntas que hacerte, ven conmigo —dijo Gregory al endoesqueleto.

Este le obedeció y lo siguió, sin parar de mirar a la niña.

Cassie entró a su cuarto con la cabeza de la loba, su cuarto tenía ropa tirada en el suelo, y varios peluches de animales igual, solo destacaba una esquina en ese cuarto, una donde había un poster de aquella loba pegado en la pared y debajo un peluche de la misma tamaño jumbo. Ocupaba demasiado espacio en aquella habitación. La niña vio su litera y subió a la cama de arriba, solo tenía un colchón. colocó la cabeza encima de este y se sentó a un lado y la miró.

—Perdoname... si no me hubiera entretenido... seguirías aquí conmigo...

Cassie escuchó como alguien tocaba la puerta, volteó la mirada y vio que era Gregory en el marco de la puerta de entrada.

—¿Estás bien? —preguntó preocupado.

—Sí, lo estaré...

—Bien... Sé que este futuro no era lo que esperábamos o queríamos... ninguno de los dos... Freddy no está, y Vanessa ha muerto puesto que no pude salvarla como antes... pero al menos nos tenemos entre nosotros, ¿no? Después de la locura del tiempo, luchar contra Afton, y casi destruir el universo, esto es un descanso al menos.

Cassie quedó en silencio volviendo a mirar la cabeza de la loba.

—Perdón, por todo, fue mi culpa desde un inicio y solo te arrastré conmigo, no tenías que sufrir todo eso...

Gregory solo notaba el silencio en que la niña seguía metida. Deprimido, solo salió del cuarto, cerrando la puerta tras de sí, volviendo a su habitación donde el endoesqueleto le esperaba sentado en una caja de madera.

—Muy bien, tengo preguntas y quiero respuestas.

—Tengo preguntas y quiero respuestas —imitó la voz del endoesqueleto casi como si lo repitiera como un audio.

—¿Me acabas de imitar?

El endoesqueleto solo asintió con la cabeza.

Gregory quedó confundido y horrorizado por la acción de aquel endoesqueleto, se acercó a un banco de plástico y se sentó frente al endoesqueleto, mirándolo directamente.

—¿Quién eres? —preguntó Gregory.

—S-Soy... Gregory... —replicó el endoesqueleto.

Gregory se levantó de su asiento horrorizado de nuevo, dio un paso hacia atrás por precaución. El endoesqueleto solo lo miró.

—¿Cómo haces eso? —preguntó Gregory.

—Superstar... yo no soy... yo —replicó con la voz de Freddy Fazbear.

Gregory quedaba cada vez más aterrado por la naturaleza del endoesqueleto, se acercó a una de las mesas de la habitación y sujetó un Fazer Blast. Apuntó al endoesqueleto.

—Deja de jugar, quiero respuestas —exclamó.

—¿Dónde está David? —preguntó el endoesqueleto con la voz femenina de nuevo.

—Ya te dije que no conozco a ningún David. Responde mis malditas preguntas y después yo veré si te ayudo a responder las tuyas.

El endoesqueleto se quedó en silencio por un momento, mirando al joven con sus ojos blancos profundos y con una pose ligera en sus brazos, el endoesqueleto se levantó, Gregory apuntó de nuevo el arma de juguete al endoesqueleto.

—¡Dibujar! —esclamó con la voz de un infante alegre.

—¿Dibujar? —dudó Gregory.

Quedó pensativo viendo todo el lugar, y después de tiempo, vio un par de dibujos que había hecho él, viendo que estos estaban hechos con crayones. La idea pasó en su mente.

—¿Prefieres comunicarte conmigo por medio de dibujos? —preguntó Gregory.

El endoesqueleto asintió con su cabeza.

Gregory fue hacia uno de los cajones y sacó varias hojas de papel blancas junto a crayones de colores, se los dio al endoesqueleto y este comenzó a trazar en el papel. Sus trazos parecían torpes, como los de un niño pequeño. Terminó un dibujo y se lo pasó a Gregory, este mostraba a lo que parecía ser ese mismo endoesqueleto junto a un niño pequeño, el cual parecía tener en brazos un peluche de un felino blanco. Después de tiempo, le pasó otro, el cual era un conejo amarillo que estaba dandose las manos junto a seis niño, y al lado una piscina de pelotas de la que salía una sombra negra con pupilas blancas.

—¿Qué significa esto? —preguntó Gregory confundido.

El endoesqueleto continuó dibujando, pero ahora, escribió una palabra: HISTORIA. Gregory lo miró.

—¿Es tu historia?

El endoesqueleto asintió.

