Nota: gracias a mi hermana por ayudarme con este y el anterior capítulo.
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Faltaba poco muy poco para el amanecer...

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Kyojurou aún sentía morirse por lo que se aferraba a Giyuu como si fue a dar a luz. Uzui trataba de ayudar pero lo estropeaba haciendo enojar a Kyojurou. Aún que Giyuu en verdad sentía que tenía que irse ya.

Shinobu aún preocupada por la condición del alfa, fue en busca de algunas medicinas para ver si ayudaban en algo.

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No fue bastante con que se fucionara y protegiera el núcleo que lo llevaría a su derrota.

La pilar del amor bastante furiosa dió pelea al que tenía una figura de niño. Mientras los chicos se encargaban del núcleo.

La angustia de Nezuko de no poder cortar a la cuarta luna superior era bastante notoria como para los demás. Genya la ayudo al igual que Tanjirou, quien no quería quemar a Genya por su técnica.

Ambos hermanos cayeron junto a la luna superior.

- ¡Nezuko! ¡Tanjirou! - el alfa bastante preocupado gritó sus nombres. Cubriéndose el ojo izquierdo con el derecho los buscó, puesto que la luna estorbaba.

Cuando los jadeos eran escuchados inmediatamente la luna comenzó alejarse de los hermanos soltando maldiciones.

Nezuko bastante harta fuera atacar sin su nichirin que estaba atascada en el cuello del demonio. La fe no carecía en ella por lo que una nichirin fue lanzada desde lo lejos.

- ¡Usala! - un grito de arriba fue lanzado con esperanza de ser escuchado.

- ¡Tokito-kun! - un grito de felicidad fue lanzado por Nezuko mirando al omega ¿Siendo estrandulado por Haganezuka?.

- ¡Úsala Nezuko! - volvió a gritar.

Las maldiciones de Haganezuka eran escuchadas mientras estrangulaba al menor y era detenido por Kanamori.

Nezuko poniendo fuerza y tomando el control de nuevo de su  respiración agradeció sujetando la nichirin. Como si fuera un relámpago en llamas cortó el cuello del demonio.

Sintiendo la victoria todo fue arruinado con solo ver el amanecer llegar. Nezuko gritó el nombre de su hermano quien se levantó con rapidez para correr hacia él y viceversa.

- ¡No vengas hacia aquí hermano! - gritó con lágrimas en sus ojos.

Sintiendo el movimiento de quién debería estar desboronándose. La dejo atónita deteniéndose para verlo mejor. Tanjirou logro llegara hasta Nezuko para darle un empujón pero...

- ¡¿Qué es lo que haces?! ¡Ocultate en las sombras! - regañó deteniendo a su hermano.

Los gritos de los herreros fueron ensordecedores dejando a Nezuko con un mal sabor de boca, notando su gran error. Sujetando con firmeza la espada iba en camino atacar.

Tanjirou comenzó a quemarse por el sol.

Un gruñido fue emitido por èl. Nezuko se dió la vuelta para evitar que su hermano se convirtiera en polvo pidiéndole que se volviera pequeño pero este no le hacía caso. La pelinegra miró a todos lados sin saber qué hacer. ¡No podía tomar una decisión clara! Pero Tanjirou sí, sintiendo un dolor en su corazón el omega derramó lágrimas recordando unos momentos con su hermana al igual que los pocos que tuvo con su alfa.

Por lo que con un gran lanzamiento pudo decidir por Nezuko. Ella miró a su hermano quemarse con una mirada alegré.

Con el corazón estrujado, el ceño fruncido, los dientes apretados y el mar de lágrimas se lanzó a la luna superior y cortar dónde en verdad tenía que ser. Siendo por fin derrotada.

Débil y con el llanto en la boca cayó de rodillas, aceptando que Tanjirou se había quemado por completo hasta volverse polvo.

- K-kamado-sama Kamado-sama - llamaba uno de los herreros a Nezuko que estaba aún arrodillada mordiendo la lengua mientras lloraba evitando sullozar.

- Kamado-sama - otro herrero tocó su hombro para señalar -. Kamado-sama miré por favor.

Volteando lentamente se topo con una belleza escena.

¡Era Tanjirou con una cara algo confundida!

Nezuko tartamudeo por ver a su hermano vivo caminando en el sol.

- Bu... bue...  buenos días. - dijo con una gran sonrisa mostrando sus colmillos.

Nezuko tanbaleando miró a su hermano quien ayudaba a sostenerla pues parecía que se derrumbaría – las piernas no le respondían a la pobre Nezuko –. Mirando fijamente a su hermano suspiro.

- Gracias al cielo - sonrió -, ¿Estás bien? ¿Has vuelto hacer humano? - cuestiono.

Sus preguntas no tuvieron una respuesta pues Tanjirou aún tenía aquellos colmillos y ojos, por lo tanto en ves de responder con palabras concretas repitió lo que dijo Nezuko en tartamudeos. A Nezuko dándole igual por no recibir una respuesta agradeció abrazando a su hermano dejándolo sorprendido.

Tanjirou correspondió su abrazo.

Los herreros que estaban cerca fueron contagiados por el vientre de los hermanos.

Genya quien se iba acercando poco a poco miró a los hermanos una sonrisa. Nezuko iba a decir algo más pero se desplomó en los brazos de su hermano preocupando a los herreros y a Genya quien se acerco de inmediato.

Tanjirou cargo a Nezuko en su espalda acomodándola bien caminaron a dónde se les era guiado por los herreros. Pero Tanjirou se detuvo al ver a Muichiro acercarse a su hermana, Nezuko parpadeando un poco sonrió.

- Nezuko ¿Estás bien? - preguntó Muichiro estando aún lado de Genya.

La menor tratamuedeo respondiendo.

- Te agradezco por ayudarme con mis recuerdos, Nezuko.

- ¿Eh?... Oh, pero no hice gran cosa.

El omega negó con la cabeza - ¿Y entonces que es lo que le sucede a Tanjirou?

- Uhm... - iba a responder pero miró algo extraño en el cuello de Tanjirou.

- ¡¡CHICOS!! - Un chillido estruendoroso por parte de cierta alfa y pilar, corría con alegría de seguir con vida.

Mitsuri llegó hasta donde estaban ellos dando un gran abrazo y soltar agradecimiento y victoria. Todos aplastados en el abrazo alegré y un Genya sonrojado.

Tanjirou sintió caerse en el suelo por un leve mareo se aparto dejando a Nezuko en brazos de Genya. El omega demonio abrazando su vientre se dejó caer en la alfa quien miraba con sorpresa al pelirrojo.

- ¿Tanjirou? - cuestiono preocupada Nezuko.

Muichiro con los ojos bien abiertos pudo notar la marca de Tanjirou al igual que Mitsuri.