꒰🌼꒱ Capitulo 16.
Me levanto y tengo una manta de cabellos sobre mi cara. La cálida espalda de Khao estaba contra mi pecho. Dormimos de costado, toda la noche estuve abrazándolo al desnudó.
No podía amarlo más.
Corro sus cabellos de mi cara y me hago un espacio en su cuello para aspirar el olor del cielo. Si relamía bien mis labios podría encontrar el sabor del cielo.
Eso me hizo sonrojar.
-Alfa
Me dice en un susurro. Lo había despertado.
-¿Mhm?
-Tengo hambre.
En ese momento recuerdo que debería ir a pedirle a Off un poco de té para omega. Así evitábamos los cachorros hasta que la marca estuviera fuerte.
-Omega. Debo ir a casa de Off rápidamente.
-No
-¿No?
-No. Estas conmigo. Off tiene a Gun.
Sonrió
-Iré a buscar el té de omega. Así no hacemos un cachorrito antes de que la marca esté lista.
-Me gustan los cachorros.
-¿Quieres uno?
El se queda en silencio.
-Aún no, alfa.
-Entonces buscaré el té.
-Vale.
Me levanto extrañando al instante el calor de mi omega. Sentía su olor lejano cuando salí de la casa y me pareció una mala idea haber salido. Un cachorro sonaba mil veces mejor que dejar a mi omega solo cuando recién anúdamos.
Por suerte Off vivía cerca.
Pero quien me abre la puerta es Gun.
-Hola, First. Justo salía a dejarle un par de cosas a Khao. Ah, los guantes que me pediste.
Me guiño el ojo y yo sonreí.
Los guantes.
-Vengo rápido necesito el té de omega. Se que ustedes tienen mucho y estás embarazado así que... y de todas formas no puedes anudar hasta dos meses después del parto. No hay excusas.
-No me hagas acordar... Espera ¿Vas a anudar con Khao?
Me sonrojo.
-Ya anudaron
El ríe y yo le saco las cosas que tenía en las manos.
-Ya Gun
-Y pensar que te daba vergüenza decirle que era lindo.
El me golpea el hombro con una risa.
-Quédate aquí. No puedo entrar a tu casa si anudaron.
Viene poco después con una gran bolsa de yuyos. El té de omega y yo le agradezco para luego volver a mi casa.
Cuando entro preparo el té y mucha comida pero Khao sigue sin bajar. Quizá se quedo dormido así que subo pora ver que pasa y Khao seguía en la misma posición.
-A comer.
Me acerco a besar su espalda y el me empuja débilmente.
-Aléjate.
-¿Que hice?
-Tienes olor a omega.
Me huelo y veo que en el hombro que me golpeó Gun tenía un leve olor a vainilla.
-Es Gun. El me abrió la puerta de su casa y me dio cosas para ti.
-¿Y tenía que tocarte?
-Me... me golpeó en el hombro cuando le pedí el té de omega. Porque dijo que anúdanos.
-¿Tu y el? De seguro. Vete, alfa.
Se cruza de brazos y yo pongo una rodilla sobre la cama para dejar un beso en su ceño fruncido.
-Omega, mi amor. Tu y yo anudamos ayer, no hubo nadie antes y no va a haber nadie después porque tengo el cielo aquí delante de mi en nuestra cama.
Se queda en silencio.
-Quítate la remera.
Eso hago y el se endereza muy poco para besarme, me marca con su olor.
-No conocía esta faceta celosa tuya. Me gusta.
-Mío, alfa
-Si, omega. Tuyo.
El muerde su labio inferior. Sonrojado de la nada.
-¿Puedes cargarme hasta el sofá? No puedo caminar hoy alfa.
Yo río con ganas y le doy un ultimo beso para tomarlo desde abajo de los muslos y cargarlo.
-Alfa, la ropa, hace frío.
-Me gustas así. Te pondrás la manta que me dieron para ti.
El niega con una sonrisa pero acepta.
.🌼.
Veo unos guantes blancos muy bonitos en mis manos. Eran de cuero blanco por afuera, por dentro eran suaves y en el puño tenían peluche.
-Son lindos alfa.
El me miraba algo asustado de mi reacción.
-¿Y que dices?
-¿De que? Son muy lindos.
-¿Entonces si o no? -Fruncí el ceño.
-No te entiendo First.
-Esos guantes son como para terminar el cortejo. Ya... hicimos todo antes de primavera pero puedo esperar, solo es por una regla de eventos.
-Oh...¿Terminó?
Me entristezco.
-Si, omega.
-¿Hice algo mal?
¿Porque First no quería cortejarme más?
-Fuiste más que perfecto.
-Pero quieres terminarlo.
-Si, porque ahora puedes ser mi omega oficial. Lo eras de antes pero ahora con una bonita marca.
Mis ojos brillan.
-¿Me marcaras?
-En el celo. Y si me aceptas como tú alfa, claro.
-Entonces terminamos para empezar.
-Algo así.
Tomo un poco más del té de omega. Sabía algo raro pero no era imposible de tomar, First lo había traído para mi.
Estaba desnudo cubierto con una gran manta de lana blanca y llevaba mis hermosos guantes.
Todos regalos de mi alfa.
-Estuve pensando.
Digo mirando la taza de té y el se tensa.
-Me gustaría ser maestro en la escuelita. Podría ser bueno, no se mucho pero me las arregle para escribir y leer, y hacer cosas creativas o sumar y restar.
El suspira aliviado.
-Khao, no me asuste así. Si, obviamente puedes ser maestro, eres muy creativo pero no estamos hablando de eso, amor.
-¿Y?
-Debes responder la pregunta de si me aceptas como alfa.
-Ya eres mi alfa First ¿Como... siquiera podria decirte que no?
-¿Pero me quieres como alfa?
-Lo deseó más que nada.
El sonríe y se acerca a besarme. Recibo su beso gustoso pero cae un poco de té en la manta.
-Dime-dime que quieres.
-Quiero un nido.
-Te haré uno.
-Y quiero una marca en mi celo.
-Obviamente.
El me besa el cuello.
-Quiero... quiero que me anudes.
El atrapa mi pezon en su boca y yo jadeo con el té en mis manos. Faltaba poco, un trago y lo acabaría.
-Quiero que me anudes. Pero sigo adolorido alfa. Debo estar bien para tu celo.
-Nuestro celo.
-Nuestro celo.
El se separa de mi y me sube a sus piernas. Mi cuerpo quedando desnudo otra vez sobre el suyo. Era impresionante como no me incomodaba estar desnudo para First.
Ya no tenía frío.
El tenía el pecho desnudo y ropa interior.
La chimenea estaba ardiente o First daba mucho calor.
-Te amo.
-Te amo más
El masajea mi trasero cuando terminó de tomar el té y lo dejo sobre la mesita.
-Entonces te dejaré descansar.
Me dice subiendo sus manos a mi espalda y me preciona contra el para un abrazo.
-Tienes que ir a ver tu manada- Le digo.
-Te equivocas, amor. Nuestra manada. Tu vienes conmigo ahora.
Eso hice.
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