Vida domestica
AU vida moderna
-Mi amor, ya llegué- se anuncio Aioria entrando a la casa y cerrando la puerta rapidamente para no dejar entrar el frío a su hogar.
El invierno ya estaba cerca, se sentía en el viento.
-Bienvenido- se escucho la voz de Angelo, su esposo, desde la cocina.
-mmmm- se deleitó el castaño al percibir el aroma de la cena.
Aioria se tallo las manos listo para saborear tremendo manjar y se dirigio a la cocina emocionado.
-Hola cariño- le saludo Aioria a su esposo con una gran sonrisa.
-Hola gatito- le respondió el mencionado mientras revisada unas casuelas de comida- hoy saliste temprano- comento al ver el reloj en la pared.
-Mas bien, hoy no salí tan tarde jeje- comento el castaño rascandose la unica un poco avergonzado.
-Ven acá- le ordeno el peliazul.
Aioria obedeció y Angelo lo beso apasionadamente.
-Es bueno tenerte en casa- dijo el italiano tras el beso.
-Y a mí me alegra ya estar aquí- le comentó dandole otro besó, solo que esta vez fue solo un besito cortó.
-En un momento te sirvo la cena-
-Pondré la mesa-
Aioria saco los cubiertos, las carpetas, vasos y platos.
-Voy- aviso Angelo mientras llegaba con un plato de sopa caliente.
-Se ve delicioso- comentó Aioria sintiendo agua la boca.
-Si quieres empieza a comer, yo voy por lo demas- le dijo regresando a la cocina.
-Deja te ayudo- Aioria lo siguió y tras unos minutos, ambos regresaron con varios recipientes de comida.
-Ya sientate- le indico mientras servia unas verduras con queso.
-Esto se ve delicioso- dijo Aioria listo para hincar el diente.
-Provecho- dijo el peliazul mientras tomaba asiento y se persinaba.
-Gracias por la comida- dijo el castaño con sus manos juntas.
Tras decir eso, ambos comenzaron a comer.
¿Y cómo estuvo tu día?- preguntó Aioria mientras le ponía mantequilla a un pan.
-Bien, tuvimos una junta muy aburrida y luego nos presentaron a un nuevo trabajador- le contó tras darle un sorbo a su sopa- ¿y tú? ¿algo interesante para contar?-
-Por fin terminamos el proyecto del mes-
-Oh, así que por eso saliste temprano hoy- comentó entendiendo todo.
-Y eso que Milo quería que fueras al bar a celebrar. Salimos cómo el mejor equipo este bimestre- le contó Aioria orgulloso de su logro.
-Felicidades- dijo Angelo con una sonrisa- ¿por qué no fuiste a festejar?- preguntó curioso. Ese era un gran logró para que no fuera con sus amigos por un trago o dos.
-Hace mucho frío para mi gusto- contesto quitandole importancia- prefiero comer la mejor cena del mundo contigo en días como estos-
-Eres tan cursi- se rió Angelo enternecido por la dulzura de su pareja.
-Ademas, así Milo y Kanon estarán a solas- dijo Aioria con una sonrisa perversa.
-Y también todo un loco- dijo el peliazul con una sonrisa igual a la de su esposo.
-Esos dos ya me tienen arto con su tension sexual- dijo siviendose unas albóndigas.
-Eres el Cupido mas mas raro que conozco- dijo divertido por cómo Aioria intentaba juntar a sus 2 compañeros de trabajo.
-¿No te mordiste la lengua?- le comentó con una ceja levantada. Su esposo no era muy diferente a él en ese aspecto.
-No, claramente soy un mejor casamentero que tú- le regresó la burla tambien sirviendose albóndigas
-Ay por favor- el castaño lo miró mal.
-Yo hice que Afro y Shura se casaran y no me tomo año y medio para eso- le recordó con cierta prepotencia.
-No es lo mismo, ellos han sido tus amigos por años. Yo sólo era un conocido para Kanon y solo por 3 años- se excusó con el orgullo un poco herido- además, esos dos tienen un carácter- suspiro al recordar como varios de sus planes se fueron al traste por el orgullo de uno u otro.
-Afro tampoco es una perita en dulce- le recordó Angelo.
-Si, pero Shura es mas tranquilo- le refuto.
'Se nota que solo lo has visto cuando esta de buen humor- dijo negando con la cabeza.
-Si tu lo dices- comentó el castaño casi acabando su plato- gracias por la cena- dijo al terminar de comer y limpiando su boca y manos con una servilleta.
-De nada- dijo Angelo tambien terminando de cenar.
-Oye ¿no te gustaría celebrar conmigo esta noche?- le preguntó Aioria con un tono coqueto.
-No prepare postre hoy, pero en la alacena hay unos bombones con chocolate- dijo recordando el frasco donde los guardo el día anterior.
-No hablaba de eso- dijo Aioria haciendo un puchero.
-Al rato te hago arrumacos, primero debo lavar los platos- dijo Angelo recojiendo la mesa.
-Eso lo hacemos mañana, anda, no seas cruel conmigo- le rogaba el griego jalando la camisa de su esposo.
-Son muchos y mañana no quiero hacer nada- le explico acomodando todo.
-Dejalos remojando y mañano los lavo ¿vale? - le propuso antes de usar su arma secreta.
-Ay no, la cara de perrito no- dijo Angelo cerrando los ojos y tratando de no caer en ese truco...otra vez.
-Por fis- diho en el tono mas meloso que tenía- cangrejito-
-Agh bien, tú ganas- finalmente cedió con un fuerte sonrojo en la cara y cruzando lo brazos.
-Yu ju- celebró Aioria levantando los brazos como un campeón.
Sin perder tiempo, y no queriendo dejar que su esposo cambiará de parecer, lo cargo estilo novia y se lo llevó directo al cuarto.
No iba a ser en único de su equipo sin pasar una noche divertida ese fin de semana. En especial si era con el amor de su vida.
Con gusto lavaria todos los trastes del mundo si eso le dejaba pasar aunque sea solo una noche con su querido ángel. En especial si es una para mostrarle cuanto lo amaba en la intimidad de su habitación.
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