— Dejarlos desatendidos fue un error. — Dijo por lo bajo, sus intenciones eran mantenerse serio e indiferente, pero el hecho de escuchar risas fue lo que le llamó más la atención al momento de dejar su trabajo en esa computadora. Cualquier otro pensaría que escuchar risas era normal si tienes hijos pequeños, pero su hijo era callado y tranquilo, de manera preocupante en ese sentido por momentos debido a su edad. Así que sabía bien de quién eran esas risas.

De su novio…

Ahora bien. Dejando eso de lado, lo más raro fue ver bastante sábanas y almohadas en toda la sala. Arqueando las cejas cuando entendió que estaba haciendo el albino.

— Fue su idea. — Con el dedo acusador Megumi señaló a Satoru, haciéndolo reaccionar con indignación.

— Traidor. — Dejando lo que estaba haciendo, se paró frente a Toji, sabiendo que tendría que explicarle bastante por mover bastantes cosas de su casa.

— Pensé que estabas ayudando a Megumi con la tarea.

— Ya la terminé. — Detrás de ellos, el menor le hizo saber, tomando un peluche bastante grande con forma de perro, lo abrazaba con adoración ya que su padre no quería mascotas.

— Por eso pensé en esto, Megumi sé esfuerza mucho, es un buen chico.  Ya pedí una pizza, veamos una película. Prometo dejar todo como lo encontré. — Padre e hijo sé quedaron mirando al albino. Ambos igual de indiferentes a su entorno a diferencia de Gojo que sonreía en espera de una respuesta.

— Debiste haberme preguntado primero. — Empezó allí. — No es bonito bajar y ver un desastre así. Menos cuando sé te conoce por desastroso.

— Creí que me conocías lo suficiente para saber que eso es mala fama. — Retó. — Aparte, lo hice porque tú me conocés. Nos tenemos confianza ¿No? Quisiera acercarme más a Megumin.

— Mi papá había dicho que no era necesario que te dijera o tratara como mi madre. — Ambos adultos miraron al menor, uno riendo y el otro casi ofendiendo.

— También te dije que igual, es probable que Gojo sea tu padrastro si va bien. Que intenten congeniar y me digas que te parece. — Vamos. Lo normal cuando eres un padre soltero que busca una nueva relación.

— En ese caso. — Satoru se acercó a Megumi nuevamente, sentándose a su lado. — Dime Megumi, ¿Te parezco un posible buen segundo padre?

— No tengo respuesta para eso. — Simple y seco fue en ese sentido. Toji aseguraba que con solo verle la cara casi escucho su corazón romperse.

— Ustedes 2 son el mismo molde. Heredó mucha de tu actitud.

— Jajajaja. Bueno, terminen su fuerte de almohadas, yo iré a terminar en lo que estaba y vengo a ver la película.

— Como digas Papiguro. — En voz baja respondió. Terminando junto a Megumi el intento de fuerte de almohadas. — ¿Nunca hiciste algo de esto verdad? Yo cuando era casi de tu edad apenas me dejaban salir, tuve muy pocos amigos en esa época, así que yo me encerraba en mi cuarto a jugar solo todas las tardes. Juguetes no me faltaban, así que no la pasé tan mal. Creo que varios aún los tengo guardados.

— Nunca he tenido la necesidad, me siento más tranquilo con algo simple.

— Escuché que los deportes te va bien.

— No me fascinan tampoco. Y ya que estamos solos ¿Te puedo preguntar algo?

— ¡Adelante!

— ¿Cómo conociste a mi papá? Me fue raro verte la primera vez que nos vimos. Eres gritón, enérgico, algo inmaduro y bastante inquieto. No eres el tipo de persona con la que mi padre saldría.

— Ah… — Este niño enserio era muy inteligente para su edad. No pensó que de tantos que lo fueran a criticar de ese modo, un niño de 9 lo haría. — Bueno. Solo fui paciente, tú padre es sin duda un hombre… Peculiar. No puedo negarte que desde el primer momento se me hizo atractivo, y ya con el tiempo empezamos a hacernos más amigos. Yo fui quien le pidió una cita. — No era del todo mentira, no obstante también era la versión resumida.

— Creo que entiendo. Agradezco que hagas lo mismo conmigo y me ves mi espacio.

— Lo que necesite el hijo de mi pareja. Quiero conocer cada capa que tienes. — Concluyó.

— No soy una cebolla.

"Será que está disponible Sherk? Creó que Megumi la entenderá sin problemas" Pensó el albino.

Hablando del diablo Toji no tardó en hacer acto de presencia, acomodándose como pudo en el intento de fortaleza que hicieron ellos 2. Megumi se sentó a la izquierda de su padre y Gojo a la derecha, ambos ligeramente recostados en su cuerpo. Empezando la película.