—Hola, estaba preocupado por eso te llamaba para ver cómo te encontrabas.

Un pesado suspiro se escucha a través de la llamada.

—Lo siento me surgió un inconveniente pero lo resolví y voy de camino a verte —se disculpa con timidez el azul.

—Seguro que no tienes problema en venir, quiero decir no quiero presionarte con esto Sonic...

—¡Para nada Infinite! Hemos esperado un mes entero para vernos y estar juntos —le detiene mientras se muestra seguro de su decisión.

Sonic había quedado en reunirse con el chacal, en ese momento se dirigía en tren hasta donde residía infinite..

—De acuerdo Sonic aunque... —le responde el otro con pena.

Sonic nota algo extraño en él.

—¿Qué sucede? —le cuestiona.

Por un momento el chacal quedó en silencio.

—Es que... mejor prefiero que lo veas tú mismo cuando estés aquí, llámame cuando estés en la estación iré por ti.

—Claro Infinite... ¿Pero seguro que todo está bien? —le insiste.

—Si Sonic, no te preocupes. Te veo pronto, ten mucho cuidado por favor.

—No te preocupes, yo... te quiero —menciona con timidez— te veo pronto.

Infinite queda en silencio por unos momentos, una sonrisa muy discreta se aprecia en su rostro.

—Yo también te quiero Sonic, no puedo esperar a verte.

Durante los años que estuvo en ese país nunca tuvo la intención de conocerlo. De hecho solo por fotos había visto algunos lugares. Esperaba pacientemente en la estación mientras jugaba con sus dedos nervioso, no había pasado mucho tiempo desde que oficialmente comenzó una relación con el lobo de mirada encantadora. Y cada que se veían se mostraba nervioso.

Escucho el claxon de un carro que se parqueaba cerca de él.

—¡Sonic! —le llama Infinite mientras bajaba el vidrio.

Sonic sintió una enorme alegría cuando lo vio, corrió hasta el vehículo. Infinite descendió del carro mientras con sus brazos atrapó en un abrazo a Sonic y le abrazó.

—Sonic... —susurro Infinite mientras le soltó un poco. Una de sus manos acarició el rostro del erizo y le besó suavemente la frente—. Bienvenido a casa.

Sonic se sonrojo por la acción amorosa del chico que le abrazaba.

—Te he echado mucho de menos, contaba los días para verte y sentía que no llegaba —le dijo mientras desviaba la mirada.

—Pero ya estás aquí y eso es lo importante.

Sonic le sonríe lleno de confianza.

—Iremos a dejar tus cosas y saldremos a cenar —dice quitándole sus pertenencias para ayudarlo a cargarlas en el carro. Y al mismo tiempo le abre la puerta para que pueda entrar.

—¡Qué caballeroso! —exclama Sonic subiéndose en el lugar del copiloto.

Infinite sube al carro y se asegura que Sonic tenga puesto el cinturón de seguridad. Luego comienza a moverse para ir a su casa.

—¿Y qué era eso que tenía que ver? —le pregunta curioso.

—Ya lo verás... cuando lleguemos.

Llegan a su destino, la puerta se abre y muestra a una pequeña niña que al ver al chacal corre a abrazarlo. Sonic le mira con sorpresa y antes de que formule alguna pregunta equivocada Infinite se adelanta.

—Es hija de mi hermana, me pidió que la cuidara el día de hoy. Lamento si esto tiene que detener nuestra salida.

Sonic sonríe aliviado, por un momento pensó mal de él.

—N-No hay problema en ello. ¿Y cómo se llama?

—Mariam y es la niña más dulce que puede existir —la presenta—. Mariam ven y saluda a Sonic —le pide a la niña.

Una pequeña chacal se deja ver, a lo mucho parece tener cinco años. Es exactamente igual a Infinite con excepción que su mirada es rojiza y dorada.

—¡Usted debe ser el novio de mi tío! ¡Shonic! —le pregunta con inocencia mientras carga una muñeca de juguete en sus brazos.

—H-Hola pequeña Mariam —dice nervioso y sin saber porque se avergonzó tanto.

—Mariam ve y dile a Teresa que nuestro invitado a llegado y prepare los platillos —le pide su tío.

—¡Espera tío! —dice la niña mientras se acerca a Sonic—. ¿Puedes cuidar a Minni?

Sonic le mira un poco cohibido.

—C-Claro a tu juguete...

—¡Minni no es un juguete, es mi hijita pequeña! —corrige a Sonic.

El azul carga a la muñeca como que fuera un bebé de verdad.

—Minni... perdón no me di cuenta, claro que voy a cuidar a tu hijita —se disculpa mientras lo acuna.

—¡Esta bien!¡Teresha! —exclama la niña mientras se va corriendo en busca de la mujer.

Sonic al ver que la niña se ha ido; suelta una risa por la inocencia de la menor.

—Disculpa pero ella siempre es así —le menciona Infinite quitándole la muñeca.

—Es linda, encantadora. ¿Y también tiene tu misma heterocromía? —le cuestiona.

—Somos los únicos que la tenemos, claro ella de otro color —le cuenta—. Pasemos, de seguro tienes hambre —le invita.

[…]

Después de un rato, Sonic descansaba en la sala de estar. Infinite había salido de emergencia debido a unos problemas en su trabajo pero pronto regresaría con Sonic. Mientras el azul aprovechó para descansar lo suficiente y leer un rato.

—Shonic —escucha el susurro de la pequeña sobrina del chacal.

El erizo deja de lado su lectura y la observa.

—¿Mariam qué pasa?

—Silencio, Minni está dormida —le susurra dejando a su muñeca en uno de los sillones—. Necesito tu ayuda.

Sonic sonríe ampliamente.

—¿En qué te ayudo?

La pequeña saca una bolsa y la abre.

—Puedes ayudarme con su comida —le pide mostrándole un biberón.

—Claro...

La niña le da un biberón y una pequeña cuchara.

—Son dos de este y una de este —le dice dándole dos botecitos pequeños.

Sonic finge sacar las cucharadas y vertirlas en el biberón, luego lo menea para "revolverlo".

—¡Shonic rápido se ha despertado! —le exclama.

Sonic le da el biberón pero...

—Minni dice que quiere que tú le des su biberón —pronuncia con inocencia.

Sonic le mira avergonzado pero no puede negarse ante esa mirada tierna de la inocente. Toma la muñeca y la acuna para darle de beber. La niña suelta unas inocentes risas mientras se sienta a su lado.

—¡Shonic va a ser un buen papá! —exclama con emoción.

Sonic se sonroja al escucharla.

—N-No creo que lo vaya a ser... —dice muy apenado.

—¡Claro que si y yo voy a ser su tía y les voy a dar muchos dulces! —festeja la niña mientras juega con sus manos—. ¡Va a tener muchos lindos bebés con mi tío Infinite!

Sonic no puede evitar reírse de las ocurrencias de la infante, después de todo siempre ha creído que los niños son buenos para aliviar las penas.

[…]

—Sonic volví espero que no... —menciona el chacal  llegando a su casa y en busca del erizo pero guarda silencio cuando entra a la sala de estar y ve a dos individuos. La pequeña Mariam dormida junto a Sonic, ambos estaban sentados y tomados de las manos.

—Mariam siempre con tus juegos —susurra percatándose de que la muñeca estaba recostada en uno de los brazos de su amado.

Una sonrisa de ternura adorno el rostro del chacal al imaginar el tipo de preguntas que le hizo su inocente sobrina.

Recién me percato que no me dejó publicar la imagen guía del mes (??)

De igual forma la dejaré puesta acá, Watty está loco.