—…No puedo decirte mucho. ¿No es ciencia ficción de conocimiento común decirle a alguien demasiado del pasado arruinaría el futuro? —Wonyoung le dijo a Yuna

—Supongo que tienes razón—Yuna suspiró―Bueno, ahora sé que me mudé, ya que ahora vives en mi casa.

—Entonces, ¿quién es Lia?—preguntó Wonyoung.

—Mi amiga Jisu. La llamamos Lia, y supongo que tienes su teléfono, pero no sé por qué terminó allí en mi casa.

—¿En serio? ¿Eso es lo que te confunde? ¿Qué pasa con la parte de “hablar con alguien de otro tiempo?”—Wonyoung mencionó.

—Obviamente yo también estoy confundida—es como si Wonyoung pudiera ver a través de ella:—¿Cuántos años tienes?

—24 — Wonyoung no sabía por qué le estaba contando esto a una extraña, pero su soledad y desesperación se apoderaron de ella.

—Tengo 21 —Yuna respondió sin dudarlo, y Wonyoung sólo asumió que era una mujer segura de sí misma.

—¿A qué te dedicas?— Wonyoung dejó que la curiosidad reemplazara su ansiedad por el teléfono mágico.

Yuna se rió entre dientes—Entreno béisbol para niños pequeños. Me encanta el béisbol. ¿Y tú?

—¿Si amo el béisbol? ¿O lo que hago para ganarme la vida?

—Hm por qué no contestar las dos, tengo tiempo.

Wonyoung se acostó en su cama y miró al techo— No me gustan tanto los deportes. Además, me gano la vida programando videojuegos para computadoras.

—¿Qué tipo de trabajo es ese?

Wonyoung sonrió— Olvidé que probablemente no sepas lo que son todavía.

—Sí. ¡¿Hola?! ¡Estoy en el pasado!—Yuna bromeó. Wonyoung se rió.

—Bueno, tengo que irme, debería dormir.

—Buu —Yuna abucheó en el teléfono.

Por divertido que fuera hablar con Yuna, se estaba haciendo muy tarde y tenía proyectos que terminar.

—Adiós, número equivocado. —Yuna se despidió de ella.

—Adiós, vieja.

—¡Oye! Todavía no soy vieja—Yuna se rió antes de colgar.

Había pasado una semana desde que Yuna y Wonyoung empezaron a hablar, y no hace falta decir que se habían hecho buenas amigas. Wonyoung había comenzado a almorzar en su habitación, esperando una llamada telefónica aproximadamente a la misma hora todos los días, y nuevamente con la cena por la noche. Hablaron de cualquier cosa y de todo, incluida su infancia y las cosas favoritas de su época. Yuna le había hecho prometer a Wonyoung que no la buscaría en 2020, ni que tratara de buscarlo en Google (Sea lo que sea). Así que Wonyoung cumplió su promesa y continuaron hablando como si la única distancia entre ellas fueran millas, y no el tiempo.

—Es extraño, no podemos comunicarnos físicamente. Quiero decir que podemos, pero supongo que eres mayor—Wonyoung se rió.

—Tengo una idea—Yuna dejó el teléfono sobre su tocador y le dijo a Wonyoung que volvería.

Wonyoung esperó pacientemente, contando las muchas flores en su pared, cuando escuchó la voz débil proveniente del teléfono nuevamente—¿Cuál es tu idea?—preguntó Wonyoung, volviéndose de lado sobre la almohada.

—Ve a la pared junto a la ventana—insistió Yuna. Wonyoung se quejó, indicando su cansancio, pero Yuna insistió en que fuera. A regañadientes, se levantó y caminó hacia la pared junto a la ventana como Yuna le dijo.

—¿Ahora qué?

Yuna estaba junto a la ventana. Las paredes donde estaba (en el tiempo) eran mucho mas nuevas e intactas que las de Wonyoung. Había salido del cobertizo con un bote de pintura verde lima. Se sujetó el teléfono entre la mejilla y el hombro y abrió el bote de pintura.

—¿Hussey? ¿Qué estás haciendo?—escuchó a Wonyoung preguntar.

—Solo mira la pared—Yuna dijo, mientras tomaba un pincel y aplicaba una fina capa de pintura en toda su mano—¿Lista?

Wonyoung suspiró—Sí. Aunque no sé exactamente para qué estoy lista.

Wonyoung esperaba junto a la pared, silbando. De repente, la pintura de cal comenzó a aparecer en la pared. Estaba apareciendo lentamente y un poco astillado y gastado, pero de todos modos estaba ahí.

—¿Wonyoung? ¿Estás ahí? Espero que lo veas y que nadie lo borre después de que me mudé—Yuna habló por teléfono.

Fue una huella de mano. Una huella de mano verde lima aparentemente antes (ahora era más oscura y tenue). Wonyoung se quedó en silencio y distraídamente puso su propia mano sobre la huella de la mano. La mano de Hussey parecía mas grande que la suya, con sus dedos un poco más largos.

—¿Wonyoung?—Yuna llamó su atención y Wonyoung retiró su mano rápidamente.

—Yo-sí lo veo—Wonyoung se rió entre dientes.

—¿Me tomaste de la mano?—Yuna preguntó.

—Qu- yo- no- —Wonyoung se atragantó, pero Yuna se echó a reír.

—Cálmate, estoy bromeando—Wonyoung pudo escuchar su risa— Me pregunto qué más podríamos probar.

Wonyoung se sentó en su cama todavía mirando la huella de la mano pintada— Me pregunto por qué nunca lo has visitado.

—¿Qué?—Yuna cuestionó.

—Por qué en el futuro no me has visitado todavía desde que empezamos a hablar. Por ejemplo, por qué nunca viniste el 29 de Julio para decirme que eres con quien estoy hablando—Wonyoung reflexionó con curiosidad.

—Quizás estoy muerta—Yuna dijo en broma.

Wonyoung odiaba ese pensamiento. Era posible, y luchó contra su impulso de buscarlo en Google y averiguar todo lo que pudiera sobre Yuna, pero la única información que tenía era que había vivido aquí antes, y Yuna no quería que Wonyoung fuera a buscarla.

Se dieron las buenas noches y Wonyoung se durmió de lado, mirando la huella verde de la mano en la pared.