❇️49❇️
Kyojurou había entrado en varias fases al saber que no solo el día de su boda era especial, si no que unas horas después ocurriría algo más. Lastimosamente cayó rendido por el alcohol ante las horas del parto (sin mencionar que su padre lo golpeó por estar inmóvil). Giyuu tuvo que hacerse pasar por el alfa de Tanjirou ya que no dejaba de llorar que necesitaba a Kyojurou; tuvo que tener turnos con Zenitsu y Muichiro, puesto que al sostener su mano era una tortura y mucho más cuando movía su cabeza.
Ahora Kyojurou solamente se dedicaba a acariciar el cabello de su omega quién tenía la mirada perdida. El silenció abundaban en la habitación y la preocupación del alfa abundaba, siendo que no dejaron que viera al recién nacido.
- ¿Te duele? - preguntó al bajar su mano hacia la cintura y después subirla de nuevo, acercandose a su omega para ver algún gesto.
- Creí que iba a morir en el segundo - susurró tratando de cerrar los ojos -. Quiero... agradecer a Shinobu-san y... necesito verlas - seguía susurrando al sujetar la mano de su esposo.
La ansiedad de Kyojurou no pudo escuchar bien por el bloqueó, aferrándose a las manos de su omega. Al ver cómo parpadean lentamente y el silencio, sentía que el corazón iba salir de su pecho o explotar sus pulmones por su errática respiración. El pánico abundaba en el alfa hasta que escucho el deslicé de la puerta. Volteó inmediatamente y era Shinobu cargando a su bebé; No sabía si levantarse o esperar.
- Kyojurou-san..., es una hermosa niña - sonrió al anunciar aquello.
Shinobu acercó a la niña al alfa quien la recibió sintiendo sus manos temblar al tener aquella niña de pelos burdeos en su brazos.
- Mira Tanjirou - acercándose a su pareja un poco dejo ver la carita de la bebé -. Tiene tú cabello.
Una sonrisa apareció en el rostro débil del mencionado.
- ¡Oh! Tomioka-san - Shinobu algo sorprendida miró al pelinegro aparecer.
En cuanto escucho el apellido del plata que casi lo ahorcaba por marcar a Tanjirou, Kyojurou volteó de golpe. Sus ojos se abrieron de sorpresa y su corazón volvió acelerarse al ver cómo Giyuu se acercaba con otro bebé.
Acomodó a la bebé de peló burdeos a lado de Tanjirou, para recibir al otro.
Kyojurou tenía ganas de llorar por lo que miró tanto a su pareja e hijos, bien la diferencia entre ambos recién nacidos, aquel bebé que tenía el color de su cabello. El alfa que solo pudo quedarse viendo a Shinobu y Giyuu. Shinobu le dió una palmadita en la espalda al omega mayor ya que estaba entretenido mirando a la niña.
- También es una niña - comentó alegré el pelinegro.
Kyojurou se sentía tan feliz que termino por llorar, sujetando bien a la pequeña, sin hacer tanto escándalo, trato de limpiar sus lágrimas pero abundaban como una fuente. Tanjirou por otro lado jugaba con las manitas de su hija, quien sostenía sus dedos. Tanjirou sentía que llorara ya no era necesario pues estaba tan cansado que solo podría ver y acariciar un poco a su niña.
Giyuu y Shinobu se retiraron para dejar a los recién casados a solas.
- ¿Necesitas descansar Cariño? - preguntó Kyojurou acercando a su otra niña al menor.
- Tal vez... Kyojurou - respondiendo acaricio a su otra bebé de cabellos rubios.
- Mandé.
- ¿Lo hice bien? - preguntó en hilo de voz.
- ¡Claro que sí! Ellas... ellas son tan hermosas y no puedo creer... que tengamos dos niñas. Son tan hermosas. - diciendo aquello beso la frente del pelirrojo.
Kyojurou mirando atento a su niñas pudo notar como la gemela pequeña abría los ojos mostrando una sonrisa juguetona. Aquella sonrisa fue contagiada para que Kyojurou mirara con entusiasmos a Tanjirou.
- Ella... ¡Ella tienen tus ojos Tanjirou!
- Kyoko tiene tus cejas, no dudo que también tenga tus ojos - hablando bajito, sus labios dejaron escavar una risita que hizo despertar a la gemela de cabellos burdeos.
- ¿Kyoko? - cuestionando miró a su pareja que parecía mantenerse despierto. Tanjirou asintiendo bostezó. Kyojurou pensó en en todo el trabajo que le costó parir a las dos, por lo que con su mano trato de hacer que cerrará los ojos, lográndolo sentía ver a un sol dormir sin que borrará su sonrisa - Descansa mi querido Tanjirou - dijo suavemente para dejar un beso en su mejilla.
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