Gregory señaló al endoesqueleto del primer dibujo.

—¿Eres tú?

—Mimic —dijo el endoesqueleto con una voz de hombre adulto mientras se señalaba a sí mismo

—¿Te llamas "Mimic"?

el endoesqueleto asintió de nuevo.

Gregory vio el otro dibujo del conejo amarillo y se lo enseñó.

—¿De aquí quién eres? —preguntó confundido.

El endoesqueleto miró el dibujo y acercó su dedo hacia el conejo amarillo.

—¿Tú eres el conejo? —cuestionó Gregory.

—Afton, B-Bienvenido a Freddy Fazbear's, nuevo l.local, ¡Hola? ¿Hola? —dijo con voz masculina, como si estuviera hablando a través de un teléfono.

—No te entiendo... ¿hablas con puras frases que ya has escuchado?

El endoesqueleto se quedó mirando al joven y después agarró otra hoja. Sujetó un crayón celeste y comenzó a dibujar cuadrados en la hoja, solo que el patrón de estos se le hizo conocido a Gregory.

—Scott...

—Puedo intentar... crear mis oraciones con muestras... de voz —dijo el endoesqueleto con una voz cortada de mujer adulta.

—Bien, no importa cómo suene, necesito que seas lo mas claro conmigo. Quiero saber qué eres. De dónde eres. Y sobre todo qué quieres.

—David...

—¿Quién es David? ¿Cuál es tu historia con él? —dudó Gregory.

El endoesqueleto señaló al primer dibujo, llevando su dedo al niño con peluche de felino.

—¿Él es David?

El endoesqueleto asintió.

—¿Qué es de ti? ¿Eran amigos?

—Hijo...

Gregory quedó confuso e intrigado por la respuesta del endoesqueleto. Se levantó y fue hacia una computadora, la encendió y le hizo señas al endoesqueleto para que fuera con él. Le mostró la pantalla.

—Me imagino que sabrás qué es el internet. Bueno, puedes buscar aquí lo que quieras.

El endoesqueleto se quedó mirando la pantalla. Acercó su mano al monitor y este empezó a parpadear y moverse solo.

—¡Hey! ¿Qué haces?

La pantalla seguía moviéndose hasta que se detuvo en una noticia de periodico de los años ochenta. "NIÑO MUERE ATROPELLADO, PADRE DESCONSOLADO".

—David —dijo el endoesqueleto.

Gregory vio la noticia y la examinó. Miró al endoesqueleto desconcertado.

—¿Cuánto tiempo llevas activo? —le preguntó.

El endoesqueleto señaló la fecha de la noticia. Manteniendo su dedo en el año.

—Fuiste creado para cuidar a ese niño... ¿Cierto?

El endoesqueleto miró la noticia, su mirada solo estaba clavada en la foto sonriente de aquel niño. Su mirada perdida parecía una de melancolía. Tristeza. Añoranza.

—Era como tu hijo... —exclamó Gregory.

—¿Dónde está David? —volvió a preguntar el endoesqueleto.

Gregory volvió a su estado de confusión, el endoesqueleto había visto la noticia, habían pasado incluso años desde eso.

—Ya no está, Mimic... ha muerto.

—La muerte no es el fin. Hay más...

—Lo sé, las amas y lo que quieras... pero no, en este caso no, David está descansando. eternamente en paz.

El endoesqueleto se levantó y comenzó a caminar por la habitación, notando un bulto entre sábanas. Sujetó las sábanas y las quitó, liberando la cabeza de un oso anaranjado con maquillaje azul, y un sombrero de copa.

—Es un viejo amigo... he tratado de reactivarlo pero... parece imposible... —exclamó Gregory con mirada baja.

El endoesqueleto acercó su mano a la cabeza del animatrónico. Se quedó así por un largo momento y después la volvió a alejar.

—Superstar... —escuchó Gregory decir al oso.

Gregory volteó, pero vio que la cabeza seguía apagada. El endoesqueleto se acercó a él.

—Tengo una solución, Gregory. Un secreto —dijo el endoesqueleto con la voz del oso.

—¿Cómo es que...? ¿Qué cosa quieres conmigo? No estabas en ese centro comercial por nada, algo buscamas... o a alguien... sabías que David ya no estaba vivo...

—Somos una buena familia, podemos tener lo que queramos, conozco lo que hay más allá de este universo, podemos tomarlo para tener la familia que ambos queremos...

Gregory vio que el endoesqueleto tenía en sus manos un Fazwatch, el cual se lo extendía hacia él.

—¿Qué es esto? —preguntó Gregory haciéndose tonto.

