Nerd x Golden Retriver
AU Moderno (escolar)
Death es el nerd y Aioria el golden retriver (elnamigo de todos)
-¿Y cómo te fue?- preguntó un chico de cabello azul largo a su amigo.
-Yo- hizo una pausa el castaño- de verdad lo logre, saqué un 9- dijo aún en shock.
-¿Un 9? Eso es maravilloso Aiora ¿sabes lo que significa?- le preguntó conteniendose lo mas posible.
-Iré a la universidad Milo- dijo Aioria brincando de la emoción
-¡Iremos todos!- grito uniendose a la emoción de su amigo.
En ese momento, entraron todos sus amigos para saber los resultados del castaño. No hubo necesidad de preguntar, verlos gritar y saltar les dijo todo. Obviamente tambien se uniron al festejo.
No muy lejos de ahí un peliazul de cabello corto los escuchaba festejar mientras leía un libro de medicina.
-Genial, ahora no podré terminar mi lectura- pensó con cierto desagrado. Al menos ya no tendría que aguantarlos por mas tiempo.
Ya eran los examenes finales y en una emana era la ceremonia de graduación.
- Hey Angelo- una voz le sacó de sus pensamientos.
El mencionado solo suspiro y cerró su libro.
-¿Cómo te fue Aioria?- preguntó por cortesia. Obviamente esos gritos de eufória ya le habían dado aviso.
-Gracias, gracias- le respondió con un gran abrazo para sorpresa de Angelo. Sabía que el castaño era amistoso, pero no imaginó que en verdad fuera como un perrito que le hacía fiesta a todo mundo- saqué un 9 y todo gracias a ti- dijo tras el abrazo.
-Fue tu esfuerzo lo que te dio esa calificación, no yo- le comentó mientras se quitaba sus lentes para leer.
-Pero fueron tus asesorías las que me ayudaron a entender ¿sabes cuantos problemas tenía con química antes de que me ayudaras?-
-Solo te aclaré tus dudas, no fue nada especial- dijo el peliazul restandole importancia al asunto. Solo ayudó a Aioria para terminar su servicio social y poder hacer puntos para una beca en la universidad.
-Pero no te rendiste conmigo aunque fuera malo- le siguió hablando en cumplidos- pero cambiando de tema ¿tienes planes para el sabado en la noche?- le preguntó rascandose una mejilla.
-Pues tal vez preparé un calendario para mis primeras semanas de la universidad- dijo tocando su barbilla pensativo- aunque no es una prioridad por el momento-
-Genial, significa que puedes venir a mi fiesta de fin de año- dijo Aioria feliz.
-¿Fiesta?- Angelo no entendía mada.
-Si, mi padre me dejo hacer una fiesta y me dijo que podía invitar a quien quisiera y pues van a venir todos, solo faltas tú- le explicó para convencer al otro de ir a festejar con todos ellos.
-¿Por qué quieres que vaya?- preguntó Angelo sin entender.
-Pues para que te diviertas con nosotros y porque quiero agradecerte por ayudarme- le respondió levantando los hombros.
-Solo voy a arruinar tu fiesta si voy- dijo en tono pesimista.
-Por favor- le pidió tomando sus manos- me harías muy feliz si vas-
-Esta bien, iré- aceptó finalmente.
-¿Lo prometes?- le preguntó con una mirada tierna.
Angelo no pudo negarse a esos ojos grandes y bonitos.
-Lo prometo-
-Este es mi número y mi dirección- le dijo entregandole un papel- la fiesta en pieza a las 8, no llegues tarde- le dijo con una gran sonrisa.
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El sabado llegó y Angelo cumplió su promesa. Llegó a la hora indicada y se dijo a si mismo que solo estaría un par de horas. Tal vez comería y beberia algo, pero nada mas.
No era muy aficionado a las fiestas y seguro todos lo harían a un lado, como siempre.
Llamó a la puerta y Aioria lo recibió con una gran emoción. Lo abrazó y lo llevó con los demas invitados para incomodidad de Angelo.
-Chicos, miren quién por fin decidió aparecer- habló el castaño como si nada.
-Ehm hola- fue lo unico que pudo decir el peliazul. Estaba muy nervioso.
- Hola Angelo- para sorpresa del mencionado todos lo saludaron de forma amable y lo recibieron con agrado.
Angelo quedó como piedra. Esto era muy raro.
Todo ese tiempo pensó que todos sus compañeros lo despreciaban por ser el nerd arisco, pero ahora resulta que le caía bien a todos. ¿Sera que Aioria tuvo algo que ver?
La fiesta fue tomando forma y el tiempo voló para todos, incluyendo a Angelo.
El peliazul descubrió que sus compañeros eran de hecho tipos agradables que daban conversaciones muy interesantes mientras jugaban juegos de mesas o se turnaban en los videojuegos.
Fue bastante divertido.
Cuando menos lo espero, ya habian marcado la 1 de la madrugada.
-Ya es tarde- comentó Angelo mirando la hora en su teléfono.
-No tanto- dijo Milo tomando otra carta del uno.
-De todos modos ya no le pude pedir mas tiempo a mi padre- dijo antes de gritar uno. Había ganado otra vez.
-Pues juguemos otra ronda mientras vienen por ti- dijo Milo barajeando las cartas.
-Lo siento pero si no estoy afuera cuando llegué se pondra loco- dijo levantandose de su lugar- me la pase bien, gracias- dijo a modo de despedida.
-Yo te acompaño- se ofreció Aioria tambien levantandose.
-Uhhhh- le hicieron burla todos los presentes.
Angelo levantó la ceja pero no le dio importancia. En cambio Aioria los fulmino con la mirada.
-No tenías porque salir- dijo Angelo con un poco de frío. No se llevo nada grueso porque no espero quedarse tan tarde.
-Toma- le puso su chamarra en los hombros.
-No tienes que-
-Pero quiero hacerlo- le interrumpió el castaño- gracias por venir-
-Fue divertido, gracias por la invitacion- le dijo el peliazul con una sonrisa suave.
-Me alegra que te la pasaras bien- dijo con un ligero sonrojo- al menos logré traerte a una de mis fiestas, aunque fuera la última- le confesó apenado. Era su ultima oprtunida para decirlo.
-Es mejor tarde que nunca, supongo- pensó Angelo en voz alta- lo digo por mi- le aclaró al ver que ese comentario le pegó al castaño- me arrepiento de no haber aceptado tus invitaciones anteriores-
-No tiene porque ser la ultima- dijo Aioria de repente- quiero decir, yo quiero seguir siendo tu amigo Angelo, digo, si no tienes problema con eso- dijo nervioso.
-Eso me gustaría- le dijo con una sonrisa.
Aioria iba a decir otra cosa cuándo un carro estaciono frente a ellos.
-Ese es mi papá- le dijo a punto de quitarse la chamarra para devolverla a su dueño.
-Quedatela, así tendré un pretexto para verte otra vez- le dijo evitando que se la de.
-Esta bien- aceptó con una risilla-Buenas noches Aioria- lo despidió dandole un beso en la mejilla y corriendo hacia el carro de su padre.
-Buenas noches- susurró mientras tocaba la mejilla donde lo besó el peliazul y sonreía como tonto.
Esa sonrisa no se la quitó nada, ni las burlas de sus amigos. Sobre todo luego de que Angelo le escribiera al celular para preguntarle cuando se verían otra vez.
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