AU Moderno

-Muchas Felicidades a la generación de este año, que tengan un futuro brillante- dijo el director para terminar su discurso y la ceremonia de otro escolar.

Entonces todos los ahora exalumnos tomaron sus birretes y los lanzaron al aire como en las películas.

Luego de recogerlos, todos se juntaron con sus respectivos grupos de amigos.

-Por fin, libertad- gritó Milo feliz.

-Cálmate Milo- le regaño Camus mientras le quitaba la tierra de su birrete.

-Vamos Camus, nos hemos ganado esto, disfrutémoslo- hablo Aldebaran con una sonrisa.

-Sin embargo, no tenemos 7 años- dijo Shaka manteniendo su ya característica serenidad.

-Es cierto que este no es el mejor lugar para festejar- hablo Mu- por eso mejor vamos a celebrar a las "Alitas doradas"- eso ultimo con bastante emoción para ser él.

-¡SI!- gritaron todos

-Pero primero las fotos- dijo Milo sacando su celular y agarrando a Aioria por el cuello para tomar la primera de muchos.

Luego de una larga sesión de fotos, el grupo de amigos decidió que ya era hora de ir a festejar con comida en su restaurante favorito.

-¿No vienes Aioria?- le preguntó Milo al ver que su amigo se quedó atrás viendo su teléfono.

-Los alcanzo al rato, tengo algo que hacer primero- le contestó el castaño tranquilo.

-Pero- Milo intentó objetar pero tanto Aldebaran como Camus se lo llevaron y le dijeron que le guardarían un lugar en la mesa de siempre.

Aioria les agradeció y se fue en otra dirección.

Fue en dirección del estacionamiento de la escuela y busco con la mirada.

-Por aquí- le grito una voz no muy lejos.

Aioria volteó y pudo ver a quien buscaba. Sentado sobre el capot de un carro negro, estaba un peliazul de cabello corto.

-Angelo- lo llamo el castaño feliz de verlo.

Aioria corrió hasta él y lo abrazó con emoción. El gesto fue correspondido con gusto.

-Viniste- dijo el castaño tras terminar el abrazo.

-Claro que si- le dijo dandole una palmaditas en la cabeza- te hice una promesa ¿o no-?-

-Aún estoy tan feliz de verte- le dijo con otro brazo.

-No me perdería esto por nada- comentó disfrutando el calor de su pareja- por cierto, te traje un regalo- le dijo con una sonrisa picara.

-¿De verdad?- preguntó Aioria con un brillo en los ojos.

-Abre la cajuela- le indicó mientras quitaba el seguro de su auto.

El castaño no se hizo del rogar y la abrió sin dudar.

-Whoa- exclamó en completa emoción

-¿Te gustó?- preguntó aún sabiendo la respuesta.

-Me encanta- respondió sacando su regalo.

El mencionado regalo no era otro que un gigantesco león de peluche. Aunque no era cualquier león de peluche, se trataba de la mascota de la universidad a la que Aioria había trabajado muy duro todo ese año para ser aceptado. Era la universidad de sus sueños.

-Esta hermoso- exclamó el castaño abrazandolo con eufória.

-Una pequeña muestra de lo que te espera en otoño-

-Muchas gracias- le dijo Aioria ya mas tranquilo, procesando que acababa de terminar un ciclo en su vida y estaba por empezar otro. Eso ciertamente lo asusto, era un gran cambio para afrontar.

-Sonrie gatito- le dijo al ver su repentino bajón de ánimo- ya te graduaste y entraras a la universidad de tus sueños ¿qué te preocupa?- le recordó

-No estoy seguro, solo me sentí sobrepasado de pronto- le confesó

-No tienes por qué, la vida universitaria es genial. Creeme, la he vivido por 2 años y solo me gusta mas conforme pasa en tiempo-

-Te creo- sonrío sintiéndose un poco tonto por asustarse de algo bueno.

-Además, me vas a tener mas cerca que ahora- le dijo apoyandose en su hombro- esa es la mejor parte- le dijo coqueto con un guiño.

-Esa idea me encanta- dijo siguiendole el juego- ahora podremos tener citas de verdad y no solo en línea- debía admitir que eso si le gustaba. Ya llevaban un par de años sin poder verse en persona luego de que el peliazul se fuera a la universidd.

-Ya veras, cada semana te llevare a alguna fiesta de mi escuela o podremos ir a las fiestas de la tuya- comentó cerrando su puño en el aire.

-Dudo que eso pase, no soy alguien fiestero- comentó no muy seguro de ese plan.

-Tranquilo, las fiestas universitarias no son como las pintan en las películas. Son mas relajadas y te topas con gente interesante- le calmó Angelo al recordar las reuniones con sus compañeros de carrera.

-Esta bien, confió en tu palabra- dijo tranquilo.

-Como debe ser- asintió el peliazul un tanto engreído.

-Eso me recuerda ¿quieres venir a festejar conmigo y mis amigos?-

-¿No sere una molestia ahí? Es un festejo para ti y tus amigos- preguntó sorprendido por la pregunta.

-Quiero a mi novio conmigo tambien- le dijo abrazandolo por el hombro- anda, será divertido- le dijo animandolo a aceptar.

-Esta bien-

-Si- exclamó a modo de vitoria- ya veras, mis amigos te van a adorar-

-Lo dudo, pero me da igual- comentó mientras iba al lado del conductor decsu carrro- sube-

Aioria solo rio. Esta iba a ser una noche interesante.

Bueno, su vida ya era mas emocionante desde que conoció a su novio y por fin podría presentarselo a sus amigos.