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A se lesiona y B lo cuida.

A es DeathMask

B es Aioria

-Por ahora debes descansar- dijo Afrodita a su amigo DeathMask, quien estaba postrado en cama con unas vendas en el torso del cuerpo- el veneno deberá salir mañana por la tarde si es que mantienes reposo total- explico mientras tomaba unas cosas medicas con él.

-¿Descanso total? Pero tengo cosas que hacer- se quejó Death mas enojado de lo que Afrodita y Milo esperaban.

-Pues lo siento Death, pero debes descansar si quieres recuperarte pronto y eso implica moverte lo menos posible- cosas palabras Afrodita decidió retirarse. No iba a perder el tiempo en tratar de convencer a su amigo de que descansara. Al final era su decisión hacerle caso o no.

Cuando Afro se fue del templo, solo quedaron Milo y Death en un silencio incomodo.

-Death yo...-intentó hablar el escorpio.

-No te atrevas- le interrumpió Death con el ceño fruncido- yo tendría una cita ardiente con Aioria esta noche de no ser por ti- la acuso en el volumen mas fuerte que pudo. Debido al veneno, no pudo gritar como hubiera querido por la falta de fuerzas.

-Lo sé y lo siento mucho- se disculpó Milo con sinceridad. Nunca quiso que Death quedara en el fuego cruzado durante su batalla con Afrodita (batalla de entrenamiento).

-Y tenía que ser justo hoy- eso era lo que mas le dolía al italiano. Podía soportar cualquier herida o malestar sin problemas, pues era otro día cualquiera para él, pero no quería perderse de su cita con Aioria.

Hacía poco que empezaban a salir y ahora iba a quedar como un idiota porque ni siquiera tenía forma de decirle que debían posponer su cita hasta quien sabe cuando. Ahora Aioria lo iba a odiar.

-De verdad lo siento- repitió Milo cabizbajo- no era mi intención-

-No importa, ya pasó y no hay nada que hacer- dijo resignado mientras se dejaba hundir en la almohada- mira, si quieres hacer algo para arreglar esto, ve con Aioria y dile que no podre ir porque paso algo ¿esta bien?- le dijo para quitarle esa expresión tan lamentable de su cara.

-Esta bien- aceptó tras dar un gran suspiro y se fue deseándole que se recupere pronto.

Death se quejó a la nada una ultima vez y decidió que no valía la pena seguir revolcándose en su miseria. Lo mejor era descansar tal como le dijo Afro. Tenía comida hecha, así que no tendría que estar mucho tiempo de pie. Tal vez solo se levantaría para poner algo de música y tomar un libro. La única espinilla que no lo dejaba tranquilo era el tema de Aioria, realmente deseaba ir a esa cita. Ahí le pediría ser su novio luego de la cena. Pero bueno, no siempre se obtiene lo que uno quiere, ya debería saberlo.

Entonces se acomodo y quedó dormido a los pocos minutos.

Tras un rato, no estaba seguro cuanto, despertó y percibió un aroma sumamente delicioso. Cosa que si bien le hizo sonreír, también lo hizo despertar de golpe. ¿Quién diablos estaba en su templo? ¿Acaso Afrodita o Milo regresaron para hacerle la cena? Rayos, debió decirle que no lo hicieran, que él podía hacerse cargo.

Ya estaba por levantarse cuando la puerta de su cuarto se abrió. Quién entro no era ni mas ni menos que su querido león dorado, Aioria.

-Death- dijo Aioria al verlo despierto- que bueno que ya despertaste- le comentó mientras dejaba una bandeja de comida caliente en la mesita de noche de Death. Para mayor sorpresa del peliazul, no era de la comida que tenía en el refrigerador. Era un platillo completamente diferente al que él hizo.

No fue difícil para el italiano adivinar que el castaño hizo la comida que le sirvió pues además de ser diferente a la que él hizo, eran bocadillos suaves para la gente convaleciente.

Claro que eso no significaba que no se viera apetitosa, al contrario, se veía y olía muy bien. Hasta se le hizo agua la boca.

-Parece que llegué justo a tiempo con la cena- rio Aioria al ver que Death no le quitaba la mirada a la comida- deja te ayudo para que puedas cenar- se acercó a su compañero y lo ayudo a erguirse en la cama.

-Gracias- dijo Death un tanto incomodo. No es que no le gustaba tener a Aioria ahí, pero se sentía incomodo porque Aioria hiciera de enfermero con él.

-Te hice un poco de caldo de pello con verdura, unos emparedados y te conseguí un poco de gelatina- le contó el griego señalando cada cosa.

-No tenías porque molestarte- dijo Death cada vez mas incomodo.

-No es nada- respondió Aioria con una sonrisa.

-¿Milo te contó lo qué paso?- preguntó entrecerrando los ojos. Quería golpear al bicho.

-Mas o menos, escuche que paso algo durante el entrenamiento, aunque no supe los detalles y luego vi a Afro y a Milo salir de tu templo. Iba a preguntarles que paso cuando Milo se disculpó conmigo y me dijo que no podríamos tener nuestra cita por lo que paso. Me lo explico todo y me pidió que no me enojara contigo. Se veía muy afligido y eso no pasa todos los días- le contó mientras tomaba el caldo para enfriarlo un poco con la cuchara que trajo.

-¿Y él te pidió que vinieras?- preguntó de mala manera.

-En lo absoluto- contestó Aoria negando con la cabeza pero con toda la calma del mundo- yo vine porque estaba preocupado por ti. No es poca cosa ser envenenado por 2 de los ataques mas letales de nuestra orden- dijo bajando un poco la cabeza- me asuste mucho cuando Milo me contó que pasó-

-No tenías por qué, sales con el dorado mas fuerte de todos- le dijo con una sonrisa que trataba de ser presumida.

-Si tu lo dices- le respondió Aioria riendo un poco- aún así, quería verte y hacer algo para que te sintieras mejor-

-Me alegro que este aquí- dijo Death con sinceridad- lamento que esto arruinara nuestra cita-

-No tienes porque, fue un accidente- le reconforto Aioria- ahora abre la boca- le pidió mientras levantaba la cuchara para darle de comer en la boca-

-Puedo hacerlo por mi cuentas, muchas gracias- se negó el peliazul, eso ya era demasiado cursi para su gusto.

-Anda, déjame consentirte- le pidió Aioria con un tono meloso.

-No gracias, aún tengo mi dignidad-

-Por favor- le siguió pidiendo mientras movía un poco la cuchara- ¿o prefieres que sea Milo que te alimente?- le preguntó con cierta malicia.

-No digas eso ni de broma- dijo Death indignado- te prefiero mil veces antes que a ese...ese bicho-

-No seas tan malo con él ¿si?- le dijo el castaño en defense de su amigo- realmente esta muy triste por lo que paso-

-No me importa- continuo en el tono indignado

-Hasta quiso venir a cuidarte para compensar un poco lo que paso- le dijo con la esperanza de ablandar un poco el corazón de Death.

-Menos mal no vino- dijo en un tono mas dramático. Era obvio para el castaño que el italiano ya no estaba molesto y solo estaba de broma.

-Corrección, menos mal no lo deje venir- señalo Aioria para sorpresa del italiano- bueno, no los deje venir, porque Afro también quería venir a prepararte algo de comer-

-¿Y por qué no dejaste pasar a Afro?- Death tenía mucha curiosidad por ese hecho.

-Porque soy egoísta- contestó Aioria con una sonrisa.

-¿Eh?- ahora si, el peliazul estaba desconcertado.

-Quería ser el único en venir a cuidarte- le aclaro para calmarlo un poco- se que suena mal, pero no podía soportar que Afro estuviera tan cerca de ti, se que son muy cercanos y eso me pone celoso- confesó con un ligero sonrojo.

Death no pudo decir nada, él también sintió que el calor se le subía a la cara. Esa confesión le gusto mucho, aunque este mal pensar de esa forma.

-Aunque igual él me hizo tomar la gelatina para traerte- dijo Aioria con una gota en la cabeza. Afro podía ser muy aterrador cuando se enojaba.

-Siempre se debe hacer su santa voluntad- comentó Death en tono de broma. Eso era algo que admiraba de su amigo.

-Es verdad, incluso cuando pierde debe ganar- dijo entre risas.

-Así es él- concluyo antes de sorber la sopa con la boca, cosa que hizo muy feliz a Aioria, que de inmediato tomo otra cucharada para seguir alimentando a su lindo cangrejo.

Death se dejo consentir por el castaño el resto de la noche mientras hablaban y se conocían más íntimamente.

Tal vez no pudo salir en una cita con Aioria y su propuesta de noviazgo se retrasó un poco (no iba a hacer tal petición en ese estado ni en esas condiciones), pero al menos si pudo pasar esa noche con él. Ya luego se lo compensaría apropiadamente.

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