Flowers:

[Un One-Shot pero ésta vez Alterno, cuyo escenario es el "GTA: Liberty City Stories" con dos protagonistas: Toni Cipriani y Toshiko Kasen.

Voy a ser franco con ustedes: Me encantó el personaje de Toshiko, pero me dio mucha pena su suicidio y que, en mi opinión, merecía un poco más de tiempo y hasta se pudo apreciar un cierto "toque" de amor entre ella y Toni.

No soy dueño de "GTA", éste pertenece a "Rockstar Games". Clasificación "T"

Dedicado para Plagahood y El Redentor 777.].

Único Capítulo:

Los Cielos estaban despejados, las calles habían recibido una buena precipitación durante la tarde y ahora, el viento fresco se lo llevaba hacia el Norte, dando paso a que se secaran. Desde su edificio de apartamentos con toques Orientales, una bella nipona observaba la actividad por la vía que daba hacia su hogar. Aburrida, sin deseos de nada, atrapada en un "Mundo Prometido", uno que le fue arrebatado por la maldad de un hombre, dejándola en la tristeza más absoluta. Perdida y sin nadie que la pudiera sacar de esa jaula. Miraba a su pajarito que se encontraba en una jaula, cantando alegremente, mientras que ella cerraba los ojos, cayendo en un lugar donde no habían puertas ni rejas, fuera de esa "prisión" que Kazuki Kasen, su marido, la había encerrado.

Fue sacada de sus pensamientos cuando escuchó que alguien tocaba el timbre de su domicilio y al ir afuera, notó que no había nadie, solo un ramo de flores, unas bellas rosas que tomó en sus manos y las llevó hasta su pecho. ¿Quién podía ser el que se las mandó?. No sabía bien. Tal vez algún miembro de la "Yakuza", enamorado y que quería correr ese riesgo se las envío, pero, ¿quién sabía su destino?. Por ahí terminaba pagando el precio con su vida o teniendo que, para mantener el honor suyo y de su familia, tendría que suicidarse por el bien del grupo.

A lo lejos del edificio, un coche "Sentinel" negro, conducido por un hombre ítalo-americano y cabello negro, además de llevar todo un conjunto del mismo color, la observaba regresar a su triste "celda". Respiró hondo. El conductor llevó sus manos hasta el volante y las apretó con fuerza sobre la superficie. Desde hacía un tiempo, Toni Cipriani, aquel que era conocido como el mejor hombre del Don Salvatore Leone, estaba trabajando para ella como su matón para acabar con la carrera de su marido, además de llevar a cabo la liberación de su Jefe de la cárcel, teniendo que meterse en las tareas más peligrosas que Liberty City podía albergar en sus calles.

Ella observaba desde la ventana hasta que vio llegar a su esposo y con ello, debía tomar ese papel de la "buena esposa obediente". Pensaba en tantas cosas, sobre todo en su matrimonio. ¿Valía la pena?. No era feliz, quería ser libre o, incluso, estar en los brazos de otra persona. Alguien que la escuchara, le diera consejos, la amara, entre otras cosas que no eran más que promesas vacías.

Pronto, la puerta se abrió y ella pudo ver aquel rostro de piedra, inexpresivo y siempre amenazante, como una tormenta que se cierne sobre el mar y ésta por desencadenar toda su fuerza contra las embarcaciones de construcciones débiles.

- Bienvenido, cariño.- Saludó ella y éste asintió en silencio, solo moviendo la cabeza y de ahí pasaba a prestar su atención en una importante llamada telefónica, la cual era de algún empresario rico o un político corrupto que ansiaba establecer contacto para expandirse por las calles de la urbe.

Kazuki no dijo nada y se encerró en su estudio, dejándola sola y triste.

- "Maldita sea. Estoy jugando con fuego. Si Sal se entera de esto...".- Pensó Toni pero lo último que importaba era si su Jefe se enteraba o no. Lo único que podía hacer era paliar esa situación con algún que otro trabajo dado por Donald Love para despejar la mente. Sin embargo, el querer borrar esa imagen de la nipona le resultaba algo sumamente complicado.-

Los días fueron pasando y tanto Toni como ella llevaron a cabo esa relación de subordinado-patrón. Pero llegó el momento en el que no pudo aguantar más y decidió jugarse al todo o nada. Con un ramillete de rosas rojas en su regazo, el ítalo-americano llegó hasta el edificio y tras tocar la puerta, se encontró con la mujer de cabello negro. Al verla, no podía creer lo que estaba teniendo frente a él: Se veía radiante, hermosa, un vestido rojo escarlata junto a unos largos guantes finos oscuros y un colgante de su cuello con una Piedra Preciosa eran las características de ese día.

