Por que ella siempre cuidaba de los demàs.

Siempre al pendiente de si estaban enfermos, o llegaban mal.

Para curar sus males utilizaba un hechizo simple, pero efectivo.

Un beso.

Un beso en las zonas dañadas, quitaban lagrimitas traicioneras de dolor en sus hermanos menores.

Para los mayores tenia otro hechizo, que hacìa que llegaran con bien.

A cada uno de ellos, antes de partir, los bendecìa con un beso en la frente.

Cuales enanos de Blancanieves, se formaban en fila para el beso.

Menos èl.

No es que no lo quisiera recibir. 

¡Claro que no!

Simplemente no se sentìa digno, de tan puro gesto.

Su secreto fue descubierto en una madrugada de caza.

La pequeña portadora de bendiciones se diò cuenta de que la tenìa vigilada.

Se acercò a èl, sintiendo como su mirada se adentraba en su alma.

Con ternura y dulzura se puso de puntillas, tomando y agachando su cabeza para depositar en su frente, una bendiciòn.

No lo pidiò, pero tampoco lo negò.

La calma llegò, a su ahora acelerado corazòn.

Intentè hacer un poema pero parece que no me saliò xd nos vemos mañana mis hamores uwu.