AU Moderno

-Con que solo comprariamos la comida de los gatos ¿eh?- dijo Angelo con cierto sarcasmo al ver todas las cosas que llevaba su esposo en el carrito de la compra.

-Son cosas que necesitamos para la casa- contestó Aioria poniendo una caja de leche en el carro.

-Entiendo lo de la leche, la comida de Goldie y Blondie, hasta tú café, pero por qué necesitamos estos juguetes para gato y estos moldes para galletas- le preguntó alzando una ceja.

-Oye, tú tambien pusiste cosas en el carrito- le respondió frunciendo los ladios y entrecerrando los ojos.

-Si, aceite y pasta para la cena de mañana, cosas que necesitamos con urgencia- le contestó sin dejarse llevar por la táctica de su pareja.

-Ya no te quejes, todavía faltan un par de cosas de la lista?- cambió de tema el castaño.

-¿Cuál lista?- preguntó el peliazul confundido.

-La que ahora cargo porque cada que venimos a comprar la despensa olvidamos algo- le contestó mostrando la dichosa lista con algunos artículos tachados.

-¿Y cómo vamos a pagar todo esto? Yo solo traje para la comida de los gatos- confesó rascandose la nuca.

-Por eso mi padre siempre me decía que siempre cargará con mas dinero- sonrió con orgullo mientras posaba con orgullo.

-Aja- dijo Angelo con una gota en la cabeza.

-Ya, tranquilo- le hablo el castaño palmeandole la espalda- conseguí un extra esta quincena, así que podemos rehabastecernos y darnos un gustito- comentó con una gran sonrisa.

-Bueno, eso explica porque tomaste esos juguetes para los gatos y de esos bocaditos premiun- dijo Angelo tocando su barbilla, cómo si hubiera descubierto un secreto del universo.

-En efecto mi amor- le dio la razón mientras asentía con entusiasmo.

-Creo que envidio a los gatos- pensó en voz alta el peliazul.

-¿Y eso por qué?- preguntó Aioria inclinando su cabeza a un lado.

-Porque pensaste en ellos primero para comprarles algo- dijo avergonzado. Sonaba ridiculo ahora que lo decía en coz alta.

-Un padre siempre piensa primero en sus bebés- dijo Aioria entre risas. No podía negar que le parecía tierno ver celoso a su esposo de los gatos que él adoptó y le regaló.

-No te burles- le dijo el peliazul todo rojo.

-Perdón- se disculpó con tono meloso.

-Hablo en serio- desvío la cara para que el castaño no lo viera todo rojo por la vergüenza.

-Yo tambien- contestó el castaño aguantando otra risa indiscreta- ¿sabes que tu eres mi persona favorita verdad?- le preguntó abrazandolo por la espalda.

-Y aún asi prefieres a tus gatos- comentó Angelo con tono burlesco.

-Solo un poquito y porque estan chiquitos- se justificó- ¿si te compro algo me perdonas?- le preguntó dejando caer su peso en la espalda del otro.

-Bajate primero, pesas mucho- le dijo el peliazul.

-Te quiero Anguie- le dijo dandole un beso en la mejilla antres de separarse de su esposo.

-No me digas así- le pidió tallandose la mejilla donde fue besado para "limpiarse"- ahora sigamos con la compte en lo que pienso que me voy a comprar para recompensar tu claro favoritismo por los gatos- con esas palabras caminó hacia el carro y lo empujó para seguir con el próximo artículo de la lista de Aioria.

-Lo que tu quieras mi amor- comentó alcanzando su ritmo.

-No intentes conquisterme con tu lindura para que te perdone, esta vez no te servira- dijo Angelo haciendose el indignado.

Esta compra ya dejo de ser aburrida y rutinaria...o eso pensaron Angelo y Aioria.