Bailando Juntos
El salón se encontraba repleto de gente, pero aún así no fue difícil para él localizarla junto a la mesa de bebidas, envuelta en un elegante vestido color coral qué resaltaba cada una de sus curvas, con un ligero escote de corazón y dejaba sus hombros al descubierto; su rubio cabello completamente recogido en un elaborado moño resaltando su esbelto cuello mientras sus ojos se posaban en la pista de baile con cierto aire distraído, era absolutamente hermosa y una vez que sus ojos se posaron en ella, todo lo demás dejó de existir. Caminó hacia ella con decisión.
Kanon no se consideraba así mismo como un caballero, tampoco un príncipe que fuera al rescate de su princesa, pero cuando le llegó la noticia de que Thetis estaba sola en la recepción que había organizado para Julian Solo no pudo resistir el impulso de escapar de sus responsabilidades y acudir a la velada solo para acompañarla aunque fuera por unos minutos, eso y qué se moría de ganas de verla en aquel vestido que solo había podido apreciar en fotos, tampoco se engañaba. Sonrió cuando finalmente estuvo junto a ella y todavía no notaba su presencia.
—Una hermosa dama no debería estar parada sola en una fiesta —habló en su oído. Thetis al escucharlo lo miró sorprendida.
—¿Qué haces aquí?
—Pasaba por aquí y decidí saludar —se encogió de hombros.
—Kanon, tienes una misión en la otra punta del continente —respondió seria. Kanon se echó a reír.
—Vale, me llegó el rumor de que no estabas disfrutando la velada y quería saber por qué.
—La estoy disfrutando —respondió segura. Kanon no se la creyó.
—¿Y por qué no estás bailando?
—Nadie me ha invitado.
—Hay que remediar eso, ¿acepta bailar esta pieza conmigo?
—Será un placer.
Una balada comenzó a sonar y ambos se posicionaron uno frente al otro, Kanon atrajo el cuerpo de Tethys hacía sí pegándolo a él y comenzaron a moverse al compás de la melodía. Sus cuerpos se acoplaban perfectamente como si estuvieran hechos el uno para el otro. Ambos se veían a los ojos con una suave sonrisa mientras se desplazaban por la pista.
—Lamento no poder acompañarte esta noche, debo irme —dijo Kanon cuando terminó la canción.
—Está bien, yo entiendo, gracias por venir igual —le sonrió con ternura—. Te acompaño a la salida.
Caminaron hacia fuera y la noche los recibió se miraron por un segundo.
—No me enojaré si bailas con otros hoy —le dijo viéndola a los ojos—, solo recuerdales que al final de la noche seguirás siendo mía —Thetis sonrió.
—¿En serio no te molesta? —preguntó con cierta duda.
—Para nada, sé que te gusta bailar y está bien si bailas hoy con otros, ya que yo no puedo —se encogió de hombros—, para nuestra boda prometo que bailaré contigo toda la noche y después de eso siempre estaremos bailando juntos.
Thetis lo miró con emoción, pero antes de que pudiera responder nada, Kanon ya se había. Miró las estrellas sonriendo mientras tocaba sus dedos libres de anillos, pensando en qué, quizás pronto, habría uno adornando su dedo anular y cuando eso pasara, sería la mujer más feliz del mundo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro