Cita a ciegas
-¿Listo para tu cita?- pregunto Shura con una sonrisa en la cara.
-No es como si tuviera opción en realidad- le respondió su acompañante sin muchos ánimos.
-Vamos, es solo una cita. No una condena o un castigo-
- Creo que prefiero el castigó-
-No seas dramático- dijo Shura rodando los ojos- aprovecha esta oportunidad Death que nos dio nuestra diosa- le habló mientras le acomodaba la corbata a su amigo.
-No creo que una cita a ciegas sea a lo que se refería Athena cuando nos dijo que vivieramos como personas normales-
-Eso no lo sabras si no lo intentas-
-Esa es la peor excusa que te he escuchado ¿sabes?- levanto una ceja divertido
-Si, no es mi especialidad- dijo Shura encojiendose los hombros.
Ambos hombres se rien. El ambiente entre ellos se relaja.
-Ya entra, no hagas esperar a tu cita- le dijo el pelinegro empujando un poco a la entrada del Restaurante donde el español y cierto sueco acordaron la cita de su amigo.
-Si algo sale mal, te culpó a ti y al pescado-
Esas fueron sus ultimas palabras antes de cruzar la puerta y conocer a su cita.
Una vez se cerraron las puertas, buscó entre la multitud. Lo unico que le dieron sus amigos es que su cita era un hombre y portaba un broche de girasol en su saco.
No debía ser tan difícil encobtrarlo. No había mucha gente a esa hora y el también llevaba un broche para ser reconocido por el otro.
Busco por todo el lugar hasta que se fijó en cierta figura y pudo reconocer de quien se trataba.
Agrando los ojos de la sorpresa. Esto no era bueno.
Estaba a punto de girarse y finjir que no vio nada cuando el susodicho gira el rostro y lo vio.
-DeathMask- dijo sorprendido de verlo frente a él.
-Ah, hola Aioria- lo saludo el peliazul nervioso.
No se supone que alguno de sus compañeros estuviera ahí tambien.
-¿Qué haces aquí?- le preguntó el castaño.
-Ahm, bueno yo...- DeathMask estaba tratando de inventar una excusa cuando noto que Aioria portaba un broche de girasol en su saco- ay, no puede ser- pensó para si mismo.
-Oye ¿qué tienes?- le preguntó el griego al que no respondió a su pregunta y que ademas se le notaba molesto, mas de lo normal.
-Dejame adivinar, estas aquí por una citas ¿no es verdad Aioria?- le dijo tras rascarse la nuca molesto.
-¿Cómo lo...?- Aioria no pudo terminae de hablar. Él tambien noto el broche en el saco de Death. Un lirio blanco- oh- dijo cayendo en cuenta de la situación.
-En efecto gato, oh-
- Bueno, yo- Aioria no sabía que decir. No imagino que su cita sería el mismísimo DeathMask de cáncer.
-No hace falta- le interrumpió DM- no tengo idea cómo Afro y Shura te convencieron para esto, pero no tienes que quedarte si no quieres- dijo bastante irritado y sintiendo una punzada en la frente.
-No es lo que crees, yo tampoco sabía con quien me iba a reunir- le explico el castaño con una mirada triste.
-Te creo- comentó el peliazul respurando hondo para calmar su respiración. Aioria podía ser muchas cosas pero no un mentiroso- pero lo que dije es cierto. No estas obligado a esto sino quieres-
-Lo sé- dijo el castaño sobandose un brazo apenado.
-Bueno, adiós- DM se dio media vuelta dispuesto a irse de inmediato.
-¿Al menos me dejas invitarte una cerveza?- preguntó Aioria para sorpresa del peliazul.
-Digo, ya estamos aquí y estamos vestidos para la ocasión ¿no?- se excusó el castaño.
-¿Estás seguro?- le pregunto sin estar seguro de la idea.
-Mira, se que hemos tenido nuestros rozes en el pasado, pero creo que no deberíamos seguir con eso ahora. Estamos viviendo una nueva vida y creo que es inútil cargar ese peso ahora. Así qué ¿qué me dices?- le ofreció acimpañarlo al bar del establecimiento.
-¿Estas seguro de qué quieres eso gatito? No creo ser una buena compañia para ti...o para alguien en realidad- Death sonrío pero Aiora pudo percibir su tristeza al decir esas palabras.
-Deja que yo decida eso- el castaño lo tomo del hombro con una mano para que el italiano lo mirara de frente- ¿esta bien?- Aioria entonces le sonrío con ese gesto sincero que solo le habia visto hacercelo a sus cercanos, con esos ojos bonitos y brillantes.
Death se sonrojo un poco. Nunca imagino que esa sonrisa fue tan bonita y menos que se la diera a él.
-Es que yo-
- Por favor- pidió en un tono tan tierno que Death no pudo negarse.
-Esta bien, tú ganas- aceptó derrotado pero feliz.
-Genial, vamos entonces- exclamo emocionado mientras lo tomaba del brazo para llevarlo al bar.
-Oye Aioria- le dijo el italiano para llamar la atención del otro.
Aioria giro el rostro confundido.
- Te ves muy guapo con ese atuendo- dijo con una sonrisa tan bella y apacible. Aioria sintió un fuerte calor en sus mejillas.
Antes de morir, nunca imagino que DeathMask pudiera sonreír de esa forma, pero ahora no quería dejar de hacerlo.
-Gracias, tú, tú igual- respondió muy avergonzado y feliz por ese cumplido.
- Ahora que lo pienso, tengo algo de hambre ¿qué parece una cena juntos?- pregunto Death rascandose una mejilla.
- Me encanta la idea- le secundo Aioria mas felíz, si era posible.
Ambos entonces buscaron una mesa para ordenar algo y conocerse mas.
Irónico, los que una vez se odiaron tanto en el pasado ahora se esten uniendo como nadie imagino. Nadie, excepto cierto español, cierto sueco y cierto griego.
No por nada le habían armado una cita a ciegas a ese par.
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