Tomarse de las manos.
En un lugar con àrboles frondosos, y cielo despejado. Se encontraban 2 niños agarrados de las manos.
—¿Te tienes que ir?—Preguntò una pequeña niña de 7 años. Con 2 trenzas de hebras doradas, y ojitos cielo, que derrochaban làgrimas, cual rocìo de un pètalo de rosa.
—Me voy a mudar no puedo evitarlo.—Con algo de pesar en su voz, respondiò el niño pelinegro con fleco, tratando de no mostrar tanta emociòn en sus palabras.
—¿Te volverè a ver?
—Si no eres parte de mi imaginaciòn, tal vez si.
—Creème que soy real, igual que tù, eso...o tù eres parte de mi imaginaciòn.
—En todo caso necesitamos buscar una forma de encontrarnos, y un còdigo que nos diga que si somos nosotros.
—Mmm... —La niña pensò un momento, poniendo su mano en su barbilla y luego dijo.—¿Sientes eso?
—¿Què?
—Nuestras manos ¿Las sientes?
—Si pero...¿Què hay en eso?
—Nuestro calor...si nos llegamos a ver sòlo hay que tomarse de las manos.
—Eso no me dice nada ¿Còmo sabremos que somos nosotros?
—Es sencillo nuestro tacto nos lo dirà enseguida, confìa en mì...¿No me vas a olvidar?
—Con la memoria que tengo nunca te olvidarìa y...¿Tù me olvidarìas a mì?
—Jamàs olvido lo que recuerdo con el corazòn.
Dicho eso todo empezò a derrumbarse y tornarse obscuro, para ambos niños. Haciendo que despierten exaltados al mismo tiempo en sus camas.
...
10 Años pasaron de eso.
Los niños crecieron y mientras lo hacìan. Sus recuerdos de ellos juntos se volvieron borrosos al punto de no reconocer el rostro de quien, siempre fue, su confidente en aquel mundo de ensueño.
Los primeros años fueron los màs difìciles. Sus recuerdos todavìa eran vìvidos, pero con el paso de los años poco a poco fueron olvidàndolos al punto de desaparecer.
Cada uno tomaron caminos, e intereses diferentes de los que tenian siendo niños.
Lo que no sabìan eran que vivìan en la misma zona de la gran ciudad. Frecuentàndose, sin darse cuenta que eran ellos mismos.
Que si iban a la escuela,bibliotecas, o en salidas solos o con amigos.Nunca se dieron cuenta de lo cerca que estaban.
Pero un dìa lluvioso cambiò las cosas.
—¡Escuchame bien inutil! ¡Sòlo tienes que hacer lo que te toca del proyecto y ya!—Le gritò un chico pelinegro a la persona en lìnea.
—Si lo se, no se preocupen por mì, Emma ya vino por mì, vamos para allà adios.—Suspirò cansada la chica rubia colgando la llamada. No le gustaba mentirle a sus familiares, pero si se enteraban que no fue por ella, pegarìan el grito en el cielo de la irresponsabilidad de la mayor. "Bueno es entendible, esta enamorada, y no tiene cabeza para cosas simples como venir a recogerme, aunque bueno, eso nadie lo sabe mas que Nat y yo". A veces lo que hacia para salvarle el pellejo, a la despistada de su prima iba un poco en contra de su moral. Pero no le importaba, si con eso evitaba que a las 2 las metieran a un convento. Por que si, las agarrarìan parejo y adios escuela de medicina.—Se que no debo moverme del lugar, pero si camino un poco... a lo mejor y me la encuentro.—Se dijo para si misma levàntandose de donde estaba sentada, tomando su mochila y alisàndose la falda de su uniforme, para luego dirigirse a irse del lugar.
—¡No haces casi na-.—Por puro instinto. El chico volteò su cabeza, notando el momento justo en que la chica iba a pisar mal un escalòn.—¡Cuidado!
—¿Eh?—La chica no habìa entendido que se lo decìa a ella...pero era muy tarde. Al momento de darse vuelta, girò mal, haciendo que poco a poco sintiera como iba a caer de espaldas hacia las escaleras que iba a bajar. Intentò agarrarse del barandal no alcanzandolo, sentìa como pronto iba a morir pues eran muchas escaleras, cerrò los ojos esperando que fuera ràpido...
No se esperaba sentir algo càlido, tomàndole su mano y jalàndola con fuerza y cuidado hacia adelante, evitando que cayera mientras otra sensaciòn càlida la sostenìa de la espalda en una posiciòn inclinada.
No sabìa como sentirse, esa sensaciòn de calidez le diò una descarga elèctrica a todo su cuerpo.
Abriò los ojos topàndose con unos ojos verdes oliva que la observaba. Quedando impactada, sabìa que lo conocìa pero ¿Donde? Esos recuerdos borrosos se volvieron nìtidos.
Por su parte el chico no se quedò atràs.
Èl no era de preocuparse por las personas desconocidas. Pero al ver que iba caer, algo en èl lo incetivò para actuar ràpido, y sujetarla con una mano y sosteniendo su cuerpo con la otra mano.
Al sentirla, una rara y conocida sensaciòn de calidez hizo, que, al ver como abrìa los ojos. Se le hicieran conocidos, sabìa que la conocìa pero ¿Dònde?
Estàtico en el lugar y sin habla. Abriò los ojos soprendido al darse cuenta de quien era.
Cambiò su expresiòn de sorpresa, por la de una sonrisa sincera al ver que ella tambièn la tenìa en su rostro.
Ella sabìa quien era èl.
—Te encontrè.—Dijeron al unìsono, vièndose el uno al otro.
A este punto, no les importaba la lluvia cayendo sobre ellos. Y al chico, mucho menos si le gritaban desde el celular que tirò al piso al encontrarla.
¿Què les pareciò?
Este es de un fic en borrador que se llama "Del sueño a la realidad" ¿Quieren que la publique? ustedes deciden el orden en que subirìa mis fics que menciono en estos retos con su nùmero de votos si quieren que suba esta voten y ni modo Tia ya tienes mas chamba XD
Por si no lo notaron es RayAnna no mencionè sus nombres por que pues todavìa no sabian que eran ellos y eso es todo los hamo mis lectorcitos y lectorcitas nos vemos mañana en el siguiente reto uwu.
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