Al día siguiente Wonyoung llevó un plato de cereal a su habitación para comer. Parecía mirar su teléfono celular, esperando llamadas y mensajes de texto de “¿cómo estás?” de gente que nunca parece acercarse. Encendió su computadora para ver vídeos, cuando de repente el viejo teléfono comenzó a sonar nuevamente. Wonyoung vaciló un poco. ¿Realmente quería volver a hablar con una loca? Por otra parte, no era como si hubiera alguien más que quisiera hablar con ella. Suspiró y luego cogió el teléfono.

—Hol-

—¿Cómo lo supiste?—dijo la misma mujer por teléfono.

—¿Qué?

—Sobre Tubbo. Cómo alguien iba a intentar matarlo hoy— preguntó seriamente.

Wonyoung puso los ojos en blanco—Ya te lo dije. Todo el mundo en el estado lo sabe, lo aprendimos en la escuela y todo. ¿No es así? Además, ¿por qué sigues diciendo “hoy”?

—¿Cuál es la fecha para ti?—la mujer le preguntó a Wonyoung.

—Uh…—Wonyoung pulsó su teléfono para comprobar la fecha—28 de julio de 2020—ninguna respuesta. Solo la respiración pesada que sonaba como hiperventilación al otro lado.

Después de un rato, la mujer volvió a hablar en voz baja:—Aquí es el 28 de julio de 1970.

Ahora bien, esto fue la confirmación de que quien quiera que Wonyoung estaba hablando estaba loca—Mira si esto es una especie de broma, simplemente voy a colgar. Este no es mi teléfono y no soy “Lia” o quien sea que sea.

—ESPERE—la mujer gritó—¿Vives en la calle Manburg 821?— Wonyoung empezó a enloquecer. La mujer conocía su dirección. Iba a terminar la llamada y contactar a la policía o- o-.

—¡No te asustes!—la mujer leyó su mente—Esa es mi vieja casa. Bueno, es mi “vieja casa” para ti, pero yo vivo allí ahora mismo. ¿La habitación de arriba todavía tiene el horrible papel tapiz de flores?

—Sí—Wonyoung respondió vacilante.

—¡Eso significa que no lo han cambiado desde que viví allí! Dame un segundo—la mujer guardó silencio durante un rato hasta que Wonyoung escuchó un clic. Fue un bolígrafo destapándose.

—¿Qué estás haciendo?—preguntó Wonyoung.

—Mira en la esquina de la pared, cerca de la ventana—la mujer le dijo.

—¿Por qué?

—Solo hazlo— Wonyoung escuchó lo que sonaba como un garabato al otro lado del teléfono.

Wonyoung vaciló, pero caminó de todos modos hacia la esquina de la habitación—¿Qué se supone que debo estar mirando?—de repente, viejas marcas de bolígrafos gastadas comenzaron a aparecer en la pared lentamente, como madera quemada— “Hola” dijo.

—¿Ves eso?—preguntó la mujer al otro lado del teléfono, antes de tapar su bolígrafo audiblemente de nuevo.

—S-sí—Wonyoung se estaba hiperventilando y agarrándose el pecho. Seguramente esto no era posible.

—¿Quién es usted?—ambas preguntaron al mismo tiempo, pero la mujer respondió primero:—Mi nombre es Hussey.

—¿Hussey?—Wonyoung arqueó una ceja.

—Es un apodo. No quiero darte mi nombre real todavía, ya que podrías ser alguna espía del gobierno o algo así.

Wonyoung se rió entre dientes—Bueno, yo soy Wonyoung.

—Entonces dime, Wonyoung, ¿quién gana la serie mundial el año que viene? Te lo esta pidiendo una amiga—Yuna preguntó, medio en broma.

—Me temo que no puedo decirte eso— Wonyoung respondió:— Bueno, técnicamente puedo, pero moralmente está bastante mal.

—Maldición, pensé que iba a funcionar—Yuna chasqueó:— Entonces, cuéntame sobre el futuro. Espera, ¿suena nerd? Hm, cuéntame sobre 2020.

—Bien…

Recuerden guardar la historia en biblioteca porque a veces votan solamente en los primeros capítulos y luego se desaparecen.