—El multiverso... en la palma de tu mano —exclamó el endoesqueleto aun con la voz del oso.

Gregory tomó el Fazwatch y se lo colocó en su brazo, lo activó y pudo ver que todo su sistema estaba cambiado, ahora le mostraba diferentes líneas y ramas que salían de estas líneas.

—¿Qué es esto?

—Cada línea del tiempo existente, puedes viajar entre ellas, solo presiona una línea y el portal se abrirá delante de ti.

—¿De dónde sacaste esto? —preguntó confundido Gregory.

—De él... —exclamó el endoesqueleto.

De pronto, de la pared se rasgó una enorme grieta morada. El endoesqueleto y Gregory retrocedieron con miedo.

—Me encontró... —exclamó el endoesqueleto.

—¿Quién? —preguntó Gregory.

De la grieta salieron dos animatrónicos, una comadreja con chaleco verdoso, y una pequeña ratón con falda y moño naranja. Los dos animatrónicos fueron contra los dos. La comadreja sostuvo a Gregory de los brazos, el cual intentaba liberarse, pero parecía imposible, la fuerza del animatrónico era mayor. Mientras, la ratón peleaba contra el animatrónico, que intentaba arrancarle las extremidades pero sin éxito solo se mantuvo sumiso ante la fuerza de la animatrónica, la cual le sostenía con sus brazos para después enrollarlo con un lazo de luz morado que se comprimió para esposar los brazos del endoesqueleto.

Los dos fueron llevados hacia la grieta, la cual los transportó a otro sitio completamente diferente, en el cual había demasiadas estanterías y personas como animatrónicos caminando de un lado a otro.

La ratón separó al endoesqueleto de Gregory, llevándolo por otra zona, mientras Gregory fue introducido a una sala de neones rojos y azules, con paredes decoradas con confeti.Mientras la comadreja lo arrastraba por el suelo, un pequeño oso blanco con rosa se digitalizó físicamente en el aire. Miró a la comadreja llevando al joven.

—¿Qué tenemos aquí? ¿Lo llevas con el jefe? —preguntó curioso.

—Deja de molestar Helpi —exclamó la comadreja de chaleco verdoso.

—Oh, vamos, Popgoes, no te pongas así. ¿Conseguiste la cita con Manora?

—Estamos en horario de trabajo, Helpi, no responderé a esa pregunta ahora...

—Bien —exclamó el osito haciendo como si flotara en una piscina en el aire—. Sabes que al jefe no le gustan mucho las variantes de Gregory, ¿cierto?

—Esta estuvo en contacto con el enemigo, estuvo con Mimic.

—¿Cuál de todas las malditas variantes de Mimic? Te recuerdo que estamos rastreando y persiguiendo a Millones de Mimics, mas aparte las otras millones más de variantes que salen a cada maldito minuto.

—El Mimic HW-57 —exclamó Popgoes.

Helpi se sorprendió y miró a Gregory, este estaba cansado de ser arrastrado pero más cansado estaba de pelear por su libertad, aparte que cada cosa que decían le intrigaba.

—¿Y cómo es que sigue vivo? Esa variante mata todo lo vivo que se encuentra en su camino.

—No tengo idea. Por eso mismo lo llevo ante el jefe, es una anomalía.

Hepi se acercó a Gregory y sostuvo su mano.

—Sentirás sólo un leve pellizco.

Helpi sacó de su dedo una pequeña aguja que hizo que picara el dedo de Gregory, este soltó un quejido de dolor y después vio como la poca sangre que le salía la recogía Helpi con la misma aguja. Después de un segundo, Helpi mostró un panel digitalizado que salía de su ojo derecho, en el cual aparecía demasiado texto en movimiento.

—Okey... estos datos le van a interesar demasiado al jefe.

—¿Por qué? —preguntó la comadreja confusa.

—Te pasaré los datos a tu sistema neuronal.

Pasaron segundos para que Popgoes viera dentro de su sistema todos los datos que Helpi ya había leído.

—El jefe debe ver a esta anomalía espacio temporal.

—¿Qué? ¿A qué se refieren con todo eso? ¿Qué es este lugar? ¿Quiénes son ustedes? ¡Déjenme ir! —gritaba Gregory con miedo y desesperación.

La comadreja pasó una puerta doble roja, y empujó al niño al suelo, cayendo encima de un escenario. Las cortinas se recorrieron y mostraron las cientas de pantallas digitales que se creaban en el aire, y en medio de estas pantallas estaba el oso anaranjado , el cuál volteó a ver al niño con seriedad.

—Freddy... —exclamó Gregory con un poco de alegría.

Continuará...