Resumen:

—Aquí estoy, Jiaoqiu. —es suave, una caricia, segura, reconfortante. Moze se pone a caminar a su lado sosteniendo su mano mientras se adentran en la Feria.

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Advertencia: Ninguna pertinente. Tema: Feria.

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N/A: Son las 4 am... No funca mi cerebro, ayuda...

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Es su primer paseo a solas después de perder la vista.

Jiaoqiu quiere mostrarse independiente, que este hecho realmente no ha afectado su humor, que no es una tragedia horrible para que todos sientan pena, sin embargo, debe reconocer que sentir la presencia de Moze es bastante reconfortante.

Está lejos, lo suficiente para vigilarlo. Pero no demasiado para que Jiaoqiu se sienta solo.

Un perro, Jiaoqiu no debería llamarle así, pero siente que tiene un perro guardián detrás de él, vigilando sus movimientos, gruñendo cada que alguien no se fija y choca con su costado.

Casi puede sentir su mirada de amenaza al pobre transeúnte NPC que ha cometido tal desgracia.

Es inesperado y tierno. Jiaoqiu se detiene, escucha las canciones a su alrededor, la feria local está llena de niños y familias, actos, personas gritando y tratando de vender, es un ambiente para pasarlo en compañía.

Se da la vuelva, con su abanico cerca de su rostro, una sonrisa tranquila y una señal suave con su mano en dirección a Moze.

—Ven aquí.

Y en un acto automático, Moze corre hacia Jiaoqiu, esquivando gente, incluso empujando a más de algunos, hasta llegar a él, cansado, sujetando su cuerpo con las manos en sus rodillas.

La mano de Jiaoqiu, tan blanca y suave como la porcelana fina, se extiende delante de su rostro, aun esperando por él.

Es cierto, no ve.

Moze pone una mueca de tristeza que Jiaoqiu no puede ver, por fortuna.

—¿Moze? —su voz suena con ligereza, suave, casi perdida.

Moze siente un nudo en la garganta. Le toma la mano con firmeza, endereza su cuerpo y pone su mejor ánimo para acompañar a Jiaoqiu, un día de feria.

Que todo se sienta bien, tranquilo, divertido.

Es lo que Jiaoqiu merece.

—Aquí estoy, Jiaoqiu. —es suave, una caricia, segura, reconfortante. Moze se pone a caminar a su lado sosteniendo su mano mientras se adentran en la Feria.

—¿Vamos por granizados?

—Claro, me parece perfecto.

Moze escucha la risa adorable de Jiaoqiu, una infantil y emocionada por algo tan simple como un postre.