Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Game over: parte tres.

Viví encadenado a ti por años. Eras esa piedra que siempre se metía en mi zapato, no importaba el camino que tomara, al final de él siempre te encontrabas tú.

Me reproché tantas ocasiones el no expulsarte antes de mi vida. Pero me era imposible hacerlo. Te aferraste en lo más profundo de mi ser, e intentar sacarte era más doloroso que dejarte ahí.

Echaste a perder mi vida, Meredith. Me dejaste convertido en una ruina, una que nadie se atrevía a estudiar de cerca por miedo que se derrumbara.

Cambiaste totalmente mi rutina. Pasé de ser aquel chico tranquilo, a aquel grano molesto en el trasero de todos.

Terminé con una madre triste y frustrada, amigos yéndose lejos de mí y un montón de personas señalándome decepcionadas.

Abandoné a todos por ti. A mi madre, a mis amigos, me abandoné a mi mismo.

Una salida los fines de semana, una cena familiar, un estreno emocionante de alguna película de acción ya se veían cada vez más lejanas y borrosas en mi vida.

Ya nadie queria formar parte de este desastre que dejaste.

Me costó tanto recuperarme, Mer, pero lo hice.

Ahora mismo acuden a mi mente la cantidad de desplantes que me hiciste, las maneras tan descaradas como acuchillabas mi corazón cada que podías:

-Cuando frente a mí le entregabas tu cuerpo a cualquier tipejo que se te ponía enfrente.

-Cada que te burlabas de mi manera pasiva de ser.

-Cuando, frente a tus amigos, me ponías como tu sirviente.

-Esas veces en las que ocupabas mi auto para follar con tu chico de día.

Me matabas, Mer, y te satisfizo cada vez más el ver mi dolor y mi desesperación.

¿Cuántos hombres se posaron entre tus piernas y te robaron más de un quejido?

Demasiados.

Perdí la cuenta.

Pero, ¿Alguno de ellos te hizo en realidad sentir completa? ¿Alguno de ellos te hizo feliz?

Eso fue lo que me dolió más, Mer. Que supieras, que fueras consiente que mi amor por ti era puro y desinteresado y, que aún así, prefirieras ser solamente usada por hombres que nada más te querían para unos cuantos minutos de placer.

Yo te quería de verdad, Meredith.

¿Recuerdas aquella vez cuando, después de dos años de conocernos, sobria y consiente de tus actos te desnudastes frente a mí?

Me provocaste, Mer, pero me rehusé a tomarte en aquel lugar. Me insultaste, te enfadaste y huiste de ahí haciéndote la ofendida, solo para hacerme sentir mal.

No lo entendiste, yo no quería eso, yo quería amarte de la manera en la que ningún otro hombre lo había hecho.

Me provocaste tantas veces hasta que al final me rendí y terminé siendo el chico que te daba placer cuando no encontrabas a nadie más que lo hiciera.

Me matabas, Mer. Sí, lo digo de nuevo.

Admito que para mí se volvía cada vez más difícil mantener mis manos alejadas de ti. Eras hechizante toda tú.

Con esa cabellera tan larga y castaña, esos ojos dorados como la miel, esa piel tan pálida y suave...

Para mí eras una clase de diosa inalcanzable. Detestaba tenerte entre mis brazos y que no me pertenecieras, porque yo ya era completamente tuyo.

Te adore esas noches en la que rendida te dormías en mi cama. Te odiaba cuando al despertar tu ausencia era la única que me saludaba.

Nos volvimos un circulo vicioso y enfermizo.

Fugarnos, reír, tener sexo, pelear, dejarnos, volver.

Te ibas largas temporadas, pero por alguna razón terminabas volviendo a mí. La primera vez que lo hiciste lloré amargamente. Lo peor fue que esa se volvió nuestra rutina.

Te esperaba, Mer, sin importar los días, meses, incluso años que te fueras lejos de mí, yo te esperaba.

Eras mi demonio personal. Para mí era tan difícil, no podía dejarte ir. Quiero hacerlo ahora, por mi bien.

No todo es tu culpa, Meredith, también yo tuve mucha en esta situación. Por haberme quedado aun cuando habían miles de razones que me gritaban que me alejara de ti.

Muchas veces llegué a pensar que tu despedida era la difinitiva, siempe erraba, siempre volviamos a nuestro círculo vicioso.

Pero no todo fue malo. Me enseñaste muchas cosas, ¿sabes?

Me volví más valiente, más seguro, más fuerte, más decidido.

Me enseñaste a vivir sin límites y sin temor.

Gracias por eso.

Me enseñaste a valorar a las personas antes de perderlas.

Gracias de nuevo.

¿Ves?, pudiste ser más que es ola destructiva que eras, pero no quisiste. Al final tanta rudeza y osadía no era más que una máscara para ocultar a la verdadera chica temerosa que llevabas dentro.

Me dejaste ver fisuras, pero tratatabas rápidamente de cubrirlas para que no fuera demasiado. Nunca terminé de conocerte realmente. Ojalá me hubieras dejado entrar en esa coraza, pero tu enorme soberbia no te dejaba.

Finalmente, cuando después de mucho tiempo, pensando que no ibas a volver, que ya era hora de darme la oportunidad con alguien más, regresaste para echarlo todo por el retrete.

Como siempre.

Pero ya basta, Meredith. Ya no más.

Te saco definitivamente de mi vida, voy a casarme y formar una familia con esa mujer que tu no quisiste ser.

Afortunadamente la encontré, ella lo sabe todo y me ha perdonado, me ha aceptado así, con mis heridas y estas alas rotas que poco a poco se ha encargado de curar. Ella me ha salvado.

¿Por qué no permististe que te salvaran de ti misma también, Mer?

Siempre fuiste esa ave libre y salvaje que nadie nunca pudo domesticar.

Vuela mi bella paloma, vuela hasta ese lugar de paz y tranquilidad que tanto anhelaste.

Me he perdonado ya, te he perdonado a ti, restaurando así nuestras alas y haciendo que puedan llevarnos a nuestros respectivos destinos.

Es hora de liberarnos mutuamente. Ya no mas ataduras, ya no más jaulas para ninguno de los dos. Ha llegado la hora de alzar vuelo.

Lamento haber tardado tanto, pero es que no iba a echar a perder el día mas importante en mi vida y en la de Sofía solo porque a ti se te antojaba así.

Si, era tu funeral, pero yo tenia una boda a la que asistir. Por supuesto que leí tu carta, claro que por un momento tambaleé y la duda me envolvió de nuevo, pero vi unos ojos marrones que me observaban emocionados y eso me basto para hacerla a un lado.

Aunque leí tu carta decidí contestarte y visitarte en tu tumba hasta ahora, ya pasadas dos semanas desde que decidiste acabar con tu vida, porque todavía no me sentía lo suficientemente seguro como para observarte en ese lugar.

Sabía que no podía detenerte, me lo aseguraste, nadie podía, fue tu decisión terminar de esa forma y, aunque quisiera, no iba a hacer nada para cambiarlo.

Esta era tu nueva estrategia para que no me olvidara de ti, estaba seguro. Pero eso sí iba a ser distinto en esta ocasión.

Espero que donde sea que estés puedas encontrar el alivio para perturbada alma.

Marcaste mi vida y siempre significarás algo en ella, pero solamente, Meredith.

La historia entre nosotros dos llegó a su final, es hora de empezar una nueva.

El amor que sentí por ti no se acaba, pero las cadenas que me ataban si son rotas este día.

Encuentra tu descanso, Mer. Yo ya encontré el mío.

Tuyo hasta hoy, Urías.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro