Ship: Dohko x Shaka

Universo de Saint Seiya.// Final Alternativo.// Post guerra santa tomando en cuenta los eventos de SoG.// Drabble.

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Finalmente, después de tantos años de incertidumbre y viviendo con el temor de la guerra a cuestas, podían relajarse y disfrutar una era de paz con la nueva vida que les fue otorgada como retribución por su ayuda en las gélidas tierras de Asgard.

Una noche amena entre camaradas, al calor de unos tragos, compartiendo anécdotas y riendo por bromas absurdas, únicamente celebrando poder estar todos juntos una vez más.

Todos habían accedido a reunirse en un bar de Rodorio, pero la noche fue avanzando y todos lentamente comenzaron a retirarse de vuelta a casa, quedando cada vez menos.

— Shaka...

Dohko movió un poco al custodio de Virgo, dormido sobre la mesa, en un intento por despertarlo.

— Shaka, hora de volver a casa.

— Hola, Dohko...- Murmuró entre sueños el rubio, rehusandose a despertar.

— Shaka, despierta.- Insistió el castaño, intentando hacerlo despertar.- Solo quedamos nosotros. El resto ya se fue. Levántate.

Hasta escuchar eso, el blondo se dignó a alzar la cabeza de la superficie de madera, aún con los ojos cerrados.

— Anda, vamos.

Dohko lo hizo sostenerse de su hombro y sacarlo de ahí, caminando lento por las calles solitarias de Rodorio, escuchando los murmullos y risas que Shaka soltaba cada tanto.

Era difícil contener la risa al observar tal comportamiento en alguien como Shaka, pero al menos hizo el intento de no reírse demasiado.

— Es una noche hermosa.

— Seguro que sí, Shaka.- Respondió, intentando contener la risa.- Seguro que sí.

— ¿Y si nos casamos?

Dohko solo rió por la sugerencia de Shaka, contagiando al indio.

— Conozco una pequeña capilla donde podemos ir...- Canturreó Shaka entre risas.- Nadie lo sabrá.

— ¿Dónde está mi anillo?

— Lo podemos buscar.

Dohko de nuevo se rió, continuando el camino de vuelta a las doce casas. Probablemente Shaka al otro día no recordaría sus palabras, pero al menos nadie más podría escucharlo.

— Solo dí que sí~

— ¿Y si no funcionamos?- Sonrió, siguiéndole el juego.

— Si mañana quieres romper está bien... No te juzgaré.

— Bien, entonces acepto.

A medio camino, Shaka terminó por quedarse dormido, y Dohko solo rió recordando esa extraña charla, antes de cargarlo en su espalda y llevarlo hasta el sexto templo, intentando no hacer ruido al pasar por Aries, Tauro, Géminis, Cancér y Leo.

Una vez en Virgo, dejó a Shaka en la que sabía, era la habitación privada, asegurándose de cubrirlo adecuadamente para evitar que pescara un resfriado, y se dispuso a marcharse. Pero un agarre en su muñeca se lo impidió.

— ¿Todo bien, Shaka?

— Te amo.

No esperaba en absoluto esas palabras, que fueron capaces de estremecerlo.

Por suerte, Shaka pareció quedarse dormido, aflojando el agarre en su muñeca, permitiéndole alejarse lo suficiente.

A decir verdad, Shaka le recordaba demasiado a alguien de su ya lejana juventud, cuando enfrentó a Hades como Santo de Libra por primera vez...

Inconscientemente, una sonrisa melancólica se dibujó en sus labios, antes de acercarse para dejar un pequeño beso en la frente del rubio que aparentemente dormía, y marcharse a su propio templo.

Hasta sentirse solo, fue que Shaka abandonó su teatro, suspirando con frustración por su cobardía. Ni siquiera teniendo la oportunidad de esconderse detrás del alcohol al día siguiente fue capaz de ser sincero con sus sentimientos.

Quizás otro día habría mejor suerte.