El enano, ya no era tan enano... ¡Que lastima!

Ese pequeño mocoso, estaba creciendo a pasos agigantados, era claro que sería un alfa muy fuerte. Cosa que mantenía orgullosos a todos, especialmente a Taeju junto a Euihyun.

Euiyoung pronto cumpliría 8 años, un motivo suficiente para celebrar con toda la armonía familiar, preparando algunas cosas sencillas y buscando un regalo.

Todo parecía sencillo; sin embargo, Taeju quería sorprender a su cuñado. Realmente deseaba dar un regalo tan digno como su personalidad alfa.

¿Qué podría ser? 

Llevaba más de una semana pensando en eso, descartando la mayoría de opciones y quedando sumido en la desesperación y tristeza. No existía nada digno de Euiyoung, absolutamente nada....

Además, no quería preguntarle directamente al menor, quería que fuera una completa sorpresa. Por lo que prestó más atención a sus gustos, para intentar adivinar algo que necesite.

Se estaba preparando para cumplir todos sus caprichos, especialmente los más complicados.

"Quiero ir a la escuela el día de mi cumpleaños" le había susurrado el pelinegro menor. 

Claro, eso hubiera sido sencillo... Si es que ese hubiera sido un día laboral, pero caía sábado. Si Euiyoung no podía ir a la escuela, la escuela podría venir a la casa, ¿verdad?

Alquiló una casa entera por ese día, para poder hacer una fiesta e invitar a todos sus compañeros, incluso profesores. Obviamente no tendrían clases.

Incluso se había tomado la molestia, de ir personalmente con cada padre de familia y convencerlos de que asistan a la fiesta, especialmente de sus mejores amigos.

Y el maestro, lo había obligado, o mejor dicho dialogado al punto de llegar a un acuerdo beneficiosamente monetario para él, para que pudiera estar sin derecho a faltar. Hasta había hablado con aquel joven alfa que antes era el vecino de Euihyun, porque resulta que se llevaba bien con el pequeño.

Todo estaba listo, nada podía salir mal. Se había encargado de que todo fuera perfecto, afortunadamente tenía a toda su familia de su lado. Sus padres, emocionados por el cumpleaños del menor, se encontraban corriendo de un lado a otro con la decoración, los bocaditos, contratar personal, ver la seguridad y más.

—- Taeju... ¿No crees que es mucho? —- le preguntó su pareja, con duda. Nunca había visto que alguien se tomara tantas molestias por algo tan simple como un año más de vida.

—- Nunca será suficiente para contentar a mi cuñado —- mencionó el alfa, concentrado en pegar las cajitas que iba a regalar a sus amigos.

—- ¿Era necesario contratar una casa con piscina? —- preguntó Euihyun confundido —- ¿O los juegos inflables? ¡Taeju! Incluso contrataste un dj.

El pelirrubio suspiro, no sabía porqué se molestaba, todo estaba organizado de maravilla. Además, debía ser una gran fiesta, de esa manera agradar más a los amigos que lo acompañarían gran parte de su chiquita vida.

—- Deja de quejarte cariño —- le dijo el alfa, apretando las mejillas del omega —- Ven a ayudarme.

El omega suspiro, ¿qué iba a hacer con su pareja? No tenía ni idea, solo sabía que debía acercarse y felicitarlo. Entonces beso con delicadeza a Taeju, adoraba ver como este se esforzaba y quería tanto a su no tan pequeño hermano.

—- ¿Qué color va mejor para la decoración? —- le preguntó el alfa, al momento de separarse. Estaba tan concentrado en su laboral, que nada podría distraerlo.

—- Últimamente a Euiyoung le está gustando el azul —- respondió este —- Oh, puedes agregar algo de temática de dinosaurios —- así ambos, pasaron la tarde, terminando de organizar los últimos detalles, entre sonrisas, sonrojos y regaños... Dejando todo listo para ese día.

Al poco rato, Euiyoung interrumpió en la habitación, saltando saltando.

—- ¡Hermanoooo! —- ingresó gritando, el más pequeño —- ¡Miraaaaa! El abuelo me llevó de compras, comimos en un restaurante muy rico y me compró este juguete —- le dijo, mostrando un carrito que pronto podía convertirse en un robot —- Ya tengo con quién hacer luchar a mi dinosaurio —- le comentó con orgullo el menor.

Euihyun sonrió ante tal emoción, saludando con una reverencia al alfa pelicastaño —- Muchas gracias suegro —- le susurro, aún no se acostumbraba a llamarlo de esa manera.

El pelicastaño asintió —- Me alegro pasar la tarde con Euiyoung —- le respondió, en dirección al sillón —- Debo admitir que tiene bastante energía. Lo están criando bien.

Taeju se rio ante eso —- Y eso que aún no has jugado a las "escondidas" con él, no tienes ni idea lo enérgico que se vuelve —- luego de una pausa, continuó —- Es obvio que está creciendo bien, Euihyun es el mejor de todos.

