Día 1: Primer día de novios
Shipp: Hannibal Lecter/Will Graham
Fandom: Hannibal
🦌
Will observó a los hombres y mujeres en la sala pulular, como polillas que inevitablemente se veían atraídos a la luz, en este caso la luz era Hannibal Lecter, la mariposa social anfitriona, que había abierto las puertas de su extravagante hogar para recibir a los socialité de Baltimore.
Will bebió de su copa de champaña e hizo una mueca ante sus malas y redundantes metáforas.
Se preguntó si podría robar a Hannibal un momento para excusarse de quedarse a la cena, pero la falta de una excusa creíble lo detenía. Suspiró, pasándose una mano por su barba recién recortada, eso le hizo pensar en las tortuosas horas que había pasado arreglándose para esa cena.
Claro que antes de llegar, había creído esa sería una cena solamente para dos.
Sonrió autocritico ante la idea que lo había estado emocionando tanto durante toda la semana, aquella que lo había llevado a comprar un maldito traje azul de tres piezas que valía lo que equivaldría a mas de un año de comida para perros. Cuando Hannibal lo había invitado a cenar el sábado pasado, luego de una agradable noche de conversaciones cripticas en la casa del doctor, él había creído lo estaban invitando a una discreta —lo más discreto que pudiera ser Hannibal Lecter— e intima cena romántica. Lo que en su mente había significado un paso mas allá de su relación como amigos.
Se sintió mas que ligeramente avergonzado por sus ideas, ahora sabía infundadas por su deseo, que él y Hannibal estuvieran teniendo conversaciones, se juntaran a desayunar a veces y que acompañará a Will mientras paseaba sus perros los fines de semana, no había sido un especie de cortejo como él había creído.
Ahora se daba cuenta. Simplemente eran amigos.
Will se terminó la champaña de golpe, al menos Hannibal lo había mirado apreciativo al recibirlo.
Observó a Hannibal reír discretamente a algún comentario seguramente pretencioso dicho por alguien, se veía hermoso en su extravagante traje carmesí de patrón a cuadros, mirándolo allí, Will volvió a suspirar, ¿realmente había creído que alguien como Hannibal Lecter podría ser su novio? ¿Realmente había creído que Hannibal algún día lo presentaría como su pareja a esas personas? A él, un ermitaño, un amargado con pensamientos mas oscuros que el foso de las marianas.
Will no quería ser notado por Hannibal, no quería descubriera su autocompasión, ni que intentará averiguar lo que ocurría, sería vergonzoso.
Era un adulto, podía aceptar Hannibal solo quisiera su amistad y nada más. Si había podido aceptar la oscuridad en Hannibal, podía aceptar eso.
Will se dirigió al despacho de Hannibal para esconderse un rato.
Dentro, se dirigió al bar para servirse un vaso de whisky, levantó la mirada cuando un chico rubio entró, parecía estar huyendo por cuenta propia, Will regresó su mirada a la botella.
–Así que no soy el único se siente sofocado allá afuera –comentó el desconocido, acercándose.
Sin preguntar sacó otro vaso y sirvió dos dedos de whisky.
–¿Me estabas siguiendo?
El chico, a mediados de sus veintes, se mostró avergonzado por ser descubierto.
–Si hubieras demorado un poco más lo habría creído –agregó Will.
Aceptó el vaso que Will le ofreció.
–¿En serio?
–No, lo siento… soy bueno leyendo a la gente.
El chico rio y se acercó, colocándose en la barra frente a Will.
Su interés era evidente, Will suponía a él pertenecía la pesada mirada que había sentido afuera. El chico era lindo, pero solo eso, no había ninguna agresividad dormida de forma intencional ni tampoco la capacidad de crear arte de lo inmundo, el instinto de Will no gritaba peligro, ni su corazón se aceleraba ante la sonrisa amable que ocultaba una infinidad de secretos, probablemente sus secretos ni siquiera serían tan interesantes como los de Hannibal.
Aún así, no era feo. Por lo que se le hizo fácil seguir su juego. No es como si tuviera novio o algo así, pensó amargado, llevándose el vaso a los labios.
Luego de una pequeña charla trivial, cuando el chico se inclinó en su espacio personal, claramente creyendo era seductor, Will comprendió estaba siendo un idiota, bien podría ir y enfrentar a Hannibal, exponer el malentendido y tal vez ser él quien iniciará las cosas al pedirle una cita.
Lamentablemente, ese fue el momento exacto en el que Hannibal entró y los vio en lo que parecía una situación bastante comprometedora desde el exterior.
Hannibal se sorprendió, pero no como lo haría una persona normal, solo había un sutil levantamiento de cejas en su rostro ilegible, lo verdaderamente revelador fueron sus ojos, la traición e ira allí confundieron a Will. Lo confundieron de sobremanera.
El chico, al que se daba cuenta ni siquiera le había preguntado su nombre, se apartó de Will al notar su falta de atención. Y al seguir su mirada descubrió a Hannibal en la puerta.
Obviamente el chico no tenía ningún sentido de supervivencia, porque simplemente sonrió alegre y saludó a Hannibal.
