❇️39❇️
Tanjirou había sentido un fuerte dolor en el pecho por sentir que no le quedaba tiempo, pero tropezando al caminar había encontrado a su alfa. Como pudo lo acomodó, acercando su oído al pecho pudo escuchar su corazón, colocando su cabeza en su regazo como hizo con Obanai, enterró sus uñas sin lastimar mucho a su alfa.
Al usar su técnica, sentía como le picaban los ojos, podría ser que quiera llorar, pues Kyojurou seguía inconciente, de cualquier forma trato de despertarlo dando leves golpes en sus mejillas. No entendía lo que pasaba, ¿El golpe fue muy fuerte?, la técnica de demonio había funcionado como debía, pero él no despertaba. La cabeza comenzaba a darle vueltas, y las lágrimas salían sin control.
Se levantó pensado que Nezuko necesitaba su ayuda, pero el dolor empezaba a recorrer su cuerpo haciendo que se retorciera internamente, tratando de mantener el equilibrio, cayó de rodillas cubriendo su cara. Ya no le quedaba tiempo; su cuerpo ya no era el de un demonio.
Los recuerdos –en los vivió como demonio–, lo atacaron de un golpe.
Sacudio un poco su nariz al sentir un cosquilleo: por un olor agradable... un aroma que él conocía, ya que incluso él lo tiene impregnado, parpadeando unas cuántas veces, divisando a Kyojurou que comenzaba a despertar.
Emocionado se acercó a él casi tropezando de nuevo con su cuerpo. Estando cerca de él, inclinó su cabeza para verle más de cerca (parecía que Kyojurou tenía una pesadilla), podía oler su dulce aroma de alfa. Mirándolo fijamente quedó cautivado, como aquella vez que lo vió muy cerca en el tren.
Sus cejas seductoras, las pestañas largas y esos finos labios que le besaban cuando era demonio. No podía evitar querer besarlo, pero no sabía si el alfa reccionaría bien; estando en una situación horrenda.
- Rengo... Kyo... K-Kyojurou-san - tintubeó su nombre, sus manos acunaron su rostro -. Kyojurou-san, despierta. Kyojurou-san...
No hubo respuesta,
- ¿No vas a despertar Kyojurou-san? - preguntó aguantando el llanto -. Kyojurou-san... - sus labios temblaban y por impulso lo besó.
No tardó tanto para que en poco tiempo fuera alejado con brusquedad con las mejillas presionadas por las grandes manos del rubio. Sus ojos mostraban cierta furia y el ceño fruncido lo decía todo, el omega se sintió intimidado al verlo con ese mueca de desagrado.
- ¡¿Qué haces aquí?! - regañó utilizando la voz -. ¡No deberías estar aquí!
- Y-Yo... Yo no pude aguantar en ayudar - dijo como excusa, casi haciendo una mueca, ya que no sabía bien el motivó.
Las lágrimas fluyeron en ambos, Tanjirou trato de limpiar el rostro del contrarió pero solo fue aprisionando en un abrazo. Temeroso correspondió el abrazo. El omega no había sentido el calor del alfa de esa manera, podía oler su preocupación y miedo.
- No debiste...
- No quiero que muera Kyojurou-san - dijo con una voz entre cortada -. N-Nunca me había sentido así, y no quiero perder a alguien q-que me ama por ser un omega varón - Tanjirou rompió en llanto aferrándose a la ropa del contrario -. Lamento no poder ser algún tipo de belleza, pero... solo quiero estar a su lado, si usted muere.. y-yo...
Acarició su cabeza dejando que se desahogará un poco, no había tiempo que perder, pero tampoco tenía que ser tan cruel con su omega; siendo que ahora el pelirrojo ya no era un demonio, estaba indefenso. En sus brazos sentía el temblor de su pareja.
Suavemente acaricio su cuello para llegar a su rostro, Tanjirou levantó el rostro con los ojos desparramando lágrimas. Kyojurou mostró una mirada tranquila, con su pulgar limpiaba los ojitos de Tanjirou, dándole un tierno beso para poder calmarlo un poco.
- Tengo que irme - susurró, dando otro beso -. Prometo que me casaré contigo, cuando esto acabé.
- ¿L-Lo jura Kyojurou-san? - preguntó tratando de aferrase más a él.
- Claro. - sonriendo beso por última vez al omega -. Mi hermoso solecito.~
Al escuchar lo, los ojos de Tanjirou se iluminaron, teniendo la necesidad de aferrarse a él. Pero solo estorbaría y sirbiría como blanco de distracción.
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