Ship: Aldebarán x Mu

Universo de Saint Seiya.// Pre-guerra santa.// Headcanon.// Drabble.

•=•=•=•=•=•=•=•=•=•

El miedo invadiendo cada fibra de su ser, el nudo formandose en su garganta, quebrándole la voz, y las lágrimas desbordándose de sus ojos.

No tenía más alternativa que correr, hasta llegar a ese paraje frío y abandonado, lejos de todo rastro de civilización.

El miedo de estar bajo amenaza todo el tiempo, corriendo peligro de que algún enviado del Santuario llegara hasta la torre y terminara con su vida...

No quería hacerlo, pero no tuvo más opción que matar para protegerse.

El primero fue el peor, pero conforme pasaron los años y su cementerio de armaduras aumentando, sus sentimientos se apagaban cada vez más.

Pensándolo bien, ¿qué tan diferente era a desgraciados Saga o a Death Mask en realidad? Él también tenía las manos manchadas de sangre, él también cargaba con un rastro de cuerpos sobre la espalda... ¿Qué diferencia había entre los enemigos que Athena odiaba y él?, ¿en qué momento la defensa se volvía crueldad?, ¿dónde estaba el límite entre la maldad y simplemente hacer lo necesario para sobrevivir?, ¿en qué punto un hombre se convertía en un monstruo?...

¿Qué garantizaba que iba a poder mantener sus demonios bajo control, y no iba a terminar lastimando a quienes amaba?

— ¡Mu!

Al escuchar esa voz gritando desesperadamente su nombre, abrió sus ojos, sintiendo cómo las lágrimas habían emergido a pesar de que sus párpados se encontraron cerrados, contemplando a ese hombre a su lado, visiblemente asustado.

— ¿Estás bien?

Solo pudo asentir, incorporándose con dificultad, tallándose el rostro en un patético intento de ocultar sus lágrimas.

— Mu, ¿qué pasa?

— No te preocupes. Todo está bien.- Afirmó con una sonrisa, mirando a su amante.- Fue solo un sueño.

— ¿Sigues pensando en todo lo que pasó en Jamir?

Mu solo pudo desviar la mirada, sintiendo cómo su sonrisa se desvaneció. No podía mentirle aunque lo intentara.

— Mu...

— Intento no pensar en eso, pero...- Respondió con un suspiro.- Han pasado tantas cosas...

— Lo sé.- Asintió el guardián de Tauro, acariciando su mejilla.- Has pasado por cosas demasiado difíciles desde que te fuiste.

— ¿Y qué me separa de ser igual que Saga o Death Mask?- Suspiró.- Yo también asesiné a muchas personas a pesar de saber que no tenían oportunidad contra mí, conservé sus huesos y armaduras como armas... Creo que soy igual que ellos. ¿Qué garantiza que no terminaré siendo una amenaza igual o peor?

— Mu...

— Saga fue capaz de asesinar a mi maestro Shion, de encerrar y prácticamente condenar de muerte a su propio hermano, de matar a Aioros...- Siguió su monólogo.- ¿Qué garantiza que no terminaré haciendo lo mismo?

— Sé que no lo harás, Mu.- Respondió Aldebarán, abrazándolo contra su pecho.- Eres alguien muy fuerte, pero nunca dañas si no es necesario. Llegaste a arriesgar tu vida para proteger a Kiki, incluso ayudaste a Athena y los santos de bronce, a pesar de saber que te exponías al abandonar la torre de Jamir.- Añadió.- Sé que eres un guerrero honorable, valiente y con una fuerte convicción y sentido de justicia. Jamás traicionarías a los tuyos.

Mu no fue capaz de responder nada, únicamente aferrándose a Aldebarán por varios minutos llorando, hasta quedarse dormido de nuevo.

Desde el fin de la batalla de las doce casas y su retorno al Santuario, las pesadillas lo atormentaban, recordándole su pasado y sus errores... Pero Alde siempre estaba ahí para calmarlo y recordarle que solo eran sueños.

Quizás esas pesadillas lo atormentarían hasta el fin de sus días, pero podía confiar en que al despertar, Alde siempre estaría ahí.