- Te estaba esperando. Adelante, pasa.- Le invitó ella y él no pudo responder. Estaba hipnotizado al verla tan hermosa. Su corazón latía como nunca. ¿Qué le pasaba?. Ella se movía tranquilamente, balanceando sus caderas, su cintura perfecta y de ahí se volteaba para observarlo con esos radiantes ojos. Lo tenía "hechizado".- ¿Así que eras tú quien me enviaba estas flores?. Muchas gracias por hacerme sentir feliz, aunque fuera por un rato.- Le agradeció y de ahí mostró sus respetos.

- No es nada. Ese tipo que tienes como marido es un idiota.- Apuntó Toni, caminando y de ahí veía unos boletos para la "Ópera Metropolitana de Liberty City". Intentaba ocultar esos sentimientos pero la muchacha lo miraba de cerca, con esos ojos tan cautivadores y de ahí iba hacia donde estaba.- Así que te gusta la Ópera. Muy buena elección.- Señaló Toni y de ahí vio que la nipona bajaba la mirada y de ahí él la observaba de cerca.- ¿Estás bien?.

- Hace poco descubrí que alguien estaba entregando flores para mí, en la puerta de mi casa y ahora te veo a ti, con las mismas en tus brazos. ¿Acaso...Acaso será obra del destino?.- Deseó saber ella y Toni vio que ya no tenía salida.

- De hecho, estás en lo correcto, Toshiko.- Se dirigió a ella con respeto. Notó como el Sol "jugaba" con sus reflejos sobre los cabellos de ella. El pajarito cantaba en su jaula. El viento se sentía fresco en el interior del domicilio y él, como "hechizado" por la Sirena, fue acercándose hacia ella, rodeándola por la cintura y tras mirarse unos segundos, compartieron un tierno beso. Acto seguido, mientras que él la sostenía y no se separaba del agarre, notó ese brillo que recuperaba en sus ojos.-

- Eras tú.- Dio a conocer la respuesta que ansiaba.- La persona que me dejaba las flores en mi puerta. ¿Sabes del peligro por el que te expones, Toni?.- Preguntó la peli negra, preocupada.

- No tienes por qué tener miedo. Que intente esa basura ponerme un dedo, yo lo mando al "Otro Mundo".- Le dio su palabra y puso su mano sobre el rostro.- Toshiko, no deberías quedarte aquí y seguir sufriendo por un matrimonio que está muerto. Huye contigo, yo te protegeré.-

Ella no supo qué responder. Sus deseos eran fervientes, irse de allí, tener la libertad que ansiaba pero...¿cuál sería el costo a Futuro?. Aún así, no quería separarse de su agarre, simplemente se quedó allí, besándolo a más no poder a su hombre de la Mafia. Su amor había explotado ese día, ya no había forma de contener esa emoción prisionera y al hacerlo, quedó demostrado ante Toni, quien la abrazó, sin soltarse por ningún momento, mientras que la tarde iba cayendo sobre Liberty City.

Poco tiempo después, ella empacó sus cosas, después de la muerte de Kazuki a manos de Toni y se llevó hasta su pequeño pajarillo consigo a un lugar donde el italiano conocía muy bien. Estaría a salvo y protegida por su nuevo amor. Aquel mafioso se había ganado su corazón y mientras que ponían rumbo hacia su nuevo hogar, ambos pensaron que aquel romance podría traer consecuencias funestas pero, aún así, le harían frente, sin importar el precio a pagar.

Fin.

[No sé si estará bien. Es mi primer fic de romance que tienen dos personajes del GTA y más de que, como dije, me encantó el personaje de Toshiko Kasen. Quizás, más adelante, si los reviews me dicen que haga uno mejor, lanzaré, en algún Futuro, un "remake" pero eso estará por verse.

Espero que les guste este One-Shot, amigos.

Cuídense y será hasta la próxima. Mando saludos para Plagahood y El Redentor 777.

Les deseo un excelente día Domingo.].