—- Cállate —- le susurro avergonzado el omega, los halagos tan repentinos lo tenían de esa manera. 

—- Cállame —- le respondió Taeju, señalando sus labios, sin importarle que su padre estuviera a su lado. Después de todo, existía esa confianza para bromear.

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El día había llegado, Taeju se levantó a primera hora, decidido a hacer el mejor desayuno. Euihyun, también lo acompañó, pues iba a preparar un pastel para su hermano. Y el pequeño Euiyoung, durmiendo bien cansado. 

—- Te ves hermoso —- le susurro el alfa a Euihyun, sorprendiendolo por sus palabras —- Con el cabello desordenado y recién levantado.

—- C-concentrate en el desayuno —- le contestó avergonzado el mayor, ¿cómo podía decir algo así de la nada?

Amasar y amasar, mezclar y mezclar, todo mientras escuchaban musica en bajo volumen y sonreían como tontos enamorados. Bueno, si eran tontos enamorados.

Las horas pasaron de esa manera, era trabajoso hacer postres y lo habían logrado con mucho esmero, luego con cuidado pusieron todo en una bandeja y se dirigieron al cuarto del pequeño.

—- Feliz cumpleaños a tiiiii —- entonó Taeju, haciendo que el menor se levante —- Feliiiiz cumpleañoooos querido Euiyoung... 

El alfa pequeño, sonrió ante tal sorpresa. No esperaba eso, era tan tierno y divertido, especialmente porque su hermano tenía un poco de pastel en la nariz y el pelirrubio llevaba la camisa llena de harina.

Se sentó en la cama y al ver la bandeja con pastel, sus ojitos brillaron de emoción y sonrió dando un rápido "Gracias" para luego, empezar a comer.

El día pasó demasiado rápido, sus amigos llegaron a casa para el medio día y todos almorzaron juntos. Al poco rato, todos los pequeños se encontraban en la sala de juego y los padres de los niños también se encontraban ahí, solo que en otro salón disfrutando de un extensa carta de cocteles y bocaditos. 

—- Es sorprendente la organización para una fiesta infantil —- comentó uno de los padres —- Felicidades. 

El omega asintió, sin despegar la mirada de su hermano. Temía que en algún momento se lastimara, pero todo parecía ir bien. Podía notar la diversión en la mirada de su hermano, cosa que lo alegró.

Euiyoung correteaba de un lado a otro mientras sus amigos lo seguían, quién sabe que competencia estaban haciendo, pero el alfa parecía contento por haber ganado.

Luego, la diversión continuó con un show en vivo, que fue de títeres, luego juegos de competencia y finalizaron con baile.

Al irse sus amigos, Euiyoung cayó completamente dormido con una sonrisa y en brazos de su hermano, quién también estaba cansado.

—- Falta su regalo —- gritó Taeju al verlos, recibiendo una regañada con la mirada. Y un claro aviso de que guarde silencio.

—- Ayúdame a cargarlo —- pidió Euihyun,  quién se encontraba algo cansado y mareado —- Hay que llevarlo a su cuarto.

Taeju asintió, cargando en su hombro al menor sin ningún problema, tenía bastante energía a pesar de haber estado toda la semana ocupado.

Estaba sin cuidado, moviéndose de un lado a otro y tomando de la cintura a su pareja —- ¿Estás bien? —- le preguntó, al verlo un poco agotado.

—- Si, yo uh... —- suspiro Euihyun —- Quiero dormir —- le respondió este, no sabía porque su cuerpo se encontraba más débil que antes.

El pelirrubio siguió sosteniendo la cintura de este, acariciando levemente por encima de la ropa —- Es una pena, yo quería hacer otra cosa después —- le susurró al oído con la voz un poco grave, haciendo sonrojar por completo al mayor.

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Al llegar a la habitación del más pequeño, este se despertó, seguía somnoliento pero contento.

—- Oh, despertaste enano —- le sonrió Taeju —- ¿Quieres comer algo? ¿Dormir? 

El pelinegro se sobó los ojos, parpadeo repetidas veces y se volvió a tirar a su cama —- Gracias Taeju —- le dijo entre bostezos—- Estoy muy feliz

El pelirrubio sonrió ante eso, su cuñado era tan tierno cuando quería. Así, le daban más ganas de tener un hijo propio.

—- ¿Quieres que te relate una historia? —- le preguntó, cuando lo vio cerrar los ojos.

—- No hay necesidad de que me cuentes un cuento. Ya estoy grande —- dijo orgulloso Euiyoung —- Ahora puedo proteger a mi hermano mayor —- aunque inmediatamente se arrepintió, quería escuchar las magnificas aventuras que contaba su cuñado.

—- Yo lo protejo mejor —- le replicó Taeju, con un sentido divertido y de competitividad —- Ya duerme, llorón —- finalizó el día, despeinando sus cabellos y saliendo del cuarto.

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Continuará...

Disculpen la demoraaa, pensé que este shot estaba escrito y me demore.

Escribí 1500 palabras, ahora sí... A continuar escribiendo xd