–Doctor Lecter, me muero porque llegué la hora de la cena.
Cero instinto de supervivencia, en serio.
–Francis, Will –le dirigió una intensa mirada–, ¿puedo saber que esta pasando aquí por favor?
No había ni una pizca real de amabilidad en su voz, Will se enderezó, su corazón comenzando a acelerarse, preguntándose si el intentar coquetear en su casa era realmente un acto tan grosero para Hannibal. Parecía que si.
–Déjanos solos –pidió Will, mirando al chico, quien pareció confundido pero asintió.
Will contuvo el aliento cuando el chico pasó junto a Hannibal, al verlo salir soltó el aire contenido de forma imperceptible.
Vio a Hannibal cerrar la puerta con un movimiento suave a su espalda, Will se sintió, no por primera vez en su presencia, atrapado.
–Antes que nada lamento eso, es lindo y realmente lo estaba intentando. Me sentí halagado.
Hannibal no respondió, como un depredador silencioso caminó hacia Will.
–No pensé que te molestaría tanto si llegaras a saberlo.
Hannibal se detuvo frente a la barra, Will agradeció la barrera entre ellos, por más inútil que pudiera resultar ser al final.
–¿Creíste no me molestaría tanto? ¿Si llegará a saberlo? –preguntó con lentitud, como si realmente no entendiera y necesitará decirlo en voz alta.
–Um… ¿si?
Hannibal respiró hondo, cerró sus ojos, cuando los abrió Will se sorprendió al ver las lágrimas contenidas allí, falsas, pero aún así, lagrimas contenidas. Era un gran toque.
–¿Hannibal?
–Discúlpame, Will –llevó una mano a sus labios, como si contuviera una decepción desgarradora.
Will sabía que lo que contenía era una ira y confusión hirvientes.
Puso los ojos en blanco.
–No es algo tan grosero, no es como si hubiera planeado follármelo aquí.
Hannibal lo miró como si en realidad lo desconociera, luego de un segundo de fría observación, Will se sintió mucho mas nervioso.
–¿Estas realmente tan molesto?
–Mi novio acaba de admitir planeaba serme infiel, por supuesto que estoy molesto –declaró, indignado más allá de las palabras.
Will lo miró asombrado, abrió y cerró la boca.
–¿Tu novio? ¿Quién es tu novio?
Claramente conteniéndose, Hannibal pasó la lengua sobre sus labios, un gesto extrañamente reptil y depredador, que emocionó y amedrento a Will a partes iguales.
–Will… estas siendo absurdo.
–No, no lo soy. ¿Soy tu novio? ¿Desde cuándo?
Fue el turno de Hannibal para verse realmente asombrado.
–Hace tres meses por supuesto.
Will lo miró, al ver realmente hablaba en serio, comenzó a reír sin humor.
–Jamás me lo dijiste, ¡ni siquiera nos hemos besado!
–Pensé que eras tímido. Estaba siendo un caballero.
Will pasó una mano por su rostro ante lo absurdo de la situación, sintiéndose completamente exasperado.
–Se supone eso es algo que debes preguntar, Hannibal. No dejas a tu pareja actuando a ciegas, haciéndole creer solo son amigos.
–¿Amigos? ¿Eso creías? Paseo a tus perros cada domingo y dejó me llenen de pelo.
–Ay por Dios –negó con la cabeza, sintiéndose como un tonto–. No planeaba acostarme con él –aclaró por si acaso–, realmente no sabía que estábamos… estamos saliendo. Si me escondí aquí fue para lidiar con la decepción que sentía por creer te había malinterpretado.
Hannibal lo estudió, mucho más relajado, una espada envainada.
–¿Malinterpretado?
–Creí la cena era solo para nosotros dos. Creí por fin me harías la pregunta… por cierto antes de que entrarás por esa puerta –señaló con su dedo–, había decidido arriesgarme y dar yo ese paso.
–… ¿Así que debía haber preguntado?
–Si, eso es lo que se supone haces, no lo das por hecho –gruñó.
–Oh…
Will puso los ojos en blanco.
Hannibal tomó su mano, sacándolo detrás de la barra para entonces atraerlo a sus brazos, Will lo dejó.
Hannibal tomó su mano libre para llevarla a sus labios, depositando un beso dulce sobre sus nudillos, Will respiró hondo, su corazón llenándose a tope, pero mantuvo su ceño fruncido, aún se sentía como un tonto, y todo era por culpa de Hannibal.
–Will, ¿te gustaría ser mi novio? –preguntó con voz aterciopelada, sus ojos oscurecidos y fijos en él con una intensidad que sería preocupante para cualquier otro.
–Si… –suspiró, relajando su expresión.
Hannibal sonrió, abiertamente complacido, una alegría despiadada, que provocó Will temblara y solo lograra contemplarlo en respuesta.
–Ven, querido. Te presentaré. Quiero que todos sepan eres mío.
Will solo asintió, sintiéndose igual o tal vez más complacido de lo que se sentía Hannibal.
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Lo subo tarde por acá.
No creo pasar del día 5, pero es un ejercicio divertido, quiero volver a escribir como antes😭
Gracias por leer.
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