Caminaba entre los árboles del bosque.

Llevaba la cuenta de una hora dando pasos lentos en la poca nieve que quedaba. Sus lágrimas inundaban sus rojas y algo rellenas mejillas que alguna vez por este mismo camino estuvieron blancas y huecas.

Se alejaba a pasos lentos porque así tardaría más en darse cuenta de lo que estaba haciendo.

Dejando atrás todo lo que lo hacía feliz. A su alfa con un lazo que cuando se rompiese lo mataría en vida, pero habían más posibilidades de que su alfa sí sobreviva.

Cuando iba a dar un paso fuera del territorio un cuerpo más bajo que el lo empujó con cuidado hacia atrás.

Cayo al suelo de todas formas.

Unos ojos celestes lo miraban furiosos desde arriba.

-¿Es que te encanta hacerme caminar, omega?

-Ophelia.

Abrí mis ojos de par en par. Ella bufo y me levanto del suelo.

-Estaba comiendo en mi casa cuando vi que hacías esto. Dos dias caminando, omega.

-Lo-Lo siento. Ophelia, debo irme rápido.

Le digo e intento pasar por su lado pero ella me detiene.

-No irás a ninguna parte ¿No entiendes? Ni tú ni tu familia tocarán fuera del territorio hasta el verano que viene. Van a visitar el océano del centro.

Comienzo a llorar nuevamente y ella vuelve a bufar sin paciencia.

-No puedo darle un cachorro a mi alfa, no sirvo, no sirvo para nada.

Ella golpea con cuidado mi mano que apretaba con violencia mi estómago.

-¡No aprietes ahí! Harás daño.

-No me importa mi maldito cuerpo, no sirve.

-Pero si te importa tu cachorra ¿No es así? Cálmate.

Me la quedo viendo sin respiración cuando dijo eso.

Ella toca mi vientre.

-Aqui crece la futura alfa de la tribu, omega. No debes dejarte llevar por lo que dicen los omegas de la escuela. Ya los vi, todos tienen perlas negras en la boca. Ningúno sabe nada.

-¿Estoy en estado?

-Si, por el amor a todo, lo estás.

-Pero no crece, no vomito, no hago nada.

-Te dejas llevar por estereotipos, estas en estado, crecerá. Es pequeña aún.

-¿Es niña?

-¡No debías saber eso! Me obligas a decirte cosas que no.

Yo sonrió con mas lágrimas en mis mejillas.

-Estoy arta de caminar Omega. Quédate quieto y cree solo lo que diga la gente buena. Me voy.

Ella mete la mano en mi bolsa y saca un pan, se lo mete a la boca y se va.

Lloro de felicidad comenzando a correr de vuelta a la manada.

Estaba en estado.

Estaba en estado.

Un lobo negro corre a toda velocidad hacia mi también. Salta sobre mi y yo caigo de espaldas.

Segundos después ya no es un lobo si no First quien está sobre mi. Con lágrimas en los ojos me abraza con fuerza.

Estaba desnudo.

Y hacía algo de frío.

-Omega...omega. Khao.

Sentía sus lágrimas contra mi cuello y eso me hizo sentir como la peor persona del mundo entero. Había hecho llorar a mi alfa.

-Alfa... lo siento.

-No me dejes, por favor. No te vayas. Iré contigo si te vas, no me dejes.

-No me iré.

-Lo estabas haciendo, llevas tu bolso, te abrigas. No te vayas.

Sus ojos estaban perdidos mientras me miraba. Yo sostuve su cabeza para que fijara sus ojos en mi.

-Estoy aquí. No me iré, lo siento.

A la vuelta First no me dejo ir caminando insistió en llevarme en su espalda como lobo y no iba a decirle que no.

Era la primera vez que veía llorar a First.

Y era mi culpa.

.🌼.

First no había dejado de mirarme desde que llegamos. Se sentó en la cocina mientras yo preparaba té para ambos, tenía una mirada triste y confundida con lágrimas secas en sus mejillas que me hacían perder la cabeza.

-¿Te arrepientes?

Dijo despacio y no llegue a escucharlo.

-¿Que?

-¿Te arrepientes? De esto, de nosotros.

Yo me siento y tomo sus manos entre las mías.

-Nunca, First.

-Puedes irte a otra casa si ya no... no quieres estar aquí. Pero no podría vivir sabiendo que te vas de la manada, solo quiero saber cómo estás, no te molestaré...

-No, alfa, no quiero, tenemos la marca.

-No te obligaré a hacer nada que no quieras

-Lo se. Me lo demuestras siempre.

Sus ojos se humedecen.

-Y te amo Khao. Entiendo que el amor no es suficiente para que las personas no se vayan pero no soportaría que tú te vayas.

Lo atraigo a mi pecho. Comenzando a soltar lágrimas yo también.

-No puedo volver a estar solo, la casa no es... mi vida no es mía...

-Te amo, Alfa. Te busque sin saberlo toda mi vida, camine años con la esperanza de que este sea mi destino y no cualquier otro. No quiero irme.

El se separa para subirme a sus piernas y me mira.

-¿Porque lo hiciste?

Yo suspiro.

-Solo pensaba algo que no es y mis pensamientos se volvieron malos y más malos con recuerdos... gente en la escuela.

-¿Te volvieron a decir algo? Iré a hablar.

-No, First.

-Voy a ir.

-Ahora escuchame, estábamos buscando un cachorro y no llegaba. Tu decías que ya iba a llegar pero ninguno de los dos dormía bien por las noches y es mi deber darte un heredero-

-No lo es

-Escúcha, me puse triste porque no te lo estaba dando cualquier otro omega estaría en estado a las semanas. Entonces pensé que no merecías tener un Omega defectuo-

El me roba un beso para callarme.

-No hables así de ti. No eres defectuoso, eres perfecto.

-Ya

El muerde mi cuello con algo de fuerza.

-Eres perfecto. Dilo.

Muerde.

-¡First!

-Dilo.

-Soy perfecto.

Sonríe complacido y yo le devuelvo el beso.

-Entonces decidí irme impulsivamente, cuando estaba por salir del territorio Op-

Me trapique con saliva de un segundo a otro. Entendí que no debía contarle esa parte cuando me quemo la garganta.

-Iba a cruzar pero... estoy en estado.

El me mira.

-¿Lo estas?

-Si.

-¿Como sabes?

-¿Puedes solo creerme?

-Necesito saber.

-Lo entenderás algún día alfa.

El iba a preguntar pero luego cuando se da cuenta de lo que dije sonríe y me mira la barriga.

-¿Nuestro cachorro está ahí?

-Si, alfa.

Aprendí a no dudar de la palabra de Ophelia.

-Khao, vamos a tener un cachorro.

Asiento y el sonríe levantándose y levantándome con el. Me toma por debajo de los brazos y me levanta como si no pesara nada. Comienza a dar vueltas.

-Vamos a ser padres, omega. Vamos a...debo hacerte el nido.

Me deja en el piso y trota hasta las escaleras.

Me va a dar algo con lo lindos que son estos dos 🤌🏻✨