s e v e n t y o n e.

dió mil vueltas, o más bien veinte, hasta que sintió su corazón en la garganta y sus piernas se detuvieron abruptamente. 

no quería pensar, no podía pensar. 

se colocó las manos ssobre las rodillas y dejó que su espalda se curveara mientras recuperaba el aliento. 

los días que le siguieron al diagnóstico habían sido días muy extraños. realmente hace meses no tenía un día que pudiera considerar normal. se había tratado de mantener lo más ocupado posible, tocando la medicación que le habían recetado al pie de la letra e ignorando todo, ya todos, lo que pudiera ignorar.

cuando sintió que su ritmo cardíaco volvía, relativamente, a la normalidad, se incorporó sobre sí mismo; observando a su alrededor, encontrando a lo lejos a su novio -si es que aún lo eran- y su corazón volvió a acelerarse cuando luke también lo notó en el medio de ese parque, su parque.

no habían hablado más que monosílabos en días, tampoco se habían visto. 

el rubio sostenía una flor a medio deshojar en sus manos y su mirada era intensa. se limpió el sudor de las manos en su pantalón antes de levantarse de la banqueta de hierro y comenzar a caminar hacia michael. 

"mikey," dudó al pararse frente al chico que, nerviosamente, limbiaba el sudor de su cara. "¿podemos hablar? te he echado de menos." 

"¿hace cuánto estás acá?" michael era un manojo de nervios. 

"hace un rato, rogaba tener suerte y encontrarte acá." dió jun paso más hacia delante, con cuidado, observando cada reacción del otro muchacho. "la suerte estuvo de mi lado hoy." se atrevió a darle una pequeña sonrisa y rozó los dedos de sus manos, tomándola cuando notó aceptación por parte del ojiverde. 

éste último miró sus dedos vagamente entrelazados y respiró profundamente, tomando con más firmeza la mano de luke, sintiendo su pecho calentarse y su mente deteniéndose.

"lukey," habló lentamente, saboreando cada sílaba. "tengo algo que decirte. no sé cómo hacerlo, pero es importando y sé que va a cambiarlo todo."

sin darse cuenta, ya habían comenzado a caminar de regreso hacia la banquilla. mike vió los pétalos de la flor que luke deshojaba en el suelo y los pateó suavemente. ambos tomaron asiento. 

"yo" hizo una larga pausa, antes de volver a hablar relamió sus labios. "realmente estoy un poco loco." los ojos azules de luke se entrecerraron, prestándole atención a las palabras de su novio. "loco de verdad. pensé que sólo era mi cabeza, y el problema es que sí lo es. tengo un transtorno." volvió a pausar, buscando apoyo en el chico que le miraba. "esquizofrenia y debo convivir con ello por el resto de mi vida; y entenderé si tú no puedes lidiar con eso por el resto de la tuya."